Seguinos en redes

Italia

Meloni cumple: Le negó la entrada a Italia a los barcos llenos de inmigrantes ilegales del norte de África

Publicado

en

Más de 2.000 inmigrantes se encuentran embarcados en navíos de ONGs extranjeras pidiendo asilo en Italia. Desde 2014, casi 1 millón de inmigrantes africanos han llegado al país de esta manera.

Como prometió en campaña, el flamante gobierno de Giorgia Meloni dio su negativa a permitir la entrada de los buques de varias ONG en el Mediterráneo que intentan ingresar a Italia a miles de inmigrantes ilegales del norte de Áfirca en cada viaje.

"No podemos traer migrantes que son supuestamente rescatados en el mar por barcos extranjeros que operan sin ningún tipo de coordinación con las autoridades", ha aseverado el ministro del Interior, Matteo Piantedosi, en declaraciones al diario Corriere della Sera.

Piantedosi ha indicado que los inmigrantes que llegan al país tras ser rescatados por los buques de ONGs de otros países suponen el 16% de las llegadas, aunque el Gobierno lidia con el otro 84% que llega a sus costas en embarcaciones italianas. "Italia no abandonará su deber de rescatar a la gente en el mar, pero la solidaridad europea se tienen que convertir en una realidad", ha dicho.

En los últimos años, se ha puesto de moda que las ONGs europeas, en nombre de los derechos humanos, incursionen en el tráfico de personas. Bajo la promesa de que cualquier africano que sea encontrado con su vida en peligro en el Mar Mediterráneo debe ser rescatado por Italia e ingresado a la Unión Europea como refugiados.

Esta medida ha sido explotada por estas ONGs, y muchas veces lo que hacen es llenar sus embarcaciones, darles chalecos salva-vidas y tirarlos en el medio del Mediterráneo, lo que les permite volver un rato después a rescatarlos e ingresarlos a Italia.

Meloni y Salvini han criticado fuertemente este accionar durante la campaña, y prometieron que la práctica sería prohibida por su gobierno. "Cualquier persona que sea rescatada tiene que serlo por las autoridades italianas para poder ser ingresado como refugiado en Italia", aseguró el líder de Lega.

Así llegan los barcos a Italia, con embarcaciones repletas de hombres, a pesar del relato que dice que entran a Europa todas familias con muchos hijos.

El gobierno ahora ha pedido mayor "solidaridad" por parte de Europa y ha insistido en que sean los países cuyas banderas llevan estos barcos los que acepten a estos migrantes. Actualmente hay tres grandes buques esperando entrar a los puertos italianos y desembarcar más de 2.000 inmigrantes de Libia, Tunisia y Argelia.

Se trata del Humanity 1Geo Barents y Ocean Viking, los cuales todos son operadores por banderas extranjeras. El Humanity 1 posee bandera alemana y los otros dos tienen pabellón noruego. El buque alemán tiene más de 1.000 personas a bordo, mientras que el Geo Barents reportó 572 refugiados y el Ocean Viking unos 486.

Esta lamentable práctica comenzó en 2014 por pedido de la Unión Europea. En los primeros tres años desde que comenzaron estos rescates, 170.100 personas fueron ingresadas como refugiados en Italia para ese año, otros 153.842 en 2015, y 181.436 en 2016, para un total de 505.378 inmigrantes ilegales entrando al país en tan solo tres años.

En 2017, la Unión Europea patrocinó la firma de un acuerdo entre el entonces premier italiano Paolo Gentiloni y el entonces presidente de Libia, Fayez al-Sarraj, para institucionalizar esta práctica. El pacto supuso la entrega de millones de euros en asistencia financiera del gobierno italiano a la Guardia Costera de Libia y el compromiso de Italia de aceptar como refugiados a todos los inmigrantes que sean rescatados en el Mar Mediterráneo. En el primer año del acuerdo, el número de refugiados aceptados por Italia bajó a 117.153.

Afortunadamente, en 2018 asumió el gobierno de coalición entre el derechista Lega y el comunista M5S, que a pesar de sus diferencias económicas coincidan en combatir la inmigración ilegal. Además, ese año, Trump lanzó una guerra contra ISIS en Siria, lo cual destruyó el avance del Estado Islámico en todo el mundo, poniendo fin al conflicto que desplazó a millones de personas.

Gracias a estos dos sucesos, en los años 2018 y 2019 la inmigración fue mínima, en torno a los 23.037 y 11.471 personas respectivamente. Sin embargo, en 2020, con la salida de Lega del poder, se volvió a poner en práctica el acuerdo firmado con Libia y empezó a subir la inmigración.

En 2020 unos 34.134 personas fueron rescatadas en el Mediterráneo e ingresadas como refugiados a Italia, y en 2021 otras 59.702 fueron aceptadas. Este año se estima que el número estaba llegando a las 100.000, pero probablemente habrá un fuerte descenso con la llegada de Meloni, Salvini y Berlusconi al poder.

