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Economía

Demócratas contra Republicanos: Una por una, las propuestas económicas de los candidatos por la presidencia de los Estados Unidos

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La Tax Foundation elaboró un informe detallando las propuestas de los distintos candidatos en ambos partidos, junto con Robert F. Kennedy Jr quién decidió presentarse como independiente. La discusión por la política fiscal se convirtió en uno de los principales ejes de campaña, en el contexto de un déficit fiscal histórico para tiempos de paz.

Las próximas elecciones presidenciales de Estados Unidos volverían, en principio, a enfrentar a los dos principales candidatos de los partidos mayoritarios: Joe Biden por los demócratas y Donald Trump por los republicanos. Aún así, el escenario es incierto porque el Presidente octogenario dejó entrever la posibilidad de no presentarse a la reelección, alegando “no ser el único demócrata que puede vencer a Trump”.

Uno de los ejes de la campaña en ambos espacios es el apremiante problema fiscal, y en particular la discusión gira en torno a dos ejes: la renovación de los recortes fiscales de Trump en 2025, y la discusión por la expansión del gasto público. El déficit fiscal llegó a dimensiones verdaderamente extremas para tiempos de paz, y urge la necesidad de reordenar las finanzas públicas.

Las propuestas del Partido Demócrata

Los demócratas presentaron 3 candidatos hasta la fecha: Joe Biden, Marianne Williamson y Dean Phillips. Muchas de las propuestas del Presidente en ejercicio son de las más radicalizadas del partido, en búsqueda de contentar al ala socialista que hoy encabeza la fórmula de Williamson.

Joe Biden (D)

La plataforma del principal candidato por los demócratas propone revertir parcialmente los recortes impositivos sancionados en 2017, los cuales dejarán de tener vigencia en 2025 si no se produce una renovación por parte del Congreso. Biden intenta representar al “mainstream” del partido, pero sus propuestas se encuentran muy alejadas de cualquier tipo de moderación.

La reforma Biden alcanzaría a los impuestos sobre ingresos individuales, utilidades empresariales, ganancias de capital, y combustibles, entre otras partidas, y propone las siguientes medidas:

  • Aumento de la tasa del impuesto de sociedades del 21% al 28%
  • Aumento de la tasa impositiva global sobre los ingresos intangibles con bajos impuestos (GILTI) del 10,5% al 21%
  • Aumento de la tasa impositiva reducida sobre los ingresos intangibles derivados del extranjero (FDII) del 13,1% al 21%
  • Aumento de la tasa máxima sobre Ganancias de capital de largo plazo del 20% a 40,8% (la más alta desde 1917)
  • Imposición de una tasa impositiva efectiva mínima del 20% para ganancias no realizadas para hogares con ingresos anuales superiores a los US$ 100 millones
  • Aumento del impuesto sobre la renta neta de inversiones y el Medicare del 3,8% al 5% sobre personas con ingresos anuales superiores a los US$ 400.000
  • Aumento de la tasa máxima del impuesto sobre la renta federal del 37% al 39,6%, retrocediendo al nivel que había durante la administración Obama
  • Extensión de los recortes impositivos de Donald Trump para los contribuyentes con ingresos menores a US$ 400.000 anuales
  • Mantener de forma permanente el crédito Crédito Tributario por Hijos
  • Aumentar el Crédito Tributario por Ingreso del Trabajo para trabajadores sin hijos calificados de forma permanente
  • Aumento del impuesto especial sobre la recompra de acciones del 2% al 4%
  • Eliminación de todas las exenciones fiscales sobre los combustibles fósiles, aprobadas durante la gestión Trump

Marianne Williamson (D)

Williamson representa al ala socialista y de izquierda dura dentro de la representación demócrata, y se considera a sí misma como la precursora natural de la propuesta que encargó el excandidato Bernie Sanders en las anteriores primarias del partido. 

