Insólito: un bono holandés de 1624 sigue cobrando intereses después de 400 años
Un bono emitido en 1624 para reparar un dique sigue generando pagos a sus propietarios.
En 1624, un desastre natural golpeó a los Países Bajos. El río Lek, con trozos de hielo a la deriva, rompió un dique cercano a la ciudad de Utrecht, causando graves inundaciones. La reparación del dique fue costosa y se necesitaba financiación.
Así nació una serie de bonos perpetuos emitidos por la autoridad local del agua, la Hoogheemraadschap Lekdijk Bovendams.
La venta del bono que perduró
En diciembre de 1624, se vendió uno de esos bonos a una mujer de Ámsterdam, Elsken Jorisdochter. A cambio de un préstamo de 1.200 florines, la entidad local se comprometió a pagarle un interés del 2,5% anualaperpetuidad, a ella y a sus descendientes. Aunque el bono original ha pasado por múltiples transformaciones y guerras, uno de estos bonos perduró.
Un bono que sobrevive al tiempo
A pesar de las dificultades que atravesó Europa central durante estos 400 años, el bonode Jorisdochter ha llegado hasta nuestros días. Aún en la actualidad, el sucesor de la antigua entidad emisora, Hoogheemraadschap De Stichtse Rijnlanden, cumple con el pago anual de 13,61 euros.
Un interés de 400 años
Aunque los bonos modernos suelen tener fechas de vencimiento, los bonos perpetuos son una rareza. El 2 de enero de este año, el actual propietario de este bono en Nueva York recibió el pago de los intereses en una ceremonia que destacó el Financial Times. El bono fue donado a la Bolsa de Nueva York en 1938, con la intención de recordar los orígenes holandeses de la ciudad.
De Ámsterdam a Nueva York
El banquero holandés Albert Andriesse fue quien donó el bono en 1938: Lo había adquirido en una subasta algunos años antes, como una pieza histórica. Andriesse, que huyó de Europa durante la Segunda Guerra Mundial, se estableció en Nueva York, donde falleció en 1965. Su donación es ahora un recordatorio del pasado europeo de la ciudad.
Casos similares
A lo largo de la historia, han existido otros casos de bonos perpetuos que perduraron durante siglos. Por ejemplo, bonos emitidos por gobiernos en el siglo XIX, como los de la ciudad de Londres. También hay casos de bonos emitidos por la nobleza europea, que establecían pagos de intereses perpetuos.
En ocasiones, estos bonos sobrevivieron a cambios políticos y económicos significativos, como guerras y revoluciones. Algunos ejemplos incluso involucraron pagos que continuaron mucho tiempo después de que las entidades emisoras originales desaparecieran o fueran absorbidas por nuevas instituciones.
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