
La UBA rechazó un proyecto para apoyar a Cristina Kirchner y repudiar a la Corte
La iniciativa fue presentada por representantes identificados con el kirchnerismo.
En una votación decisiva, el Consejo Superior de la Universidad de Buenos Aires (UBA), máximo órgano de gobierno de la institución, rechazó por amplia mayoría un proyecto presentado por representantes identificados con el kirchnerismo que buscaba expresar apoyo político a la corrupta expresidente Cristina Fernández de Kirchner y repudiar un fallo de la Corte Suprema de Justicia.
La propuesta, impulsada principalmente por sectores estudiantiles afines a La Cámpora, que actualmente encabezan las violentas e ilegales tomas de las Facultades de Ciencias Sociales, Filosofía y Letras, y el predio de Ciudad Universitaria, planteaba un pronunciamiento institucional en contra de lo que calificaron como una "persecución política y judicial" hacia la expresidente. Además, el texto denunciaba una supuesta "proscripción" derivada del fallo del máximo tribunal.
Sin embargo, el proyecto fue categóricamente rechazado por 22 de los 28 miembros que componen el Consejo Superior. Solo seis integrantes votaron a favor: los impulsores del texto y tres decanos de facultades donde el kirchnerismo tiene mayor presencia, como Ciencias Exactas, Sociales y Filosofía y Letras.

La mayoría del cuerpo, compuesto por representantes de distintas facultades, autoridades rectorales, docentes, graduados y estudiantes, optó por preservar la neutralidad política de la Universidad. Esta decisión fue leída como una clara señal institucional de la UBA de no avalar intentos de partidización de sus órganos de gobierno.
La contundente votación generó reacciones encontradas en la comunidad académica. Mientras sectores opositores al kirchnerismo celebraron la defensa de la autonomía universitaria y el rechazo al uso político de la institución, agrupaciones estudiantiles afines a La Cámpora expresaron su descontento y ratificaron la continuidad de las medidas de protesta en las facultades tomadas.

Este episodio se inscribe en un contexto de alta sensibilidad política, donde distintos espacios intentan disputar legitimidad en instituciones históricamente respetadas como la UBA.
La decisión del Consejo Superior, sin embargo, marca un límite claro ante los intentos de utilizar a la Universidad como plataforma de respaldo político a figuras específicas y condenados por corrupción. Esta vez, la UBA optó por mantener su independencia y evitar pronunciamientos institucionales de contenido partidario.
Más noticias: