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Economía

Histórico: el precio del petróleo cerró en valores negativos, pero ¿qué pasó?

Debido a la baja demanda, el almacenaje del barril de crudo llegó a su máxima capacidad y se hizo más barato para las compañías pagar para desechar el petróleo que cumplir los contratos de compra, lo que se tradujo en un valor negativo en su cotización del índice WTI.

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En lo que fue una jornada histórica no sólo
para aquellos poseedores de futuros, sino para el sistema financiero mundial: el precio del barril de petróleo, según el índice WTI, cerró por debajo del cero, lo que significa que los comerciantes de este tipo de crudo pagaron para vender los barriles.
En el día de la fecha, el barril de crudo WTI cerró el mes de contratos para abril con un valor de -14 dólares y se esperan valores negativos en torno a los 1,22 dólares para los contratos de mayo, aunque repuntaría al positivo en junio con valores de hasta 20 dólares.

En el marco de los acuerdos petroleros realizados hace unos días por la OPEP de reducción de producción para, justamente, subir el precio del barril de petróleo, surge un gran interrogante, ¿se volvieron todos locos?
Varios economistas y asesores financieros
consideran que se está frente a uno de los contango más grandes de la
historia
. El término refiere a la situación donde el precio futuro de un
commodity, en este caso el petróleo, es mayor al precio actual. Varios consideran que la brecha jamás
había sido tan amplia y que es, sin duda, una situación extraordinaria. 
Más aún, teniendo
en cuenta que se venía de un contexto de lo que es denominado backwardation, cuyo significado es el opuesto al contango, esperando para el futuro precios
menores, como venía ocurriendo en el mercado. 
En otras palabras, los futuros de petróleo venían derrumbándose y, al tocar el cero, ahora no paran de subir. Esta situación atípica da un indicio de que estamos ante un punto de inflexión. Sin embargo, la
complejidad del mercado hace que se necesite de una explicación más rigurosa.

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Muchos diarios titularon la situación como un desplome del precio del petróleo justificando que nadie quiere este producto y aludiendo a que ya no vale nada. Esto es totalmente falso, y es una demostración más de la manipulación de la información de algunos medios de comunicación.

Lo que derrumbó el precio del petróleo este 20 de abril no tiene nada que ver con su valor, sino con la capacidad de su almacenamiento en Estados Unidos
Esta clase de mercados suele funcionar por especulación y estimaciones, y muchos inversores jugaron con el cambio de la curva futura de backwardation a contango que explicamos como la espera a recibir (en el  futuro) un valor mayor por los barriles comprados en el presente. Las grandes operaciones que determinan el precio del barril son financieras y compran y venden sin jamás tener que recibir físicamente los barriles
Gracias al virus chino, la distribución del petróleo está casi totalmente frenada y llegó el fatídico día en la que el almacenaje de estos barriles que nadie quiere recibir saturó los espacios físicos donde se guardan
¿Eso quiere decir que no hay un solo almacén libre en todo EE.UU. donde guardar el petróleo? La respuesta es muy sorprendente para los que no están familiarizados con este mercado: para este tipo de petróleo, conocido como WTI, el almacenaje está permitido en un sólo lugar del mundo, la localidad de Cushing, Oklahoma. Este lugar es el que está a máxima capacidad.

Tanques de almacenamiento de petróleo WTI en Oklahoma

El otro índice de precios de petróleo, que se usa esencialmente en Europa, el crudo Brent, no depende de este sitio de almacenamiento y, de hecho, tiene una regla mucho más flexible y permite el almacenamiento en muchos lugares distintos. Este barril cotizó alrededor de los 26 dólares, un panorama muy distinto al del barril WTI, marcando la pauta de que este desplome casi en su totalidad como una justificación por un problema de almacenaje. Sin embargo, los vencimientos del Brent en las próximas semanas y una saturación del WTI pueden generar un desplome parecido.

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La mayoría de los tenedores de futuros del mercado de petróleo son en general fondos que operan para grandes compañías petroleras o aerolíneas. Estas últimas semanas, la demanda de petróleo fue casi cero, por lo que los stocks de las compañías se encuentran al máximo y no pueden recibir los nuevos barriles comprados por contratos firmados antes de que estallara la pandemia.

Todos estos contratos contaban con fecha de cierre el 21 de abril (este martes), por lo que no había más tiempo para negociarlos, ya que a partir del martes comenzaban a negociarse con cierre 19 de mayo. Esto llevó a que los fondos, a riesgo de tener que hacerse cargo del delivery y el almacenamiento extra de los barriles, salieron a venderlos a precios irrisoriamente bajos. 
Tanto fue así que, al final del día, terminó siendo financieramente más barato pagar para que otro se lleve tus barriles que tener que desembolsar grandes cantidades de dinero en traslados y almacenamientos extra. En otras palabras, no teniendo dónde almacenar los barriles, y queriendo desecharlos, sus dueños han estado pagando para sacárselos de encima.
El mercado de futuros, de por sí, es un negocio de riesgo, y más aún en el contexto en que se encuentra el mundo hoy con la expansión del coronavirus y la incertidumbre del futuro de la economía global. Con una tasa de interés cercana al 0% o negativa, nos encontramos en una realidad muy particular.

