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Estados Unidos

Una senadora demócrata anuncia que abandona el partido y complica la mayoría de Biden en el Senado

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La senadora Krysten Sinema abandonó el partido en los últimos días y se registró oficialmente como independiente, dejando el Senado oficialmente con 50 senadores demócratas, 49 republicanos y ella.

El pasado viernes 9 de diciembre, la senadora de Arizona Krysten Sinema anunció que oficialmente abandonaba el Partido Demócrata para registrarse como Independiente, citando intereses "oscuros" del actual oficialismo además de una creciente radicalización de su partido.

La decisión de Sinema viene pocos días después de que los demócratas consiguieran oficialmente mayoría propia en el Senado, por 51-49, con el triunfo del comunista Raphael Warnock en Georgia. Su triunfo permitió que la senadora de Arizona pudiera abandonar el partido, como ya había sugerido que quería hacer, sin quedar mal ante sus votantes dejando sin mayoría a los demócratas.

La salida de Sinema deja oficialmente una mayoría mucho más acotada de 50-49, con la vicepresidente Kamala Harris teniendo que nuevamente ser el voto de desempate en caso de que la ahora senadora independiente vote con la oposición.

Si bien Sinema no es la única senadora que está oficialmente registrada como independiente entre los electos por el Partido Demócrata, la nativa de Arizona no formará parte del bloque del Partido Demócrata.

Además de Sinema, los senadores Angus King (Maine) y Bernie Sanders (Vermont) están registrados oficialmente como independientes pero forman parte del bloque demócrata en el Senado, y sus bancas contribuyen a la mayoría del Partido para formar comités. Además, prácticamente siempre han votado con el resto de la bancada demócrata.

La salida de Sinema, si bien no complica la mayoría de los demócratas, le da muchísimo poder a Joe Manchin, un senador demócrata de West Virginia que ha votado muchas veces con los republicanos y es uno de los más conservadores del bloque oficialista.

Hasta el momento, las leyes más de izquierda que Biden ha enviado al Senado necesitaban del convencimiento de Sinema y de Manchin, quienes más resistían los proyectos extremistas. Ahora, Sinema queda completamente afuera de la esfera de influencia directa del Partido Demócrata, y el voto de Manchin pasará a ser fundamental para la agenda del presidente.

Los motivos de Sinema en abandonar a los demócratas están fundados en la creciente preocupación por la agenda extremista de su partido. A pesar de que los demócratas acaban de ganar prácticamente todas las oficinas en Arizona, lo hicieron por una diferencia mucho menor a la esperada, y Sinema debe haber entendido que de mantener este camino no podrá reelegir en 2024.

Sinema es considerada liberal o progresista en lo social pero conservadora en el plano fiscal. A pesar de que ha votado a favor de varias leyes con poca responsabilidad fiscal, como las transferencias a Ucrania o la Ley de Infraestructura de Biden, ha votado varias veces en contra de eliminar los recortes de impuestos de Trump, y junto a Manchin son la única razón por lo que la agenda socialista de la Casa Blanca no ha prosperado.

A pesar de su alejamiento de ambos partidos, Sinema mantiene buenas relaciones con miembros de ambos frentes, y tiene amplios aliados incluso en la Cámara de Diputados, en la Casa Blanca y en la gobernación del republicano Doug Ducey.

En el pasado, la senadora ya ha formado parte de esfuerzos bipartisanos referentes tanto en aspectos económicos, fiscales y sociales, habiendo forjando alianzas con figuras como Kevin McCarthy (R-CA), la senadora electa por Alaska, Katie Britt y el lider de la minoría en el senado, Mitch McConnell por el lado republicano.

Esto ha llevado al enojo de varios militantes demócratas. Cuando fue electa en 2018, hizo una campaña con varias propuestas alineadas al Partido Republicano, y muchos independientes que históricamente votaban por los republicanos la votaron, permitiendo su ingreso al Senado a pesar de no contar con el apoyo amplio de las bases más progresistas del partido.

