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POLÍTICA

El asambleísta Sergio Peña advirtió que el correísmo podría extinguirse como el PRE

Peña denunció imposiciones y falta de renovación en la Revolución Ciudadana tras su expulsión

El asambleísta Sergio Peña fue reubicado este 30 de mayo de 2025 en el Pleno, lejos de sus antiguos compañeros de la Revolución Ciudadana. Su nueva curul se situó cerca del bloque de Acción Democrática Nacional, marcando así su ruptura definitiva con el movimiento liderado por Rafael Correa. Esta acción ocurrió durante el primer debate de la ley económica urgente contra economías criminales, propuesta por el presidente Daniel Noboa.

Peña fue claro en su crítica: “Si no hay recambio en el correísmo, le pasará lo mismo que al PRE”, dijo al comparar a la RC con el extinto Partido Roldosista Ecuatoriano. Según él, la organización se encuentra dominada por tres o cuatro figuras que toman todas las decisiones. Estas declaraciones llegan después de ser expulsado por haber votado a favor del informe preliminar de la ley enviada por el Ejecutivo.

En sus declaraciones, Peña señaló directamente a la excandidata presidencial Luisa González y a la presidenta de la Comisión de la Niñez, Viviana Veloz, acusándolas de querer imponer su voluntad sobre los demás legisladores. Citó un episodio en el que Veloz, al enterarse de que Peña sería propuesto para el Consejo de Administración Legislativa, afirmó: “Si no voy yo, no va nadie”.

Además, lamentó que el correísmo no lo respaldara para integrar ni el CAL ni el Comité de Ética. Curiosamente, alcanzó este último puesto con votos de ADN, Pachakutik e independientes, evidenciando una nueva correlación de fuerzas dentro del Legislativo. Peña también afirmó que otros legisladores correístas habrían mostrado molestias similares, aunque no se atreven a hablar públicamente.

Hombre con barba y gafas sentado en una reunión, vistiendo saco azul y rodeado de otras personas
El asambleísta Sergio Peña | La Derecha Diario

Peña declaró: “Me voy decepcionado porque pensé que todas esas leyendas urbanas de que aunque pegue o mate igual le apoyan eran mentira”. Para él, la concentración de poder en pocas manos mina la legitimidad interna del bloque. Su discurso refuerza una narrativa que ya empieza a surgir entre exmilitantes del correísmo: la falta de democracia interna y la incapacidad para tolerar el disenso.

El asambleísta también explicó su voto favorable al primer informe de la Ley de Economías Criminales, impulsada por el Ejecutivo. Aseguró que sus observaciones fueron escuchadas en la Comisión de Desarrollo Económico, pero advirtió que eso no implica un cheque en blanco. Si no se introducen mejoras en el segundo debate, votará en contra.

La postura crítica de Peña no solo tensiona al bloque de la Revolución Ciudadana, sino que visibiliza un patrón de deterioro político en estructuras que no se adaptan. La ausencia de renovación y la concentración del poder en figuras repetidas acentúan la fragilidad de los movimientos personalistas, como ya ocurrió con el PRE o el mismo Partido Social Cristiano en décadas anteriores.

La expulsión de Sergio Peña y sus posteriores declaraciones revelan una fractura profunda en la Revolución Ciudadana. Su denuncia de autoritarismo interno, sumado al llamado a renovar liderazgos, evidencia una creciente desconexión entre las bases y quienes hoy controlan el movimiento. Si el correísmo no afronta estos cuestionamientos, corre el riesgo de repetir el destino de partidos que desaparecieron por negarse a evolucionar.

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