
Las islas secretas de los famosos: paraísos privados lejos del mundo
Johnny Depp, Shakira, Cage y Murphy eligieron el Caribe para construir sus refugios de lujo
En el corazón de las Bahamas,el archipiélago de Exuma se consolidó como uno de los destinos más exclusivos para las celebridades que buscan desaparecer del mapa. Con playas vírgenes, aguas cristalinas y absoluta privacidad, el paraíso caribeño se transformó en un imán para estrellas de Hollywood.
La leyenda dice que quien camina por esas arenas solo verá sus propias pisadas. Ese nivel de soledad lo convirtió en el lugar ideal para quienes huyen del ruido mediático, de los flashes y de los escándalos.

El actor Johnny Depp fue uno de los primeros en caer rendido ante su encanto. En 2004, compró Little Hall’s Pond Cay, una isla privada de 18 hectáreas por 3,6 millones de dólares. Con seis playas vírgenes, el actor la definió como su refugio más íntimo: “Aquí puedo ser completamente normal. Nadie me mira”.
A solo una hora de vuelo desde Florida, la zona se volvió viral en redes sociales por ofrecer experiencias tan insólitas como nadar con cerdos salvajes, además de delfines y tiburones. Una postal tan excéntrica como irresistible.

Exuma: un rincón caribeño de más de 360 islas vírgenes
El distrito de Exuma, en las Bahamas, está formado por más de 360 islas o cayos, muchos de ellos deshabitados. La más extensa es Gran Exuma, con 60 kilómetros de largo, donde también se encuentra George Town, la principal ciudad del archipiélago.

George Town, fundada en 1793, cuenta con alrededor de mil habitantes y se sitúa justo sobre el trópico de Cáncer, lo que la convierte en un destino privilegiado por su clima. En total, la cadena de islas se extiende a lo largo de 209 kilómetros y abarca unos 72 kilómetros cuadrados de naturaleza casi intacta.
Shakira, Cage y otros que compraron su propio paraíso
La colombiana Shakira no se conformó con menos.En 2011, junto a Roger Waters (Pink Floyd) y Alejandro Sanz, adquirió Bonds Cay, una isla de 283 hectáreas por 16 millones de dólares. Aunque contaba con hoteles, condominios y hasta un campo de golf, el grupo optó por no desarrollar la infraestructura turística.

En lugar de eso, decidieron preservar el entorno como un refugio artístico exclusivo para millonarios, incluyendo ellos mismos. El entonces novio de Shakira, Antonio de la Rúa, fue clave en la operación. Gracias a sus vínculos en la industria musical y su sociedad con J. Todd Morley en G2 Investment Group, logró posicionar a Bonds Cay como destino VIP.

El actor Nicolas Cage también invirtió en la región, aunque con un perfil más discreto. Igual que Eddie Murphy, quien en 2007 compró Rooster Cay por 15 millones de dólares. Su propiedad se encuentra a solo cinco minutos de Nassau, la capital de Bahamas, pero conserva la atmósfera de un rincón virgen e inaccesible.
Por su parte, Tyler Perry se dio un gusto aún más ambicioso: adquirió White Bay Cay, una isla a la entrada del archipiélago. Allí construyó una mansión de 1300 metros cuadrados con estilo balinés, un spa, bungalows para invitados y hasta un puerto privado.
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