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Italia

La derecha arrasa en las Elecciones Municipales de Italia: Meloni valida su mandato tras 7 meses de gobierno

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En unas elecciones locales, que se toman en Italia como un plebiscito a los primeros meses de gobierno, la derecha de Meloni se impuso con holgura consiguiendo resultados históricos.

La semana en Italia comenzó con la aplastante victoria de la coalición de gobierno que encabeza Giorgia Meloni, quien ganó la segunda vuelta de las elecciones municipales. Seis capitales provinciales y también Ancona, uno de los bastiones más importantes de la izquierda, fueron ganados por la derecha.

Las elecciones locales de 2023 suponen un auténtico desafío para los partidos gobernantes, una especie de comicios de mitad de mandato muy anticipados en el país para comprobar si las acciones tomadas en los últimos meses cuentan con el apoyo popular.

En este caso, la respuesta fue contundente: los candidatos apoyados por la Coalizione di Centro-Destra, que agrupa a los partidos de la derecha Fratelli d’Italia, Lega y Forza Italia, se llevaron un contundente triunfo en las urnas.

Los italianos de 41 municipios acudieron a las urnas este domingo y lunes para votar en la segunda vuelta electoral, ya que ninguno de los candidatos había alcanzado una mayoría superior al 50% en los comicios celebrados el pasado 14 y 15 de mayo.

El interés principal estaba en Ancona, la capital de la región Las Marcas (Le Marche), donde la izquierda ha gobernado durante más de tres décadas y pretendía seguir haciéndolo. Con el 51,7% de los votos, Daniele Silvetti es el nuevo alcalde de la ciudad, venciendo a Ida Simonella, del Partido Democrático (PD).

Las otras ciudades de gran importancia eran Vicenza, Massa, Pisa, Siena, Terni y Brindisi. Solo en la primera de éstas se impuso la coalición de centroizquierda, que lideran los demócratas junto a los centristas de Italia Viva y Azione, donde lo hicieron por apenas un punto porcentual.

Por su parte, los candidatos apoyados por la coalición de derecha ganaron en la mencionada Ancona, además de Pisa, Siena, Massa y Brindisi, mientras que en Terni ganó una lista derechista independiente.

La nueva líder del PD, Elly Schlein, no solo perdió la importante capital de Ancona, sino que tampoco logró recuperar Pisa y Siena, dos ciudades que habían tenido un resultado muy ajustado en la primera vuelta. Como única nota positiva para la izquierda, logró quedarse con dos capitales, Brescia y Teramo, donde ya estaban en el poder.

La centro-derecha gana estas elecciones administrativas. Confirma su consenso entre los italianos, sus raíces, su fuerza. Quiero dar las gracias a todos los ciudadanos que han elegido depositar su confianza en nuestra coalición, que han premiado nuestro buen gobierno, nuestras propuestas y nuestro pragmatismo“, dijo la primera ministra Giorgia Meloni tras conocerse los resultados.

Hemos tenido importantes confirmaciones y algunas victorias que podrían calificarse de históricas, como la de Ancona, lo cual confirma que ya no existen fortalezas imposibles de conquistar y que los ciudadanos saben elegir, evaluando programas y personas“, agregó.

Y concluyó: “Un resultado que nos anima a seguir adelante y hacerlo aún mejor. Quiero desearles un buen trabajo a todos los alcaldes que han sido elegidos. Siempre encontrarán al gobierno a su lado”.

Estas nuevas victorias de la derecha, sumadas a las ya obtenidas en primera vuelta en Catania, Treviso, Imperia, Sondrio y Latina, respaldan la gestión de Meloni, que cumplió la semana pasada 7 meses en el cargo. Una vuelta electoral que asume una importancia fundamental, porque es un testimonio real de la efectividad y la seriedad del trabajo de este gobierno


Por Candela Sol Silva, para La Derecha Diario.

Italia

La Unión Europea rechaza un bloqueo naval para frenar la ola migratoria y Meloni lanza nuevos centros de detención en Italia

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La líder de la derecha italiana Giorgia Meloni prometió tomar “medidas extraordinarias” para hacer frente a la afluencia de inmigrantes, mientras la Unión Europea rechaza cerrar sus fronteras.

La primera ministra de Italia, Giorgia Meloni, anunció “medidas extraordinarias” después de que Lampedusa, una isla italiana cerca del norte de África, se viera invadida la semana pasada por casi 10.000 inmigrantes ilegales africanos en menos de 72 horas.

El gobierno local inmediatamente declaró el estado de emergencia, dado que la isla ya tenía sobrepoblación con 6.000 habitantes, incluso antes de que llegara esta nueva ola migratoria que triplicó la población en cuestión de días.

A pesar de su promesa de campaña de endurecer las políticas migratorias, Meloni ha estado atada de manos por la Unión Europea, la organización supranacional que no solo se encarga de la moneda y las políticas comerciales de los países miembros, si no que también de su política fronteriza.

De esta manera, Meloni le pidió formalmente a la Unión Europea que realice un bloqueo naval en el Mar Mediterráneo, para frenar de cuajo la ola de inmigrantes. Sin embargo, después de una vista en conjunto de Meloni y la presidente del Consejo Europeo, Ursula Von der Leyen, el gobierno con sede en Bruselas rechazó la petición.

Por ley de la Unión Europea, Italia no tiene permitido deportar a estos inmigrantes, quienes al tocar tierra en Lampedusa son considerados refugiados de guerra y tienen permiso a quedarse en Europa y aplicar para la ciudadanía.

Para descongestionar la isla, Meloni ha estado moviendo a los más de 10.000 inmigrantes en ferry de Lampedusa a Sicilia y otros puertos, para así poder trasladarlos a la Italia continental. Pero la movilización es lenta y no hace nada para resolver el problema subyacente: la Unión Europea obliga a Italia a tener fronteras completamente abiertas.

Esperando que sigan llegando inmigrantes africanos a Italia, el gobierno de Meloni lanzó una serie de medidas extraordinarias, entre ellos la extensión del tiempo en que un inmigrante ilegal puede permanecer detenido en Italia, elevándolo de 12 a 18 meses.

También ordenó la inmediata construcción de nuevos centros de detención para retener a todos los nuevos inmigrantes que van llegando, ya que la falta de capacidad siempre ha sido un problema en Italia y esto ha llevado incluso a que gobiernos anteriores tuvieran que dejar a los inmigrantes libres por falta de espacio.

En junio de este año, Meloni estuvo junto a Von der Leyen y el dictador de Túnez, Kais Saied, en la capital del país africano, donde las tres partes firmaron un acuerdo prometiendo ayuda económica a cambio de ayuda para impedir las salidas.

Si bien esto tuvo efectos inmediatos y en julio y agosto bajó la inmigración, septiembre vio la explosión migratoria más grande en años, y el régimen tunecino parece incapaz de detener a sus propios habitantes de arriesgarse a cruzar el Mediterráneo para llegar a Europa.

Meloni resucitó los llamados de un bloqueo naval total al norte de África para evitar que los traficantes de personas lancen sus barcos de contrabando al Mediterráneo. La realidad es que los inmigrantes le entregan todos sus ahorros a traficantes para que los suban a sus barcos y luego los arrojen en el medio del Mediterráneo.

Esta peligrosa estrategia es recompensada por diferentes ONGs de rescate que se ubican en la zona, muchas veces en connivencia con los traficantes, para inmediatamente rescatarlos del agua, y valiéndose de los tratados de la Unión Europea, los llevan directamente a la isla más cercana, que suele ser Lampedusa, convirtiéndolos automáticamente en refugiados de guerra.

Esta aceitada máquina ha permitido un masivo éxodo de africanos hacia Europa desde que estalló la Primavera Árabe en 2011, cuando surgió el Estado Islámico (ISIS) y cientos de miles de personas de Libia, Túnez, Egipto, Marruecos y Argelia emprendieron el peligroso viaje a Italia.

En 2015, se calculó que hay por lo menos 1 millón de africanos que llegaron de esta manera viviendo en Italia, con el número estimado en ya 2 millones para 2023. Cabe recordar que antes de la Primavera Árabe se contabilizaba en menos de 200.000, por lo que hubo un crecimiento demográfico africano del 900% en la última década en Italia.

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Italia

La llegada de 10.000 inmigrantes africanos a Lampedusa desató la peor crisis migratoria de la historia de Italia

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La pequeña isla italiana tenía 6.000 habitantes antes del arribo de una ola de botes con migrates que triplacaron la población de la ciudad en 72 horas, llevando a un desastre humanitario y violencia.

