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Reino Unido

Explota la inmigración ilegal al Reino Unido: miles de barcos llegan a las playas inglesas en plena pandemia

El Reino Unido es el país que más inmigrantes ilegales ha recibido en lo que va de 2020, unos 4.000 botes con cientos de personas a bordo. En la crisis económica más grave de su historia y en plena pandemia, ¿puede el país darse el lujo de aceptar estos números sin precedentes?

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En lo que va del año solamente, se han registrado más de 4.000 botes llenos de inmigrantes que llegan a las playas de Gran Bretaña con absoluta impunidad. Ni siquiera las fuerzas de seguridad del país ni el actual gobierno conservador están logrando frenar esta violación a la seguridad nacional. 
El gobierno de Boris Johnson, que enarboló un fuerte discurso de campaña para frenar la masiva inmigración ilegal al país e impulsó el Brexit como la principal herramienta para ponerle fin a esto, ahora abastece con hoteles a los migrantes que llegan a la gran isla.
La excusa del gobierno es que si no atiende a los migrantes, corre el riesgo de que contagien el coronavirus, y que tampoco puede expulsarlos del país hasta que no esté resuelto en su totalidad la salida del Reino Unido de la Unión Europea.
Sin embargo, los votantes del Partido Conservador están enfurecidos ante la falta de respuesta del Gobierno, mientras los medios masivos de comunicación del país consideran las protestas en contra de la inmigración como un intento de instigar “racismo, xenofobia y discurso de odio”. 

Tan solo el día sabado 9 de agosto, 151 inmigrantes ilegales llegaron a las costas de Inglaterra desde las playas de Francia, Bélgica y los Países Bajos. Según las estadísticas de la British Border Force (BBF), los números de migrantes a Gran Bretaña son el doble en comparación con 2019 a pesar de la pandemia y se estima que van a llegar al país unos 7.000 botes más hasta la Navidad de este año. 

Sin lugar a dudas, se puede decir que el Reino Unido es el país europeo que llegó a recibir más inmigrantes en el año 2020, incluso más que la España de Pedro Sánchez y la Francia de Macron, lo cual es un enorme problema para los ingleses que votaron a Boris Johnson para que cambie el rumbo del país en política migratoria.

Si bien los botes llegan desde los países del norte de Europa, los migrantes no son oriundos de allí, según informa la BBF, quienes aclaran que los migrantes que han recibido son provenientes del norte de África, en conjunto con países del Medio Oriente, entre ellos, Afganistán, Irak, Siria, Libia y Pakistán.

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Este es uno de los años más difíciles para el Reino Unido, a pesar del contundente triunfo de Boris Johson hace tan solo un año con el 43,6% de los votos que indicaron la mayor victoria del Partido Conservador en décadas.

Mientras el Gobierno está tratando de llegar a un acuerdo comercial con el bloque europeo antes del 31 de diciembre, fecha en la que el Reino Unido abandonará finalmente la Unión Europea, su economía se encuentra devastada por la cuarentena. 

Mientras Boris Johnson fue precursor en no cercenar las libertades de sus habitantes ante la amenaza del virus chino, tras enfermarse y estar casi un mes alejado de la vida política, el líder conservador decidió aplicar fuertísimas medidas de aislamiento obligatorio, que pusieron fin a uno de las economías más sólidas del mundo, con una caída del -20,4% del PBI durante los 3 meses de cuarentena.

Desde antes del gobierno de Boris, los anteriores líderes conservadores, que a pesar de pertenecer al partido de derecha del país tenían una inclinación sumamente izquierdista, habían firmado el pacto migratorio de la ONU en 2018. Sin embargo, tras casi un año y medio de gobierno, Boris Johnson todavía no ha anunciado la salida del acuerdo y todo indica que en plena crisis económica el Estado seguirá aumentando el gasto público para financiar la inimgración ilegal.

La transformación demográfica de tantos años con fronteras abiertas ya se ven con notoriedad en localidades inglesas como su capital, Londres, al igual que ciudades como Birmingham, Leicester y partes del sur, donde la población nativa ya está dirigida a ser una minoría.

Se pronostica que para antes del año 2070, la población oriunda del Reino Unido será minoría, de la misma manera en la que se encontraría su país vecino de Irlanda.

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Pero no todo es desidia: esta semana, Boris Johnson le encargó a Chris Philp, ministro de Inmigración del Gobierno, visitar a su par francés en París para frenar urgentemente esta llegada masiva de inmigrantes de su país.

