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Irlanda del Norte

El partido separatista Sinn Féin gana las elecciones en Irlanda del Norte y reviven conflictos históricos

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El movimiento nacionalista obtuvo 35 bancas y junto al socialdemócrata Alianza destronarán por primera vez en 100 años al movimiento unionista del poder. Podría haber una reunificación con Irlanda.

El partido nacionalista irlandés Sinn Féin, que busca la separación de Gran Bretaña y la unificación con la República de Irlanda, saludó el sábado una “nueva era” para Irlanda del Norte al capturar la mayor cantidad de escaños en la Asamblea de Irlanda del Norte por primera vez en una victoria histórica.

Los resultados de la elección le otorgan 27 escaños a Sinn Féin y deja en un segundo lugar al histórico Partido Democrático Unionista (DUP), de derecha y pro-británico, con 24 de los 90 escaños de la asamblea. Será la primera vez que el DUP no gobierne Irlanda del Norte.

Hoy marca el comienzo de una nueva era que creo que nos presenta a todos la oportunidad de reinventar las relaciones en esta sociedad sobre la base de la equidad, la igualdad y la justicia social“, señaló Michelle O’Neill, líder del movimiento separatista, apenas se conoció el resultado.

Lejos de los discursos políticamente correctos de O’Neill, se encuentra el pasado de Sinn Féin, partido vinculado al Ejército Republicano Irlandés (IRA), un grupo paramilitar que usó bombas y balas para tratar de sacar a Irlanda del Norte del dominio del Reino Unido durante décadas de violencia que involucró a militantes republicanos irlandeses y paramilitares leales protestantes. 

El movimiento unionista, cristiano protestante, monárquico, de sentimiento británico y generalmente conservador de derecha, peleó por siglos contra el movimiento nacionalista, católico, republicano, de sentimiento irlandés, y generalmente socialistas o comunistas.

El panorama que expone esta elección no es nada claro debido a la complicada situación política de Irlanda del Norte y las continuas disputas sobre los acuerdos posteriores al Brexit. Cabe recordar que Irlanda del Norte posee un sistema de poder compartido por el acuerdo de paz de 1998 que puso fin a décadas de conflicto católico-protestante. Este acuerdo divide los puestos de primer ministro y viceprimer ministro entre el mayor partido unionista y el mayor partido nacionalista.

Desde la partición de Irlanda en 1921, la oficina del primer ministro siempre estuvo en manos unionistas, generalmente del DUP, y desde 1998, el vicepremier estuvo en manos nacionalistas. Ahora, el DUP señala que este sistema podría ya no servir debido al triunfo del Sinn Féin.

Sinn Féin ya había metido mano para que tras el Brexit, Irlanda del Norte mantuviera fronteras abiertas con la República de Irlanda, que sigue siendo miembro de la Unión Europea. Esto llevó a que se impusieran algunos controles aduaneros y fronterizos a personas y productos que ingresan desde Irlanda del Norte al resto del Reino Unido.

El problema es que estos acuerdos comerciales generaron fuertes críticas de los unionistas que señalan que se está perdiendo la unión y la identidad británica al generar barreras económicas, sociales y culturales con Gran Bretaña. 

Boris Johnson, quien en 2019 firmó este pésimo acuerdo que acercó a Irlanda del Norte a Irlanda, mientras la alejó del Reino Unido, ahora asegura que buscará derogarlo y buscar un protocolo que favorezca a la unión británica.

Sin embargo, eso que podría haber sido más fácil con el DUP en 2019, ahora con Michelle O’Neill en el poder será prácticamente imposible.

Estas tensiones desencadenaron en la renuncia de Paul Givan del DUP como Primer Ministro de Irlanda del Norte el pasado 4 de febrero del 2022, lo que dio comienzo a una nueva crisis política que desempolvó viejos sentimientos y rencores de la época de la guerra civil. Señal de esto fue el triunfo de Sinn Féin y de aquellos que quieren unificar ambas Irlandas.

O’Neill aclaró en su discurso de la victoria que en el corto plazo no habrán cambios constitucionales ni referéndums de salida del Reino Unido. Esto tiene sentido, aunque ganaron las elecciones parlamentarias, los partidos nacionalistas solo obtuvieron el 38% de los votos (Sinn Féin 29% y el Partido Socialdemócrata 9,1%), mientras que los unionistas obtuvieron un 40,1% (DUP 21,3%, UUP 11,2% y TUV 7,6%).

O’Neill no oculta que ella aboga por que Irlanda del Norte abandone el Reino Unido y se convierta en un solo país con la República de Irlanda, pero entiende que incluso con este resultado todavía la situación no está dada. Tampoco quiere cometer el mismo error del Partido Nacionalista Escocés, el cual poco después de llegar al poder en 2014 convocó un referéndum separatista, lo perdió y tuvo que renunciar al gobierno.

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