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Italia

Giorgia Meloni: Qué piensa la líder de derecha que está a un paso de convertirse en Primera Ministra de Italia

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La diputada de Fratelli d’Italia lidera las encuestas tanto a nivel nacional como dentro de la coalición de derecha que disputará las elecciones el próximo domingo.

“Hoy en día el laicismo de izquierda y el radicalismo islámico amenazan nuestras raíces: frente a este reto no hay mediaciones posibles, o se dice si o se dice no. Sí a la familia natural, no a los lobby LGBT, sí a la identidad sexual, no a la ideología de género, sí a la cultura de la vida, no al abismo de la muerte, sí a la universalidad de la cruz, no a la violencia islamista, sí a fronteras seguras, no a la inmigración masiva, sí al trabajo de nuestros ciudadanos, no a las grandes finanzas internacionales, sí a la soberanía de los pueblos, no a los burócratas de Bruselas. Y si a nuestra civilización, y no a quienes quieren destruirlo. Viva la Europa de los patriotas”.   

La mujer que pronunció estas palabras se llama Giorgia Meloni, líder del partido italiano de derecha Fratelli d’Italia, presidente del Partido de los Conservadores y Reformistas Europeos (ECR) en el Parlamento Europeo y la dirigente política con mayor proyección a convertirse en la próxima primera ministra de Italia en las elecciones de este domingo.

Tiene además varios récord en su historial: inició su actividad política en la adolescencia con tan solo 15 años, alegando que las masacres de la mafia en 1992 fueron la chispa de su motivación; a los 27 años fue presidente del movimiento juvenil del partido Alleanza Nazionale, heredero del anterior Movimento Sociale Italiano, primera mujer en ocupar ese cargo; luego, a los 29, fue la diputada más joven de la XV Legislatura y también la vicepresidente de la Cámara de Diputados más joven de la República Italiana y dos años más tarde, con 31, fue la ministra más joven de la historia del país, a cargo del ministerio por la Juventud. Un impresionante currículum de predestinada, sin duda alguna. 

En diciembre de 2012 fundó el partido Fratelli d’Italia ("Hermanos de Italia"), junto a Ignazio La Russa y a Guido Crosetto. Actualmente, ese partido lidera con amplio margen las encuestas previas a las elecciones políticas italianas del 25 de septiembre y, fiel a su trayectoria de marcas extraordinarias, ella se proyecta como la primera mujer en la historia a ocupar el cargo de Primer Ministro de Italia, es decir el jefe del Poder Ejecutivo.

Su partido es parte de la Coalizione di Centro-Destra, formada junto a Forza Italia de Silvio Berlusconi y a la Lega de Matteo Salvini. La coalición de derecha está acreditada de una cómoda mayoría en la próxima legislatura, según todas las encuestas.

Los medios del establishment progresista en todo el mundo, tal como The New York Times, The Washington Post, la BBC, Die Welle, Infobae y tantos otros, lejos de someter a análisis sus proyectos insisten en escracharla y etiquetarla como una fascista, homofóbica, retrógrada, xenófoba y un peligro para la democracia y estabilidad de Europa

Incluso el magnate globalista George Soros, en un artículo para El Pais, publicado en 2020, dijo que su mayor preocupación dentro de “los líderes y movimientos que se oponen a los valores fundamentales de la Unión Europea” era Italia, añadiendo que “la popularidad en declive del líder antieuropeo Matteo Salvini era reemplazada por Giorgia Meloni” a quien describió como más extremista, luego de tildar al húngaro Viktor Orbán y al polaco Jaroslav Karsinsky como sus grandes enemigos.

Los principales medios de comunicación globalistas utilizan la palabra "fascista" para referirse a todas aquellas personas de derecha que, negándose a ser pisoteados por la agenda progresista, combaten políticamente y dentro de los límites de la democracia en defensa de la vida, la libertad y los valores de la comunidad, y como muchos están ganando, recaen en estas palabras despojadas de contenido para difamarlos.

En los últimos años, los gobiernos de izquierda en Italia han seguido políticas alejadas de la voluntad del pueblo, pero esta vez hay una mayoría silenciosa que puede prevalecer. Una mayoría con sentido común que podría convertir al país en la primera nación de Europa Occidental -de las últimas décadas- donde el patriotismo llega al poder y logre revertir el destino de decadencia al cual quieren llegar los gobiernos socialistas

El movimiento conservador en Italia, Europa -y el resto de mundo- ha crecido mucho en el último tiempo, como resultado de un enfoque basado en las necesidades reales de la gente, no en privilegios para una minoría y menos aún en agendas foráneas pertenecientes a organismos supranacionales, los cuales buscan la protección de sus intereses.

