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Reino Unido

Aumentan los crímenes de odio racial contra rusos en el Reino Unido desde que comenzó la guerra

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Una investigación de Sky News reveló decenas de crímenes de “odio racial” contra ciudadanos rusos en Gran Bretaña desde que las fuerzas rusas invadieron Ucrania en febrero del año pasado.

Los rusos en el Reino Unido están siendo objeto de ataques violentos, amenazas y abusos en el último año. Nuevas cifras sugieren un aumento de los delitos de odio raciales contra ciudadanos de ascendencia rusa desde la invasión de Ucrania el 24 de febrero del año pasado.

Una investigación de Sky News ha revelado detalles hasta ahora suprimidos por los demás medios de un gran número de crímenes de “odio racial” contra ciudadanos rusos en Gran Bretaña, donde en los reportes policiales se indica un sentimiento en contra de las personas por sus orígenes rusos.

Según el informe, las fuerzas policiales en Inglaterra han registrado que los delitos antirrusos se duplicaron en el último año en comparación con 2021, mientras que una organización benéfica reveló que los niños en edad escolar primaria han sido las principales víctimas.

Entre la multiplicidad de delitos, se informó de un asalto en un sitio de construcción en Derbyshire, donde un trabajador le dijo a la víctima: "Los odio a los rusos, matan gente", antes de que lo golpeara y torturara con un objeto contundente.

En otro caso, la policía de Hertfordshire reveló detalles de un asalto con agravantes raciales en el que la víctima fue empujada al suelo en un cruce y le dijeron: "Todos los rusos son asesinos", mientras lo golpeaban.

Además, un polvo blanco sospechoso fue enviado a un estudio de abogados en Londres, con una carta condenando sus vínculos con Rusia y expresando "contenido pro ucraniano", a pesar de que la única conexión aparente es que el dueño es de ascendencia rusa.

La policía de Devon y Cornwall dijo que otra víctima fue seguida en un supermercado por alguien "insultándolos y amenazando con matarlos porque son rusos".

Un graffiti en las puertas de la embajada rusa en Londres en febrero de 2022

Además, el chef ruso Alexei Zimin dijo a Sky News que su restaurante de Londres recibió llamadas amenazantes y canceló las reservas en las primeras semanas de la invasión de Ucrania. A pesar de ser un opositor de la guerra, reveló que la gente lo había tratado de “cerdo ruso" y lo habían amenazado con vandalizarle y cerrarle su local.

Cabe aclarar que su restaurante, "Zima", ha donado alrededor de 30.000 libras esterlinas a la Cruz Roja para los refugiados ucranianos y su postura contra la guerra ha llevado a la cancelación de su programa de cocina en la televisión rusa.

Adicionalmente,la organización benéfica Victim Support dijo que había visto una "ráfaga" de crímenes de odio contra Rusia en las primeras semanas de la guerra en Ucrania, incluidos incidentes de "intimidación relacionada con el odio" en las escuelas. La gran mayoría de las víctimas estaban en edad de escuela primaria.

Concretamente, la emisora Sky News presentó solicitudes de libertad de información a la Policía de Transporte británica (BTP) y a todas las fuerzas policiales territoriales en todo el Reino Unido (más de 40 en total), preguntando sobre "crímenes de odio racial" e incidentes similares que involucran a personas rusas desde febrero pasado, cuando el presidente Vladimir Putin anunció su "Operación Militar Especial" en Ucrania.

Un graffiti que dice "Mata a Putin" fue pintado en una pared en Slough

La policía del Gran Manchester dijo que se habían registrado 13 crímenes de odio racial contra víctimas rusas desde la invasión de Ucrania, frente a solo 6 en 2021 y 2 en 2020.

La policía de Derbyshire ha registrado cuatro delitos antirrusos desde el 24 de febrero de 2022, en comparación con cero delitos en 2021, incluidos asaltos que causan lesiones corporales reales, daños penales y acoso con agravantes raciales.

La policía de Cambridgeshire dijo que había visto siete crímenes de odio racial contra víctimas rusas desde la guerra en Ucrania, el mismo número que en 2021. Mientras tanto, BTP ha registrado tres delitos antirrusos durante la guerra de Ucrania, sin haber registrado ninguno en 2021.

Las fuerzas policiales de la ciudad de Londres, Dorset, Kent, Avon y Somerset, Hertfordshire y Lincolnshire también han registrado crímenes raciales contra los rusos desde que comenzó el conflicto.