El pasado año, fue acosada por militantes demócratas en la Universidad Estatal de Arizona. Mientras dictaba clases fue perseguida y cuando iba al baño violando fue abordada por estudiantes radicalizados que la atacaron mientras la filmaban con sus celurares.

Sinema mantiene buenas relaciones con el presidente Joe Biden y votó a favor del impeachment de Donald Trump tras los incidentes en el Capitolio. Sin embargo, desde el ala más progresista del Partido Demócrata ha recibido fuertes críticas, especialmente de la diputada comunista Alexandria Ocasio-Cortez, así como también del comunista Bernie Sanders, quien se ha referido a su par como una ‘’demócrata corporativista’’ que sabotea proyectos de ley junto con Manchin.

La salida de Sinema promueve la creación de un bloque de legisladores "moderados", que rechazan la grieta entre trumpistas y anti-trumpistas. Esto incluye a los demócratas Joe Manchin y los republicanos Mitt Romney y Pat Toomey.

En un Congreso tan conflictivo, prácticamente sin una clara mayoría de cada partido, estos legisladores "moderados" son quienes realmente mueven los hilos de la agenda legislativa del gobierno, y son el foco de los mayores esfuerzos de los lobistas, canalizando miles de millones de dólares en donaciones, por lo que es probable que tengan sus reelecciones aseguradas.

Estados Unidos

Ley de Atención Médica: Biden extiende por decreto la salud pública del Obamacare a 1 millón de inmigrantes ilegales

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El presidente demócrata amplió el Obamacare a los extranjeros ilegales inscritos en el programa DACA, un costo adicional de casi 3 mil millones de dólares para el Gobierno Nacional.

Este viernes, Biden emitió un decreto para extender los servicios de salud pública del Obamacare y de Medicaid a los inmigrantes ilegales que estén inscriptos en el programa Deferred Action for Childhood Arrivals (DACA), que otorga derechos especiales de ciudadanía a casi un millón de extranjeros.

Obama creó por primera vez el programa DACA mediante una orden ejecutiva en 2012, protegiendo a más de 800.000 extranjeros ilegales para que no sean deportados a lo largo de los años, apodados por los demócratas como "soñadores", quienes por estudiar o tener un trabajo podían quedarse en el país a pesar de no tener documentos, aunque con el pasar de los años, se descubrió que no todos cumplían con esos requerimientos.

En este contexto, los investigadores del Centro de Estudios de Inmigración estimaron que el costo de abrir las listas de Obamacare y Medicaid a los extranjeros ilegales costaría a los contribuyentes estadounidenses alrededor de US$ 4.600 por inmigrante.

A ese ritmo, el decreto de Biden tiene el potencial de costarle a los contribuyentes estadounidenses aproximadamente US$ 2.800 millones de dólares cada año. Esto mientras más de 25 millones de estadounidenses al día de hoy no tienen acceso a los beneficios del Obamacare o Medicaid.

En la justificación de la medida, Biden expresó: "Hace casi doce años, el presidente Obama y yo anunciamos el programa DACA para permitir que nuestros jóvenes vivan y trabajen en el único país al que han llamado hogar. Desde entonces, DACA ha brindado a más de 800,000 Dreamers la capacidad de trabajar legalmente, obtener una educación y contribuir con sus inmensos talentos para hacer que nuestras comunidades sean mejores y más fuertes".

"Estoy orgulloso de las contribuciones de los Soñadores a nuestro país y comprometido a brindarles el apoyo que necesitan para tener éxito. Es por eso que anteriormente ordené al Departamento de Seguridad Nacional que tomara todas las medidas apropiadas para preservar y fortalecer DACA", continuó.

"Y es por eso que hoy estamos dando este paso histórico para garantizar que los beneficiarios de DACA tengan el mismo acceso a la atención médica a través de la Ley de Atención Médica Asequible que sus vecinos.

