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Alemania

Masivo tractorazo en Alemania: El campo reclama baja de impuestos rurales al Gobierno socialista de Olaf Scholz

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Negado a bajar el gasto público, el canciller Scholz anunció un masivo impuestazo al campo que implica impuestos al diésel de los tractores, aranceles a la maquinaria agrícola y el fin del programa de subsidios de la Unión Europea.

Los productores rurales lanzaron este lunes un nuevo tractorazo masivo en Alemania, bloqueando las principales rutas del país en protesta reclamando una rebaja de los impuestos al campo, al combustible y a la maquinaria agrícola, además de rechazar los recortes de subsidios que anunció el Gobierno socialista del canciller Olaf Scholz.

La suba de impuestos rurales y los recortes de subsidios fueron diseñados por el Gobierno para solucionar la crisis presupuestaria, después de que un tribunal dictaminara que el presupuesto del gobierno para 2024 excedía el límite legal de endeudamiento y lo declaró inconstitucional.

Pero en vez de bajar el gasto público, la coalición que reúne al Partido Socialdemócrata (PSD), al Partido Verde (Grune) y al Partido Liberal (FDP) decidió meter una serie de impuestazos al campo mientras se le quitan los pocos beneficios que se le dieron en los últimos años.

Desde la semana pasada que más de 500 tractores y camiones están llevando a cabo una huelga junto a la Puerta de Brandenburgo de Berlín, y este fin de semana parecía que se había llegado a un acuerdo, pero finalmente se cayeron las negociaciones y este lunes el campo lanzó bloqueos en Baden-Württemberg, Renania del Norte-Westfalia, Sajonia y Baviera.

El sector rural tiene el respaldo del partido de derecha, Alternativa por Alemania (AfD), que ha empezado a crecer en las encuestas y ya sondea en el primer lugar para las elecciones del 2025, aunque si las protestas continúan, la coalición de gobierno podría romperse y necesitando llamar a elecciones anticipadas.

Los agricultores están enfurecidos y la Asociación de Granjeros Alemanes (DBV), ha dicho que a esta altura no va a aceptar cualquier otra propuesta que no descarte todos los planes para ajustar el presupuesto que incluye al campo.

"De lo contrario, se pone en peligro el suministro de alimentos de alta calidad", advirtió el director del DBV, Joachim Rukwied, en una entrevista radiofónica. Por su parte, la ministra del Interior, Nancy Faeser, advirtió que impedir que la gente vaya al trabajo, a la escuela o al médico "causará ira y desacuerdo".

El fallido gobierno de Scholz no consiguió que el Parlamento le aprobara una extensión del límite de deuda del Poder Ejecutivo, que a su vez viola las Reglas de Maastricht de la Unión Europea, y ha estado luchando desde noviembre para tapar un agujero negro financiero de decenas de miles de millones de euros.

Si bien la coalición de Gobierno está integrada por miembros del Partido Liberal (FDP), que proponen un fuerte ajuste del sector público, la cartera de Economía está ocupada actualmente por Robert Habeck, presidente del Partido Verde y quien asegura que el ajuste del presupuesto debe recaer en los segmentos de la economía que más contaminan; entre ellos, el sector rural.

De esta manera, propuso poner fin a las exenciones fiscales para los agricultores sobre el diésel de los tractores, impulsar un impuesto general a la maquinaria agrícola y retirar los subsidios "CAP" (Política Agrícola Común) que la Unión Europea le entrega al campo.

La líder de AfD, Alice Weidel, afirmó que toda la situación demuestra la ineficiencia del Gobierno en converger ideas socialistas, ecologistas y liberales en lo que se conoce como el "Gobierno Frankestein" o "Gobierno Semáforo", por los colores de los tres partidos.

Las elecciones regionales que se celebrarán a finales de este año demostrarán ser cruciales, y podrían llevar a tres triunfos históricos de la AfD en los estados del este –Sajonia, Brandeburgo y Turingia– donde la formación de derecha podría dar su puntapié para forzar elecciones nacionales anticipadas.

Alemania

En el aniversario de su muerte, el pasado oscuro, violento y acomodado del padre del comunismo, Karl Marx

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Desde su turbulenta juventud hasta su legado de opresión y violencia, las ideas de Marx sembraron el caos y la miseria en nombre de la igualdad, dejando un rastro de destrucción a su paso.

Un 14 de marzo de 1883 fallecía el periodista y filósofo alemán Karl Marx. Moría prácticamente desconocido si se compara su fama en aquél entonces con el renombre que tiene hoy en día. Moría odiado por su familia, pelado a muerte con su amigo más cercano, y dejando un legado que llevaría a la muerte de más de 1.000 millones de seres humanos.

Los que reflotaron las ideas de Marx en la otra punta del continente casi medio siglo después, se aseguraron de ocultar un pasado oscuro pasado plagado de contradicciones y excesos que desafían su propia doctrina.

Desde sus días de estudiante hasta sus tumultuosos años de matrimonio, Marx se sumergió en una vida de derroche, escándalos y deslealtades, desafiando su imagen de líder proletario que posteriormente se quiso dar.

En su juventud, lejos de dedicarse al estudio, Marx frecuentaba tabernas y burdeles, desatando la ira de las autoridades universitarias. Su expulsión de la Universidad de Bonn por "desorden nocturno en la vía pública y embriaguez" solo era el comienzo de una vida marcada por la indisciplina y el desenfreno, de una persona que nunca tendría un trabajo en toda su vida.

A pesar de provenir de una familia acomodada, Marx derrochaba el dinero de sus padres que le enviaban para su manutención, incluso excediendo el gasto de jóvenes millonarios de su época. Sus desmesuradas deudas y sus escandalosos excesos, como encarcelamientos por alborotos y duelos, pintan un retrato muy distinto del supuesto líder proletario que proclamaba luchar contra la opresión económica.

El posterior matrimonio con Jenny von Westphalen, una aristócrata que sacrificó para estar con él, no detuvo sus derroches. Marx no dudó en exigirle a su esposa que pagara sus deudas de juventud, mientras dilapidaba la dote matrimonial en noches de desenfreno.

Como nunca trabajó en su vida, ya entrado en su madurez, Marx dependía de la generosidad de amigos como Friedrich Engels para mantener su lujoso estilo de vida, mientras su familia luchaba por sobrevivir en Londres, con quienes no compartía una sola moneda.

Mientras escribía el Manifiesto Comunista, y llamaba a todas las clases oprimidas del mundo a rebelarse, Marx mantenía una criada sin remuneración, a quien explotaba tanto laboral como sexualmente.

Helene Demuth, la criada de toda su vida, soportaba las tareas domésticas y la crianza de sus hijos sin recibir salario alguno. Además, Marx mantuvo una relación extramatrimonial con ella, incluso llegando a engendrar un hijo que atribuyó falsamente a Engels, su amigo, coautor y benefactor.

Las sombras de Marx también oscurecen su legado familiar. De sus siete hijos, solo tres sobrevivieron la niñez. A pesar de que tenía el dinero que le daba su familia y amigos, Marz descuidaba de ellos y no les daba alimentos como correspondía para que mantengan buena salud.

Dos de los que llegaron a la adultez, terminaron sus vidas trágicamente por razones relacionadas con la desesperación y la traición. Laura Marx y su esposo, Paul Lafargue, pactaron un suicidio que llevaron a cabo cuando su salud empeoró, mientras que Eleanor Marx se envenenó al descubrir la infidelidad de su compañero. Estos trágicos eventos revelan la dura crianza que tuvieron, y el despiado de un hombre que predicaba la solidaridad y la igualdad, pero que no lo aplicaba en su propio hogar.

Detrás del ícono revolucionario se esconde un hombre marcado por sus propias contradicciones y una vida plagada de egoísmo, deslealtad y desenfreno, despojando su legado de cualquier aura de virtud o justicia. Al igual que su ideología, que deshumaniza al hombre y está plagada de contradicciones, la vida de Marx es un fiel reflejo de lo que profesa el comunismo.

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Alemania

Fronteras abiertas en acción: Murió el joven de 16 años que sufrió una golpiza de una pandilla de árabes en Alemania

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Ocurrió en la ciudad de Meinerzhagen, en la región de Renania del Norte-Westfalia. El tranquilo pueblo sureño se ha convertido en un punto caliente de pandillas de origen árabe que ingresaron al país como refugiados.

El pasado 30 de enero, las políticas de fronteras abiertas y multiculturalismo de la Unión Europea se cobraron una nueva víctima. Una pandilla de inmigrantes árabes se enfrentó con armas blancas contra una banda de ucranianos en un parque de skate en Meinerzhagen, en la región de Renania del Norte-Westfalia.

Del lado de los árabes había alrededor de 15 jóvenes pandilleros, y del lado de los ucranianos, unos 8. En el medio del enfrentamiento quedó un adolescente de 16 años, de nombre Filipp, que al verse en el medio del choque intentó frenar la pelea, pero solo empeoró la situación.

Su hermano, de nombre Wilhelm, contó al medio FDS que "Filipp intervino para interrumpir la pelea. Los árabes primero le golpearon en la cara. Cuando estaba en el suelo, continuaron golpeándolo. Luego los ucranianos lo apuñalaron. Temo que estos matones queden impunes porque se supone que todos son menores".

Después de la paliza, los matones huyeron, dejando a Filipp con heridas que resultaron en su muerte. El joven de 16 años fue trasladado a un hospital, donde los médicos diagnosticaron que el niño tenía muerte cerebral como resultado de la golpiza.

"El daño físico sufrido por el niño como resultado del ataque fue demasiado severo. Todas las esperanzas y temores de su familia fueron en vano", dijeron desde el hospital. Finalmente, a las 13:40 horas del pasado 9 de febrero, los médicos apagaron los dispositivos a petición de la familia, después de más de una semana en terapia intensiva.

La policía inició una investigación después de la pelea, identificó a varios de los sospechosos, registró sus casas y confiscó sus teléfonos móviles. Todos son de origen árabe, sea ingresados desde el norte de África o Medio Oriente en los últimos años, o hijos de inmigrantes.

No es la primera disputa de este tipo en el parque de skate: hace casi seis meses, otro adolescente de 16 años fue apuñalado y gravemente herido tras una discusión con dos jóvenes, también de origen árabe y miembro de las pandillas que controlan la zona, aunque tuvo la suerte de sobrevivir el ataque.

Carsten Stahl, experto en bullying y quien viene siguiendo de cerca la escalada en la violencia por parte de los inmigrantes árabes, aseguró que una tragedia así estaba al caer: “A Filipp le pasó lo que temía durante años. Los jóvenes se están volviendo cada vez más agresivos y habrá más incidentes como este”.

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Alemania

Milei busca con su Ley Bases replicar el milagro alemán, que reformó una economía socialista a la más fuerte de Europa

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Al igual que el liderazgo visionario que transformó Alemania en la primera potencia europea, Javier Milei se presenta como una oportunidad única para Argentina, ofreciendo un camino hacia un ‘milagro económico’ propio, basado en la libertad y la prosperidad.

En el día de la media sanción a la histórica Ley Bases del presidente Javier Milei, urge buscar comparaciones a otros fenómenos mundiales que permitan dar una magnitud de las reformas que se emprenden, y analizar cuáles fueron sus resultados.

Quizás la mejor comparación que se puede hacer, salvando las distancias pero teniendo en cuenta las insólitas similitudes entre ambos casos, es entre la Ley Bases y el milagro económico alemán que impulsaron Konrad Adenauer y Ludwig Erhard en Alemania de la pos guerra.

Es crucial contextualizar los eventos que llevaron a ambos fenómenos. En Alemania, la devastación económica, social y política posterior a la Segunda Guerra Mundial era abrumadora. La miseria, la hambruna y el desempleo eran moneda corriente en un país arrasado por el nazismo.

Sin embargo, un individuo con convicciones firmes y valores decididos decidió realizar un giro total, abrazando las ideas de la libertad. Ludwig Erhard, el padre económico del milagro alemán estudió y adoptó las ideas de Ludwig Von Mises, uno de los mayores referentes económicos de Javier Milei.

Primero como ministro de Economía y luego como canciller, Erhard estuvo al frente de la reforma económica desde 1949 hasta 1966, desempeñando un papel esencial en las decisiones que condujeron al milagro económico alemán.

En su período, tuvo que deshacer décadas de socialismo, tanto de la época de la República de Weimar como de la Alemania Nazi. Erhard introdujo la creencia en la competencia de mercado, la eliminación de controles de precios y la resistencia al déficit público, conceptos que fueron fundamentales en las políticas que transformaron la desolación de la posguerra en un renacimiento económico.

