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Estados Unidos

Un juez en Georgia ordenó al Gobernador no eliminar la evidencia que se encuentra en las máquinas electorales de Dominion

La medida fue dictaminada por el juez Timothy Batten, quien frenó el recuento de votos en tres condados luego de que por orden del Gobernador Kemp, los trabajadores electorales intentaran eliminar y resetear toda la información de las máquinas Dominion. 

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La situación electoral en el Estado de Georgia es de una corrupción política y gravedad institucional inconmensurable. Controlado por republicanos anti-Trump, este histórico bastión del conservadurismo en Norteamérica resultó ser uno de los mayores obstáculos para la reelección del Presidente.

Después de que en la noche del 3 de noviembre se hayan denunciado varias instancias de irregularidades, el Gobernador republicano de Georgia, Brian Kemp, y su Secretario de Estado, Brad Raffensperger, prometieron a los votantes un recuento, una auditoria y un recanvass (verificación de firmas) de todos los votos por correo emitidos para despejar cualquier sospecha de fraude en la elección. 

Kemp y Raffensperger no cumplieron ninguna de estas promesas, y sólo ejecutaron un simple recuento de los votos, sin verificar las firmas que se encontraban en los sobres de los votos por correo y sin auditar la procedencia de cada correo. Como dijo el abogado de Trump, Rudy Giuliani: "Volvieron a contar todos los mismos votos fraudulentos una y otra vez".

Incluso sin hacer ninguna auditoría, el recuento de votos achicó la diferencia entre Trump y Biden de 14 mil votos a 12 mil, un cambio del 15%, habiendo encontrado votos que habían sido "contados mal por error humano" o simplemente, no habían sido contados. 
Luego de que la campaña del presidente Donald Trump le pida a Kemp y Raffensperger, por quinta vez en las últimas dos semanas, que procedan con una minuciosa auditoria e inspección de estos votos, los colaboradores de Trump no tuvieron mayor remedio que acceder a lo que el Secretario de Estado les ofreció: un recuento electrónico, llevado a cabo solo por máquinas electrónicas y no personas físicas. 

Las máquinas de la empresa Dominion que realizaron el recuento son las mismas que participaron del proceso de tabulación de votos en la noche del 3 de noviembre, y que los abogados republicanos Sidney Powell y Lin Wood vienen denunciando hace semanas, aludiendo un posible fraude electrónico.

Lo más insólito de la situación el mismo equipo legal de Trump tuvo que intervenir de urgencia este domingo, luego de que los fiscales de mesa que se encontraban en el recinto denunciaran que los oficiales electorales intentaron, por orden de Kemp, borrar y resetear toda la información que se encontraban en esas máquinas.

Actualmente hay una denuncia abierta en el Estado de Georgia sobre la fidelidad de estas máquinas y el software utilizado para tabular los votos. En pocas palabras, Powell y Wood aseguran que tienen evidencia que Dominion cambió votos que habían sido emitidos para Trump, hacia Biden, y que incluso las máquinas son capaces de hacer esto sin dejar trazabilidad de papel, ya que pueden imprimir nuevas boletas en el momento o incluso "registrar varias veces un mismo voto para Biden, para que se tabule x3 o x4".

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El caso llegó al juez federal Timothy Batten, quien ordenó ese mismo domingo 29 de noviembre, una audiencia de urgencia. 

El juez determinó que los oficiales estatales electorales no deben reiniciar las máquinas de la empresa Dominion que se encuentran en los condados de Cobb, Gwinnett y Cherokee.

Además, el juez Batten prohibió tajantemente a los oficiales electorales alterar, destruir, o borrar cualquier evidencia que modifique el estado de estas máquinas. 

En la audiencia, los abogados de Trump mostraron al juez las irregularidades que hubieron durante el proceso electoral en Georgia y el mal desempeño de las máquinas encargadas del proceso electoral pertenecientes a la empresa Dominion. 
En la misma audiencia y por su parte, los ya mencionados Kemp y Raffpensberger se opusieron a este medida, argumentando que las máquinas de Dominion son "propiedad estatal" y, por lo tanto, alegaron que la Corte no tiene jurisprudencia en los condados anteriormente mencionados donde el dictamen es aplicado. 

Esta pobre defensa hecha por el Gobernador y el Secretario de Estado llevó al juez Batten a preguntarles el porqué de su negativa a que se inspeccionen y no se toquen estas máquinas. 
 
Batten accedió a recibir una actualización por parte de Kemp y Raffensperger detallando las razones por las que se oponen a la decisión de inspeccionar las maquinas electorales. En la misma orden, el juez hizo lugar a una petición del Partido Republicano ordenando al Estado de Georgia proveer a los demandantes una copia del contrato con Dominion. 

Siguiendo a los eventos ocurridos el domingo pasado, el lunes 30 de noviembre, el juez Batten certificó su orden de restricción temporal a las máquinas, lo que significa que Kemp y Raffensperger deberán apelar la decisión del juez a la Corte de Apelaciones del decimoprimer Circuito. 

De momento, la litigación se encuentra en un impasse y se espera la decisión del Gobernador y Secretario de Estado de Georgia de apelar o no el fallo de Batten hacia la Corte de Apelaciones.
Pero mientras tanto, el "Kraken", como fue llamada la masiva demanda de Powell en Georgia, seguirá libre y las investigaciones de Dominion continuarán.
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Estados Unidos

Un informe revela que los manifestantes pro-Palestina en Estados Unidos son financiados por los donantes del Partido Demócrata

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Algunos de los grupos que más protestan contra Biden y contra Israel obtienen financiación de los nombres más importantes de los círculos de donantes demócratas.

Un informe del medio POLITICO reveló que la ola de manifestantes pro-Palestina que está azotando a los Estados Unidos en las últimas semanas, que llevó incluso a estudiantes de extrema izquierda a tomar el campus de algunas universidades y expulsar a alumnos judíos, está siendo financiada por los mismos grupos que donan recurrentemente al Partido Demócrata.

En la lista que el medio confeccionó a partir de una rigurosa investigación, aparecen algunos de los más importantes donantes de los círculos demócratas: Bill Gates, George Soros, la familia Rockefeller y la familia Pritzker, entre otros.

Insólitamente, algunos de estos donantes son de ascendencia judía, que parecen no tener problema en destinar una parte de su fortuna en financiar a las organizaciones detrás de las protestas anti-semitas que defienden el accionar del grupo terrorista Hamás, que asesinó a más de 1.500 judíos el pasado 7 de octubre en un atroz atentado genocida.

Los nombres detrás de las protestas

Dos de los organizadores de las protestas en la Universidad de Columbia son Jewish Voice for Peace y la agrupación IfNotNow. Ambos cuentan con el apoyo público de la Fundación Tides, fundada por el megadonante demócrata George Soros, así como por la Fundación Bill y Melinda Gates.

Otro donante demócrata notable cuya filantropía ha ayudado a financiar el movimiento de protesta es David Rockefeller Jr., miembro de la junta directiva del Fondo de los Hermanos Rockefeller. En 2022, el fondo donó 300.000 dólares a la Fundación Tides.

Según los formularios de impuestos de organizaciones sin fines de lucro, Tides ha donado casi 500.000 dólares en los últimos cinco años a Jewish Voice for Peace, que se describe explícitamente como una organización anti-sionista y pro-Palestina.

Este grupo, que ha tomado varias universidades en todo el país, ha declarado que los ataques del 7 de octubre fueron culpa de Estados Unidos y de Israel: “La fuente de toda esta violencia es el apartheid y las ocupaciones israelíes, además de la complicidad de Estados Unidos en esa opresión”.

Estos grupos también están respaldados por una fundación de Susan y Nick Pritzker, herederos del imperio del hotel Hyatt, y asesores de Biden. Los Pritzker han donado millones a numerosas campañas demócratas, incluidos miles de dólares para el Fondo de Victoria de Biden hace unos meses y más de US$ 300.000 dólares por mes durante la campaña 2020.

Otra de las organizaciones que reciben dinero de los Pritzker es Solidaire Action, un grupo de acción política de extrema izquierda que defiende el terrorismo palestino. Su portavoz, Barni Qaasim, también ha celebrado el ataque del 7 de octubre.

Solidaire ha recibido apoyo financiero de los Pritzker, a través de la Fundación Libra, que financia todos los meses a Solidaire Action, supuestamente por sus acciones respectivas al medio ambiente y la justicia de género.