La Policía Metropolitana se negó a responder a la solicitud de Sky News, diciendo que costaría demasiado recuperar la información. Sin embargo, la fuerza ha revelado previamente que registró 16 crímenes de odio contra víctimas rusas en los primeros dos meses de la guerra en Ucrania, en comparación con 22 delitos en todo el año anterior a la invasión.

En total, solo 14 fuerzas proporcionaron datos relevantes sobre crímenes de odio racial o incidentes similares dirigidos contra personas rusas en el Reino Unido desde que comenzó la guerra en Ucrania. Las fuerzas restantes no respondieron a Sky News, se negaron a proporcionar la información por motivos de costos o dijeron que no tenían delitos antirrusos registrados.

La invasión de Ucrania por parte de Vladimir Putin ha llevado a algunas fuerzas policiales a informar un aumento en los crímenes de odio contra Rusia

La información proporcionada por las pocas fuerzas que respondieron indica que ha habido un aumento significativo en la acción antirrusa, con la organización benéfica Victim Support coincidiendo en que había visto una "ráfaga" de incidentes, algunos de los cuales involucraron "intimidación relacionada con el odio" en las escuelas primarias.

Mark Walters, profesor de derecho penal y criminología en la Universidad de Sussex, dijo que los "eventos desencadenantes" conducen a aumentos en ciertos tipos de crímenes de odio.

"Con Brexit, tuvimos un gran aumento en los crímenes de odio racistas", dijo a Sky News. "Con la pandemia, vimos un aumento en los delitos de odio contra China y contra Asia", agregó en la entrevista. Finalmente, "Con la guerra en Ucrania, verás que habrá un aumento en los crímenes de odio contra Rusia … eso probablemente durará mientras dure la guerra".

El profesor Walters advirtió que los crímenes de odio no se suelen denunciar, y agregó que, "si bien creo que las cifras definitivamente mostrarán que ha habido un aumento, no tendría dudas de que probablemente será solo la punta del iceberg".

Un portavoz del Ministerio del Interior dijo a Sky News que "El crimen de odio es un flagelo para las comunidades de todo el país. No refleja los valores de la Gran Bretaña moderna”. "Si bien es probable que el aumento de los casos se deba en gran medida a las mejoras en el registro policial, estos son delitos graves y esperamos que la policía investigue a fondo estos ataques de odio y se asegure de que los cobardes que los cometen sientan toda la fuerza de la ley", finalizó.

Imagen representativa de la destrucción en territorio ucraniano

Reino Unido

El nuevo gobierno socialista del Reino Unido busca dejar entrar 90.000 inmigrantes ilegales que iban a ser deportados a África

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El Partido Laborista quiere que los trabajadores sociales de inmigración a comiencen a tramitar las solicitudes de asilo de personas que están en proceso de ser deportadas a Ruanda, después de haber ingresado ilegalmente al Reino Unido.

El gobierno socialista del Reino Unido avanzará con los planes para permitir que 90.000 inmigrantes ilegales, que de otro modo serían deportados a Ruanda, soliciten asilo en el Reino Unido.

Se espera que esta semana, la Ministra del Interior, Yvette Cooper, anuncie una legislación que autorizará a los trabajadores sociales de inmigración a iniciar el procesamiento de las solicitudes de asilo de aquellos que están en proceso de ser deportados a Ruanda tras ingresar ilegalmente al Reino Unido.

El Refugee Council, una organización con sede en el Reino Unido, estima que alrededor de 60.000 de las 90.000 personas recibirán asilo, considerando los perfiles de los países de origen de la mayoría de ellas.

No obstante, se espera que las autoridades den prioridad al 30% de solicitantes de asilo provenientes de países "seguros" como Vietnam, Albania, Egipto e India, cuyas solicitudes tienen más probabilidades de ser rechazadas y, por lo tanto, podrían ser deportados rápidamente a sus países de origen.

Actualmente, casi 36.000 inmigrantes se alojan en hoteles, lo que supone un costo para los contribuyentes de 2.900 millones de libras diarias. Cooper se ha comprometido a que dejen de usar hoteles para "empezar a ahorrar dinero de inmediato" pero, en vez de deportarlos, busca dejarlos entrar al país.

Los conservadores acusan al Partido Laborista de conceder una amnistía efectiva a los inmigrantes, mientras que el Partido Laborista alega que los conservadores han otorgado una "amnistía hotelera" al no organizar ni un solo vuelo a Ruanda y mantener a los inmigrantes en hoteles.