Biden había anunciado por primera vez la iniciativa para obtener exenciones fiscales para extranjeros ilegales de DACA a través de Obamacare en abril del año pasado. En ese momento, el secretario del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), Alejandro Mayorkaselogió la medida, dando una señal para que más inmigrantes intenten ingresar a Estados Unidos y obtener estos beneficios.

Los senadores republicanos JD Vance y Josh Hawley, así como varios diputados conservadores de la Cámara Baja, habían presionado a Biden para que abandonara el plan el año pasado, pero la administración siguió adelante de todos modos.

En su discurso sobre el Estado de la Unión de 2012, Obama prometió a los estadounidenses que los extranjeros ilegales no serían elegibles para Obamacare, pero más de una década después, su sucesor, Biden, tiene la determinación de completar la destrucción del país.

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Estados Unidos

Biden firmó un decreto para promover el voto de los presos, que históricamente votan mayoritariamente por los demócratas

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El gobierno de Biden está manteniendo reuniones con ONGs para conseguir movilizar a la población carcelaria para que voten en las elecciones nacionales.

En marzo de 2021, el recientemente asumido presidente Joe Biden firmó una orden ejecutiva titulada “Promoción del acceso al voto”, que presentó como un esfuerzo “no partidista” de todo el gobierno para lograr expandir las maneras de sufragar de los ciudadanos, de manera de “ampliar las oportunidades de los ciudadanos de registrarse para votar y obtener información y participar en el proceso electoral”.

Luego de la firma del decreto, la administración Biden celebró una “sesión de escucha” con varias ONGs para poner en funcionamiento el decreto, el cual, entre otras cosas, faculta a las organizaciones sin fines de lucro a realizar campañas de afiliación y de votación en lugares donde "hay bajos niveles de acceso al voto".

Según una investigación del Oversight Project, que accedió a notas de dicha reunión, los funcionarios hablaron principalmente sobre registrar a los convictos para votar y crear una masa de votantes masiva.

Cabe aclarar que hay más de 5 millones de personas arrestadas o detenidas en Estados Unidos, lo que implica casi un 2% del padrón electoral, que de votar, certeramente lo haría por el Partido Demócrata, que tiene entre sus propuestas reducir las penas y ser más laxo con el crimen.

En una nota particular, un funcionario del Sentencing Project mencionó la importancia de que la Oficina de Prisiones notifique a los “votantes recién elegibles sobre su derecho a votar”. Ese funcionario también sugirió que “la privación del derecho al voto por un delito grave es supresión de votantes”.

Otro funcionario del Campaign Legal Center dijo que quieren que la Oficina de Prisiones implemente un sistema de registro de votantes que informe a los convictos sobre su derecho a votar después de salir de prisión.

Otras notas de la sesión de escucha se centraron en facilitar que los inmigrantes, presumiblemente ciudadanos recién naturalizados, ingresen en las listas de votantes del país.

Cabe aclarar que en Estados Unidos los presos tienen derecho al voto, pero como el sufragio no es obligatorio, la gran mayoría de los reos no lo hacen, y los niveles de participación electoral de la población carcelaria en el país es ínfima.

Un funcionario de Mexican American Legal Defense and Educational Fund (MALDEF) dijo: “Inmigrantes y no ciudadanos: apoyamos los esfuerzos de registro de votantes. Queremos asegurarnos de que se hagan con cuidado. Todos los empleados federales deben recibir capacitación en esto. Hay que promover la necesidad de confiar en que las personas actúan dentro de los límites de la ley. Especialmente cuando hay problemas de idioma”.

Otro funcionario de Asian Americans Advancing Justice dijo que la “información de registro de votantes debería ser obligatoria en las ceremonias de naturalización” y que el sitio web oficial del gobierno para el registro de votantes debería traducirse a muchos idiomas.