Entre otros ejemplos, la Fundación Libra financia mensualmente a la Alianza por la Justicia Climática, que participó en marchas pro palestinas con carteles que leen la frase “Joe Genocida”. Mientras tanto, Bla Organización por el Liderazgo y la Dignidad Negra, otro grupo respaldado por la Fundación Libra, muestra en su sitio web la participación en múltiples de estas marchas.

A su vez, el Proyecto de Defensa de Inmigrantes, financiado por los Pritzker, fue parte de una protesta en Washington en la que 13 activistas fueron arrestados por la policía del Capitolio después de exigir un alto el fuego permanente en Gaza destruyendo comercios y atacando agentes de seguridad.

La Fundación Tides, financiada por los Prizkers, también ha apoyado el Proyecto de Justicia Adalah, que también ha formado parte de las protestas en la Universidad de Columbia. El grupo escribió en X, que “las universidades son fondos de cobertura, profundamente arraigados en los fabricantes de armas”.

Tides también apoya a Palestina Legal, un fondo de defensa legal que ofrece asistencia legal a “estudiantes que se movilizan contra el genocidio”.

En la propia Casa Blanca se preguntan por qué los mismos donantes demócratas están financiando a estos manifestantes, que incluso han protestado contra Biden. Jewish Voice for Peace ha liderado protestas perturbadoras contra Biden, incluido la bochornosa interrupción de su ostentoso acto de recaudación de fondos en el Radio City Music Hall de Nueva York en marzo.

"Estamos escuchando a personas que quieren asegurarse de que sus dólares no apoyen a personas que apoyan a Hamas y gritan cosas antisemitas", dijo Daniel Goldwin, director ejecutivo de asuntos públicos del Fondo Judío Unido en Chicago, que otorga subvenciones a pequeñas organizaciones sociales que cada vez se están vinculando más con los manifestantes pro-Palestina.

Entrevistado en el informe de POLITICO, Goldwin aseguró que insta a los donantes que quieran seguir donando a las causas demócratas sin que el dinero le llegue a estos grupos que defienden el terrorismo que llamen a las organizaciones y les "expresen sus inquietudes". "Algunos donantes pueden aprovechar este momento para reevaluar adónde va su dinero", completó.

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Estados Unidos

Ley de Atención Médica: Biden extiende por decreto la salud pública del Obamacare a 1 millón de inmigrantes ilegales

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El presidente demócrata amplió el Obamacare a los extranjeros ilegales inscritos en el programa DACA, un costo adicional de casi 3 mil millones de dólares para el Gobierno Nacional.

Este viernes, Biden emitió un decreto para extender los servicios de salud pública del Obamacare y de Medicaid a los inmigrantes ilegales que estén inscriptos en el programa Deferred Action for Childhood Arrivals (DACA), que otorga derechos especiales de ciudadanía a casi un millón de extranjeros.

Obama creó por primera vez el programa DACA mediante una orden ejecutiva en 2012, protegiendo a más de 800.000 extranjeros ilegales para que no sean deportados a lo largo de los años, apodados por los demócratas como "soñadores", quienes por estudiar o tener un trabajo podían quedarse en el país a pesar de no tener documentos, aunque con el pasar de los años, se descubrió que no todos cumplían con esos requerimientos.

En este contexto, los investigadores del Centro de Estudios de Inmigración estimaron que el costo de abrir las listas de Obamacare y Medicaid a los extranjeros ilegales costaría a los contribuyentes estadounidenses alrededor de US$ 4.600 por inmigrante.

A ese ritmo, el decreto de Biden tiene el potencial de costarle a los contribuyentes estadounidenses aproximadamente US$ 2.800 millones de dólares cada año. Esto mientras más de 25 millones de estadounidenses al día de hoy no tienen acceso a los beneficios del Obamacare o Medicaid.

En la justificación de la medida, Biden expresó: "Hace casi doce años, el presidente Obama y yo anunciamos el programa DACA para permitir que nuestros jóvenes vivan y trabajen en el único país al que han llamado hogar. Desde entonces, DACA ha brindado a más de 800,000 Dreamers la capacidad de trabajar legalmente, obtener una educación y contribuir con sus inmensos talentos para hacer que nuestras comunidades sean mejores y más fuertes".

"Estoy orgulloso de las contribuciones de los Soñadores a nuestro país y comprometido a brindarles el apoyo que necesitan para tener éxito. Es por eso que anteriormente ordené al Departamento de Seguridad Nacional que tomara todas las medidas apropiadas para preservar y fortalecer DACA", continuó.