En contraste, en Argentina, a pesar de no haber enfrentado una guerra o dictadura similar a la alemana, las condiciones sociales, económicas y culturales eran sorprendentemente parecidas. Dos décadas de gobiernos kirchneristas y autoritarios dejaron un rastro de desorden, erosionando todo tipo de progreso.

La persistente sombra del kirchnerismo amenazaba con llevar al país a una hiperinflación moderna si el candidato de esta corriente política llegaba al poder. La población se enfrentaba a la realidad de buscar alimentos en la basura, jubilados luchando por conseguir su medicación y una economía devastada debido al fuerte control estatal sobre la vida de los ciudadanos.

Es crucial señalar, a modo de nota de color, que el Plan Marshall de Estados Unidos para Alemania en 1947 fue fundamental para que luego Adenauer y Erhard pudieran tomar las medidas necesarias para cambiar el rumbo del país.

En el caso argentino, la comparación se mantiene, pero esta vez realizada por el ajuste del ministro de Economía, Luis Caputo, que sienta las bases para que, si se aprueba la -valga la redundancia- Ley Bases, el país pueda tener su propio "milagro argentino".

Tanto Adenauer, Erhard y Javier Milei tienen algo en común: son los arquitectos de la reconstrucción de un país destruido, y buscaron sepultar las ideas que llevar a dicho colapso. Erhard era estudioso de las ideas de la libertad, específicamente de la Escuela Austríaca de economía, al igual que el presidente argentino.

El por entonces ministro de Economía alemán, en 1948, envió un paquete de tres leyes fundamentales que impulsaron a Alemania en los años siguientes: se prohibió el déficit público, se eliminaron todos los controles de precios y el sistema de racionamiento, crearon una nueva moneda y pusieron límites a la política monetaria del Banco Central, todo lo mismo que busca hacer la Ley Bases.

En cierto sentido, el presidente Javier Milei, desde antes de asumir la presidencia, ha seguido un enfoque similar: la adopción de un sistema de competencia de monedas que reemplace a un peso destruido, la meta de déficit cero y la posterior eliminación del Banco Central de la República Argentina.

El DNU 70/23 y la ley bases y puntos de partida para la libertad de los argentinos plantean la necesidad de eliminar todas las trabas a la economía argentina, incluyendo desde la liberalización del mercado inmobiliario derogando la ley de alquileres hasta poner fin a los controles de precios y la eliminación de subsidios.

Los números no mienten.

Aunque Argentina aún no ha experimentado su propio milagro económico, la evidencia de Alemania puede servir como ejemplo de lo que podría suceder. Entre junio y diciembre de 1948, la actividad industrial en las tres zonas occidentales experimentó un aumento notable del 50%.

En mayo de 1949, estas tres zonas se unificaron para formar la República Federal de Alemania, conocida como Alemania Occidental, mientras que Alemania Oriental permaneció bajo la influencia soviética y adoptó el nombre de República Democrática de Alemania. Estos dos casos, uno al lado del otro, fueron fundamentales para que Erhard pueda mostrar las diferencias vivamente entre sus resultados, y los resultados opuestos.

El progreso económico continuó gracias a las políticas de libre mercado implementadas por el nuevo gobierno de Alemania Occidental. Ludwig Erhard fue designado Ministro de Asuntos Económicos durante el mandato del Canciller Konrad Adenauer, que abarcó desde 1949 hasta 1963. La economía de Alemania Occidental no solo superó a la de Alemania Oriental, sino que también logró superar a las de Francia y el Reino Unido, a pesar de recibir menos ayuda externa del Plan Marshall.

Este período se conoció como el Wirtschaftswunder o "milagro económico". Entre 1950 y 1960, la producción real de la economía alemana occidental se duplicó, experimentando un crecimiento anual compuesto de casi el 8% durante la década.

Los estudios econométricos que intentaron identificar los diversos factores que contribuyeron a este impresionante desempeño revelaron que no todo se debió al aumento de la fuerza laboral o a mayores flujos de inversión, ni al simple "alcanzar" desde un nivel inicial bajo de producción. Gran parte de este crecimiento se atribuyó a una política económica que liberó las fuerzas productivas, y el resto es historia.

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