Unos 10.000 inmigrantes africanos llegaron botes a la isla de Lampedusa en un periodo de 72 horas. En su mayoría hombres de edades entre 18 y 25 años, sin discapacidades ni problemas de salud. Estas personas alegan ser refugiados de guerra debido a los numerosos conflictos en el norte de África.

Sin embargo, tras la masiva ola migratoria que se desató entre 2011 y 2017 debido a la Primavera Árabe y el surgimiento del Estado Islámico (ISIS) en la región, la zona ha alcanzado niveles de paz que no se veían en años, por lo que la excusa de la guerra carece de sentido.

Pero la Unión Europea mantiene todavía su política de fronteras abiertas, y obliga a Italia como estado miembro a aceptar en su totalidad a cualquier inmigrante que llegue a sus fronteras aduciendo ser un refugiado de guerra.

La situación ha desatado una crisis humanitaria en la isla, que hasta la semana tenía una población total de 6.000 personas, y ha triplicado su cantidad de habitantes en cuestión de tres días. No hay espacio físico para tantas personas en una formación isleña de tan solo 20,2 km cuadrados de superficie.

Hace ya más de 10 años que Lampedusa se ha convertido en la primera ciudad a la que llegan los inmigrantes del norte de África, al ser el territorio italiano más cercano al continente africano, y ha servido como un centro de acogida para luego ser redirigidos, por obligación de la UE, a la Italia continental.

Sin embargo, las autoridades de la isla han declarado el estado de emergencia y pedido la ayuda del gobierno italiano de Roma ya que no tienen comida, medicina, ni vivienda para albergar a 10.000 de un día para el otro.

Hoy el Municipio declaró el estado de emergencia. Reclamamos lo que pedimos desde hace meses, que se trate de proteger la isla con naves rada, ayuda y apoyo para una isla que en estos meses sufrió un fuerte estrés”, explicó a los medios el alcalde de la isla, Filippo Mannino.

La primera ministra derechista Giorgia Meloni, que llegó al poder prometiendo como eje de campaña una mejor gestión migratoria y evitar este tipo de olas que destruyen la cohesión social de Italia, se ha visto impedida por las políticas supranacionales de la Unión Europea.

Meloni agarró un país en crisis y el balance fiscal de Italia depende fundamentalmente de los giros de ayuda de la Unión Europea. Por lo que el últimatum de la presidente del Consejo Europeo, Ursula Von der Leyen, que dijo que si Italia cerraba sus fronteras unilateralmente le quitaría toda la ayuda que le corresponde por ser estado miembro, puso un freno a las reformas migratorias que quería impulsar Meloni.

Otros países como Hungría y Polonia, con gobiernos de derecha, se han opuesto desde el principio a las medidas que la Unión Europea, y al día de hoy prácticamente no han recibido fondos de ayuda económica tras la pandemia, e incluso han sido multados gravemente por Bruselas. Pero para Orbán y Morawiecki es más importante controlar las fronteras que recibir ayuda económica de la Unión Europea.

En este sentido, la primera ministra Meloni, hizo un llamamiento este viernes a los países de la Unión Europea para crear una “misión naval europea” con el objetivo de bloquear el Mar Mediterráneo, atajar la crisis migratoria y evitar que esto vuelva a ocurrir.

Lamentablemente, no hay una vía legal para Italia para deportar a los 10.000 inmigrantes que acaban de llegar a Lampedusa. De todos modos, la población de la isla y la población de derecha en todo Italia le exige a Meloni que realice las deportaciones a pesar de cualquier multa que esto pueda convenir.

Meloni también ha invitado a Ursula Von der Leyen, a visitar la isla de Lampedusa, para que vea en primera persona las consecuencias de sus políticas. “He escrito a la presidenta de la Comisión Europea para pedirle que venga conmigo a Lampedusa para que comprenda personalmente la gravedad de la situación a la que nos enfrentamos y acelerar inmediatamente la aplicación del acuerdo con Túnez mediante la transferencia de los recursos acordados“, destacó.

En este sentido, Meloni ha asegurado que “la presión migratoria que Italia experimenta desde principios de este año es insostenible“, una situación que se ha dado debido a la “creciente inestabilidad” en el Sahel y a “los problemas que ya padecían los países africanos“.

