Una cena en Ibiza: Marco Verratti y la trastienda del arribo de Lionel Messi al PSG

Marco Verratti revivió un capítulo inesperado pero decisivo en la historia reciente del fútbol europeo. Se trata del detrás de escena del fichaje de Lionel Messi por el Paris Saint-Germain.

En una entrevista con La Gazzetta dello Sport, el ex mediocampista del club parisino reveló cómo una simple cena en Ibiza, junto a Neymar, Leandro Paredes, Ángel Di María y el propio Messi, anticipó lo que sería uno de los pases más impactantes del siglo.

"Recuerdo una noche fantástica que se volvió casi mágica. Estábamos en Ibiza, Neymar vino a decirme que íbamos a cenar con Leo Messi esa noche. Así que terminamos en la misma mesa: Leo, Paredes, Ney y Di María. Hablamos y lo pasamos genial.  Y lo animamos, por así decirlo, a venir a París", relató Verratti. Al día siguiente, la bomba explotó: Messi rompía con el Barcelona.

El italiano, que hoy milita en el Al-Duhail de Qatar, contó con entusiasmo cómo fue enterarse de la noticia: "Esa misma noche nos despedimos, y al día siguiente leímos que había problemas entre él y el Barcelona. Entonces, a primera hora de la tarde, Neymar me llamó:  ‘Marco, Leo viene a vernos’. Increíble: de invitarlo a cenar a tenerlo como compañero. Una noche mágica".

Su paso por el PSG y varios elogios

Más allá de esa anécdota, Verratti repasó su ciclo en el PSG, donde jugó 416 partidos y ganó 30 títulos, y destacó el perfil humano de varias figuras con las que compartió vestuario. "¿Neymar? Un niño de oro, generoso, humilde. Como Mbappé, que tiene hambre, es competitivo. Estoy convencido de que tarde o temprano ganará el Balón de Oro", afirmó.

También elogió a Thiago Motta ("veía las cosas antes que nadie") y al actual DT Luis Enrique: "Creó un gran grupo, piensan mucho en el colectivo. Van a ganar durante años y años".

Sobre su salida del PSG, desmintió versiones que indicaban que había sido empujado por el entrenador. "Es falso que me fui porque Luis Enrique lo pidió. Mi conversación con Nasser fue anterior. Yo quería nuevos retos", aseguró, y agregó que mantiene un gran vínculo con el presidente del club.

Ya instalado en Doha, el mediocampista de 31 años destacó la alegría lúdica que volvió a encontrar en el fútbol qatarí: "En París, ganar se había vuelto monótono, repetitivo. Aquí volví a ver la felicidad de ganar como cuando eras niño".

Por último, dejó abierta una puerta para cumplir un viejo sueño: jugar al menos un minuto en la Serie A con su querido Pescara, club donde inició su carrera y del que hoy es copresidente.