
Rodrigo Paz acusó al masismo de persecución política
El parlamentario es señalado por corrupción en la construcción de un puente durante su gestión como alcalde.
El senador y precandidato presidencial, Rodrigo Paz Pereira, denunció que la reciente imputación en su contra es parte de una estrategia de persecución política del masismo para debilitar su candidatura. La acusación se centra en presuntas irregularidades en la adjudicación y construcción del Puente 4 de Julio en Tarija, obra gestionada durante su mandato como alcalde entre 2015 y 2020.
Paz Pereira afirmó que se trata de un intento por frenar su creciente apoyo en la carrera electoral. “La imputación no es contra Rodrigo Paz Pereira, sino contra mi candidatura, que representa la renovación y el cambio. Cuando crecemos y nos convertimos en una esperanza para el país, la respuesta es la persecución judicial y política”, sostuvo el senador.
El precandidato resaltó que la investigación en su contra es parte de una estrategia del MAS para obstaculizar a los opositores. Así también, añadio que el régimen usa esta estrategia en su afán de continuar en el poder. “El MAS tiene amigos y aliados locales con los que busca desprestigiar y dañar mi candidatura”, denunció Paz Pereira, quien también calificó el proceso en su contra como “terrorismo de Estado”.
A pesar de las acusaciones, Paz Pereira continúa tranquilamente con su agenda política. Durante el reciente Carnaval de Oruro, participó activamente en las festividades y visitó el templo de la Virgen del Socavón el sábado. “Renové mi promesa de trabajar y luchar por la recuperación económica del país y el reencuentro con la patria”, expresó. Además, destacó la importancia del folklore y la cultura como motores económicos alternativos.
¿Se equivoca la falsa oposición?

El precandidato también cuestionó la forma en que se está eligiendo al candidato de la oposición para las elecciones generales de agosto. Enfatizó la necesidad de realizar debates serios y no depender de encuestas como criterio de selección. “La unidad no se construye con encuestas, sino con debates serios”, afirmó.
Su postura sobre la renovación en la oposición también se manifestó a través de las protestas realizadas por sus seguidores en Santa Cruz. En la manifestación, un grupo de personas disfrazadas de dinosaurios representó a los políticos tradicionales de la oposición, como Samuel Doria Medina, Jorge Quiroga y Manfred Reyes Villa. Paz Pereira considera a estos políticos como parte de una oposición desgastada.
“El país necesita un cambio generacional. No podemos seguir con la misma oposición de hace 30 o 40 años sin generar un verdadero cambio”, enfatizó el parlamentario. También, aseguró que el Gobierno también es consciente de que la ciudadanía busca nuevas figuras políticas y no votará por los candidatos tradicionales.
El senador también se refirió a su propuesta de distribución económica 50/50 con la que busca destinar la mitad de los recursos estatales a las regiones y sectores productivos. Cuestionó la estrategia económica de otros candidatos opositores y reiteró su compromiso con reformas inmediatas en caso de llegar a la presidencia.

Paz Pereira reafirmó que no se retirará de la contienda electoral a pesar de los intentos de judicializar su candidatura. “No tenemos miedo, no nos vamos a bajar de la candidatura. Esta sigue y más fortalecida”, aseguró.
El precandidato continuará con su agenda de campaña en distintas regiones del país, con paradas en Santa Cruz y los Yungas de La Paz. En las próximas semanas, se espera que refuerce su discurso sobre la necesidad de una oposición unificada basada en propuestas concretas y debates públicos.
Mientras tanto, el caso judicial sigue su curso y la Fiscalía de Tarija mantiene la investigación sobre las presuntas irregularidades en la construcción del Puente 4 de Julio. Paz Pereira sostiene que al final se impondrá la razón y la justicia sobre lo que considera un atropello político.
El proceso contra Paz Pereira se suma a otros casos de judicialización de políticos opositores en Bolivia, un fenómeno que, según analistas, refleja la creciente utilización del aparato judicial con fines políticos en el país. Entre tanto el parlamentario deberá probar ante la justicia que las acusaciones de corrupción en su contra carecen de fundamento y forman parte de una estrategia del masismo.
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