Nahir Galarza solicitó un insólito beneficio desde la cárcel

A ocho años del crimen que conmocionó al país, Nahir Galarza volvió a ocupar el centro de la escena mediática tras presentar una polémica solicitud ante la Justicia. La condenada a prisión perpetua por el asesinato de Fernando Pastorizzo, ahora pretende acceder a redes sociales y utilizar un teléfono celular desde su celda  en la Unidad Penal N°6 de Paraná.

La solicitud fue elevada por su abogado defensor, Augusto Lafferriere, ante el Juzgado de Ejecución de Penas de Gualeguaychú, a cargo de la jueza Elena Margarita Vicari. Según el planteo, Galarza tendría “conducta ejemplar” dentro del penal, habría realizado cerca de 15 cursos de formación y estaría cursando la carrera terciaria de Psicología Social.

Con estos argumentos, la defensa exigió que se  “recompense su esfuerzo” autorizándola a tener acceso a internet y redes sociales, algo que generó indignación en distintos sectores de la opinión pública.

Nahir Galarza fue condenada el 3 de julio de 2018 por el delito de homicidio agravado por el vínculo. La Justicia determinó que la joven asesinó a sangre fría a su novio, Fernando Pastorizzo, disparándole por la espalda y luego nuevamente cuando ya estaba en el suelo. Desde entonces, su defensa ha intentado por todos los medios reducir o revertir la sentencia, sin éxito.

El 27 de noviembre de 2024, la Corte Suprema de Justicia de la Nación rechazó su último recurso extraordinario, dejando firme la pena de prisión perpetua. A pesar de ello, la ahora interna de 27 años continúa en la búsqueda de beneficios judiciales que, según diversas voces, buscan victimizarla y reformular su imagen pública.

La nueva petición de la joven no pasó desapercibida y generó una ola de críticas en redes sociales. Cientos de usuarios calificaron su actitud como  “cínica”, “nefasta” y “caradura”, apuntando a que el pedido no guarda relación alguna con el carácter ejemplar de su condena. Para muchos, otorgarle acceso a redes sociales no solo desvirtúa el objetivo punitivo de la pena, sino que también representa una burla a la memoria de la víctima y al sufrimiento de su familia.

Desde sectores más firmes en materia de Justicia, la solicitud fue considerada como un intento de reinsertarse en el debate público y relanzar su figura desde el encierro, en lo que algunos calificaron como una estrategia de “marketing judicial”.

No es la primera vez que Nahir intenta reaparecer en los medios. En distintas ocasiones impulsó relatos alternativos, denuncias contra su padre, e incluso versiones sobre su supuesto vínculo con redes de trata. Todos esos intentos no lograron modificar el fallo judicial ni el rechazo generalizado de la sociedad argentina.