
La Tierra late: un pulso sísmico cada 26 segundos desconcierta a la ciencia
Cada 26 segundos, la Tierra vibra con un pulso sísmico que sigue sin explicación.
Cada 26 segundos, la Tierra emite un pulso sísmico que recorre continentes y océanos con precisión casi perfecta. Este fenómeno se detecta desde hace más de 60 años y sigue sin una explicación definitiva.
El foco se encuentra en el Golfo de Guinea, frente a la costa occidental africana. Investigaciones y registros recientes muestran que las ondas se propagan globalmente, afectando mediciones científicas y despertando un intenso debate geofísico.

El hallazgo en los años 60
Jack Oliver, geólogo del Observatorio Geológico Lamont-Doherty, detectó la señal mientras revisaba registros de distintas estaciones sísmicas. Publicó sus hallazgos en 1962, describiendo un “pitido sísmico regular” que duraba varios días y se propagaba por todo el planeta.
Oliver planteó dos hipótesis: olas largas golpeando la plataforma continental africana o procesos magmáticos bajo el Atlántico. Ambas teorías sugerían que la interacción entre océano y geología era clave para entender el fenómeno.
Golfo de Guinea bajo la lupa
Registros sísmicos de África, Europa y América señalan una zona precisa cerca de la bahía de Bonny y la isla de Santo Tomé. Testimonios de marinos respaldan la existencia de olas inusualmente fuertes capaces de activar este microseísmo.

Sin embargo, la cercanía a Santo Tomé abrió otra línea de investigación: actividad magmática o hidrotermal bajo la isla, aunque no hay volcanes activos ni signos superficiales que respalden esta teoría.
Nuevas pistas y viejas dudas
En el siglo XXI, redes sísmicas globales permitieron analizar el fenómeno con mayor detalle. Estudios recientes detectaron dos focos. Uno volcánico cerca de Santo Tomé y otro -el pulso de 26 segundos- que no se explica con movimientos tectónicos ni olas.

El comportamiento repetitivo y la precisión de la señal desafían los modelos actuales de geofísica. Ni tormentas oceánicas ni actividad volcánica conocida logran explicar su regularidad y persistencia.
El enigma sigue vigente
Investigaciones recientes en Nature Communications Earth & Environment detectaron glides o variaciones de frecuencia asociadas al microseísmo. Esto sugiere un proceso físico desconocido capaz de generar tanto señales constantes como armónicas.
El pulso constante del Golfo de Guinea sigue siendo un misterio. La ciencia reconoce que detrás de este latido puede estar una clave aún desconocida para comprender la dinámica profunda de nuestro planeta.
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