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Italia

Entrevista a Claudiu Stanasel, uno de los jovenes políticos de la derecha más importantes de Italia

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Electo por La Lega, el joven nacido en Rumania y nacionalizado italiano llegó a la vicepresidencia de la Ciudad de Prato, un bastión de la izquierda en el país. Nos cuenta su experiencia y trayectoria política.

Claudiu Stanasel, nacido en Rumania, creció en la Toscana italiana y ha militado en la política como conservador desde su adolescencia. Hoy es uno de los políticos jóvenes más famosos e importantes de Italia, y una pieza fundamental de la ola de derecha que se ha apoderado del país desde el triunfo de Giorgia Meloni.

Stanasel es un joven empresario que dirige una compañía de logística en la región de la Toscana, pero que fue electo como concejal en la ciudad de Prato y actualmente ejerce como Vicepresidente del Consejo Comunal del ayuntamiento, siendo un dirigente de derecha en uno de los bastiones del socialdemócrata Partido Democrático italiano (PD).

La periodista y columnista de La Derecha Diario, Candela Sol Silva, tuvo la oportunidad de conversar con la estrella en ascenso de la política italiana.

Como italo-rumano, ¿cuál fue su experiencia como inmigrante en Italia?

– “He llegado a Italia en el 2000 con 6 años de edad, gracias al compromiso y sacrificio de mis padres. Un cambio que ha transformado mi vida y gracias al cual he tenido oportunidades que nunca hubiera podido tener en mi país de origen, Rumania, en aquellos años.

Tuve la suerte de conocer a muchas personas que creyeron en mí y me ayudaron, allanando el camino hacia la integración. Aprendí rápidamente el idioma italiano y desde el principio siempre fui tratado por todos con amabilidad y respeto, y es por eso que sinceramente nunca tuve ningún problema real en todo mi proceso de integración e inserción en la sociedad italiana.

La verdadera integración se logra a través del respeto, el trabajo y la participación, y eso es lo que siempre he tratado de hacer en todos estos años, basado en los valores e ideales con los que mis padres me criaron mientras me enamoraba cada vez más de este gran país que es Italia.

En este país, en 2015, fundé mi propia empresa, que todavía está activa, y gracias a ella doy trabajo a muchas personas talentosas, tanto ciudadanos italianos como extranjeros. El trabajo es la base de una verdadera integración y es junto con el respeto a la ley y a los deberes que se construye una experiencia de la cual estar orgullosos y que nos permite siempre caminar con la cabeza en alto.

Esperé muchos años para solicitar la ciudadanía italiana porque primero quise demostrar a mí mismo y a todos aquellos que siempre creyeron en mí que podía contribuir mucho a este país antes de pedir semejante honor.

Me convertí en ciudadano italiano el 2 de marzo de 2023, a los 28 años, después de más de 22 años de residencia y vida en Italia. Tomé esta decisión a los 18 años porque quería lograr ingresar en las instituciones como ciudadano rumano y europeo, y desde dentro trabajar por Prato para lograr resultados concretos para esta región y un valor añadido para la ciudadanía.

Fui el primer funcionario local rumano en la historia de Italia en obtener la ciudadanía italiana durante su mandato, y fue uno de los días más intensos, hermosos y emocionantes de mi vida.”

¿Podrías ser el ejemplo perfecto contra la etiqueta “xenófoba” que la izquierda quiere atribuir a la derecha?

– “Soy un político de derecha en una de las regiones más izquierdistas de Italia y estoy acostumbrado a hacer política en un clima difícil y a luchar contra ciertas ideas y visiones. Ideas como la que da por sentado que, si alguien es un ciudadano de origen extranjero, debe necesariamente hacer política con partidos de izquierda, solo porque esos partidos durante muchos años han hablado demasiado sobre la palabra “extranjero” sin respaldarla con acciones concretas.

Yo creo que la Coalición de Centro-derecha ha demostrado en los últimos años una apertura real hacia los ciudadanos extranjeros o los ciudadanos italianos de origen extranjero, brindándoles la oportunidad y, sobre todo, las herramientas para participar en la política de manera directa y en niveles institucionales importantes.

En mi caso específico, la Lega decidió en 2019 presentar a las elecciones municipales a un joven de 24 años nacido en Rumania, en una de las listas más codiciadas, dentro de un municipio como Prato, que cuenta con aproximadamente doscientos mil habitantes y en el cual se presentaron más de ochocientas personas como candidatos para el cargo de concejal. Junto a mi equipo, demostramos que fue una elección exitosa, ya que obtuve 442 votos, siendo el primero en la lista de la Lega en Prato y uno de los representantes más votados de toda la centro-derecha en todos los municipios que se sometieron a votación entre 2019 y 2023 en Toscana.

Gracias a los partidos de centro-derecha, me convertí en el vicepresidente del Consejo Municipal de Prato, un papel que, por primera vez en la historia de la ciudad, se le otorga a un ciudadano extranjero y a un joven elegido de tal manera. Esto demuestra que, en el ámbito de la derecha, a diferencia de lo que algunos a menudo quieren afirmar, si un ciudadano extranjero o un joven deciden involucrarse seriamente en la política, tienen al lado partidos dispuestos a respaldarlos, incluso en realidades importantes como la tercera ciudad más grande del centro de Italia.

Hoy en día, soy el primer ciudadano rumano en tener un cargo institucional de este nivel en toda la política italiana a nivel nacional y creo que es un mensaje importante para todos los partidos políticos: nosotros, los jóvenes de origen extranjero, tenemos todas las herramientas y cualidades necesarias para convertirnos en protagonistas dentro de las instituciones, en todos los niveles.

No hay etiqueta de izquierda que pueda competir con la demostración concreta, real y fácilmente reconocible de un modelo de integración y participación saludable como el que yo y otros colegas de origen extranjero estamos llevando a cabo en las instituciones italianas, gracias a la confianza de los partidos de centro-derecha y al voto de los ciudadanos que creen en nosotros y nos apoyan todos los días.”

¿Existe una relación entre la intención de voto de los extranjeros residentes en Italia y la izquierda?

– “No. En Italia, durante muchos años, una cierta narrativa política y mediática ha intentado difundir un concepto incorrecto y completamente infundado sobre una confusa automatización que conectaría el voto de los ciudadanos extranjeros con los partidos de la izquierda italiana.

El Partido Democrático (PD) y sus aliados han utilizado constantemente a las comunidades extranjeras simplemente para sus fines políticos y económicos, sin nunca garantizar puestos clave y poder a los ciudadanos extranjeros, sino relegándolos siempre a roles secundarios, en su mayoría como camareros en algunas celebraciones del PD y como electores o financiadores de las arcas del partido durante la farsa de sus “primarias”. Los ciudadanos extranjeros, de cualquier origen y procedencia, que no se han vendido y han permanecido fieles a sus valores e ideales, están cansados de ser utilizados por la izquierda italiana con fines electorales meramente oportunistas.

Un ejemplo concreto que demuestra cuánta falsedad e hipocresía hay detrás de la narrativa defendida en estos años por el PD y varias facciones de izquierda está precisamente representado por mi comunidad de origen. La comunidad rumana en Italia es la más grande de todas las comunidades extranjeras a nivel nacional, habla el segundo idioma más hablado después del italiano y representa la segunda fuerza laboral después de la italiana.

Tanto por razones históricas como por su participación documentada en las elecciones italianas y rumanas en los últimos años, la comunidad rumana en Italia definitivamente no se inclina hacia la izquierda. Una mayoría clara y abrumadora ha votado siempre en todas las ocasiones por partidos de centro-derecha, lo cual es natural, ya que nosotros hemos conocido y vivido en carne propia todos los males causados por el comunismo al que aún hoy muchos partidos y electores de la izquierda italiana saludan con esperanza, como ultras nostálgicos.

Somos ciudadanos europeos libres, vivimos aquí en Italia, en nuestras casas, junto a nuestros compatriotas italianos, y queremos quedarnos aquí, respetando las leyes y la cultura de este país, aportando un valor real y participando en la vida social, económica, cultural y política de las localidades en las que vivimos.

Los ciudadanos extranjeros que viven aquí legalmente siempre estarán del lado de la parte política que ponga en el centro los valores e ideales que una vez fueron la base del proyecto llamado Unión Europea. Seguridad y trabajo, deberes y respeto, coherencia y practicidad son en lo que creemos, porque queremos que Italia vuelva a ser el faro de Europa y se levante del deterioro causado por más de 10 años de liderazgo de la izquierda.”

¿Qué fue lo que lo motivó a comenzar una carrera política en Italia?

– “Me acerqué a la política a los diecisiete años cuando me presenté como candidato en las elecciones estudiantiles del ITIS Buzzi, una de las escuelas secundarias más importantes de Prato y de Toscana. Fui elegido como representante de los estudiantes en una institución con más de 1600 estudiantes, siendo el primer extranjero en ocupar este cargo en una escuela que existe desde 1886. Fui contactado por varios movimientos juveniles y pronto me uní a los jóvenes de Forza Italia, el partido por el cual fui candidato en 2014 en las elecciones municipales de Prato, para representar a los jóvenes. 

Luego, emprendí un largo camino de actividad política como miembro y luego líder en Forza Italia, con proyectos e iniciativas en toda la región de la Toscana. La política es la experiencia más hermosa de mi vida y me ha permitido contribuir mucho a este país que he llamado hogar durante más de veinte años, una forma concreta de agradecer a Italia y aportar valor a la sociedad en la que vivo. Trabajé durante cinco años para aprender y prepararme, demostrando al mismo tiempo que podía lograr resultados tangibles para mi comunidad en vista de las siguientes elecciones municipales.

En 2018, me uní a la Lega de Matteo Salvini y un año después, en 2019, fui candidato en las elecciones municipales de Prato. A los 24 años, fui el candidato más votado de la lista del partido, con 442 votos, y el más votado en todo el centro-derecha de Prato, lo que demuestra que un joven extranjero puede convertirse en líder y guía de las instituciones y ciudadanos de su propia ciudad.

Posteriormente, fui votado y elegido, durante el primer consejo, como vicepresidente del Consejo Municipal, convirtiéndome en el primer ciudadano rumano en Italia en la historia en ocupar un cargo institucional de alto prestigio en una gran ciudad italiana como Prato, que es la tercera ciudad del centro de Italia después de Roma y Florencia, con más de 200.000 habitantes.”

¿Cuál es su opinión sobre los primeros 10 meses del nuevo gobierno de la Centro-Derecha?

– “Un gobierno de centro-derecha que se establece por primera vez después de una década de gobiernos técnicos y gobiernos de izquierda ciertamente enfrenta un desafío considerable, pero creo que en general ha tenido un comienzo bastante bueno considerando las bases desde las que tuvo que partir. Sin duda, hay mucho por hacer desde ahora hasta el final de los cinco años para cumplir la palabra dada a los votantes y mantenerse fiel al gran programa político que nos permitió ganar las elecciones.

Hay algunas cosas que he apreciado más que otras y algunas con las que no he estado de acuerdo, sin problemas para decirlo abiertamente, porque siempre he creído en un valor fundamental, que es la coherencia de mis ideas y valores.

He apreciado las medidas relacionadas con la economía, como la reducción de la presión fiscal para las familias y las empresas, el impuesto único al 15% para los trabajadores autónomos, la reducción de las cargas fiscales para los empleados, el alivio fiscal para ciudadanos y empresas en dificultades y las medidas de apoyo a la natalidad. Además, estoy particularmente de acuerdo con la eliminación de los planes sociales y su reemplazo por el nuevo subsidio de inclusión para personas que no pueden trabajar.

Esta fue una de las principales promesas de la campaña electoral y estoy contento de que se haya cumplido en un tiempo récord, dada la complejidad del tema en cuestión, pero que creo que puede proporcionar un gran respaldo económico de cara a la próxima ley financiera.

Hay dos reformas que me importan especialmente y cuyo proceso ya ha comenzado y avanza hacia una conclusión adecuada: la reforma de la autonomía diferenciada de las regiones y la reforma de la justicia con la correspondiente reducción de los tiempos de los procesos.

Además, he compartido la reconfiguración de los Fondos PNRR, otra promesa que se cumplió en un tiempo récord para adaptar todo a las circunstancias actuales, después de todas las consecuencias de la pandemia y la guerra en Ucrania. La izquierda decía que todo esto era imposible, pero demostramos, mediante un trabajo de diplomacia, que en realidad era posible, y lo logramos.

Sin embargo, lo que más valoro de este gobierno es lo que está haciendo en relación con la inmigración, aunque soy consciente de que llevará tiempo lograr resultados. La inmigración se convierte en un valor cuando se gestiona de manera racional y respetuosa tanto para quienes llegan como para quienes ya están aquí, y eso es lo que este gobierno está tratando de hacer con una acción compleja y dividida en varios frentes.

Por primera vez en la historia reciente, un Estado europeo importante como Italia ha propuesto un plan real para África, el llamado “Plan Mattei para África”, y al mismo tiempo busca crear una verdadera alianza entre la Unión Europea y la Unión Africana para enfrentar desafíos juntos, unidos por primera vez en la historia como aliados y coprotagonistas.

Si por un lado se garantizan canales para una migración legal y controlada por motivos laborales en sectores donde hay una necesidad objetiva de mano de obra extranjera, por otro lado, se está trabajando a nivel europeo porque solo como Unión Europea completa podemos abordar seriamente este fenómeno. 

Nuestro desafío, como ciudadanos italianos y como ciudadanos europeos, debe ser derrotar definitivamente la inmigración ilegal causada por traficantes de personas y apoyada, de manera más o menos directa, por políticos africanos y europeos, que en varios roles (oposición o gobierno) en estos años han promovido, apoyado o defendido esta vergonzosa inhumanidad que afecta al Mediterráneo desde hace demasiado tiempo. Podemos lograrlo de manera definitiva solo a través de acuerdos nacionales e internacionales. Una visión coherente y revolucionaria que apunta a resolver los problemas en su origen y al mismo tiempo aprovechar las oportunidades de crecimiento de este trabajo en equipo. Italia está recuperando rápidamente su papel de líder dentro de una Unión Europea que ha sido deliberadamente dividida durante todos estos años por los burócratas que la gobiernan, y es por este camino que debemos continuar.”

¿Se puede decir que la derecha ha conquistado a la juventud italiana?

– “Los jóvenes, como he aprendido a lo largo de muchos años de experiencia en el campo, son el público más difícil de alcanzar, y es verdaderamente complejo ganar su interés y mantener su participación activa a lo largo del tiempo en temas tan complejos como la política.

Lo que los partidos de centro-derecha en Italia, desde Fratelli hasta la Lega y también Forza Italia, están haciendo es construir una realidad política en la que los jóvenes puedan convertirse en protagonistas en todos los niveles institucionales y políticos. Creo que este es un camino largo, pero considero que estamos realmente en el camino correcto, y lo demuestra el hecho de cómo movimientos como Gioventù Nazionale, Lega Giovani y Forza Italia Giovani están creciendo constantemente, atrayendo a más y más jóvenes llenos de curiosidad que quieren estar presentes y contribuir al país.

En estos años, he trabajado arduamente en la formación de jóvenes, tanto en el centro-derecha toscano como a nivel nacional, tratando de hacer entender la importancia de las escuelas de formación política que realmente enseñen lo que significa trabajar dentro de las instituciones para crear una nueva clase de líderes que sepan responder a lo que los ciudadanos demandan, con menos retórica y más concreción.

La derecha y todo el centro-derecha italiano en su conjunto realmente pueden conquistar a la juventud italiana, pero para lograrlo deben garantizar espacios reales en todos los niveles para los jóvenes y al mismo tiempo invertir en formación y programas políticos capaces de acercarse a las nuevas generaciones y de crear un impacto constructivo y positivo en ellas.

Los jóvenes pueden ser líderes protagonistas con poder de decisión en todos los niveles institucionales, si están bien preparados. Sin duda, es necesario poner de nuevo en el centro de nuestra política el concepto de mérito, que en Italia en los últimos años se ha vuelto cada vez más un espejismo. Creo que este es uno de los mayores desafíos de este Gobierno y de los partidos de centro-derecha y derecha que lo conforman.”

¿Cree que la victoria de la derecha en Italia pueda repercutir en elecciones nacionales de otros países de Europa?

– “En Italia, finalmente después de muchos años, tenemos un gobierno de centro-derecha que representa fuertemente la voluntad popular. Esta victoria ha marcado la llegada de los conservadores y los soberanistas, junto con los populares, al liderazgo de uno de los Estados más importantes de la Unión Europea.

Este modelo de centro-derecha unido que Italia ha mostrado a Europa y al mundo ha sido ampliamente apreciado tanto en el país como en el extranjero, tanto a nivel europeo como en el resto del mundo. La participación masiva y el movimiento general han dado lugar a un sentimiento de renacimiento y esperanza en todo el continente europeo.

La victoria de la centro-derecha italiana ha allanado el camino para muchas otras victorias de partidos conservadores, soberanistas y populares en toda Europa. El gobierno encabezado por Giorgia Meloni ha dejado en claro su visión política, rompiendo con los gobiernos anteriores liderados por la izquierda italiana.

Italia quiere recuperar un papel protagonista y llevar a Europa hacia un renacimiento político, social y cultural, y es gracias a esta visión y a sus esfuerzos para convertirla en realidad que está liderando y sirviendo de ejemplo para muchos Estados europeos que se preparan para sus elecciones políticas nacionales internas.

Algunos de estos Estados ya han celebrado elecciones y han obtenido victorias claras para los partidos de centro-derecha, como ha sido el caso de Finlandia, Grecia, España y Estonia, lo que demuestra que lo sucedido en Italia ha tenido un impacto en toda la política europea, iniciando un cambio histórico, cultural y social que puede escribir un nuevo capítulo en la historia.

Además, habrá otros países que celebrarán elecciones nacionales hasta las próximas elecciones europeas, que en mi opinión son la oportunidad más importante en la historia reciente para cambiar el presente y el futuro del Viejo Continente.

En la segunda mitad de 2023, le tocará a Polonia, y luego en 2024 a Bélgica, Austria y sobre todo a mi Rumania, por lo que el 2024 será un año histórico, ya que coincidirán las elecciones políticas, presidenciales, administrativas y europeas, aunque en diferentes momentos.

Toda Europa está inclinándose cada vez más hacia la derecha, y estoy seguro de que los países que celebrarán elecciones hasta las europeas también se sumarán a este renacimiento político europeo.”

Usted también está trabajando para las próximas elecciones parlamentarias europeas, ¿cuál es su pronóstico?

– “La victoria del modelo de centro-derecha que Italia ha presentado a Europa es el camino a seguir para el nuevo Parlamento Europeo. Conservadores, soberanistas y populares: esto es lo que todos podemos construir juntos.

Una nueva alianza de estos tres grandes partidos que cambie por completo la gestión del Parlamento Europeo, que durante mucho tiempo ha estado sujeto a una alianza entre los socialistas y los populares, que en sus propios países son rivales pero que en Europa deben someterse a un acuerdo similar.

Un acuerdo de gobierno político en Europa, el pacto entre socialistas y populares, que ha creado políticas perjudiciales para la gran mayoría de los pueblos europeos, y es por eso que el 2024 puede ser un año histórico que escriba una página completamente nueva en la política europea y, en consecuencia, también en la geopolítica mundial.

Tenemos la oportunidad de construir una verdadera Unión Europea de los pueblos que coloque a los ciudadanos de cada Estado europeo en el centro y que sea capaz de desempeñar un papel protagonista a nivel mundial, y que finalmente pueda contar con países como Italia, que durante demasiados años han sido oprimidos y mantenidos a distancia por las políticas delirantes de quienes hoy lideran la Unión Europea.

Un nuevo Parlamento Europeo de centro-derecha junto con un Consejo de Europa de centro-derecha pueden garantizar una nueva Comisión Europea y, por lo tanto, realmente cambiar la historia, poniendo el poder en manos de los ciudadanos europeos y retirándolo de las manos de los burócratas que han destruido todos los valores e ideales que estaban en la base del gran sueño llamado Unión Europea.

Italia puede asumir el papel de liderazgo en este renacimiento y estoy seguro de que más y más pueblos y Estados europeos se unirán en los próximos meses, como ya han comenzado a hacer en diversos temas como la inmigración, la energía y el medio ambiente.

El 2024 podría marcar la mayor revolución política europea de los últimos 25 años y hoy más que nunca creo que esta nueva alianza de países europeos puede convertir en realidad la visión política que compartimos y que nos pertenece desde nuestras raíces. Juntos, como protagonistas, liderando una nueva Europa para volver a ser grandes entre los grandes, con una visión coherente y revolucionaria que busca resolver los problemas en la fuente y al mismo tiempo aprovechar las oportunidades de crecimiento de tal trabajo en equipo.

La victoria de la centro-derecha europea en las elecciones de 2024 realmente puede cambiar la historia de Europa y de todo el mundo, reescribiendo la geopolítica mundial como nunca antes se había hecho, y es por esta razón que será fundamental el compromiso de todos los ciudadanos europeos si realmente queremos cambiar el estado actual de las cosas en el Viejo Continente. Yo creo en ello y ya estoy trabajando junto a muchos amigos y colegas de toda Europa, porque juntos, unidos, vamos a ganar.”


Por Candela Sol Silva, para La Derecha Diario.

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