Trump llevó a cabo la mayor reducción de impuestos en la historia de Estados Unidos
Millones de trabajadores estadounidenses tuvieron incrementos salariales gracias a los recortes impositivos.
El expresidente Donald Trump alcanzó un hito en la historia fiscal de los Estados Unidos al firmar la Ley de Reducción de Impuestos y Empleos, un paquete de reformas de 3,2 billones de dólares que introdujo el mayor alivio tributario del país, diseñado para beneficiar principalmente a la clase media y dinamizar el crecimiento económico a nivel nacional.
Este plan no solo trajo grandes reducciones de impuestos para las familias trabajadoras, sino que también incentivó a empresas a invertir en sus empleados, contribuyendo al crecimiento de empleos e inversiones en sectores clave.
Una de las principales novedades fue el beneficio inmediato para millones de trabajadores, quienes vieron incrementos salariales y bonificaciones gracias a los recortes impositivos implementados.
En particular, una familia promedio de cuatro personas con ingresos anuales de 75.000 dólares logró reducir su carga fiscal en más de USD 2.000, lo que representó una disminución del 50% en sus impuestos sobre la renta. Este tipo de beneficio inmediato ofreció a las familias mayor margen para cubrir sus necesidades y proyectar sus ahorros, impulsando el consumo y, en consecuencia, la economía interna.
Trump también duplicó la deducción estándar, lo que permitió que una pareja casada pueda ganar hasta 24.000 dólares sin estar obligada a pagar impuestos federales. Este cambio no solo redujo la carga fiscal, sino que también simplificó el sistema tributario, favoreciendo el bienestar de las familias con mayores deducciones y créditos fiscales, como el crédito por hijo, que también fue duplicado.
Otro aspecto destacado de la reforma fue la eliminación del impuesto sobre sucesiones, una carga fiscal que durante años afectó a familias al heredar bienes y propiedades. Esta medida redujo las barreras fiscales para la transferencia de patrimonio, lo que facilitó la seguridad financiera entre generaciones y protegió el valor de las propiedades familiares.
El paquete también introdujo un cambio clave en la tasa impositiva empresarial, reduciéndola del 35% al 21%, la cual era anteriormente una de las más altas en el mundo desarrollado.
Esta reforma ayudó a empresas estadounidenses a mejorar su competitividad a nivel global y alentó a pequeñas empresas a invertir en sus operaciones, permitiéndoles deducir el 20% de sus ingresos comerciales. Este respaldo a la pequeña y mediana empresa no solo mejoró la rentabilidad de estos negocios, sino que también impulsó la creación de empleo.
Además, la reforma fiscal incentivó la repatriación de capital, logrando que 1,4 billones de dólares regresaran al país. Como resultado de estas políticas, se observó un notable aumento en el salario real de los trabajadores y un fortalecimiento de la clase media.
El programa de Zonas de Oportunidad fue otro componente crucial de esta reforma. Casi 9.000 zonas fueron designadas en comunidades económicamente desfavorecidas, atrayendo 75 mil millones de dólares en fondos y generando USD 52 mil millones en nuevas inversiones, lo que fue fundamental para la creación de al menos 500.000 empleos.
Gracias a este programa, un millón de estadounidenses salieron de la pobreza, una mejora sustancial en la calidad de vida de numerosas familias.
Con esta histórica reforma tributaria, Trump impulsó un sistema fiscal que benefició directamente a la clase media, mejoró las oportunidades laborales y fortaleció a la economía estadounidense.
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