
Polémica en Borderlands: acusan a Take-Two de violar la privacidad de los jugadores
La polémica no tardó en derivar en campañas de “review bombing”. Los detalles detrás de la polémica.
La reconocida franquicia Borderlands atraviesa un momento delicado. A pocos meses del esperado lanzamiento de Borderlands 4, los jugadores expresaron su malestar ante la reciente actualización del Acuerdo de Licencia de Usuario Final (ALUF) publicado por Take-Two Interactive, empresa matriz de la saga.
La controversia desatada gira en torno a presuntas cláusulas invasivas vinculadas a la recolección de datos personales, lo que generó una fuerte respuesta por parte de la comunidad.
Aumento de críticas y rechazo en Steam
Desde que se conocieron los cambios, las reseñas negativas en las páginas de Steam de los títulos de Borderlands se multiplicaron. Los jugadores acusan a Take-Two de incluir cláusulas ambiguas que podrían permitir la recopilación de datos sensibles, como nombres de usuario, contraseñas e información personal, con la excusa de implementar sistemas “anti-trampas”.

“Este tipo de medidas exceden cualquier lógica de protección del juego. Se sienten más como un pretexto para vulnerar la privacidad que como una herramienta técnica legítima”, comentó un usuario de Reddit.
La polémica no tardó en derivar en campañas de “review bombing”, una práctica cada vez más común en el ecosistema digital, donde los usuarios utilizan las reseñas masivas como forma de protesta.
Voces a favor y en contra dentro de la comunidad
No todos los fans comparten el mismo nivel de alarma. Algunos jugadores señalaron en foros especializados que las nuevas condiciones no difieren tanto de acuerdos anteriores, aunque reconocen que la falta de claridad genera incertidumbre. “Lo preocupante es la forma en que se comunican estas políticas. No se trata solo de lo que dicen, sino de lo que podrían permitir entre líneas”, sostuvo un streamer habitual de la saga.

Debate más allá del juego: ética y confianza
Lo que está en juego, según buena parte de la comunidad, va más allá del contenido de un acuerdo legal. La discusión sobre la ética de las grandes desarrolladoras y su respeto por los datos personales se vuelve cada vez más relevante. “No queremos renunciar a nuestras aventuras en Borderlands, pero tampoco a nuestros derechos digitales”, escribió otro fan en X (ex Twitter).
La controversia pone presión sobre Take-Two Interactive, que deberá definir si ajusta su política para recuperar la confianza perdida. Mientras tanto, el futuro de Borderlands 4 se encuentra condicionado no solo por su jugabilidad, sino por la capacidad de la empresa para ofrecer transparencia y garantías a sus usuarios.
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