No es para tibios
El gobierno de Lacalle Pou fue pro libertad con récord de inversión en infraestructura
Esta columna la escribo desde mi triple condición de militante blanco, liberal y economista, en dónde el orden no es casualidad. El objetivo de estas líneas es claro y algo trillado, convencer a los que abrazan las ideas de la libertad de que esta no es una elección más.
El gobierno de Luis Lacalle Pou fue profundamente pro libertad, desde su programa de gobierno hasta en las horas más oscuras. Repasemos algunas de las medidas del gobierno para darnos cuenta de su inspiración liberal.
Algunas de las medidas del gobierno
En primer lugar, la instauración de una regla fiscal, es el anhelo básico de cualquier liberal, un límite al despilfarro estatal. Esta regla fiscal permitió ordenar las finanzas públicas, estabilizar la deuda, lograr la máxima calificación crediticia de la historia, así como el riesgo país más bajo del continente.
En segundo lugar, récord de inversión en infraestructura, este es el tipo de acción estatal que el sector privado necesita, ya lo decía el propio Adam Smith en su célebre Riqueza de las Naciones. En tercer lugar, la rebaja impositiva del IRPF, IASS e impuestos a pequeñas empresas por aproximadamente 150 millones de dólares al año. En cuarto lugar, bajar la inflación al 5% desde el casi 10% anual que nos tenía acostumbrados el Frente Amplio. Quinto, se frenó el crecimiento de los vínculos laborales con el estado.
Sexto, la eliminación de la obligatoriedad del pago de haberes por medio de transferencia bancaria. Séptimo, los alquileres sin garantía, en dónde se deja negociar libremente a las partes. Octavo, la prohibición de la ocupación de los lugares de trabajo, lo que le dio libertad para trabajar a quienes no quisieran parar. Noveno, la condena constante a los regímenes dictatoriales de Cuba y Venezuela.
Por último, pero no menos importante, este gobierno decidió no encerrarnos en la pandemia, cuando esta era la norma que imperaba en el mundo entero. Nadie puede dudar de que estas medidas son de clara inspiración liberal y se llevaron adelante sin gritos, con tranquilidad, pero con enorme convicción.
El voto por Delgado
Votar por Álvaro Delgado es reafirmar el camino y darle la oportunidad para profundizar en medidas a favor de la libertad. De hecho, el programa de gobierno de la coalición plantea reformas para aumentar la competencia a nivel de los mercados, más apertura al mundo, rebaja de aranceles y la simplificación del Estado a nivel de trámites y habilitaciones.
Respeto profundamente a aquellos que les gustaría tener una opción más parecida a la de la vecina orilla, pero no es lo que sucede en Uruguay. El próximo domingo los uruguayos vamos a las urnas para elegir entre continuar y profundizar el camino de la libertad responsable o retroceder a un gobierno corporativo del Frente Amplio.
El riesgo de retroceder en términos de libertad es cierto y de elevada probabilidad. Frente a este escenario, hay que jugársela sin cavilaciones.
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