
La ultra izquierda a punto de tomar la OEA con la candidatura del surinames Ramdin
El candidato de Surinam para el cargo de secretario general está respaldado por Lula, Boric, Petro, Evo Morales y Orsi.
El próximo 10 de marzo, la Organización de Estados Americanos (OEA) elegirá a su nuevo secretario general, y la izquierda internacional, con el respaldo de los socialistas Lula da Silva, Gabriel Boric, Gustavo Petro, Evo Morales y Yamandú Orsi, está más cerca que nunca de tomar el control del organismo.
Albert Ramdin, actual canciller de Surinam y con una preocupante trayectoria alineada al socialismo, se perfila como el candidato favorito gracias al respaldo de los países del Caribe y de gobiernos de izquierda en la región.
Su eventual elección significaría una amenaza para la independencia de la OEA y beneficiaría a los regímenes dictatoriales de izquierda en América Latina.
Ramdin, exsecretario general adjunto de la OEA (2005-2015), también construyó una estrecha relación con China a lo largo de su carrera. Su candidatura ha sido respaldada abiertamente por el régimen chino, y cuenta con el voto asegurado de los 14 países del Caribe, así como de Brasil, Bolivia, Chile, Colombia y Uruguay, cuyos gobiernos de izquierda apoyan la estrategia de Beijing.
En la otra vereda está Rubén Ramírez Lezcano, canciller de Paraguay, un país que se ha resistido a los avances del comunismo en la región y mantiene relaciones con Taiwán en lugar de someterse a China.

Ramírez ha mostrado cercanía con el presidente estadounidense Donald Trump e incluso ha sido invitado a Mar-a-Lago. Su posible base de apoyo incluye a El Salvador, Argentina, Ecuador, Perú y Panamá, países que buscan resistir la expansión de la agenda socialista en la OEA.
El peligro para Estados Unidos y América Latina
Estados Unidos financia más del 50% del presupuesto de la OEA, aportando alrededor de 53 millones de dólares anuales. Además, la sede del organismo está en Washington D. C., lo que haría aún más alarmante que China, a través de Ramdin, tomara el control de la institución. La injerencia de Beijing en un organismo clave de la región representaría una amenaza directa para la seguridad y la estabilidad en Occidente.
El presidente Trump ha sido uno de los principales críticos de la expansión china en América Latina, como en el caso del Canal de Panamá, alertando sobre sus peligros desde el inicio de su primera administración.
Si Ramdin se impone en la OEA, China podría usar la organización para consolidar su presencia en la región, facilitar el acceso de empresas estatales chinas a los mercados latinoamericanos y promover la agenda de las dictaduras socialistas de Venezuela, Cuba y Nicaragua.
Ramdin: un aliado de las dictaduras
Las declaraciones y acciones de Albert Ramdin dejan en claro su postura favorable a los regímenes autoritarios. En varias ocasiones, ha insistido en que la única forma de abordar la crisis de Venezuela es a través del "diálogo" con el dictador Nicolás Maduro, ignorando las violaciones de derechos humanos y la represión brutal contra la oposición.
En contraste, Rubén Ramírez Lezcano ha defendido que la OEA debe trabajar para que Venezuela, Cuba y Nicaragua retornen a la democracia y tengan gobiernos legítimos.
Las conexiones de Ramdin con China no son nuevas. En 2006, cuando era secretario general adjunto de la OEA, viajó a Beijing y aseguró que su objetivo era "ampliar y profundizar" la relación entre China y la OEA. Desde entonces, ha sido un defensor incondicional del acercamiento con el régimen chino.
En 2015, al regresar a Surinam para ocupar el cargo de canciller, consolidó aún más los lazos con Beijing. Como resultado, Surinam se convirtió en uno de los primeros países del Caribe en caer en la trampa de la deuda china.

En 2023, casi el 20% de la deuda pública del país estaba en manos de China, ahogando su economía y obligando a su gobierno a aceptar condiciones draconianas impuestas por Beijing.
En noviembre de 2023, en una entrevista con el medio estatal chino Global Times, Ramdin reafirmó su lealtad a China, declarando: "Reconocemos una sola China y apoyamos firmemente ese principio". Además, admitió que las misiones diplomáticas de Surinam en Washington y Nueva York trabajan "de la mano" con las de China, lo que evidencia la peligrosa influencia de Beijing en la región.
A finales de 2024, Surinam, ya sometido económicamente por China, se vio obligado a reestructurar su deuda con el Exim Bank chino, a quien le debía 476 millones de dólares, con 140 millones en mora. También mantenía una deuda adicional de 68 millones de dólares con el Banco Industrial y Comercial de China.
¿Un caballo de Troya chino en la OEA?
Si Ramdin llega a la secretaría general de la OEA, se abriría la puerta para que China expanda aún más su control en América Latina, utilizando la organización para avanzar su agenda geopolítica. Gobiernos de izquierda y regímenes autoritarios podrían consolidar su poder con la complicidad de la OEA, debilitando aún más la democracia en la región.
Es fundamental que los países que aún defienden la libertad y la soberanía en el continente eviten que la izquierda internacional y China tomen el control de la OEA. La elección de Ramdin no solo sería un error estratégico para la región, sino que pondría en riesgo la independencia del organismo y su misión de promover la democracia en las Américas.
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