El informe que reveló estas reuniones, calificó la medida de Biden como “un esfuerzo partidista de movilización de votantes” que busca “influir en el resultado de futuras elecciones mediante el uso de recursos, infraestructura y alcance federales”.

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Estados Unidos

Trump le saca 6 puntos a Biden en una encuesta de CNN y suenan las alarmas en la campaña demócrata a cinco meses de las elecciones

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El equipo de campaña del Partido Demócrata entró en crisis esta semana tras la publicación de una encuesta del medio ultra-partidario CNN que solía dar a Biden más de diez puntos arriba de Trump, pero ahora reveló al republicano seis puntos por encima.

El expresidente Donald Trump está midiendo a niveles récord de cara a las elecciones presidenciales del mes de noviembre, obteniendo su mayor ventaja jamás registrada en una encuesta de CNN que se realizó esta semana.

Trump, con un 49%, está seis por ciento por delante del 43% de Biden, una diferencia en su favor nunca antes vista en las encuestas, ni siquiera cuando el republicano le ganó a Hillary Clinton en el 2016.

Cabe aclarar que la encuestadora de CNN, la empresa basada en Pensilvania, SSRS Research, suele tener un fuerte sesgo en favor de los demócratas. De hecho, nunca había medido a Trump por encima de un oponente demócrata hasta ahora.

La diferencia de Trump sobre Biden se agranda cuando se agrega a la encuesta candidatos de terceros partidos como el liberal Robert F. Kennedy Jr., la ecologista Jill Stein y el socialista Cornel West, la ventaja de Trump sobre Biden crece a casi dos dígitos.

Dado que todos estos candidatos de partidos menores le quitan votos a Biden, en ese escenario Trump tiene un 42%, Biden tiene un 33%, Kennedy tiene un 16%, West un 4% y Stein un 3%, poniendo al reppublicano nueve puntos por encima de la oferta demócrata.

Este escenario todavía no mide al candidato del Partido Libertario, que suele sacar entre un 2 y un 3 por ciento de los votos, y le suele robar íntegramente votos al Partido Republicano, por lo que se puede esperar que a fin de cuentas la balanza resulte más equilibrada.

De todos modos, esta medición, aunque indica un fuerte clamor popular por el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca, no asegura su victoria. Las elecciones en Estados Unidos no se ganan por voto poular, si no que se ganan por quien se impone en la mayor cantidad de estados.

De esta manera, es importante mirar la intención de voto en los estados clave: Pensilvania, Michigan, Wisconsin, Minnesota, Georgia, Arizona, Carolina del Norte, Nevada y Virginia. Trump, para ganar, necesita no solo ganar los estados usualmente republicanos, sino que tiene que ganar en por lo menos 5 de éstos.

Según las últimas encuestas para estos estados, a la fecha y siguiendo el índice promedio de la agregadora de sondeos RCP, Trump se impone en todos los estados clave menos en dos: Minnesota y Virginia.

  • Pensilvania: Trump: 48,3%; Biden: 47,7%; Indecisos: 4,0%.
  • Michigan: Trump: 46,3%, Biden: 45,0%; Indecisos: 8,7%.
  • Wisconsin: Trump: 49,3%; Biden: 47,5%; Indecisos: 3,2%.
  • Minnesota: Trump: 40,7%; Biden: 43,0%; Indecisos: 16,3%.
  • Georgia: Trump: 49,2%; Biden: 45,2%; Indecisos: 5,6%.
  • Arizona: Trump: 49,3%; Biden: 44,3%; Indecisos: 6,4%.
  • Carolina del Norte: Trump: 48,4%; Biden: 43,0%; Indecisos: 8,6%.
  • Nevada: Trump: 48,8%; Biden: 44,0%; Indecisos: 7,2%.
  • Virginia: Trump: 42,0%; Biden: 46,3%; Indecisos: 11,7%.

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