Vaca Muerta, última esperanza de YPF antes de la quiebra

En lo que respecta a la situación de Argentina, un país que en los últimos años ha basado su matriz económica fuertemente en la explotación y comercialización del petróleo, las
acciones de YPF bajaron más del 4%, ubicándose por debajo de los $400, y tan sólo 3,77 dólares en la bolsa nortemaericana.
YPF, luego de esta caída, ahora vale poco más de 1.000 millones de dólares, encontrándose muy por debajo
de los 5.000 millones de dólares que pagó el gobierno de Cristina Fernández por sólo el 50% de la empresa, de la mano del entonces ministro de Economía, Axel Kicilloff, allá por
2014, en lo que pudo haber sido uno de las peores compras de la historia
.

Mientras muchos ven esta realidad como un nuevo normal, la única certeza es que la demanda mundial de petróleo está por el piso por la cuarentena mundial que se está realizando para detener el contagio del coronavirus. Millones de viajes en avión suspendidos, miles de millones de autos frenados y sin uso, y barcos detenidos en todo el mundo han dejado prácticamente sin uso al petróleo que, hasta hace unos meses, era uno de los principales motores de la economía mundial. Cuando termine la pandemia, y lentamente el nivel de actividad se restablezca, el precio del barril volverá a la normalidad, aunque probablemente deje cientos de empresas petroleras quebradas en el camino.
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Economía

El Presidente Biden anunció una nueva guerra comercial contra China: Se establecieron aranceles de entre el 25% y el 100%

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Biden desató una agresiva impronta arancelaria contra China como no se veía desde el año 2019. Se espera una pronta respuesta arancelaria por parte del régimen de Xi Jinping, desatando así una nueva guerra comercial que repercutirá a nivel global.

En medio de la campaña electoral, y viéndose superado por las principales encuestas frente a su contrincante republicano Donald Trump, el Presidente Joe Biden anunció una oleada de represalias arancelarias en contra de las importaciones provenientes de China, muchas de las cuales afectan a sectores especialmente dinámicos y competitivos.

Biden tomó la decisión de establecer recargos drásticamente más elevados en comparación a los que había establecido su predecesor entre 2018 y 2019, pero con una lógica sustancialmente diferente: esta vez se pretende articular una protección de carácter permanente, y los aranceles ya no se ven inmiscuidos como una mera regla de negociación para que China profundice la desregulación sobre su mercado de divisas.

El Presidente Biden anunció una impronta abiertamente proteccionista, y los principales damnificados de esta política serán los propios consumidores estadounidenses que deberán enfrentarse a precios y costos más elevados. Se anunciaron las siguientes disposiciones contra las importaciones chinas:

  • Arancel del 25% sobre el acero y el aluminio
  • Arancel del 50% sobre semiconductores y paneles solares
  • Arancel del 100% sobre los vehículos eléctricos

Los aranceles anunciados protegerán a la industria estadounidense frente a la competencia china, en detrimento de la calidad de sus productos y del poder adquisitivo de los consumidores locales. Muchas enfrentas enfrentarán un gran aumento de costos que sin lugar a dudas será trasladado al bolsillo del consumidor.

También constituye un fuerte desaliento para la inversión extranjera directa de largo plazo, ya que la constante alteración de las reglas de juego generan un clima de inestabilidad que hace imposible la previsión.

Pero incluso a pesar de los evidentes daños generados para los consumidores, los beneficios para la industria estadounidense podrían verse diluídos rápidamente, tan pronto como aparecieron en primer lugar.

Dado el gran tamaño de la economía estadounidense, resulta factible que la aplicación de aranceles puntales revitalicen frente a su par asiático. Sin embargo, es casi un hecho el régimen chino adoptará medidas arancelarias de represalia en la dirección opuesta, desatando una nueva y agresiva guerra comercial.

En caso de que esto ocurra, y con toda seguridad resulta el escenario más probable, entonces quedarían erradicadas todas las ganancias de competitividad que pudiera tener Estados Unidos frente a China. 

El resultado de equilibrio podría traer aparejado un nivel más alto de precios internos tanto en China como en Estados Unidos, pero ninguna ganancia de competitividad para ninguno de los dos países debido a que la relación entre aranceles permanecería relativamente constante.

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Colapsa la inflación a un dígito: La suba de precios fue de 8,8% mientras que la núcleo fue de 6,3%, lo valores más bajos en casi un año

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La mayor parte de los aumentos se observaron en los bienes y servicios regulados, como resultado de una necesaria corrección de precios relativos que había postergado el Gobierno anterior.

