Argentina y Brasil avanzan en un histórico acuerdo para exportar gas de Vaca Muerta
El acuerdo contempla cinco rutas posibles para la exportación del gas. Cuáles son las alternativas.
En un paso clave para fortalecer la relación bilateral, Argentina y Brasil firmaron un acuerdo para evaluar la viabilidad de exportar 30 millones de metros cúbicos diarios de gas natural desde el yacimiento de Vaca Muerta hacia el país vecino en los próximos cinco años.
Este convenio, considerado uno de los más importantes en la historia comercial entre ambos países, busca aprovechar el potencial energético argentino mientras atiende la creciente demanda industrial brasileña.
Opciones estratégicas y desafíos técnicos
El acuerdo contempla cinco rutas posibles para la exportación del gas: Bolivia, Paraguay, Uruguayana, Uruguay y la venta de gas natural licuado (GNL). Entre las alternativas más viables, destaca el uso del Gasoducto Brasil-Bolivia (Gasbol), que actualmente opera al 30% de su capacidad.
Esta opción permitiría acelerar el flujo, aprovechando infraestructura ya existente y el declive de la producción boliviana.
Sin embargo, alcanzar este objetivo no será inmediato. Se requerirán obras complementarias, como la segunda etapa de la Reversión del Gasoducto Norte, que conectará Vaca Muerta con provincias del norte argentino, incrementando el volumen transportable en 15 millones de metros cúbicos diarios para 2026. Además, será necesario negociar con Bolivia una tarifa competitiva para el uso de sus ductos.
Alternativas adicionales
Otros proyectos en consideración incluyen:
- Paraguay, que propuso cofinanciar un gasoducto de USD 1.500 millones para llevar gas desde Salta hasta Campo Grande, Brasil.
- Extensiones del Gasoducto Perito Moreno hacia Porto Alegre, a través de Uruguayana o Uruguay.
- Venta de GNL mediante una barcaza de licuefacción en Río Negro, liderada por Pan American Energy y Golar, con una capacidad proyectada de 11,5 millones de metros cúbicos diarios para 2027.
Oportunidades económicas para el país
El ministro brasileño de Minas y Energía, Alexander Silveira, destacó que este acuerdo garantizará "gas barato" para hacer más competitiva la industria de su país. Por su parte, Argentina ve en esta alianza una oportunidad única para generar divisas, equilibrar su balanza comercial y cumplir con sus compromisos de deuda externa.
El memorando firmado establece que el desarrollo de la infraestructura estará impulsado exclusivamente por la iniciativa privada, apoyado por el Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI) del gobierno de Javier Milei. Este esquema ofrece beneficios fiscales y cambiarios para proyectos de más de USD 200 millones.
Si bien el plan depende de importantes avances técnicos y financieros, este acuerdo marca un hito en la colaboración energética entre ambas naciones, con potencial para transformar el panorama industrial y económico regional.
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