
Milei presenta a la Argentina como un caso de negocios en el AmCham Summit 2025
El Presidente destacó la importancia del capital humano, las reformas estructurales como pilares del crecimiento.
En el marco del AmCham Summit 2025, el presidente Javier Milei brindó un extenso y técnico discurso en el que presentó a la Argentina como un excelente caso de negocios para los inversores. Apoyándose en un sólido marco teórico de economía del crecimiento, Milei articuló una narrativa que enlaza el progreso económico con la acumulación de capital humano, la desregulación, el respeto por los derechos de propiedad y el ahorro como base para la inversión sostenible.
El tono del discurso fue académico, recorriendo hitos fundamentales en la evolución del pensamiento económico. Desde las primeras formulaciones de Adam Smith sobre la riqueza de las naciones, pasando por los aportes de Robert Solow, Gary Becker, Hirofumi Uzawa, Paul Romer y Robert Lucas Jr., el mandatario trazó una genealogía del crecimiento económico cuyo punto de llegada es la Argentina actual bajo su gestión.

Uno de los ejes más destacados fue el planteo de Milei sobre la relación entre capital humano y crecimiento. Al respecto, defendió la creación del Ministerio de Capital Humano como una innovación institucional que anticipaba los desafíos del desarrollo. En sus palabras, el capital humano se divide en dos dimensiones: la primera generación, vinculada a la alimentación y la salud; y la segunda, centrada en la educación y la inserción laboral. Esta estructura, explicó, permite abordar integralmente los determinantes estructurales del crecimiento económico, promoviendo una mejora sostenida en la productividad del trabajo.
Reformas estructurales y desregulación: el motor de los rendimientos crecientes
Otro de los puntos centrales del discurso fue la defensa del proceso de desregulación. Milei identificó a la regulación excesiva como un obstáculo directo al crecimiento, señalando que interfiere negativamente en la expansión de la productividad a través de la división del trabajo, una noción desarrollada originalmente por Adam Smith. En ese sentido, consideró que el Ministerio de Desregulación y Transformación del Estado, liderado por Federico Sturzenegger, cumple un rol central en esta etapa de reformas.
Con énfasis cuantitativo, el presidente comparó el volumen reformista de su gobierno con el de los años noventa, afirmando que en 500 días se han implementado más de 2.000 reformas, cifra que multiplica por veinte los cambios llevados a cabo durante toda la gestión de Carlos Menem. “Estamos desarmando estructuras regulatorias que ahogaban el crecimiento y promoviendo condiciones para la expansión sostenida del capital”, afirmó.

En línea con su crítica a la ortodoxia neoclásica, Milei cuestionó la rigidez de modelos económicos que priorizan la consistencia matemática por encima de la evidencia empírica. Para él, los “fallos de mercado” son muchas veces fallos del modelo, no de la realidad. Esta crítica fue utilizada como argumento para justificar una política económica orientada a resultados observables más que a coherencias teóricas abstractas.
Inversión, ahorro y defensa de la propiedad: los pilares de una economía abierta
Milei remarcó que el crecimiento económico no se genera por el consumo, sino por la inversión, la cual depende del ahorro previo. Esto implica, según su visión, la necesidad de garantizar condiciones institucionales robustas que protejan la propiedad privada, ya que solo así se puede incentivar el ahorro y, en consecuencia, el financiamiento de nuevas inversiones. En esa línea, presentó al Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI) como una herramienta concreta para brindar seguridad jurídica a inversores extranjeros y locales.
Uno de los anuncios más relevantes de la jornada fue la confirmación del ingreso de una empresa minera al RIGI por un monto de 2.000 millones de dólares, validando la efectividad del esquema. Destacó que el RIGI permite cuantificar el impacto de eventuales subas de impuestos o nuevas regulaciones, facilitando el arbitraje internacional ante cualquier afectación de la ecuación económica-financiera del proyecto. Además, se habilita la selección y reemplazo de árbitros internacionales, y se ha creado un tribunal local específico para tratar estos litigios.

Este mecanismo, aseguró Milei, permite a los inversores tener previsibilidad y garantías sobre sus flujos de fondos, lo que constituye una condición necesaria para que la Argentina sea vista como un destino confiable para grandes capitales.
Con un discurso marcado por una fuerte impronta teórica y técnica, Javier Milei buscó mostrar que las reformas de su gobierno no son improvisadas, sino que responden a una estrategia consistente basada en literatura económica y evidencia histórica. Desde el capital humano hasta la desregulación, pasando por la inversión protegida por el RIGI, el presidente delineó un proyecto de país enfocado en el crecimiento económico a largo plazo. El mensaje, dirigido tanto a empresarios como a economistas, tuvo como objetivo reposicionar a la Argentina dentro del radar global de las oportunidades de negocio.
Más noticias: