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Estados Unidos

Desesperado tras perder el voto en los estados fronterizos, Biden se saca una foto junto al Muro de Trump

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El presidente demócrata Joe Biden intenta frenar la sangría de votos que se evidenció en las últimas elecciones con un viaje fugaz a El Paso, donde fue fuertemente criticado por las autoridades locales.

Este domingo 8 de enero, por primera vez desde que asumió como presidente de los Estados Unidos, Joe Biden viajó al estado de Texas para visitar la frontera terrestre con México en la localidad de El Paso, en la cual desde hace años se vive una situación de extrema tensión debido a la gran crisis migratoria que ha visto más de 2 millones de indocumentados cruzar a los Estados Unidos tan solo el año pasado.

El viaje no es casual. Los números rigurosos de la elección legislativa de noviembre del año pasado llegaron y señalaron un sombrío escenario para el Partido Demócrata: perdieron votos en todos los estados fronterizos del país, e incluso perdieron en distritos cercanos a la frontera que no perdían hace décadas.

La conclusión de los cerebros de estrategia de los demócratas fue que la mejor manera de frenar esta sangría de votos no es con medidas concretas, si no con una puesta en escena lamentable y una serie de fotos de Biden al lado del muro fronterizo que mandó a construir Trump.

Biden visitó el Puente de las Américas, el más concurrido por parte de inmigrantes que buscan ingresar a Texas de manera legal todos los días, donde los agentes fronterizos le hicieron una demostración de cómo hacen las requisas y el control de vehículos en búsqueda de drogas, efectivo o contrabando humano.

Si bien la cantidad de personas que intentan ingresar legalmente a Estados Unidos está a la suba, es un número que queda opacado completamente por la cantidad de latinoamericanos que buscan cruzar la frontera de manera ilegal, que se estima en 300.000 cruces por mes.

Es por esto que Biden visitó también el Muro de Trump, a la altura de Fort Bliss, donde estuvo acompañado por el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, el alcalde de El Paso Oscar Leeser y el juez del condado Ricardo Samaniego.

Tanto Leeser como Samaniego pertenecen al Partido Demócrata, ya que la población de El Paso, como consecuencia de su masivo flujo inmigratorio en los últimos años, es en un 80% latina. Por alguna razón que las ciencias políticas todavía no han logrado explicar, quienes se escapan de un bastión socialista plagado de inseguridad y corrupción, votan a las mismas ideas que llevaron su lugar de origen a esa situación.

De todos modos, la crisis migratoria ha llevado a los demócratas perder votos incluso en la ciudad de El Paso, y se cree que fue el propio Leeser quien levantó el teléfono y llamó a Biden advirtiéndole de esta situación.

El paso de Biden por Texas no fue bien recibido por el gobernador republicano Greg Abbott, quien denunció que el presidente solo estuvo 3 horas en El Paso y luego se subió nuevamente al avión para volar a México donde se encontrará en una cumbre de seguridad con sus pares mexicano y canadiense, Andrés Manuel López Obrador y Justin Trudeau, respectivamente

Según el gobernador de Texas, el pesidente Biden no mostró que en su recorrido, se encontró con distintos trabajadores del servicio migratorio, quienes mostraron su gran frustración con la gestión del demócrata y la situación de la frontera la cual se encuentra en estado de abandono total desde la asunción del gobierno demócrata.

A pesar de que Abbott eligió no mostrarse ante las cámaras junto a Biden, sí le dio una carta en mano en la que enfatizó la situación crítica que vive la frontera, y le advirtió que lo que vio en El Paso fue una puesta en escena del alcalde Leeser para mostrar ante las cámaras que no existe la crisis.

En la carta Abbott compartió el sentimiento del Sindicato de la Patrulla Fronteriza (BP Union), quienes aseguran que Leeser ordenó "una limpieza" de las zonas que Biden iba a visitar para mostrar una imagen irreal de El Paso, refiriéndose a cómo la policía local levantó más de 50 campamentos de inmigrantes ilegales en las calles de la ciudad.

"Sugerimos que lo lleven a Des Moines, Iowa, y que le digan que eso es El Paso, no se va a dar cuenta de la diferencia", escribió en Twitter el portavoz del gremio.