Su plataforma es, y con diferencia, la más extremista dentro del partido. No solo pretende revertir las rebajas de los últimos años, sino llevar a cabo un masivo programa de ampliación fiscal, y aplicar gravámenes que no se veían desde la era Roosevelt. La plataforma de Williamson propone las siguientes medidas:

  • Derogación completa de la reforma impositiva de 2017, lo cual llevaría la tasa máxima para las empresas al 39%, 39,4% para las personas físicas, y 25,1% para las ganancias de capital
  • Nuevo gravámen sobre las “transacciones financieras”
  • Aumentar el impuesto a la herencia reduciendo la exención a US$ 5 millones de dólares
  • Eliminar el límite de ingresos en los impuestos sobre la nómina del Seguro Social
  • Reinstalar la Ley Glass-Steagall para separar la banca de inversión de los bancos comerciales, reflotando la regulación de Franklin D. Roosevelt eliminada por Bill Clinton en 1999
  • Aumento del salario mínimo federal a 15 dólares por hora y regulación por “cuotas de género”
  • Vacaciones pagas y licencias por enfermedad reguladas por ley
  • Aumentar todos los impuestos sobre los combustibles fósiles, y relanzar subsidios masivos para las energías renovables 

Dean Phillips (D)

Phillips encarna el ala moderada y pro-mercado del partido, la cual se encuentra en relativa minoría desde que Clinton abandonó la administración. Su plataforma se reduce a las siguientes propuestas:

  • Exención a las empresas de venta de marihuana de la disposición del Código de Rentas Internas que prohíbe los créditos fiscales relacionados con las empresas o las deducciones por gastos relacionados con el tráfico de sustancias controladas
  • Aumento de las deducciones para las empresas por gasto en investigación y desarrollo (I+D)
  • Derogación del límite de las deducciones SALT
  • Créditos fiscales para vehículos eléctricos enchufables todoterreno nuevos
  • Hacer permanente el crédito fiscal para los nuevos mercados
  • Ampliación del crédito tributario por hijos a $3,000 totalmente reembolsables
  • Crédito por obligación tributaria sobre la nómina de hasta el 100 por ciento de los salarios pagados a los empleados para restaurantes afectados por la pandemia
  • Extensión de los recortes impositivos de Donald Trump para todos los contribuyentes
  • Creación de una tarifa de 15 dólares por tonelada de carbono, y un sistema de devolución para contribuyentes minoristas

Las propuestas del Partido Republicano

Todos los candidatos republicanos proponen mantener y profundizar la rebaja de impuestos sancionada en 2017, por lo que la variable de ajuste para reducir el déficit fiscal será el Estado y no la sociedad

Donald Trump (R)

El expresidente Trump se perfila como el candidato favorito casi sin discusión, y promete mantener y profundizar todos los recortes que se produjeron con la llamada “Ley de Empleos y Reducción de Impuestos” del año 2017. Sus propuestas son las siguientes:

  • Reducción del impuesto unificado para Sociedades del 21% al 15%
  • Mantener las tasas impositivas reducidas ingresos intangibles de sociedades locales y extranjeras operando en Estados Unidos (esto busca favorecer la repatriación de capitales)
  • Mantener la territorialidad del sistema tributario internacional, tal y como se estableció en la reforma fiscal de 2017
  • Mantener el tratamiento de las Ganancias de capital de largo plazo a un tipo impositivo preferencial, para favorecer la inversión y la economía del lado de la oferta
  • Mantener la tasa preferencial para dividendos calificados, el sistema implementado por el expresidente Bush durante la reforma fiscal 2001-2003
  • Mantener todos los recortes impositivos para el impuesto federal sobre la renta de 2017, incluyendo una tasa máxima del 37% y una tasa marginal mínima del 12%
  • Mantener inalterado el impuesto sobre la renta neta de inversiones y el Medicare en el 3,8%, con perspectivas de ser eliminado conforme se reduzca el déficit fiscal
  • Ampliar todos los créditos fiscales previstos en la reforma de 2017 de forma permanente
  • Hacer que el Crédito Tributario por Hijos sea completamente reembolsable de forma permanente
  • Aumentar el Crédito Tributario por Ingreso del Trabajo para trabajadores sin hijos calificados de forma permanente
  • Introducir un impuesto especial del 14% sobre los ingresos por inversiones de las universidades privadas más ricas del país, un total de 58 instituciones alcanzadas. Los fondos se utilizarían para financiar la creación de una universidad gratuita
  • Eliminación del impuesto a la recompra de acciones
  • Implementación de un arancel de referencia universal a todas las importaciones estadounidenses con una tasa del 10%
  • Reintroducción de aranceles específicos contra China, en particular sobre el acero, el aluminio y los productos electrónicos, en represalia por no haber cumplido el acuerdo comercial del año 2020

Vivek Ramaswamy (R)

Ramaswamy se perfila como un candidato del ala trumpista de los republicanos, aunque aún continúa por la carrera presidencial. Su plataforma es aún más ambiciosa que la de Trump, aunque con dudosas chances de poder ser aprobada. Mostró interés y admiración por el triunfo de Javier Milei.

Su principal propuesta consiste en aplicar un impuesto único del 12% para todo tipo de ingresos, tanto para empresas como para ganancias de capital, ganancias de personas físicas, transacciones, etc. Y en consecuencia, todos los impuestos a los ingresos directos serían sustituidos por este gravamen.

Nikki Haley (R)

Haley trató de mostrarse a sí misma como una candidata republicana alternativa al trumpismo, pero sus escasas chances electorales dentro de las internas del partido la destacan de la mayoría de las encuestas a nivel nacional. Su plataforma se limita a lo siguiente:

  • Hacer permanente la desgravación fiscal para pequeñas empresas de 2017, pero no así con las grandes
  • Reducir la deducción SALT (impuestos estatales y locales) y otras preferencias fiscales
  • Eliminar todos los subsidios de la Ley de Reducción de la Inflación
  • Eliminar el impuesto federal sobre los combustibles
  • Reducir el impuesto a los ingresos sobre las tres categorías más bajas

Robert F. Kennedy Jr (Independiente)

Kennedy decidió correr la carrera presidencial por fuera de las dos grandes estructuras partidarias tradicionales de los Estados Unidos, algo que lo deja fuera de juego casi con total seguridad.

Se muestra como un “demócrata alternativo” con posiciones que oscilan entre la derecha y la izquierda con relativa facilidad. Su plataforma sintetiza las siguientes propuestas:

  • Aumentar el salario mínimo a 15 dólares por hora, equivalente a su nivel de 1967
  • Ampliación del cuidado infantil gratuito
  • Liberación de impuestos sobre bonos hipotecarios
  • Imposición de restricciones sobre la exportación de gas (levantadas por Obama en 2016)
  • Revisión de acuerdos comerciales firmados con países de bajos ingresos
  • Reducción del gasto militar y aumento del gasto público en infraestructura, educación y salud
  • Nueva condonación de préstamos estudiantiles, aún más masiva que la que desplegó Biden
  • Control de precios sobre medicamentos
  • Eliminación de impuestos sobre las ganancias de capital devenidas de criptomonedas

Economía

El Banco Central rebajó la tasa de política monetaria de los Pases del 60% al 50% y se espera un colapso de la inflación

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La carga de intereses a cuenta de los pasivos remunerados es cada vez menor, después de la quinta reducción de tasas en lo que va de la presidencia de Javier Milei. La autoridad monetaria también tomó la decisión de incrementar nuevamente el encaje legal aplicado sobre las billeteras virtuales.

El Banco Central al frente del Presidente Santiago Bausili determinó una nueva reducción de la tasa de política monetaria de referencia, aquella a cuenta de los Pases, pasando del 60% al 50% nominal anual a partir del 2 de mayo. De esta forma, la tasa efectiva anual fue establecida en el 64,82% según informó el propio BCRA.

En otras palabras, los pasivos remunerados que emite el Banco Central pasan a abonar una tasa nominal equivalente al 4,2% por mes, a cuenta de los Pases que se renuevan cada día. 

La decisión oficial responde a la drástica caída de las expectativas de inflación para los próximos meses, un hecho que se refleja claramente en el informe de expectativas REM que elabora la autoridad monetaria. Las principales consultoras privadas del país también dan cuenta de esta situación, y proyectan un claro escenario de desinflación para 2024.

Las mediciones inflacionarias de alta frecuencia están reflejando el colapso de la variación de los precios minoristas en alimentos y bebidas. Para la consultora LCG, la variación semanal en este rubro fue negativa por más de 1 punto porcentual al término de la quinta semana de abril. 

Los sondeos de Alphacast también prevén una ligera caída de precios hacia la segunda mitad del mes pasado, considerando al rubro de los alimentos. En la misma dirección, el economista Alberto Cavallo (el hijo del exministro de Economía) anticipó mediante un índice diario de precios que la inflación ya está viajando al 5% mensual, descontando el efecto de las tarifas de los servicios públicos.