Giorgia Meloni propone al conservadurismo como una forma de rebelión al progresismo dominante. El establishment globalista esta aterrorizado, porque no son tontos. Saben perfectamente que si un gobierno patriota italiano alcanzara unos objetivos de mayor empleo, generación de riqueza que derive en una estabilidad económica, seguridad fronteriza, protección de la cultura y sus costumbres, etc. los demás países occidentales copiarían la receta, y de esa forma todos los negociados miserables de la izquierda caerían como un castillo de naipes.

Muchos italianos entienden que ha llegado la hora de que Europa se ponga de pie y recupere el orgullo que la hizo colosal. Solamente el amor a la Patria, a las raíces y costumbres darán el combustible necesario para la batalla que hay que dar.

Ahora bien, ¿cuáles son las ideas y propuestas de Meloni? De su discurso en Andalucia, que dio en español en el marco de un evento organizado por VOX, podemos extraer varios conceptos:

Si bien es consciente de que la dependencia energética de Italia es dramática, también sabe que la idea de una transición completa hacia la electricidad sin tener control de las materias primas necesarias, solamente los hará depender de China aun más de lo que dependen de Rusia, y China será aún más rica -sin preocupación alguna por las normas europeas medioambientales- y finalmente no tendrán un mundo más limpio sino una Europa más pobre

Seguir la ideología de Greta Tunberg nos llevara a perder miles de empresas y millones de puestos de trabajo en toda Europa. Pero esto no le interesa a la izquierda, porque hoy somos los únicos que quedamos para defender el trabajo”, aseveró. 

Meloni sostiene que con el fundamentalismo climático del pacto verde, los barcos elegirán aquellos puertos donde no existan tales normas, “¿cuántos agricultores europeos podrán resistir la competencia a la baja de los productos agrícolas africanos?” cuestiona. 

Meloni sabe que realizar estas preguntas significa traer las situaciones a la realidad; y la misma es el peor enemigo de la ideología. “Pero cuidado” advierte, “la ideología dominante de lo políticamente correcto es el intento de dar una alta motivación a intereses siniestros, destruir la identidad, la centralidad de la persona, los logros de nuestra civilización, para engordar las grandes multinacionales de lo indistinto, de lo sintético, de la riqueza que tienen unos pocos en la piel de muchos”.

En lo que respecta a la ideología de género, considera que más allá de los eslóganes, su verdadero objetivo no es la lucha contra la discriminación, ni la superación de las diferencias entre hombres y mujeres. Sino que el verdadero objetivo, no declarado pero trágicamente evidente, es la desaparición de la mujer y sobre todo el fin de la maternidad

Defender las mujeres significa no callarse ante la inseguridad de nuestros barrios a la creciente violencia étnica”, aseguró, y comentó un hecho sucedido en Italia, en donde cientos de jóvenes norteafricanos destrozaron una ciudad turística y en el tren rodearon y abusaron sexualmente de seis niñas, al grito de ‘las mujeres blancas no pueden subir aquí’.

Basta pensar lo que hubiera pasado si unos jóvenes delincuentes italianos o españoles hubieran hecho lo mismo contra niñas africanas”, ejemplifica y agrega “hubiéramos escuchado a la izquierda gritarle al monstruo machista y racista. En cambio, una vez más, todos callan. Porque la izquierda defiende a la mujer hasta que se encuentra con un criminal extranjero, en ese momento por el reflexo ideológico el criminal extranjero vale más que la mujer”, vociferó. 

En cuanto a los inmigrantes ilegales, que la izquierda define como refugiados, explica que esas personas no huyen de una guerra, sino que los que huyen de una guerra son los ucranianos, y de hecho, sobre esos verdaderos refugiados las imágenes que se observan son principalmente de mujeres y niños.

“En estos años, sin embargo, solo nos han llegado hombres solteros en edad de trabajar, y la izquierda, brazo armado de los intereses de las grandes concentraciones económicas, le han tendido alfombras rojas, sabiendo que esa mano de obra barata competiría a la baja con nuestros trabajadores”, y suma, “para ellos serán nuevos esclavos a explotar. En cambio, la civilización europea luchó contra la esclavitud y la abolió hace siglos. No aceptaremos que regrese”.

La líder italiana considera que Fratelli logró llegar al primer puesto en las encuestas gracias a haber rechazado los limites que otros querían imponerles, como las presiones que recibieron de uno de los grupos de banca de inversión más grande del mundo, Goldman Sachs.

En el discurso contó que representantes del grupo banquero fueron a Italia para decir que si Fratelli ganaba las próximas elecciones parlamentarias, habría problemas con la deuda pública. “Amenazan a los italianos con el spread cuando la culpa de la deuda pública es de los que gobiernan y no de la oposición. Los bancos de inversión americanos, no deciden quien debe gobernar en Italia, ni lo deciden los círculos de izquierda, lo deciden los ciudadanos italianos”, y agrega, “quien gobierne no lo decidirán ni los grupos financieros ni los grandes medios de comunicación ni los intelectuales progres. Lo decidirá el pueblo, porque esta es la democracia y este es un mensaje que la izquierda debe entender”.

Por otro lado, considera que hay partidos de falsa derecha que se han quedado con millones de votos conservadores, para luego hacer los peores tratos con la izquierda. Y remarca que ya no hay tiempo para pensamientos débiles, de continuas mediaciones que debilitan a las naciones. Este es el momento de la toma de posición clara.

En su autobiografía “Io sono Giorgia (Yo soy Giorgia), la diputada escribió la siguiente cita interesante: “Verás, la corrección política es una onda expansiva, una cultura cancelada que intenta trastornar y eliminar todo lo bello, honorable y humano que ha desarrollado nuestra civilización. […] Es un viento nihilista de una fealdad sin precedentes que intenta homogeneizarlo todo en nombre del Mundo Único".

Y concluye: "En definitiva, la corrección política -el Evangelio que quiere imponer una élite apátrida y desarraigada- es la mayor amenaza para el valor fundacional de las identidades”.

Por otra parte, recientemente Meloni ha realizado un video en francés, inglés y español, los tres idiomas que maneja perfectamente, en donde rechaza por completo todas las difamaciones realizadas por el establishment mediático progresista, en una serie de artículos donde alertan por la "conducción hacia un cambio autoritario, a la salida de Italia del euro, a la desestabilidad del país", etc.

Meloni asegura que en la última década la nación ha experimentado un declive económico y social sin precedentes, con un continuo empeoramiento de las cuentas públicas, de la calidad de vida de los ciudadanos y de la capacidad competitiva de las empresas. Ya que con la izquierda en el poder, el Estado se ha convertido en enemigo tanto de los ciudadanos como de las empresas, violando cada vez más las libertades individuales.

En lo que respecta a las acusaciones que la quieren vincular con los ideales fascistas, aclara “la derecha italiana ha relegado el fascismo a la historia desde hace décadas, condenando sin ambigüedades la privación de la democracia y las infames leyes anti judías. Además, es inequívoca nuestra condena al nazismo y al comunismo, ésta última siendo la única de las ideologías totalitarias del siglo XX que todavía sigue en el poder en algunos países”.

Luego opina que la imagen de los conservadores italianos, baluarte de la libertad y defensa de los valores occidentales, no debe seguir siendo enturbiada por mistificadores que buscan todos los medios para mantenerse en el poder.

Meloni concluye este video diciendo “¿qué queremos para el futuro de Italia? Queremos que vuelva a ser esa nación grande, dinámica e innovadora, apreciada en todo el mundo que ha contribuido a hacer una Europa sobresaliente. Somos personas leales, honestas, decididas y estamos listos para marcar el comienzo de una nueva temporada de estabilidad, libertad y prosperidad para Italia, le guste o no, a la izquierda”.

Italia

Meloni desafía a la Sea Watch que impulsa la llegada de inmigrantes ilegales a Italia: "Detendremos la inmigración ilegal, les guste o no"

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Ante la negativa de Meloni de permitir la entrada de inmigrantes irregulares, Sea Watch llegó a desearles "lo peor desde el fondo de su corazón" a las autoridades italianas.

La primer ministro italiana, Giorgia Meloni, y la ONG alemana Sea Watch están en el centro de una intensa controversia sobre la política migratoria en el Mediterráneo. El conflicto surgió tras la participación de Meloni en el Foro Mediterráneo sobre Migraciones, celebrado en Trípoli, Libia, el 17 de julio.

Sea Watch, una organización dedicada al rescate de inmigrantes ilegales en el mar, criticó severamente la presencia de Meloni en el foro. La ONG acusó a la mandataria italiana y al primer ministro libio, Abdul-Hamid Dbeibeh, de promover una “política migratoria distópica”. En un acto inusual, Sea Watch expresó su deseo de que les ocurriera “lo peor desde el fondo de su corazón” a los participantes del evento.

La respuesta de Meloni fue inmediata. A través de sus redes sociales, la primera ministra italiana cuestionó el “silencio” de Sea Watch respecto a las actividades de los traficantes de personas.

Meloni afirmó: “Sea Watch critica a quienes acudieron a Libia para discutir cómo detener la inmigración ilegal creando desarrollo, pero no dice nada sobre los traficantes que se han enriquecido matando a miles de personas”.

La líder italiana defendió su participación en el foro, argumentando que su propósito era encontrar soluciones para frenar la inmigración ilegal hacia Europa a través del Mediterráneo. Reafirmó la postura de su gobierno: “El Gobierno italiano seguirá trabajando para detener la trata de personas, la inmigración ilegal y las muertes en el mar. Les guste o no”.

Durante su intervención en el foro de Trípoli, Meloni afirmó que “los inmigrantes ilegales son enemigos de los legales”, afirmando que Italia ha cerrado las puertas a la inmigración regular debido al exceso de migrantes irregulares. También criticó a las “organizaciones criminales”, refiriéndose a las ONG que rescatan inmigrantes en el Mediterráneo, que asumen el derecho de decidir “quién tiene derecho a entrar en Italia y quién no”.

El Foro Mediterráneo sobre Migraciones reunió a líderes de Estados y Gobiernos de países europeos y africanos. El encuentro buscó abordar las causas profundas de la migración irregular mediante el desarrollo sostenible, la mejora de la gobernanza y la cooperación internacional.

Este enfrentamiento entre Meloni y Sea Watch pone de manifiesto las tensiones entre el gobierno italiano y las organizaciones de rescate de inmigrantes. Roma ha implementado medidas para limitar las operaciones de estas ONG, incluyendo una ley que obliga a los barcos de rescate a dirigirse inmediatamente a un puerto designado después de recoger migrantes, sin continuar su patrulla en busca de otros náufragos.

La política migratoria de Meloni, caracterizada por su dureza, ha generado críticas de organizaciones humanitarias. Sin embargo, la primera ministra mantiene que estas medidas son necesarias para combatir la inmigración ilegal y prevenir las muertes en el mar.

El debate sobre la gestión de la migración en el Mediterráneo sigue siendo un tema candente en la política europea, con gobiernos como el de Italia abogando por un enfoque más restrictivo, mientras que las ONG y la Unión Europea promueven políticas más globalistas en torno a la inmigración ilegal, dejando entrar a cualquier clase de persona, que luego termina provocando un aumento en los índices de homicidios, robos y violaciones.


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Argentina

A pesar de no formar parte del grupo, Javier Milei asistirá al G7 por invitación personal de Giorgia Meloni

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La primera ministra de Italia extendió la invitación al Presidente de la República Argentina, Javier Milei, para participar en la próxima cumbre del Grupo de los Siete.

El Grupo de los Siete (G7) es el foro político y económico más poderoso del mundo, englobando a Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido. Este año, la cumbre está programada para celebrarse en junio en la región italiana de Apulia.

Si bien Argentina no es parte del grupo, este año los 7 líderes más importantes del mundo estarán acompañados por el presidente Javier Milei, gracias a una invitación personal que le extendió la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, encargada de organizar el evento en esta ocasión.

Este gesto, que ha sido recibido con interés y anticipación, refleja la creciente importancia de Milei en la arena política internacional y destaca la influencia que ha ganado como líder mundial. Y no solo Meloni quiere tenerlo presente en G7, ya que estas invitaciones suelen realizarse en consenso con los demás integrantes.

La invitación formal fue entregada a través de una nota diplomática, transmitida por el embajador italiano en Argentina, Fabrizio Lucentini, y recibida con gratitud por la cnciller Diana Mondino. La confirmación de la participación de Milei en la cumbre del G7 representa un reconocimiento significativo de su papel como figura destacada en la política global y subraya la creciente relevancia de Argentina en el escenario internacional.

Fue así la cuenta oficial de Cancillería la que emitió un comunicado anunciando la invitación de Meloni a Milei para participar en la cumbre más importante del año. El mensaje enfatizó la importancia de fortalecer los lazos bilaterales entre Argentina e Italia y destacó el papel crucial que desempeñará Milei en el diálogo sobre cuestiones de interés mutuo durante la reunión.


De esta manera, Milei le agregará un poco de liberalismo a una cumbre que prometía ser un epicentro de la izquierda mundial, ya que este año coinciden el presidente de EE.UU., Joe Biden; el líder socialista de Alemania, Olaf Scholz; el progresista premier canadiense, Justin Trudeau; el socialdemócrata presidente de Francia, Emmanuel Macron; y el centrista premier inglés, Rishi Sunak.

Por la derecha, solo iban a estar el premier de Japón, Fumio Kishida, y la propia Georgia Meloni. Ahora ambos discutirán con el resto de los integrantes con Milei dando respaldo y su singular visión del mundo.

La participación de Javier Milei en la cumbre del G7 brindará una oportunidad única para que Argentina exprese su visión y perspectivas sobre una serie de temas globales clave, incluyendo la economía mundial, la seguridad internacional y el cambio climático, todos puntos donde la visión del mandatario argentino difiere del establishment del Grupo.

Además, permitirá a Milei establecer contactos con líderes de otros países con quienes todavía no ha tenido la oportunidad de reunirse, y fortalecer los lazos diplomáticos de Argentina en el escenario internacional.

Es importante destacar que la invitación de Meloni a Milei no solo refleja la afinidad ideológica entre ambos líderes, sino también la creciente cooperación entre Italia y Argentina en una variedad de áreas, incluyendo el comercio, la seguridad y la política internacional. Esta colaboración estratégica entre dos naciones democráticas y comprometidas con los valores occidentales conservadores resulta fundamental en el escenario tanto latinoamericano como europeo.

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Economía

Meloni busca privatizar el Servicio Postal y los ferrocarriles en Italia, después de décadas de estar en quiebra

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La venta de activos estatales facilitaría la cancelación de compromisos de deuda y el necesario equilibrio de las finanzas públicas. Las autoridades preparan un drástico ajuste fiscal para 2024.

La Primer Ministra Georgia Meloni anunció recientemente la vocación del Gobierno por la privatización de una gran cantidad de activos estatales. Estas maniobras permitirían dos objetivos principales: se podrían obtener acreencias importantes para cancelar compromisos de deuda a corto plazo, y también se facilitaría el equilibrio de las finanzas públicas.

El Gobierno anunció que buscará lanzar a la venta el 13% del paquete accionario de Correo Italiano. Actualmente el Estado italiano retiene el total del paquete accionario: en un 65% de forma directa, y en un 35% a través del banco de desarrollo Cassa Depositi e Prestiti (del cual el Estado es dueño en un 82%).

Por otra parte, el Gobierno también evalúa la privatización parcial de Ferrocarriles Estatales Italianos (FS), la empresa insignia que tomó especial protagonismo durante los años del fascismo. Se trata de una de las privatizaciones más complejas dentro del prontuario que anunció el oficialismo, por lo que el proceso podría demorar años en consumarse.

“Creo que existe la posibilidad de que particulares participen en acciones minoritarias en empresas que hoy están totalmente bajo control público, y este es el caso de los ferrocarriles”, expresó la Primer Ministra.

Meloni demostró su determinación a favor de las privatizaciones por primera vez en noviembre del año pasado, cuando se concretó la venta del 25% del paquete accionario del histórico Banco Monte dei Paschi di Siena, nada menos que la institución bancaria más antigua del mundo (fundada en el año 1472). Esto dejó una acreencia neta por 920 millones de euros.

El Estado asumió su control mayoritario durante la crisis financiera internacional de 2008, y el Gobierno de Meloni se comprometió a devolverlo a manos privadas. Tras esta primera maniobra, se propone continuar con la venta de acciones hasta desaparecer por completo la participación estatal en el banco.

Se estudiarán nuevos y sucesivos programas de privatización total o parcial de empresas públicas para alcanzar un objetivo de recaudación de al menos 20.000 millones de euros entre 2024 y 2026. Este programa ayudaría a mantener bajo control el crecimiento explosivo del endeudamiento.

El Estado italiano mantiene un stock de deuda pública superior al 143% del PBI, y un margen de deuda neta que representa por lo menos el 132% del producto respectivamente. La delicada situación financiera del sector público limita extremadamente su capacidad para recapitalizar las empresas bajo su control, por lo que la participación del sector privado resulta fundamental para evitar el deterioro general de los servicios prestados.

La apertura de las puertas hacia la privatización también contribuiría a mejorar notablemente el atractivo inversor por parte de capitales extranjeros, algo que fue especialmente relevante para países como Grecia en los últimos años.

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