Victoria de Milei: Pedro Sánchez reculó y volverá a enviar un embajador a Argentina
El presidente español puso sus intereses personales por encima de las históricas relaciones entre ambas naciones.
La reciente victoria diplomática de Javier Milei sobre Pedro Sánchez demostró la capacidad del presidente argentino para defender los intereses de su país frente al gobierno socialista español.
Luego de meses de tensiones marcadas por declaraciones cruzadas y retiradas de representantes diplomáticos, Sánchez parece haber cedido, preparándose para reinstaurar la figura de embajador en Buenos Aires.
La retirada de María Jesús Alonso Jiménez, entonces embajadora en Argentina, marcó un punto crítico en esta relación cuando Sánchez, en medio de la crisis, optó por interrumpir la diplomacia formal, decisión que fue rápidamente criticada en el ámbito internacional.
Quien suena como probable nuevo embajador en Argentina es el diplomático Joaquín María de Aristegui, con amplia experiencia como actual embajador en Colombia.
Aunque las autoridades aún no confirmaron oficialmente su nombramiento, la situación apunta a una reactivación diplomática liderada, en gran medida, por la inquebrantable posición de Milei y el fracaso de Sánchez.
La crisis entre el gobierno español y argentino explotó cuando Javier Milei asistió a un evento de campaña de Santiago Abascal, líder del partido Vox en España, donde criticó duramente a Begoña Gómez, esposa de Sánchez, llamándola "corrupta".
A pesar de estar siendo investigada efectivamente por corrupción, las declaraciones de Milei fueron vistas por Sánchez como un "acto de provocación". Esta situación fue utilizada por Sánchez para justificar el retiro de su embajadora en Argentina.
Sin embargo, la acción fue criticada tanto dentro de España como en Argentina, ya que puso en evidencia la falta de profesionalidad por parte del gobierno español que, por cuestiones personales, perjudicó a miles de españoles y argentinos que necesitaban la presencia de la embajadora.
Además, en lugar de desautorizar a sus ministros que se sumaron a los ataques contra Milei, Sánchez permaneció en silencio, permitiendo que figuras como el ministro de Transporte, Óscar Puente, lanzaran acusaciones infundadas sobre Milei. Puente había acusado al presidente argentino de "drogadicto".
Este tipo de comportamientos no solo deterioraron la relación bilateral, sino que demostraron la disposición de Sánchez para poner sus intereses políticos por encima de las históricas relaciones entre ambas naciones.
Por otro lado, Milei logró manejar esta situación de manera efectiva, fortaleciéndose en el plano internacional y ganando apoyo entre los sectores opositores en España, particularmente entre el Partido Popular (PP) y Vox, quienes ven en Milei un aliado ideológico.
Su vuelta a Madrid en junio para recibir un premio del economista libertario Jesús Huerta de Soto consolidó su vínculo con la presidente de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, figura del PP que expresó su apoyo al presidente argentino.
Esto reforzó la imagen de Milei como un líder que no teme en desafiar al gobierno socialista de Sánchez, ganando popularidad entre aquellos que rechazan las políticas del mandatario español.
La reactivación de la Embajada de España en Argentina, que en estos últimos meses había quedado casi paralizada y limitada a asuntos burocráticos, marca un hito que da cuenta de la victoria diplmatica de Javier Milei.
La actual canciller argentina, Diana Mondino, tuvo un rol clave en las negociaciones, logrando mantener conversaciones constructivas con el ministro de Relaciones Exteriores de España, José Manuel Albares, lo que permitió acordar finalmente la reposición de un embajador en Buenos Aires.
La crisis dejó en evidencia la poca disposición de Sánchez para preservar las relaciones bilaterales cuando se trata de sus propios intereses políticos y mostró su falta de tacto en una situación que, finalmente, no pudo controlar.
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