Yan Xianxing, un agente del Partido Comunista Chino, estuvo presente en la CPAC
Conocido también como "Fabian Yan", se encarga de perseguir y reprimir a los opositores chinos residentes en Argentina.
En el marco de la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC) celebrada en Argentina en el dái de ayer, un video difundido en las redes sociales reveló la presencia de Yan Xianxing, conocido también como Fabian Yan, un agente del Partido Comunista Chino, capo de la comisaría ilegal de policía de Fuzhou en Argentina.
Esta comisaría, oficialmente denominada "Estación de Asuntos Chinos de Ultramar de la Policía de Fuzhou", y de la cual Fabian Yan es el "director", tiene como objetivo perseguir y reprimir a disidentes chinos que residen en Argentina, en una operación que funciona como una red de vigilancia y control extraterritorial.
La presencia de Yan en un evento político de tan alto perfil como el CPAC es llamativa, dado que, en su calidad de jefe de una comisaría ilegal, supervisa un entramado de actividades que incluyen intimidación y coacción a ciudadanos chinos que se encuentran en Argentina, muchos de ellos opositores a la dictadura del Partido Comunista Chino (PCC).
Esta comisaría, que opera de manera clandestina, tiene la tarea de monitorear a compatriotas en suelo argentino bajo las órdenes directas de la embajada china y del propio PCC.
El caso de la comisaría de Fuzhou en Argentina, que ya era conocida, demuestra la expansión de las actividades de control de la dictadura comunista china más allá de sus fronteras, algo que también ya se había documentado en otros países, como Estados Unidos, donde la apertura de comisarías ilegales de policía fue motivo de investigaciones federales.
Según diversas fuentes, las estaciones de policía chinas tienen como propósito no solo controlar a los ciudadanos chinos que residen en el extranjero, sino también ejercer presión sobre ellos para que abandonen cualquier postura disidente contra el régimen comunista.
La comisaría ilegal en Argentina
La comisaría de Fuzhou en Argentina no es un caso aislado, sino que forma parte de una red global de estaciones de policía del Ministerio de Seguridad Pública de la República Popular China. Estas comisarías, que operan sin la autorización de los países anfitriones, son acusadas de llevar a cabo actividades de represión transnacional, persiguiendo a opositores del régimen chino, incluso fuera de sus fronteras.
El modus operandi de estas estaciones se basa en el monitoreo constante de las comunicaciones y movimientos de disidentes chinos, mediante vigilancia y seguimiento físico.
Además, se reportó que los oficiales de estas comisarías tienen el mandato de intimidar y coaccionar a aquellos que expresan opiniones contrarias al régimen, ya sea a través de amenazas o incluso a través de la presión sobre sus familiares que aún viven en China.
En el caso de Argentina, además de vigilar a los ciudadanos chinos, los funcionarios de la comisaría de Fuzhou también están involucrados en actividades que afectan la soberanía del país, al perseguir y reprimir a ciudadanos argentinos que tienen lazos con los disidentes chinos.
Este comportamiento fue posible gracias a la protección implícita que algunas autoridades locales le brindan a estos agentes del PCC. En el caso de la Capital Federal, los agentes del partido comunista chino reciben protección del Gobierno de la Ciudad.
El caso de Nueva York
Un caso en Nueva York puso de manifiesto la magnitud de estas actividades ilegales. En el otoño de 2022, se descubrió que dos ciudadanos chinos, Lu Jianwang y Chen Jinping, habían operado una comisaría clandestina de la Policía de Fuzhou en el barrio chino de Manhattan, Estados Unidos.
Esta estación funcionó bajo el control directo del Ministerio de Seguridad Pública de China, sin que el gobierno de los Estados Unidos fuera notificado de su existencia.
El FBI descubrió la operación tras una investigación que destapó cómo Lu y Chen habían trabajado para establecer y operar la estación ilegal, que tenía como función la persecución de opositores al régimen chino, la recolección de información y el control de la diáspora china en la ciudad.
Estos individuos fueron arrestados bajo cargos de conspiración por actuar como agentes de la dictadura china y obstrucción de la justicia, tras destruir pruebas de su relación con funcionarios del Ministerio de Seguridad Pública de China.
Este caso resalta la seriedad del problema, ya que evidencia la voluntad del Partido Comunista Chino de operar fuera de sus fronteras, usando a ciudadanos comunes como agentes de represión.
La estrategia de China de abrir comisarías ilegales en diferentes partes del mundo se extendió, especialmente en ciudades con grandes comunidades chinas, como Nueva York, Madrid y Buenos Aires.
La presencia de Yan Xianxing en la CPAC de Argentina y la operación de la comisaría de Fuzhou en el país representan una violación directa de la soberanía argentina y un peligro para el Gobierno de Javier Milei.
A pesar de que el régimen chino se excusa diciendo que que estas estaciones son únicamente de "asistencia consular", las pruebas indican que su verdadera función es perseguir a disidentes y controlar a aquellos que se oponen al régimen del PCC.
Yan Xianxing, un agente del Partido Comunista Chino, estuvo presente en la CPAC
Más noticias: