Hombre calvo con barba corta y expresión seria vistiendo saco oscuro y camisa clara en un ambiente interior
SOCIEDAD

Condenaron a Onur de 'Las mil y una noches' por falso testimonio en Turquía

El actor Halit Ergenç recibió una pena suspendida por su rol en una causa ligada a las protestas de Gezi

Halit Ergenç, quien se ganó el corazón de millones como  Onur en Las mil y una noches,  fue condenado a 1 año, 10 meses y 15 días de prisión por el delito de falso testimonio.

La sentencia,  emitida por el Tribunal Penal de Primera Instancia N.º 24 de Estambul, no será ejecutada de forma inmediata, ya que quedó en suspenso. Sin embargo, generó una oleada de repercusiones a nivel internacional.

El caso tiene una profunda carga política: el actor fue procesado por su declaración en una causa vinculada a las protestas del Parque Gezi,  un estallido social que marcó un antes y un después en la Turquía contemporánea.

De ícono televisivo a blanco judicial

Entre 2006 y 2009, Ergenç protagonizó Binbir Gece, el drama turco que luego fue furor en América Latina desde su emisión en 2015 por El Trece.  Su fama se consolidó con El Sultán, emitida por Telefe,  donde interpretó al poderoso Suleimán.

Pareja mirándose de cerca con expresión seria en un ambiente interior
Sherazade y Onur, los protoagonistas del éxito turco. | Redacción

Lejos de los focos, mantuvo una vida discreta.  Está casado con la actriz Bergüzar Korel desde 2009, su compañera en Las mil y una noches, y tienen tres hijos.  En los últimos años, la familia se instaló en Londres.

En enero de 2025, el medio France24 reveló que varios artistas turcos enfrentaban procesos judiciales por supuesta participación en las protestas del Parque Gezi de 2013. La representante de Ergenç, Ayşe Barım, fue una de las principales acusadas.

Pareja sonriente tomándose una selfie junto al mar al atardecer mientras el hombre besa en la mejilla a la mujer
Bergüzar Korel y Halit Ergenç formaron pareja y una familia luego del éxito Binbir Gece ("Las mil y una noches"). | Redacción

Un testimonio bajo la lupa

Ergenç testificó como testigo en el juicio contra Barım y aseguró haber participado en las manifestaciones por iniciativa propia. Sin embargo, la Fiscalía sostuvo que mintió.

Según la acusación, la agencia ID İletişim —que maneja la carrera del actor— habría orquestado su participación y la de otros artistas. Se presentaron mensajes, fotos y registros de llamadas como evidencia de esa presunta coordinación.

Manifestación multitudinaria en una calle con personas sosteniendo pancartas y una gran manta que dice
Protestas en Turquía en 2013 por el Parque Gezi. | Redacción

También se alegó que el actor mantuvo al menos una docena de interacciones durante las protestas con el activista Memet Ali Alabora, señalado como uno de los líderes del movimiento.

Con esos elementos,  el tribunal concluyó que Ergenç incurrió en perjurio. A pesar de ello, su falta de antecedentes y el respeto mostrado durante el proceso llevaron al juez a suspender la pena.

El actor Riza Kocaoglu recibió la misma condena por motivos similares.

“No mentí”: la defensa de Halit Ergenç

Durante la audiencia final, Ergenç reafirmó su versión y rechazó las acusaciones. “Mi declaración fue sincera. No mentí. Solicito mi absolución porque no se demostraron los elementos del delito”,  expresó ante el tribunal.

También cuestionó el uso de imágenes que lo mostraban en las protestas. “Mi declaración fue como testigo. No me preguntaron si los conocía o no. Respondí todo lo que me preguntaron”, insistió.

Sus abogados anunciaron que apelarán el fallo ante instancias superiores.

Un juicio con ecos políticos

Organismos de derechos humanos y referentes del mundo cultural denunciaron una ofensiva judicial contra figuras del arte en Turquía.

“Los artistas tienen gran influencia en Turquía. Además, la mayoría son disidentes. Se enfrentan a las injusticias. Está claro que el gobierno quiere romper eso”, declaró el actor Mehmet Esen a France24.

El caso de Halit Ergenç expuso el uso de los tribunales como herramienta para disciplinar a la cultura crítica. Aunque no pisará la cárcel por ahora, su condena deja una marca difícil de borrar en su trayectoria.

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