En la carta, que Abbott hizo pública, puntualizó que bajo el gobierno de Donald Trump, se alcanzaron niveles mínimos históricos de inmigración ilegal, mientras que en el presente se experimenta una crisis sin precedentes, gracias a sus medidas de fronteras abiertas y sus promesas de amnistía para indocumentados.

El gobernador le recordó al senil presidente que la inmigración ilegal trae consigo problemáticas como el tráfico de drogas (en especial la cocaína y el fentanilo), tráfico de personas y grandes niveles de contrabando y criminalidad, los cuales están siendo sufridos por los ciudadanos del estado de Texas.

Abbott listó una serie de pedidos al gobierno federal, incluyendo entre ellos la detención de inmigrantes ilegales, teniendo en cuenta que las fronteras son responsabilidad de la Casa Blanca y no de la oficina del gobernador, aunque se ha tenido que hacer cargo en los últimos dos años.

Además, pidió que se impongan penas más fuertes a los inmigrantes ilegales y que se termine la política de no-deportación, que introdujo Biden en sus primeros días en el poder. Consecuentemente, instó a Biden a respetar las deportaciones amparadas en el Título 42, implementada bajo el gobierno de Donald Trump, que permite la expulsión de manera rápida del territorio norteamericano a inmigrantes ilegales que hayan sido atrapados in fraganti cruzando ilegalmente la frontera. La semana pasada, la propia Corte Suprema garantizó la constitucionalidad del Titulo 42, pero Biden sigue sin aplicarlo.

En otro punto, pidió que designe a los carteles de droga mexicanos como organizaciones terroristas a nivel local, lo cual le daría más poderes a los agentes fronterizos para frenar las incursiones de los narcos a Estados Unidos. Su presencia en el estado sureño han elevado la cantidad de asesinatos, robos y drogadicción.

Por último, Abbott demandó que se continúe la construcción del muro entre los territorios norteamericano y mexicano que había comenzado Trump. Desde el 20 de enero del 2021 que Biden congeló los cientos de millones de dólares que estaban destinados para la construcción de la barrera, y grandes tramos a lo largo de toda la frontera quedaron sin construir o con la construcción a medias.

La carta que le entregó personalmente el gobernador Greg Abbott al presidente Biden, donde detalló los pedidos necesarios para terminar con la crisis migratoria, a partir de sus casi 8 años de experiencia tratando de frenarla.

Estados Unidos

El Pentágono de Biden anunció el envío a Ucrania de un nuevo paquete de ayuda militar por US$ 6.000 millones

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El jefe del Pentágono afirmó que esta es la asistencia “más grande” que Washington ha anunciado “hasta la fecha”, superando toda la ayuda que dio Estados Unidos en la Segunda Guerra Mundial.

El secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, anunció este viernes que se enviará otro paquete de ayuda militar por US$ 6.000 millones para Ucrania, aumentando el acceso del gobierno de Kiev a misiles Patriot y drones que permitan responder a los avances rusos en el frente oriental.

Austin hizo este anuncio en una rueda de prensa al cierre de una reunión del grupo de Ramstein, en el que Estados Unidos confirmó que los primeros US$ 1.000 millones de nueva ayuda militar a Ucrania están en camino.

El jefe del Pentágono confirmó que Estados Unidos enviará con carácter de urgencia a Ucrania munición para baterías HIMARS, que permite atacar posiciones rusas lejos del frente, munición de artillería avanzada de 155 milímetros y sistemas de defensa aérea en vehículos blindados.

Estoy encantado de poder anunciar un compromiso adicional de USD 6.000 millones para la iniciativa de asistencia de seguridad de Ucrania. Eso nos va a permitir procurar nuevas capacidades para Ucrania por parte de la industria estadounidense”, dijo Austin, y aseguró que este es el paquete de asistencia “más grande” que Washington ha anunciado “hasta la fecha”.

Esa nueva ayuda militar incluirá baterías de misiles Patriot y defensas tierra-aire, más sistema de defensa contra drones y “un monto significante de munición de artillería, municiones aire-tierra y apoyo de mantenimiento”, indicó Austin.