Entran en juego dos lógicas principales detrás de la rebaja de tasas. En primer lugar, la caída de la inflación efectiva y de la inflación esperada permiten una tasa de interés más baja, ya que de este modo se evita generar rendimientos excesivos medidos en dólares. Pero por otro lado, y más importante aún, la caída de la tasa de interés (en un contexto de cepo cambiario) permite sanear el balance del Banco Central y reducir la expansión monetaria a cuenta de los pasivos remunerados.

La carga de la deuda remunerada en pesos del BCRA es cada vez menor en relación al PBI, y lo mismo ocurre con el pago de sus respectivos intereses. Y desde el Gobierno nacional, el superávit fiscal concretado durante los primeros 3 meses del año permite anular cualquier tipo de financiación monetaria para el fisco.

El Banco Central de Bausili también tomó la decisión de elevar la tasa de encaje aplicado para billeteras virtuales del 10% al 15%, y de esta manera es altamente probable que disminuyan los rendimientos de alternativas como por ejemplo Mercado Pago, además del efecto que tuvo la reducción de tasas.

Se busca generar un marco de reglas de juego que genere incentivos para la compra de títulos públicos al Tesoro por parte del mercado. Esto responde a dos fines bien concretos: por un lado el rollover de la deuda interna en pesos a plazos más extensos, y en segundo lugar la retención de pesos para cancelar Adelantos Transitorios con el propio BCRA (una manera adicional para retirar pesos de la circulación).

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Economía

La reforma tributaria que propone Biden amenaza con destruir hasta 788.000 puestos de trabajo a tiempo completo para el año 2025

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Así lo sugiere un reciente informe de la Tax Foundation, estimando el efecto total de los aumentos impositivos que propone la campaña de Biden de cara a las elecciones. Se estima una reducción del 2,2% en la tasa de crecimiento potencial del PBI en caso de aprobarse los cambios.

El Presidente Joe Biden lanzó una agenda económica completamente radicalizada hacia la izquierda, buscando contentar al ala más extremista de su partido (anteriormente representada por el excandidato Bernie Sanders en la contienda electoral del 2020).

En este sentido, el Presidente recuperó una profunda impronta favorable a subir generalizadamente los impuestos en Estados Unidos, tanto para empresas como para personas físicas y para productos importados. Se buscan gravar ingresos, patrimonios y bienes con tasas sustancialmente más elevadas que las actuales.

La Tax Foundation desarrolló un reciente informe estimando el impacto económico que podría desatar el plan fiscal de Biden para el año 2025. Se estima una reducción total del 2,2% en la tasa de crecimiento potencial del PBI, una caída del 3,8% en el capital social potencial acumulado en las empresas, una reducción del 1,6% sobre la masa salarial promedio, y finalmente la destrucción de hasta 788.000 puestos de trabajo a tiempo completo en el sector privado, en relación a la cantidad que cabría esperar de no aprobarse las subas impositivas.

La agenda de los demócratas es, y por diferencia, la más ambiciosa y extremista desde la era de Franklin D. Roosevelt. El esquema tributario resultante de una eventual victoria de Biden en las próximas elecciones de noviembre queda resumido de la siguiente manera:

  • Aumento de la tasa del impuesto sobre la renta empresarial del 21 por ciento al 28 por ciento (a partir del año fiscal 2025)
  • Aumento del impuesto mínimo alternativo corporativo introducido en la Ley de Reducción de la Inflación del 15 por ciento al 21 por ciento (a partir de 2024)
  • Cuadruplicar el impuesto a la recompra de acciones implementado en la Ley de Reducción de la Inflación del 1 por ciento al 4 por ciento (a partir de 2024)
  • Hacer permanente la limitación de pérdidas comerciales excesivas para las empresas de paso
  • Limitar aún más la deducibilidad de la compensación de los empleados según la Sección 162
  • Aumento de la tasa impositiva global sobre ingresos intangibles de baja tributación (GILTI) del 10,5 por ciento al 21 por ciento, calcular el impuesto jurisdicción por jurisdicción y revisar las reglas relacionadas
  • Derogar la tasa impositiva reducida sobre los ingresos intangibles derivados del extranjero (FDII)
  • Ampliar la base del impuesto sobre la renta neta de inversiones (NIIT) para incluir ingresos comerciales no pasivos y aumentar las tasas del NIIT y el impuesto adicional de Medicare para alcanzar el 5 por ciento sobre ingresos superiores a $400,000
  • Aumento del impuesto sobre la Renta individual al 39,6 por ciento sobre ingresos superiores a $400 000 para declarantes solteros y $450 000 para declarantes conjuntos (a partir de 2024)
  • Gravar las ganancias de capital a largo plazo y los dividendos calificados a las tasas ordinarias del impuesto sobre la renta para Ingreso imponible por encima de US$ 1 millón de dólares, y gravar las ganancias de capital no realizadas en caso de fallecimiento por encima de una exención de US$ 5 millones, revirtiendo parcialmente la reforma de George Bush (2001-2003)
  • Triplicar los aranceles de importación para el acero y el aluminio provenientes de China, desatando una nueva guerra comercial con el gigante asiático

