
La Fuerza Aérea Argentina lanzó el lanzamiento experimental del cohete sonda MET 1-SO
La Fuerza Aérea concretó un lanzamiento que recupera soberanía tecnológica y militar tras décadas de abandono.
En un contexto de redefinición estratégica de las prioridades nacionales, el Ministerio de Defensa anunció un hito que promete marcar un antes y un después en la historia aeroespacial argentina: la Fuerza Aérea llevó a cabo con éxito el lanzamiento experimental del cohete sonda MET 1-SO “Escorpio”, convirtiéndose en la primera experiencia nacional que logra recuperar carga útil en aguas del mar argentino.
La prueba, celebrada por la cartera conducida por Luis Petri, se inscribe dentro de una renovada política de recuperación de capacidades críticas para la defensa nacional, impulsada por el gobierno del presidente Javier Milei. “Este ensayo representa un avance concreto hacia la autosuficiencia tecnológica que tanto nos negaron las décadas de desinversión y corrupción”, sostienen desde el Ejecutivo.

El operativo fue desarrollado en conjunto con el Instituto de Investigaciones Científicas y Técnicas para la Defensa (CITEDEF), con el objetivo de validar en condiciones reales el sistema de propulsión del vehículo y otras tecnologías asociadas al vuelo y la recuperación en alta mar.
El MET 1-SO “Escorpio” fue diseñado como cohete sonda para vuelos suborbitales. La misión cumplió exitosamente con todos los objetivos previstos, destacándose la implementación de sistemas de telemetría, transmisión de datos encriptada y el uso de inteligencia artificial para localizar la cápsula de carga una vez impactada en el océano Atlántico Sur.

Este tipo de desarrollos ubica nuevamente a la Fuerza Aérea como actor central en la recuperación de tecnología estratégica, en un país que durante años vio deterioradas sus capacidades de defensa por el abandono estatal. La decisión política de retomar estos caminos, con una visión de largo plazo, vuelve a instalar a la Argentina como un actor serio y comprometido con la protección de su soberanía en el siglo XXI.
Desde el Ministerio de Defensa subrayaron que se trata de “un paso firme hacia el fortalecimiento de una industria nacional de defensa moderna, eficiente y autónoma”. El proyecto, de base científica y tecnológica, también abre nuevas puertas a colaboraciones internacionales y al desarrollo dual con aplicaciones civiles, particularmente en áreas como monitoreo ambiental, meteorología y comunicaciones.
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