Por ahora, el gobierno de Emmanuel Macron confirmó el martes que ayudará al Reino Unido pero se dio el lujo de exigir que se le paguen 30 millones de libras si quiere que las fuerzas de seguridad de Francia patrullen el canal inglés, lo cual no tiene sentido porque la protección fronteriza que se le está pidiendo parte desde las playas francesas.

Luego de la reunión, Philp comentó: “Francia designará a un comandante encargado de evitar los cruces del canal inglés, aunque no hará un patrullaje completo de las aguas comunes. Pero ls números en crudo de los cruces son completamente inaceptables para el Gobierno francés e inaceptables para el Gobierno inglés, así que está muy claro que más debe hacerse.

En los últimos días, una investigación hecha por el periódico inglés The Daily Mail reveló que una mafia de botes está organizando el tráfico humano para que los migrantes traten de llegar a Gran Bretaña de manera ilegal en vez de quedarse en el corazón de Europa.

Según Mehdi Kassou, quien dirige una caridad local de migrantes en la capital belga de Bruselas, “los migrantes están siendo llevados como ovejas al matadero por quienes los dirigen a su destino fatal. A estos traficantes no les podría importar menos su destino.” 


Por Alfonso Lorenzo de Olmos, para La Derecha Diario.

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Economía

La Comisión de Crecimiento del Reino Unido determinó que reducir la migración elevaría la renta per cápita del país a largo plazo

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Así lo determinó el organismo lanzado por la exprimer ministra Liz Truss, implementado para encontrar soluciones al anémico crecimiento de la economía británica. También se determinó que la reducción del impuesto a la herencia generaría un mayor impacto positivo que cualquier otro impuesto en el país.

Uno de los mayores problemas para el sostenimiento de las finanzas públicas del Reino Unido es la migración ilegal fuera de control, un fenómeno que encarece el costo de la salud pública en detrimento del grueso de los contribuyentes que deben pagar cada vez más para mantenerla pero que no reciben beneficios adicionales por tal esfuerzo.

La migración descontrolada parece incompatible con el llamado “Estado de bienestar”, y así lo deja ver un reciente estudio de la Comisión de Crecimiento del Reino Unido, un ente lanzado por la administración de Liz Truss para estudiar las razones detrás del estancamiento de la economía.

La Comisión encontró que reducir la migración neta anual de 350.000 personas a 150.000 en los próximos años, posibilitaría un aumento del nivel de ingreso promedio por habitante de hasta 1.100 libras al año. Esto se explica fundamentalmente por dos cuestiones: el menor costo presupuestario a cuenta de las redes de seguridad social del país, y por otra parte una mayor proporción de PBI distribuido entre menos personas.

El organismo señaló que la migración descontrolada también genera fuertes presiones sobre el mercado inmobiliario, ya que este fenómeno no se desarrolla de manera ecuánime en todo el territorio del Reino Unido, sino que se concentra principalmente en los grandes centros urbanos. 

La migración sin restricciones condujo al encarecimiento general del precio de las viviendas y de los alquileres en las grandes ciudades. Las jurisdicciones con menores regulaciones inmobiliarias pudieron adaptarse mejor al shock de demanda, mientras que otras (como por ejemplo Londres bajo el control del laborismo) sufrieron un alza significativa de los precios de la vivienda.

Douglas McWilliams, copresidente de la Comisión de Crecimiento, explicó que las regulaciones y la excesiva burocracia detrás de los permisos de construcción urbana impidieron una rápida adaptación del mercado inmobiliario a los sucesivos shocks migratorios. Remarcó la necesidad de reformar y desregular el sistema de planificación urbana para hacer más fácil la construcción de nuevas viviendas.

La Comisión también estudió las posibles rebajas tributarias que podrían estimular la inversión y el crecimiento de largo plazo de la economía. En este sentido, concluyó que cualquier rebaja (o incluso la eliminación) del Impuesto a la Herencia tendría un efecto positivo mayor a la de casi cualquier otro impuesto del país.

La eliminación del gravámen sobre las herencias generaría un repunte potencial del 1,4% sobre el PBI per cápita para el año 2044, alrededor de 865 libras adicionales cada año para los ciudadanos. Esto contemplaría una rebaja tributaria de 7,6 millones de libras para el período 2024-2025.