Según el jefe del Pentágono, la ayuda de los miembros del grupo de Ramstein “ha salvado incontables vidas ucranianas” con compromisos que rondan ya los US$ 95.000 millones y la coalición de estos 50 países se mantiene “fuerte” en su apoyo a Kiev.

Austin también dijo que el grupo trabaja en crear un Ejército ucraniano “autosuficiente” y capaz de contener a Rusia en el largo plazo.

El resultado en Ucrania determinará la trayectoria de nuestros días. Si (Vladimir) Putin permanece y gana en Ucrania las consecuencias serán graves y globales”, aseguró Austin.

Los anuncios hoy de nueva ayuda militar a Ucrania llegan después de que el presidente estadounidense, Joe Biden, firmara esta semana un ley para dar progresivamente a Ucrania US$ 61.000 millones en asistencia militar y préstamos durante el año.

Estados Unidos ya proporcionó decenas de miles de millones de dólares en ayuda militar a Kiev desde que Rusia anunció el inicio de su invasión a territorio ucraniano el 24 de febrero de 2022.

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Estados Unidos

La Justicia de Arizona, controlada por los demócratas, imputó y busca arrestar a todo el equipo de asesores de Trump

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Los demócratas hacen otro ataque contra la oposición y ahora buscan poner tras las rejas a todo el equipo que trabaja asesorando al expresidente republicano en su campaña presidencial.

La Justicia de Arizona imputó este jueves a varios aliados importantes del expresidente Donald Trump, incluido el exabogado de Trump y exalcalde de la ciudad de Nueva York, Rudy Giuliani, la expresidente del Partido Republicano de Arizona, Kelli Ward, y el exjefe de gabinete de la Casa Blanca, Mark Meadows, por denunciar que las elecciones del año 2020 fueron fraudulentas.

Junto con Ward, Meadows y Giuliani, la ex abogada de Trump Jenna Ellis y el ex asesor de campaña de Trump Boris Epshteyn, junto con varios miembros del Partido Republicano de Arizona, fueron imputados también, según publicó esta mañana el Washington Post .

Meadows, Giuliani, Ellis y Epshteyn fueron imputados por supuestamente intentar ayudar a Trump a recuperar los votos electorales de Arizona en las elecciones presidenciales de 2020, luego de que se comprobara que los demócratas habían robado votos por correo y la Legislatura votara que le darían los votos electorales a Trump si así la Justicia lo decidía.

Por su parte, Ward y los senadores del estado de Arizona, Jake Hoffman y Anthony Kern, también fueron acusados ​​de cargos por haber firmado documentos el 14 de diciembre de 2020, certificando que Trump era el ganador de las elecciones.

La acusación de varios aliados de Trump y miembros del Partido Republicano de Arizona se produce mientras una encuesta de Bloomberg News/Morning Consult realizada entre el 8 y el 15 de abril encontró que el presidente Joe Biden está detrás de Trump en varios estados clave como Arizona, Georgia, Nevada y Carolina del Norte por seis o más puntos.

En Arizona, Trump lideró por siete puntos, recibiendo el 49 por ciento del apoyo de los votantes que indicaron que votarían por él, mientras que Biden recibió el 42 por ciento.

Los once republicanos de Arizona son:

  • Kelli Ward, ex presidenta del Partido Republicano en Arizona, y su esposo, Michael Ward.
  • Senador del estado de Arizona Jake Hoffman
  • Senador del estado de Arizona Anthony Kern
  • Tyler Bowyer, director de operaciones de Turning Point USA
  • Nancy Cottle
  • James Lamon
  • Roberto Montgomery
  • Samuel Moorhead
  • Lorena Pellegrino
  • Gregorio Safsten

Los aliados de Trump que supuestamente fueron acusados ​​incluyen a Mark Meadows, Jenna Ellis, Rudy Giuliani, John Eastman, Christina Bobb, ex abogada de Trump, Boris Epshteyn y Mike Roman, ex asistente de campaña de Trump, según el Washington Post .

La decisión judicial fue en respuesta a un pedido directo del Fiscal General de Arizona, el ultra-demócrata Kris Mayes, y es la última de una serie de esfuerzos por utilizar el sistema legal para perseguir a los conservadores y republicanos aliados de Trump.

En julio de 2023, la fiscal general de Michigan, Dana Nesselacusó a 16 “falsos electores” de ocho delitos graves, entre ellos conspiración y falsificación de leyes electorales, por su presunto papel en el intento de disputar los resultados de las elecciones presidenciales de 2020.

Meses después, en diciembre de 2023, la Justicia de Nevada imputó a varios miembros importantes del Partido Republicano del estado, acusados ​​de falsificar y presentar documentos falsos en relación con el complot de los “falsos electores”.

La acusación de varios de los principales aliados del expresidente y varios miembros del Partido Republicano de Arizona se produce mientras Trump se encuentra actualmente en juicio y enfrenta 34 cargos de presunta falsificación de registros comerciales en primer grado en relación con los pagos realizados a la estrella porno Stormy Daniels durante las elecciones presidenciales de 2016.

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Economía

Crisis fiscal en Estados Unidos: Las “Bidenomics” desataron un déficit por casi 2 billones de dólares al término de marzo

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Pese a que la economía estadounidense sigue creciendo, el Gobierno federal incurrió en un déficit histórico. y se está endeudando a un ritmo únicamente visto durante las grandes recesiones y en las guerras mundiales del siglo pasado. La trayectoria fiscal trazada por Biden es abiertamente insostenible.

Las políticas del Presidente Joe Biden provocaron el agujero fiscal más grande de la historia de los Estados Unidos en tiempos de paz. La visión económica del Gobierno cayó bajo la influencia del Caucus Progresista dentro del Partido Demócrata, la facción más radicalizada hacia la izquierda dentro del Congreso estadounidense.

La actividad económica del país logró recuperarse de la pandemia y continuó con su sendero de crecimiento, pero a pesar de esta muy esperable normalización, el Gobierno federal incurrió en un desequilibrio fiscal histórico que ascendió a los US$ 1,66 billones de dólares al término de marzo.

De hecho, el déficit financiero había llegado incluso a los US$ 8,36 billones en julio del año pasado, como resultado del amplio programa de rescates para préstamos estudiantiles que impulsó el Presidente Biden.

El Partido Demócrata que alguna vez había patrocinado los superávits presupuestarios de la era Clinton, ahora respalda a capa y espada los déficits más irresponsables que nunca se hayan visto en Estados Unidos.

La economía se normalizó una vez superada la pandemia, pero la posición fiscal del Estado jamás lo hizo. El resultado financiero del Gobierno federal representaba el 4,8% del PBI en febrero de 2020, mientras que hoy en día esa cifra se acerca a los 6 puntos del producto. Este brutal incremento se explica principalmente por el mayor peso de los intereses de deuda, que ya son los más altos desde mediados de la década del 90.

Para compensar esta brecha sin precedentes, el Gobierno federal se está endeudando a un ritmo similar al que cabría esperar durante la salida de una recesión o la ejecución de una guerra de grandes proporciones, pero como es bien sabido ninguno de estos escenarios es precisamente el caso. En caso de que la economía entrase en recesión en un futuro cercano, el Gobierno carece de mayor margen fiscal para actuar en consecuencia.

El total de la recaudación por impuestos federales (y otros ingresos por rentas) sólo alcanza a cubrir hasta el 73% de los gastos federales incurridos. El 27% restante se está compensando por la vía del endeudamiento, principalmente con instituciones locales o en el exterior.

Hasta ahora la Reserva Federal se mantuvo al margen de expandir su financiamiento al Tesoro por la vía de la compra de títulos públicos (como lo hizo durante la pandemia en 2020), pero eventualmente el Gobierno federal no puede quebrar, y cualquier tipo de incumplimiento vendría asociado a un latente inflacionario.

La proporción de crédito doméstico absorbido por el Gobierno federal se incrementa, y lo que es lo mismo, se reduce la cantidad de recursos disponibles para prestar a las empresas privadas o a las familias (por ejemplo el crédito hipotecario). Esto se ve reflejado por un piso de tasas de interés cada vez más elevado.

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