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China

En medio de la crisis, China empieza a soltarle la mano a sus vasallos económicos en África

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Debido a la fuerte crisis económica que atraviesa China, el régimen comunista ha empezado a cortar las inversiones a África y a cancelar pagos de deuda en los empobrecidos países africanos que habían caído en la trampa de deuda de la Belt & Road Initiative.

A lo largo de la última década, buena parte de los países de África se han vuelto fuertemente dependientes económicante de China. Primero empezaron con relaciones comerciales que parecían demasiado buenas para ser reales; después, empezaron a sacar préstamos del Banco Central con sede en Beijing, a tasas que, una vez más, parecían demasiado buenas para ser reales.

Pero la realidad es que China sabía que estos países no iban a poder pagar sus deudas, y su idea nunca fue recibir de regreso este dinero. El Partido Comunista convencía a los gobiernos africanos para que saquen estos préstamos para construir infraestructura destinada al transporte comercial, como puertos, rutas, ferrocarriles y aeropuertos.

Sin embargo, cuando indefectiblemente estos países entraban en default con el Estado chino, el régimen comunista entraba en escena y se apropiaba de las construcciones, quedándose con una parte clave de cada país donde ejecutaba este plan.

Este masivo programa para convertir a decenas de países de África en vasallos económicos de China se conoce como la Belt and Road Iniciative (BRI), apodada en español como la “Nueva Ruta de la Seda“, y fue lanzada por el dictador chino Xi Jinping en 2013, a pocos meses de su ascenso al poder.

Originalmente anunciada con la intención de renovar y amplificar viejos caminos comerciales e invertir en infraestructura a lo largo del mundo para interconectar de manera naval, aérea y terrestre al gigante asiático con el resto de las naciones, el plan macabro siempre tuvo como objetivo generar una interdependencia global de las naciones subdesarrolladas y emergentes para con China.

Actualmente, se estima que China ha invertido más de 500 mil millones de dólares en esta iniciativa. Dinero que rara vez volvió a ver en concepto de devolución de los préstamos: la gran mayoría del dinero entregado le otorgó un control estratégico clave de alguna infraestructura en África, aunque también en Asia, Europa y Latinoamérica.

La inversión hasta la fecha equivale al dinero necesario para estar en el top 30 de países con mayor PBI del mundo. El valor estimado de la BRI para el 2030 se espera en más de 1,3 billones de dólares.

Las obras más importantes que se han construido con préstamos chinos y han caído bajo control de alguna empresa estatal del Partido Comunista.

Donde más ha invertido China hasta ahora es en África, donde los páises son más vulnerables a este tipo de propuestas. Cientos de puertos, ferrocarriles, rutas, aeropuertos y hasta centrales eléctricas han sido construidas en países a lo largo de todo el continente con préstamos chinos.

Estos préstamos no tienen como objetivo final cobrar intereses, si no que justamente China espera que no puedan devolver el dinero, y así quedarse con las construcciones que hayan hecho con ese dinero prestado. Las garantías preferenciales que impone China en sus contratos ponen en situación crítica la soberanía de los deudores, la famosa “trampa de deuda”.

Desde principios del siglo XXI y facilitado por la disolución de la URSS y la desatención de los Estados Unidos, el Partido Comunista Chino comenzó a construir lazos más estrechos con los países africanos.

China está interesada por la abundancia de recursos naturales y materias primas en ese continente, como así también por la mano de obra barata.

La plataforma principal para la interacción entre África y la República Popular China es el “Foro de Cooperación China-África”, que se lleva a cabo cada tres años desde 2000. En este momento, el foro se ha integrado en la Belt and Road Iniciative.

Desde ese entonces, los productos baratos chinos han inundado los mercados africanos, y las relaciones entre los países africanos y China se conocen como la “diplomacia de la deuda”, una manera de vasallaje en el siglo XXI.

Este es el contexto de la última década, pero la situación está levemente cambiando desde que estalló la pandemia. China atraviesa actualmente la peor crisis económica de su historia desde su apertura comercial en la década del 70, producto de un agotamiento del sistema económico mixto y de las brutales cuarentenas que impusieron contra su población.

Es de esta forma que en 2022, las inversiones en la Belt and Road Initiative en África alcanzaron un mínimo de dinero intercambiado en años. El año pasado, la cantidad de dinero invertido en construcción en el África subsahariana fue de US$ 4.500 millones de dólares.

Esto implica casi un 50% menos que el año anterior, cuando hubo alrededor de US$ 8.100 millones de dólares invertidos en 2021. Por otra parte, la inversión de empresas privadas chinas en proyectos de la BRI en el África subsahariana también disminuyó de US$ 8.500 millones de dólares en 2021 a menos de US$ 3.000 millones de dólares el año pasado, una caída de casi el 60%.