Si se aplicara una rebaja tributaria similar pero para el Impuesto de Sociedades, entonces el crecimiento de la renta por habitante se incrementaría en un 1,6% para 2044, mientras que la misma receta para el impuesto a las Ganancias de personas físicas daría como resultado un incremento de sólo el 0,3% respectivamente.

La principal razón explicativa detrás de estas cifras es el envejecimiento poblacional. Conforme se incrementa la participación de personas mayores como porcentaje de la población total, aumenta desmedidamente la recaudación por herencias y por lo tanto también su impacto negativo en el desarrollo de la economía.

“Con una población que envejece y con tantos otros países con tasas bajas o nulas de impuesto a la herencia, mantener este impuesto por razones puramente ideológicas parece ser un lujo que el Reino Unido no puede permitirse”, declaró McWilliams.

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Reino Unido

El Reino Unido intenta controlar el colapso social y endurece su política migratoria: Los inmigrantes ilegales serán deportados a Ruanda

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Una enmienda aprobada en la Cámara de los Comunes, que debe ratificarse, permitirá ignorar las órdenes globalistas del Tribunal Europeo de Derechos Humanos y proceder a la deportación de los inmigrantes ilegales en suelo británico a Ruanda.

El primer ministro británico Rishi Sunak se anotó una masiva victoria en su agenda anti inmigración que viene trabajando con la primera ministra de Italia, Giorgia Meloni, al aprobar este jueves, con el apoyo de 320 diputados, una ley que permite deportar inmigrantes ilegales a Ruanda.

Si bien resta la aprobación de la Cámara de los Lores (lo que sería como la Cámara Alta de su sistema legislativo), se espera que sea homologada fácilmente y el Partido Conservador logra un importante éxito en un año electoral.

Los conservadores vienen de una serie de derrotas legislativas brutales, y se ve golpeado en las encuestas por dos aspectos centrales: una pésima gestión del COVID-19 y la explícita traición al Brexit que los británicos votaron, luego de que en 4 años tras su salida de la Unión Europea, solo se eliminaran 600 de las 4.000 regulaciones vigentes del bloque europeo.

Esta medida se trata de una de las promesas electorales de Sunak, quien había prometido frenar la llegada de indocumentados a través del Canal de la Mancha y llevar a la práctica el sistema de deportaciones que había empezado a negociar el ex primer ministro Boris Johnson.

La Corte Suprema británica había fallado previamente en contra de esta política, respaldándose en la falta de garantías de seguridad de esos migrantes una vez llegados a Ruanda y en un fallo del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, pero esta legislación aprobada sobrepasa la decisión del tribunal eurpeo que avala año a año el tráfico de personas indocumentadas.

El Reino Unido tiene un trabajo de largos años enfrentando una profunda crisis social y laboral provocada por la inmigración indiscriminada, especialmente la intromisión de células terroristas o ligadas al narcotráfico que llegan en estas embarcaciones.

Las cifras son alarmantes, ya que entre el 2022 y el 2023 llegaron al Reino Unido 75.000 embarcaciones cargadas de inmigrantes indocumentados, con un promedio de 500 personas por cada bote. La gran mayoría cruzando, desde Francia, a través del Canal de la Mancha.

El año pasado, el gobierno conservador logró llegar a un acuerdo con Turquía para el establecimiento de un nuevo centro operativo para abordar el crimen de inmigración organizado. En ese entonces, la ministra británica del Interior Suella Braverman aseguró que debían “hacer todo lo posible para acabar con las bandas de contrabandistas de personas y detener los barcos”.

Este texto enfrentará esta semana el primer debate en la Cámara de los Lores que podría proponer algunas modificaciones, pero sin alterar el espíritu que plantea el proyecto. El Comité de Acuerdos Internacionales de la Cámara recomendó no aprobarlo hasta que los ministros no puedan demostrar que el acuerdo es seguro.

Los laboristas, encabezados por su líder Keir Starmer, han asegurado que la derogarán en caso de llegar al poder, además de prometer una fuerte suba de impuestos en una economía en recesión.

Todas las encuestas indican que, de no mejorar las cifras para el gobierno conservador, el laborismo británico estaría a las puertas de volver a gobernar el Reino Unido luego de 14 años marginado a la oposición. El panorama es muy distinto a lo ocurrido en la última elección, donde Boris Johnson arrasó con una mayoría histórica para los Conservadores.