Se entiende que el Partido Laborista podría trasladar a los inmigrantes al sistema de asilo sin necesidad de derogar la Ley de Migración Ilegal de Rishi Sunak. Esta ley decretó que las solicitudes de cualquier inmigrante que llegara ilegalmente al Reino Unido en los últimos 18 meses serían tratadas como inadmisibles y serían deportados a Ruanda.

Sin embargo, Sunak nunca activó dos elementos clave de la ley: declarar inadmisibles sus reclamaciones y otorgar poderes para expulsarlos a Ruanda.

Esto significa que el Partido Laborista podría dejar la ley "congelada " y no necesitaría pasar por el largo proceso de derogarla en el Parlamento antes de procesar las reclamaciones.

Keir Starmer, el socialista y Primer Ministro del Reino Unido, prometió "arreglar el roto sistema de asilo" eliminando los atrasos en materia de asilo y eliminando el "increíblemente costoso" plan de Ruanda.

Un nuevo Comando de Seguridad Fronteriza será financiado eliminando el plan de Ruanda, ahorrando 100 millones de libras en pagos futuros y "decenas de millones de libras" que se habrían pagado por los inmigrantes reubicados.

Hasta ahora, Ruanda ha recibido 290 millones de libras en virtud del acuerdo supervisado por Boris Johnson, y solo cuatro solicitantes de asilo rechazados han sido transferidos voluntariamente al estado africano.


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Reino Unido

Noel Gallagher dijo lo que todos pensamos sobre el público “woke” en Glastonbury: “Pequeños idiotas agitando banderas”

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El ex integrante de Oasis criticó severamente la politización del Festival de Glastonbury, describiéndolo como "demasiado progresista".

Noel Gallagher, cofundador de Oasis junto a su hermano Liam, criticó abiertamente el Festival de Glastonbury en una entrevista con el diario The Sun, describiéndolo como "demasiado woke".

El músico, quien se presentó en el festival este año y debutó como solista en 2022, manifestó su desagrado por las demostraciones políticas en los conciertos, considerándolas “un poco predicadoras y con cierta señalización de virtud”.

Gallagher expresó su molestia por la inclusión de mensajes políticos en la música, diciendo: “(La política) no me gusta en la música, pequeños idiotas agitando banderas y haciendo declaraciones políticas”.

Instó a los artistas a centrarse en su música y evitar las proclamas políticas. A pesar de sus críticas, Noel Gallagher elogió el festival, destacando que es “probablemente lo mejor de Gran Bretaña aparte de la Premier League”.

“Es demasiado, me parece que es un exceso. Donen todo su dinero a la causa y ya está. Dejen de parlotear“, sumó criticando a sus colegas que se expresaron, por ejemplo, en torno al conflicto de Israel y Palestina. “Todo el mundo sabe lo que está pasando en el mundo, tienen un teléfono en el bolsillo que te lo dice“, agregó, dejando en claro que no le parece necesario que los artistas se pronuncien políticamente durante el show.

En la misma entrevista con el tabloide británico, también dirigió sus críticas a Dave Grohl de Foo Fighters, quien expresó su deseo de una reunión de Oasis. En ese sentido, pidió a Grohl que “dejara de meterse” en los asuntos de la banda.

Saber que están ahí fuera, en alguna parte, pero que no se reúnen para hacer lo que a todo el mundo le gustaría tanto. Estoy como: ustedes [son] imbéciles”, dijo Grohl sobre los hermanos Gallagher.

Este año, Glastonbury fue escenario de varias expresiones políticas. Uno de los actos más significativos fue realizado por Banksy, quien lanzó una balsa inflable con maniquíes de migrantes durante los espectáculos de Idles y Little Simz, como crítica a la política de inmigración del gobierno británico.

En respuesta, el ministro del Interior, James Cleverly, calificó la acción de “vil e inaceptable”. Banksy defendió su performance y criticó la detención de un barco de rescate real por parte de las autoridades italianas.

Además de Banksy, otros artistas también hicieron declaraciones políticas durante el festival. La banda Idles lideró un canto en contra de la monarquía, mientras que Damon Albarn de Blur cuestionó al público sobre el conflicto palestino-israelí y criticó el liderazgo de “octogenarios” en referencia a la próxima contienda electoral estadounidense.

El Festival de Glastonbury siempre ha mantenido una estrecha relación con causas políticas, principalmente ambientales. La organización Greenpeace tiene una presencia significativa cada año, y el escenario Left Field, curado por Billy Bragg, alberga debates sobre temas actuales.

Desde 1981, el evento musical colabora con la Campaña para el Desarme Nuclear (CND), una organización a la cual el organizador Michael Eavis atribuye gran parte del éxito inicial del festival.

Conocido por su larga tradición de apoyo a causas políticas de izquierda, el Festival de Glastonbury sigue siendo un punto de encuentro para los militantes de izquierda y su "expresión artística". La integración de estos elementos genera tanto apoyo como controversia, reflejando las tensiones más amplias en la sociedad británica.

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Reino Unido

En su primera semana como Primer Ministro, el socialista Keir Starmer anunció la estatización de los trenes en el Reino Unido

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La recién designada secretaria de Transporte, Louise Haigh, y el nuevo Primer Ministro del Partido Laborista, presentaron un plan para nacionalizar los ferrocarriles en los próximos cinco años.

El Partido Laborista ha revelado planes para nacionalizar la red ferroviaria inglesa, integrándola gradualmente en una empresa pública denominada Great British Railways, a medida que se vayan renovando los contratos. La idea del partido es "recuperar" los ferrocarriles sin incurrir en grandes gastos de indemnización.

En una entrevista reciente, Louise Haigh, secretaria de Transporte en la sombra del Partido Laborista, afirmó que: "Haremos que los operadores privados restantes vuelvan a ser de propiedad pública". Esto ocurro 30 años después de la privatización realizada por el gobierno de John Major. "Todos ellos expirarán durante el primer mandato de un gobierno laborista, ya sea en su contrato completo o en su contrato básico.", afirmó la secretaria.

Aunque esta decisión política no es una sorpresa, ha dividido al partido en el pasado. En 2022, Rachel Reeves retiró la nacionalización cuando anunció sus reglas fiscales. En ese momento, había dicho que "no había dinero para una nacionalización masiva", lo que ocasionó una división interna. El partido aclaró rápidamente que su ministra de Hacienda quería decir que, si bien se aplicarían las reglas fiscales, hay un "papel positivo para el ferrocarril en la propiedad pública". Ese compromiso es lo que vemos hoy.

La red ferroviaria británica fue nacionalizada por primera vez por el primer ministro laborista Clement Attlee en 1948 y luego privatizada nuevamente bajo el gobierno conservador de John Major en 1993.

Network Rail, responsable de la infraestructura ferroviaria en Inglaterra, Escocia y Gales, es de propiedad pública. Sin embargo, los servicios de trenes y la gestión de la mayoría de las estaciones más pequeñas están divididos en franquicias operadas por diferentes empresas privadas.

La pandemia ha tenido un impacto significativo en la financiación de los ferrocarriles, ya que la drástica caída en el número de pasajeros ha afectado severamente a la mayoría de las empresas operadoras.

En septiembre de 2020, se eliminó el sistema de franquicias que había sido creado durante la privatización en la década de 1990. Bajo las franquicias, los operadores privados retenían los ingresos por tarifas. En la actualidad, la industria ferroviaria se gestiona a través de contratos de gestión, donde el gobierno retiene todas las tarifas.

Además, cinco líneas están efectivamente bajo control gubernamental a través del esquema de "operador de último recurso", lo que equivale a una forma de nacionalización.

Aunque la Ley de Ferrocarriles de 1993 inicialmente prohibía la gestión estatal de los ferrocarriles en el Reino Unido, varias empresas estatales extranjeras de países como los Países Bajos, Alemania, Francia, Italia y Hong Kong ahora gestionan franquicias ferroviarias en el país.

El gobierno laborista esperaría transferir las 10 redes ferroviarias privadas restantes a propiedad pública "dentro del primer mandato", fusionando los contratos ferroviarios de pasajeros privados existentes en un nuevo organismo a medida que expiren.

Louise Haigh, secretaria de Transporte en la sombra, trató de justificar está autoritaria decisión diciendo que, bajo este plan, el contribuyente podría "ahorrar" unos supuestos £2.2 mil millones al año, aunque reconoció que aún no tenía el compromiso de la ministra de Hacienda en la sombra, Rachel Reeves, de reinvertir todos esos ahorros en los ferrocarriles.

Estableceremos Great British Railways: una mente única y rectora que controle nuestros ferrocarriles en beneficio de los pasajeros”, declaró Haigh. “Aunque sí, vamos a conservar el nombre. Lamento decir que mi sugerencia de ‘Rail Britannia’ no fue aceptada”.

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