Además, hay silencio absoluto hace prácticamente un año sobre nuevos anuncios sobre la financiación china para proyectos ferroviarios y portuarios en África. Aunque hubo algunos anuncios como inversiones en Argentina y Uruguay, China le ha soltado completamente la mano a sus vasallos económicos africanos.

Las razones de la reducción en la “ayuda” económica

  1. Imagen internacional: Después de la crisis de la deuda en Sri Lanka y las acusaciones en todo el mundo de que China está practicando la diplomacia de la trampa de la deuda, el régimen comunista quiere reparar su imagen de buen acreedor reduciendo la cantidad de préstamos que otorga.
  2. Los países africanos no pueden pedir prestado más dinero: La capacidad de muchos países africanos para aceptar nuevos préstamos es muy baja debido a la pandemia y los intereses impagables de préstamos anteriores.
  3. La dinámica económica interna china: Tras el golpe al mercado interno chino por la política de tolerancia cero durante la pandemia, las empresas chinas están destinando grandes recursos a proyectos internos, olvidándose completamente de las inversiones más riesgosas en África.

Cambio de canciller, ¿cambio de rumbo?

El 1ro de enero hubo fuertes cambios en la Cancillería de China, luego de que el dictador Xi revalidará su régimen aplacando la oposición interna que pedía que finalice su mandato que se extiende ya por una década.

Es así que el ministro de Asuntos Exteriores de la República Popular China, Wang Yi, asumió el liderazgo de la Oficina de Asuntos Exteriores del Partido Comunista Chino, el cargo más alto en la diplomacia china, reemplazando al histórico Yang Jiechi, cerebro de la BRI en África.

Además, como ministro de la República Popular asumió Qin Gang, cercano a Wang, volviendo a unificar en una misma ala del Partido Comunista estas dos carteras diplomáticas. Lo primero que hizo Qin al asumir su cargo fue realizar una gira por África.

En su gira, Qin visitó muchos países del continente africano y firmó documentos en muchos campos, incluida la cancelación de varias deudas, terminando con el expansivo programa que promovía la diplomacia de la deuda.

Simultáneamente, Rusia, Estados Unidos y otras potencias lanzaron sus propios viajes a África a comienzos de este año, lo que demuestra que la (leve) retirada de China del continente desató una verdadera carrera por llenar este vacío.

Al mismo tiempo, varios países de África, como Egipto, República Democrática del Congo, Zambia, Mozambique y Uganda, mostraron su descontento con China por esta decisión, asegurando que la nación comunista “les soltó la mano en el momento más difícil” y todos han firmado nuevos acuerdos comerciales con otros países.

Argentina

Base China en Neuquén: Los vecinos denuncian un hermetismo total y efectivos militares en suelo argentino

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Un especial de TN logró grabar por primera vez las caras de los operarios de la base espacial china, y son miembros del Ejército Popular de Liberación, la rama militar del Partido Comunista Chino.

En medio del desierto neuquino, la Estación de Espacio Lejano China aparece como un punto de extrema curiosidad para los locales que viven en las zonas lindantes. Si bien la base tiene fines científicos, o al menos eso prometieron cuando Cristina Kirchner en 2012 les cedió el terreno por 50 años, la estación depende del Ejército Popular de Liberación del Partido Comunista Chino.

Esto queda clarísimo para los vecinos de la zona, que denuncian que la base, que supuestamente debería tener solamente 8 científicos chinos operando allí dentro, tiene mucho movimiento militar. China se escuda en que la Administración Nacional Espacial China (CNSA) que opera la base es una rama de sus Fuerzas Armadas, y por eso todos los operarios son integrantes del Ejército.

Pero esto no convence a los expertos: Argentina tiene múltiples bases espaciales de otros países, pero todas son operadas de manera remota, y el personal en las bases siempre son de nacionalidad argentina, y en general empleados de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE). En este caso, militares chinos son volados desde el continente asiático a la Argentina para operar la estación.

En este caso, si bien la CONAE y el Ministerio de Defensa argentino pueden hacer inspecciones de la base, prácticamente nunca se ha hecho, y definitivamente nunca se ha hecho por un gobierno no alineado al kirchnerismo, que tomó la decisión original de cederle territorio nacional.

Si bien la Embajada china ha asegurado que cualquier argentino puede pedir una visita guiada de la estación, por el momento nadie lo ha hecho. El equipo de TN intentó hacerlo esta semana, pero fue tajantemente rechazado.