"Y es por eso que hoy estamos dando este paso histórico para garantizar que los beneficiarios de DACA tengan el mismo acceso a la atención médica a través de la Ley de Atención Médica Asequible que sus vecinos.

Biden había anunciado por primera vez la iniciativa para obtener exenciones fiscales para extranjeros ilegales de DACA a través de Obamacare en abril del año pasado. En ese momento, el secretario del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), Alejandro Mayorkaselogió la medida, dando una señal para que más inmigrantes intenten ingresar a Estados Unidos y obtener estos beneficios.

Los senadores republicanos JD Vance y Josh Hawley, así como varios diputados conservadores de la Cámara Baja, habían presionado a Biden para que abandonara el plan el año pasado, pero la administración siguió adelante de todos modos.

En su discurso sobre el Estado de la Unión de 2012, Obama prometió a los estadounidenses que los extranjeros ilegales no serían elegibles para Obamacare, pero más de una década después, su sucesor, Biden, tiene la determinación de completar la destrucción del país.

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Estados Unidos

Biden firmó un decreto para promover el voto de los presos, que históricamente votan mayoritariamente por los demócratas

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El gobierno de Biden está manteniendo reuniones con ONGs para conseguir movilizar a la población carcelaria para que voten en las elecciones nacionales.

En marzo de 2021, el recientemente asumido presidente Joe Biden firmó una orden ejecutiva titulada “Promoción del acceso al voto”, que presentó como un esfuerzo “no partidista” de todo el gobierno para lograr expandir las maneras de sufragar de los ciudadanos, de manera de “ampliar las oportunidades de los ciudadanos de registrarse para votar y obtener información y participar en el proceso electoral”.

Luego de la firma del decreto, la administración Biden celebró una “sesión de escucha” con varias ONGs para poner en funcionamiento el decreto, el cual, entre otras cosas, faculta a las organizaciones sin fines de lucro a realizar campañas de afiliación y de votación en lugares donde "hay bajos niveles de acceso al voto".

Según una investigación del Oversight Project, que accedió a notas de dicha reunión, los funcionarios hablaron principalmente sobre registrar a los convictos para votar y crear una masa de votantes masiva.

Cabe aclarar que hay más de 5 millones de personas arrestadas o detenidas en Estados Unidos, lo que implica casi un 2% del padrón electoral, que de votar, certeramente lo haría por el Partido Demócrata, que tiene entre sus propuestas reducir las penas y ser más laxo con el crimen.

En una nota particular, un funcionario del Sentencing Project mencionó la importancia de que la Oficina de Prisiones notifique a los “votantes recién elegibles sobre su derecho a votar”. Ese funcionario también sugirió que “la privación del derecho al voto por un delito grave es supresión de votantes”.

Otro funcionario del Campaign Legal Center dijo que quieren que la Oficina de Prisiones implemente un sistema de registro de votantes que informe a los convictos sobre su derecho a votar después de salir de prisión.

Otras notas de la sesión de escucha se centraron en facilitar que los inmigrantes, presumiblemente ciudadanos recién naturalizados, ingresen en las listas de votantes del país.

Cabe aclarar que en Estados Unidos los presos tienen derecho al voto, pero como el sufragio no es obligatorio, la gran mayoría de los reos no lo hacen, y los niveles de participación electoral de la población carcelaria en el país es ínfima.

Un funcionario de Mexican American Legal Defense and Educational Fund (MALDEF) dijo: “Inmigrantes y no ciudadanos: apoyamos los esfuerzos de registro de votantes. Queremos asegurarnos de que se hagan con cuidado. Todos los empleados federales deben recibir capacitación en esto. Hay que promover la necesidad de confiar en que las personas actúan dentro de los límites de la ley. Especialmente cuando hay problemas de idioma”.

Otro funcionario de Asian Americans Advancing Justice dijo que la “información de registro de votantes debería ser obligatoria en las ceremonias de naturalización” y que el sitio web oficial del gobierno para el registro de votantes debería traducirse a muchos idiomas.

El informe que reveló estas reuniones, calificó la medida de Biden como “un esfuerzo partidista de movilización de votantes” que busca “influir en el resultado de futuras elecciones mediante el uso de recursos, infraestructura y alcance federales”.

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