
Argentina impulsa 18 proyectos de uranio para fortalecer su plan nuclear
Se buscara duplicar la capacidad nuclear con 18 proyectos de uranio y reducir la dependencia de importaciones.
Con el respaldo del Organismo Internacional de EnergíaAtómica(OIEA) y bajo el Plan NuclearArgentino anunciado por el presidente Javier Milei en diciembre de 2024, Argentina avanza en el desarrollo de 18 proyectos privados de uranio y nuevas iniciativas en materia nuclear.
El objetivo es reducir la dependencia de las importaciones de combustible, ampliar la matriz energética y posicionar al país como un proveedor relevante en el mercado global.
La estrategia, liderada por la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), contempla duplicar la capacidad nuclear instalada, actualmente de 1.763 megavatios, generados por las centrales Atucha I, Atucha II y Embalse.

La primera etapa prevé la construcción de un reactor modular pequeño (SMR) ACR-300, diseñado por INVAP, que se ubicará en el complejo Atucha. Este tipo de reactores destaca por su seguridad mejorada, costos reducidos y un plazo de construcción más ágil, lo que permitiría ampliar el acceso energético en regiones con infraestructura limitada.
La segunda fase se centrará en el desarrollo mediante las iniciativas de los privados, de reservas de uranio para abastecer el consumo interno y generar excedentes exportables. De los 18 proyectos mineros, 14 se encuentran en la Patagonia, con ocho en Chubut, donde se localiza Cerro Solo, la mayor reserva de uranio del país.
También sobresalen Laguna Salada, actualmente en etapa de evaluación económica preliminar, y Amarillo Grande, en Río Negro, impulsado por Blue Sky Uranium y Abatare Spain, que cuenta con la mayor estimación de recursos NI 43-101 de uranio en Argentina y un subproducto valioso de vanadio.
La reactivación del sector responde a una creciente demanda internacional de uranio, impulsada por la transición energética y el aumento del consumo eléctrico derivado de nuevas tecnologías como la inteligencia artificial. Según estimaciones oficiales, Argentina podría requerir para 2025 alrededor de 1,25millones de libras de U3O8 anuales, lo que equivale a 2,5 veces su demanda actual, cubierta hoy mediante importaciones.

Proyectos como Cerro Solo y Amarillo Grande podrían abastecer el consumo de las tres centrales nucleares por más de una década y generar un excedente con potencial exportador, lo que a su vez atraería inversiones por miles de millones de dólares.
La entrada de YPF Nuclear constituye otro eje clave del plan. La compañía proyecta explotar yacimientos en Mendoza y Chubut, integrando la producción de uranio con el desarrollo de los SMR. A esta estrategia se suma la participación de empresarios como Eduardo Eurnekian, que a través de Blue Sky Uranium busca establecer contratos de suministro a largo plazo para el sector nuclear argentino.
Según cálculos preliminares, esta expansión podría generar hasta 5.000 empleos directos e indirectos, impulsando la economía de regiones estratégicas como la Patagonia.
No obstante, el avance del plan enfrenta desafíos regulatorios, técnicos y ambientales. La mayoría de los proyectos permanece en fase de exploración y ninguno ha alcanzado la etapa productiva. En Chubut, las restricciones legales a la minería a cielo abierto dificultan el desarrollo de yacimientos como Cerro Solo, mientras que en Mendoza la reactivación de Sierra Pintada enfrenta trabas técnicas y cuestionamientos ambientales. La CNEA continúa elaborando estudios de factibilidad, pero los plazos para la producción comercial podrían extenderse más allá de 2030.
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