Un notero de TN logró acercarse hasta el portón principal, y al tocar un timbre, apareció un oficial de la policía neuquina que tienen una garita justo fuera de la base para tomar los datos del periodista. Tras consultar por unos minutos, el policía quedó grabado diciendo que era necesario solicitar un permiso a la embajada de China en la Argentina.

Mientras el periodista hablaba con el policía, se captó a dos militares chinos que habían salido del “hotel” que existe dentro del complejo llegar en un auto blanco hasta la puerta para averiguar qué era lo que sucedía. Casi sorprendidos por encontrarse con un periodista, le informaron a que el pedido de ingreso correspondía a la CONAE, el órgano nacional dependiente de Jefatura de Gabinete que está a cargo de las inspecciones técnicas a la base.

En un breve diálogo de unos 10 minutos y en un español muy básico, estas dos personas aseguraron que, aunque vestían atuendos militares, no eran soldados sino ingenieros, que lo único “que se hace en la estación es estudiar la luna”, y confirmaron que no hay argentinos viviendo en la base espacial.

La grabación de TN se trata de la primera vez que se ve el rostro de las personas que allí trabajan. Ambas personas fueron confirmadas como miembros del Ejército Popular de Liberación, la rama militar del Partido Comunista Chino, creadas en 1927 por Mao Tse Tung.

Las preocupaciones de los vecinos

“No sabemos cuántos son, prácticamente no los vemos en el pueblo, no interactuamos con ellos, es todo muy hermético”, relató Alfredo “Chucho” Garrido, exconcejal de Las Lajas, un pequeño municipio a 50 kilómetros de la estación espacial que es el pueblo más cercano que hay de la base.

Garrido continuó explicando: “El camino de tierra que se desprende de la Ruta 40 y que lleva hasta la base espacial no tiene ninguna señalización de la instalación. No hay carteles, indicaciones ni mucho menos banderas chinas, algo que sí se podía ver durante los años de construcción. Las cámaras de seguridad empiezan a estar a la vista a unos 70 metros del predio. La vigilancia es total“.

Los elementos que hacen que haya dudas en torno a la estación radica en el contexto en el que fue firmado el proyecto, la falta de control y la falta de saber realmente el uso que se le da a la antena y los beneficios que esta antena traía para todos los neuquinos no son tales”, aseguró Nicolás Montero, concejal de Neuquén.

Por su parte, Martín Pedemonte, docente universitario y referente político de la región de Zapala, aseguró que originalmente las autoridades provinciales y nacionales habían prometido a los pueblos lindantes que la base traería beneficios económicos para los locales. “El impacto económico que tuvo en Neuquén fue casi nulo”, sentencia.

Prometieron mayor movimiento económico, que las escuelas iban a poder usar el gimnasio, que iba a haber más servicios y movimiento de turismo y educación, pero nada se vio reflejado”, concluyó.

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China

Atraparon a un chino intentando entrar a una base militar en California y sospechan que se trata de un espía comunista

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Crecen las sospechas de una masiva infiltración de espías chinos en suelo estadounidense. Solo en los últimos 6 meses, ingresaron a Estados Unidos unos 22.000 chinos indocumentados vinculados al Partido Comunista Chino.

Un ciudadano chino sin los documentos para estar en los Estados Unidos fue atrapado intentando ingresar a una base militar del Cuerpo de Marines en California. Según confirmaron autoridades locales, el hombre condujo hasta la base en auto e intentó escabullirse.

Al ser encontrado por los marines, se negó a salir y debió ser removido por la fuerza tras un enfrentamiento. “A pesar de que el personal de seguridad de la instalación le pidió que saliera por la puerta Cóndor, el individuo entró en la instalación sin autorización. Las autoridades militares fueron notificadas inmediatamente y detuvieron al individuo“, dijo un portavoz del Comando de Entrenamiento y Educación del Cuerpo de Marines. 

Según reportes del canal de noticias local News Channel 3, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (USCBP, por sus siglas en inglés) verificó el arresto, revelando que el individuo se encontraba en el país ilegalmente.

El agente jefe de patrulla de la USBP, Gregory K. Bovino, recurrió a la plataforma de redes sociales X para compartir una foto del individuo detenido, enfatizando que el individuo ingresó a la base sin permiso e ignoró las órdenes de salir.

Aún se están investigando el propósito y la intención detrás de sus acciones“, escribió Bovino, a medida que surgen fuertes interrogantes acerca de la persona detenida. El hecho de que haya logrado entrar sin documentos, y haya sabido la ubicación de la base y haya logrado acercarse en auto y luego saber las vías de ingreso para intentar hacerlo de manera sigilosa, despierta severas dudas acerca de si se trata de un espía del Partido Comunista Chino (PCCh).