El INDEC informó que la tasa de inflación minorista correspondiente al mes de abril finalizó en torno al 8,8% con respecto a marzo, marcando así el cuarto descenso consecutivo de la variación de precios. La cifra anunciada se encontró en línea con lo esperado por la mayoría de las consultoras privadas del país.

La tasa de inflación interanual alcanzó el 289,4% frente al mismo mes del año pasado, y se espera que pueda comenzar a bajar a partir del dato del mes de mayo debido al efecto de arrastre estadístico que se acumula desde el salto de diciembre.

La variación mensual más importante se registró sobre las tarifas de servicios públicos, como parte de una necesaria corrección de precios relativos. Los precios de la vivienda y los servicios de agua, electricidad, gas y combustibles aumentaron en un promedio de 35,6% en abril, más de cuatro veces la tasa de inflación general del mes.

Asimismo, el precio de los alimentos y bebidas no alcohólicas subió en un promedio del 6%, por debajo de la inflación general. Esto anticipa una cierta recomposición de ingresos, que ya habría comenzado en febrero según los datos de remuneraciones aglutinados en el SIPA.

La tasa de inflación para aquellos bienes y servicios estrictamente regulados fue del 18,4%, como resultado del proceso de sinceramiento que se atraviesa desde el 10 de diciembre. El verdadero resultado de la política fiscal y monetaria se corresponde con el fuerte descenso de la inflación núcleo, que fue del 6,3% en abril y se anotó la variación más baja en 15 meses

La tasa de inflación núcleo, que elimina el impacto de los precios de las tarifas públicas y los bienes con comportamiento estacional, había alcanzado el 28,3% al cierre de diciembre, y desde enero comenzó un fuerte proceso de reducción a la par del ajuste fiscal y monetario.

Asimismo, los precios mayoristas relevados en el IPIM del INDEC llegaron a aumentar hasta un 54,3% en diciembre (prácticamente una hiperinflación de manual), y esta variación se redujo drásticamente 5,4% al término de marzo

La política económica que lleva adelante el oficialismo impactó primero en el tipo de cambio, más tarde en los precios mayoristas y luego en los minoristas. Se espera que el último eslabón en reaccionar a la desinflación sean precisamente los salarios, con lo cual podría registrarse un proceso de recomposición en el poder de compra conforme baje la inflación en los próximos meses.

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Economía

El Banco Central encontró pérdidas adicionales por US$ 45.000 millones de dólares que el kirchnerismo había dejado escondidas

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Se trata de la valuación de las Letras Intransferibles deliberadamente encajadas al Tesoro computando valores ficticios y artificiales, una maniobra iniciada durante la gestión del expresidente Kirchner pero que profundizó Massa en su paso como Ministro de Economía. 

Tras años de maquillaje en las estadísticas del Banco Central, el presidente Santiago Bausili al frente de la institución decidió llevar a cabo un sinceramiento monetario para mostrar el verdadero resultado del balance según las normas contables vigentes.

De acuerdo a las correcciones exhaustivas llevadas a cabo, el BCRA sumó un quebranto a su balance de por lo menos US$ 45.000 millones como resultado de las pésimas administraciones kirchneristas en los últimos 20 años.

Este resultado se debe a la valuación de las Letras Intransferibles que el Tesoro utilizó para hacerse de las divisas en el BCRA en la gestión del expresidente Néstor Kirchner, práctica que se continuó desde el año 2007.

Estos instrumentos se utilizaron para canjear deliberadamente las reservas del Central a cambio de un papel sin mayor importancia y meramente ceremonial en los asientos contables, una práctica que impulsó el entonces ministro de Economía Sergio Massa a todo vapor.

“El principal impacto de esta adecuación se observa en los criterios de valuación de las Letras Intransferibles y Otras Letras del Tesoro Nacional en dólares estadounidenses, así como de los Adelantos Transitorios al Gobierno Nacional”, resalta el comunicado de la autoridad monetaria.

Se calcula que la verdadera valuación de las Letras Intransferibles es hasta un 60% inferior al resultado que hasta ahora se contemplaba en la hoja de balance del BCRA, y como resultado se obtiene el “costo de sinceramiento” por la suma equivalente a los US$ 45.000 millones de dólares respectivamente.

Asimismo, la administración de Bausili dispuso de un nuevo cambio en el funcionamiento de la institución y su comportamiento con respecto al Tesoro: se detendrá abruptamente el envío de transferencias de utilidades al Tesoro Nacional, ya que estas simplemente constituían un artilugio contable que escondía la monetización del déficit fiscal.

Lo que ocurría anteriormente es que el Banco Central reportaba supuestas “ganancias” por la mera tenencia de divisas en su poder, ya que estas se veían revaluadas en pesos con cada devaluación ejecutada sobre el cambio oficial. Pero estas ganancias fueron meramente contables, jamás existieron y no se explicaron por la propia operativa del banco.

Desde el 10 de diciembre del año pasado el BCRA también abortó cualquier tipo de transferencia por concepto de Adelantos Transitorios, la principal fuente de monetización fiscal por vía directa. Son pasos necesarios para 

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