El esperado lanzamiento de la expansión Saber marino y celeste en Pokémon TCG Pocket se vio sacudido por una polémica inesperada: dos de sus cartas más valiosas, Ho-Oh y Lugia en versión inmersiva, fueron retiradas temporalmente del juego tras descubrirse que su arte habría sido plagiado de un fan art publicado en 2021.
Según anunció oficialmente The Pokémon Company, el artista responsable habría copiado elementos clave del trabajo de un fan conocido como Ianjiujiu, cuya ilustración de Ho-Oh guarda una llamativa similitud con la que se usó en la carta del juego. La perspectiva, proporciones y forma de las alas coinciden de forma casi exacta, lo que desató la rápida intervención de la compañía.
Cartas inmersivas suspendidas y nuevo arte en camino
Escándalo: Pokémon TCG Pocket elimina cartas de Ho-Oh y Lugia por denuncias de plagio | La Derecha Diario
Las cartas inmersivas son uno de los principales atractivos visuales del juego: permiten una experiencia interactiva en la que el usuario se “adentra” en la ilustración animada del Pokémon. Sin embargo, en esta expansión, tanto Ho-Oh como Lugia fueron retirados parcialmente y reemplazados por un marcador temporal con la leyenda "new art coming soon".
De este modo, quienes obtienen estas cartas no las pierden, pero sí deben esperar hasta que se rediseñe el arte oficial. La respuesta rápida de la desarrolladora fue bien recibida por la comunidad, que valora tanto la transparencia como el compromiso con la integridad del contenido.
Un episodio llamativo pero controlado
Escándalo: Pokémon TCG Pocket elimina cartas de Ho-Oh y Lugia por denuncias de plagio | La Derecha Diario
Pese al revuelo inicial, la empresa actuó con agilidad, dejando claro que no tolera prácticas inapropiadas en el proceso de diseño. Si bien el episodio representa un revés para el debut de la expansión, la situación parece estar encaminada a resolverse sin consecuencias mayores para los jugadores.
La comunidad, por su parte, ya convirtió estas cartas en objetos de colección por su carácter “provisional”, mientras espera el nuevo arte oficial. En tanto, el caso reabre el debate sobre el uso indebido de contenidos fan-made en producciones comerciales y el control de calidad en las colaboraciones con artistas externos.