Si bien este tipo de infiltraciones de espionaje quedaron en el pasado, y hoy en día China concentra sus ataques en hackeos cibernéticos contra la infraestructura de los Estados Unidos, los republicanos en el Congreso vienen denunciando hace años una alta cantidad de ciudadanos chinos en el país que han sido identificados como parte de la inteligencia del PCCh.

La base militar estadounidense en Guam, por ejemplo, enfrenta serias preocupaciones de seguridad nacional después de informes de un número cada vez mayor de ciudadanos chinos que ingresan ilegalmente a la isla

El presidente de Seguridad Nacional de la Cámara de Representantes, Mark Green, expresó su preocupación por esta tendencia creciente y afirmó: “Simplemente no sabemos con qué propósito vienen estos individuos“.

Los inmigrantes chinos son actualmente el grupo de más rápido crecimiento que intenta cruzar la frontera sur hacia los Estados Unidos, infiltrándose dentro de las grandes caravanas de inmigrantes latinoamericanos.

Fox News informó recientemente sobre más de 22.000 encuentros de este tipo desde el 1 de octubre del año pasado, lo que generó preocupación entre los funcionarios estadounidenses sobre una posible infiltración de personas alineadas con los intereses del Partido Comunista Chino.

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China

China reescribe la historia para poder reclamar territorios de otros países: La estrategia a largo plazo para quedarse con todo Asia

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La dictadura de Xi Jinping tiene entre sus objetivos quitarle territorio a India, Rusia, Taiwan, Brunei, Indonesia, Japón, Malasia, Filipinas y Vietnam.

Las aspiraciones territoriales de China han ganado polémica recientemente con la actualización de su Mapa Estándar en agosto de 2023, una cartografía que es utilizada como la visión oficial del régimen para determinar cuáles son las fronteras que ellos consideran como propias.

El nuevo mapa incluye territorios actualmente en disputa con India y Rusia, así como Taiwan y vastas áreas del Mar de China Oriental y Meridional, disputadas también por Brunei, Indonesia, Japón, Malasia, Filipinas y Vietnam.

Este movimiento no solo refleja la postura del Partido Comunista Chino (PCC) frente a sus controvertidas reivindicaciones territoriales, sino que también destaca su estrategia de utilizar narrativas históricas selectivas para respaldar sus pretensiones, algo que siempre hizo pero que ahora acumuló un poder militar que cada vez más respalda estas afirmaciones.

La justificación de China respecto a sus aspiraciones territoriales se basa en una interpretación sesgada de su historia. Por dar un ejemplo, Beijing afirma que las Islas Senkaku, bajo administración japonesa pero reclamadas por China, han sido parte inherente del territorio chino desde tiempos antiguos, lo cual es mentira.

Una retórica similar se emplea para sostener su derecho sobre partes de Arunachal Pradesh en India y sobre su soberanía en el Mar de China Meridional, basándose en mapas históricos propios que no tiene respaldo geopolítico ni histórico.

A lo largo de la historia, muchas de las reivindicaciones territoriales del comunismo chino se remontan al periodo final de la dinastía Qing y a los tratados desiguales posteriores a las derrotas militares y la presión diplomática de potencias occidentales, rusas y japonesas.

La situación ha evolucionado con el tiempo. Descubrimientos de reservas de petróleo cerca de las Islas Senkaku en la década de 1970 y la devolución de estas islas a Japón por parte de Estados Unidos llevaron a China a reafirmar su reclamo sobre ellas, a pesar de haberlas reconocido previamente como parte de las Islas Ryukyu de Japón.

Además, aunque China y Rusia resolvieron una disputa sobre la Isla Heixiazi en 2004, China ha reavivado su reclamo ahora que la isla cobra una importante ventaja geopolítica, mostrando cómo el Partido Comunista retiene ciertos intereses fundamentales y espera momentos oportunos para afirmarlos.

El premio mayor: Taiwan

En cuanto a Taiwan, una reclamación constante del PCC, la unificación con la isla se ha convertido en un componente crucial de la visión política de Xi Jinping para consolidar su mandato. Esta situación no solo subraya la importancia estratégica de Taiwan, sino que también destaca cómo su identidad autónoma representa un desafío directo al relato comunista.

El problema es que la situación de Taiwan y las reclamaciones del PCC sobre diversas entidades marítimas no solo tienen implicaciones para la política interna y la autonomía taiwanesa, sino que también presentan un desafío significativo para el orden marítimo internacional.

Estados Unidos, Taiwán y Japón han ido construyendo un cordón maritimo en la zona en las últimas décadas, no solo político sino que económico y cultural, donde se intenta blindar el avance del comunismo como identidad nacional. Estas reclamaciones apuntan a desarmar este bloque.

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