Pese a las subas impositivas, la administración Biden no propone un sendero sostenido de reducción del déficit fiscal, ya que la mayor parte del paquete tributario se vería acompañado por nuevas expansiones presupuestarias. 

Y a diferencia de la estrategia seguida por el expresidente Donald Trump, la guerra comercial con China que propone desatar Biden se produciría en un contexto de profunda caída en la competitividad fiscal de Estados Unidos, todo lo contrario a lo que ocurrió entre 2017 y 2020 (cuando las empresas estadounidenses disfrutaron de fuertes recortes impositivos).

Esto deja a Estados Unidos en una posición comparativamente difícil para forzar una nueva “tregua” con China en la cual se flexibilicen controles cambiarios o medidas arancelarias proteccionistas, como sí ocurrió tras el último acuerdo firmado en 2020.

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Economía

Con Milei, los bancos vuelven a cumplir su función fundamental: Prestarle dinero a familias y empresas y no al Estado

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Se redujo drásticamente la absorción de crédito a través del Estado nacional y el Banco Central, y se amplía la cantidad de recursos disponibles para ser prestados al sector privado productivo. La política económica del Gobierno produjo un punto de inflexión para el sistema financiero.

Desde la caída de la convertibilidad y el rebrote inflacionario en la Argentina, la proporción de crédito retenido deliberadamente por el sector público fue creciendo incesantemente en los últimos años.

El Estado se adueñó de una parte creciente en la cantidad de pesos disponibles generados por el ahorro del país, y en consecuencia se redujo la proporción canalizada por el sector privado (las familias y las empresas). Mientras que el crédito al sector privado superaba holgadamente el 20% del PBI durante el menemismo, al término del último experimento kirchnerista consiguió superar a duras penas el 7% del PBI en 2023

A partir de diciembre de 2023, la política económica ejecutada por el Presidente Javier Milei y el ministro Luis Caputo se propuso un giro drástico en la direccionalidad del crédito argentino. El superávit financiero del Sector Público Nacional (SPN) permitió liberar una gran masa de recursos para el sector privado, algo que hasta el momento parecía completamente imposible.

Por primera vez desde 2018 se produjo un rebrote de créditos hipotecarios, nuevamente atados a la unidad UVA más un cierto margen de rendimiento en términos reales. Estos créditos no solo permiten la reapertura del mercado de crédito inmobiliario, sino que además implican una fuerte presión para aliviar los aumentos sobre los precios de los alquileres.

A partir de la nueva política económica, los bancos privados debieron replantearse la canalización del crédito. El Gobierno nacional dejó de incurrir en amplias licitaciones por encima de sus posibilidades para financiar el déficit (las licitaciones actuales solo refinancian la deuda interna), y el Banco Central profundizó su agresiva política de rebajas en la tasa de interés que pagan los Pases (ahora hasta el 60% nominal anual).

Todo esto abrió la posibilidad de volver a financiar a las familias vía hipotecas, y a las empresas a través de diversos proyectos de inversión productiva. El Gobierno espera que este efecto, habitualmente llamado “crowding-in” o desplazamiento positivo, contribuya activamente a la reactivación de la actividad económica a partir del segundo semestre del año.

Dada la fuerte credibilidad en la política económica, el mayor ahorro del sector público (efecto recesivo) podría ser compensado por un repunte de la inversión del sector privado por la vía del crédito (efecto expansivo).

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