Boris era polémico pero efectivo, y consiguió la mayor cantidad de votos de la historia para un candidato conservador en 2019. Sunak es todo lo contrario; con un perfil moderado y alejado de las polémicas, las encuestas muestran una intención de voto por el piso.

Por fuera de la discusión parlamentaria de la enmienda migratoria, durante esta semana Sunak deberá enfrentar la rebelión de más de 40 parlamentarios conservadores, que demandaron más fondos para sus consejos locales (los gobiernos territoriales de Reino Unido), ya que enfrentan la bancarrota ante el aumento de costos y los recortes producidos por el gobierno central en busca de mayor austeridad.

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Israel

Manifestantes pro-Palestina ocupan las calles de Londres y llaman a una revolución violenta contra Israel y los judíos

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Desde hace tres semanas que la capital del Reino Unido se convirtió en el centro mundial de una protesta masiva y continua a favor de Palestina que llama a una nueva “Intifada” contra Israel.

Se estima que unos 100.000 manifestantes anti-israelíes inundaron las calles de Londres el sábado 28 de octubre, muchos de los cuales han pedido explícitamente una “Intifada” contra el Estado judío. Manifestaciones similares en apoyo a Palestina se celebraron, y se continúan celebrando desde entonces, en Alemania, Estados Unidos, Francia, Italia, Noruega y Suiza.

Se trató del tercer fin de semana consecutivo en que la capital británica fue sede de una gran manifestación en apoyo de los palestinos desde el ataque del grupo terrorista Hamas contra Israel que tuvo lugar el pasado 7 de octubre, generando una respuesta israelí por tierra, aire y mar para acabar con Hamas.

Muchos manifestantes ondeaban banderas palestinas y coreaban consignas como “Desde el río hasta el mar, Palestina será libre”, pidiendo, en ocasiones, la desaparición del Estado de Israel. Esto ha levantado críticas por tratarse de una conducta fuertemente antisemita.

Asimismo, además de escucharse algunos llamados a la “yihad”, varios manifestantes ondearon banderas en las que se leía “Lucha por la Revolución” y cantaron “De Londres a Gaza, tendremos una Intifada.

El término “Intifada”, que se traduce literalmente como “Levantamiento de piedras“, se refiere a violentos disturbios llevados a cabo por palestinos contra Israel que comenzaron en 1987, con ocasión del vigésimo aniversario de la Guerra de los Seis Días.

En el año 2000, además, comenzó la llamada “Segunda Intifada“, la cual duró unos cinco años, justo en el momento en que Israel abandonó Gaza, marcando el punto de partida de una guerra civil en Gaza entre Fatah y Hamas. Durante este segundo levantamiento de piedras murieron más de 1.000 israelíes y más de 3.000 palestinos.

Manifestantes pro Palestina llaman a una Intifada contra Israel

Durante la protesta del sábado 28 de octubre se registraron estallidos de violencia, incluido un conflicto entre activistas pro palestinos y grupos nacionalistas británicos que se estaban contra manifestando.

La Policía Metropolitana de Londres, que desplegó más de 1.000 agentes para patrullar la marcha, dijo que un manifestante fue arrestado bajo sospecha de agredir a un oficial. Además, informó que un oficial fue hospitalizado después de ser agredido por un manifestante.

Esta nueva protesta antiisraelí a gran escala se produjo mientras la Policía Metropolitana de Londres enfrenta críticas por no arrestar a los activistas que llaman a la “yihad” y a que los “ejércitos musulmanes” del mundo ataquen a Israel, en alusión a manifestaciones anteriores que tuvieron lugar en las calles de la capital inglesa.

La palabra yihad tiene varios significados, pero sabemos que el público la asociará más comúnmente con el terrorismo“, argumentó la fuerza policial. Antes de la protesta del sábado, el líder del equipo de mando responsable de vigilar la manifestación, Kyle Gordon, afirmó que “si alguien está llamando a la yihad específicamente contra Israel, los oficiales intervendrán, recopilarán la información y nos la informarán“, según informó The Telegraph.

Cabe resaltar que la protesta masiva del sábado 28 de octubre fue organizada por varios grupos islámicos de izquierda, incluido el Foro Palestino en Gran Bretaña. Según el Jewish Chronicle, el foro fue cofundado por Mohammad Sawalha, un ex comandante de Hamas buscado por el gobierno israelí que ha estado viviendo en el Reino Unido después de que se le otorgara la ciudadanía británica a principios de los años 2000.

Un oficial de policía británico es atracado por manifestantes pro palestinos

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