Desde 2014 hasta la fecha, el preocupante número de 850.875 inmigrantes africanos han llegado a las costas de Italia como refugiados rescatados del Mediterráneo. Este número no es definitivo, se estima que otro medio millón de inmigrantes ilegales árabes y africanos han entrado al país por las demás fronteras del país en este tiempo, y la población inmigrante indocumentada en Italia asciende al día de hoy al 2% de la población total.

Italia

Meloni desafía a la Sea Watch que impulsa la llegada de inmigrantes ilegales a Italia: "Detendremos la inmigración ilegal, les guste o no"

Publicado

en

Ante la negativa de Meloni de permitir la entrada de inmigrantes irregulares, Sea Watch llegó a desearles "lo peor desde el fondo de su corazón" a las autoridades italianas.

La primer ministro italiana, Giorgia Meloni, y la ONG alemana Sea Watch están en el centro de una intensa controversia sobre la política migratoria en el Mediterráneo. El conflicto surgió tras la participación de Meloni en el Foro Mediterráneo sobre Migraciones, celebrado en Trípoli, Libia, el 17 de julio.

Sea Watch, una organización dedicada al rescate de inmigrantes ilegales en el mar, criticó severamente la presencia de Meloni en el foro. La ONG acusó a la mandataria italiana y al primer ministro libio, Abdul-Hamid Dbeibeh, de promover una “política migratoria distópica”. En un acto inusual, Sea Watch expresó su deseo de que les ocurriera “lo peor desde el fondo de su corazón” a los participantes del evento.

La respuesta de Meloni fue inmediata. A través de sus redes sociales, la primera ministra italiana cuestionó el “silencio” de Sea Watch respecto a las actividades de los traficantes de personas.

Meloni afirmó: “Sea Watch critica a quienes acudieron a Libia para discutir cómo detener la inmigración ilegal creando desarrollo, pero no dice nada sobre los traficantes que se han enriquecido matando a miles de personas”.

La líder italiana defendió su participación en el foro, argumentando que su propósito era encontrar soluciones para frenar la inmigración ilegal hacia Europa a través del Mediterráneo. Reafirmó la postura de su gobierno: “El Gobierno italiano seguirá trabajando para detener la trata de personas, la inmigración ilegal y las muertes en el mar. Les guste o no”.

Durante su intervención en el foro de Trípoli, Meloni afirmó que “los inmigrantes ilegales son enemigos de los legales”, afirmando que Italia ha cerrado las puertas a la inmigración regular debido al exceso de migrantes irregulares. También criticó a las “organizaciones criminales”, refiriéndose a las ONG que rescatan inmigrantes en el Mediterráneo, que asumen el derecho de decidir “quién tiene derecho a entrar en Italia y quién no”.

El Foro Mediterráneo sobre Migraciones reunió a líderes de Estados y Gobiernos de países europeos y africanos. El encuentro buscó abordar las causas profundas de la migración irregular mediante el desarrollo sostenible, la mejora de la gobernanza y la cooperación internacional.

Este enfrentamiento entre Meloni y Sea Watch pone de manifiesto las tensiones entre el gobierno italiano y las organizaciones de rescate de inmigrantes. Roma ha implementado medidas para limitar las operaciones de estas ONG, incluyendo una ley que obliga a los barcos de rescate a dirigirse inmediatamente a un puerto designado después de recoger migrantes, sin continuar su patrulla en busca de otros náufragos.

La política migratoria de Meloni, caracterizada por su dureza, ha generado críticas de organizaciones humanitarias. Sin embargo, la primera ministra mantiene que estas medidas son necesarias para combatir la inmigración ilegal y prevenir las muertes en el mar.

El debate sobre la gestión de la migración en el Mediterráneo sigue siendo un tema candente en la política europea, con gobiernos como el de Italia abogando por un enfoque más restrictivo, mientras que las ONG y la Unión Europea promueven políticas más globalistas en torno a la inmigración ilegal, dejando entrar a cualquier clase de persona, que luego termina provocando un aumento en los índices de homicidios, robos y violaciones.


Seguir Leyendo

Argentina

A pesar de no formar parte del grupo, Javier Milei asistirá al G7 por invitación personal de Giorgia Meloni

Publicado

en

La primera ministra de Italia extendió la invitación al Presidente de la República Argentina, Javier Milei, para participar en la próxima cumbre del Grupo de los Siete.

El Grupo de los Siete (G7) es el foro político y económico más poderoso del mundo, englobando a Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido. Este año, la cumbre está programada para celebrarse en junio en la región italiana de Apulia.

Si bien Argentina no es parte del grupo, este año los 7 líderes más importantes del mundo estarán acompañados por el presidente Javier Milei, gracias a una invitación personal que le extendió la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, encargada de organizar el evento en esta ocasión.

Este gesto, que ha sido recibido con interés y anticipación, refleja la creciente importancia de Milei en la arena política internacional y destaca la influencia que ha ganado como líder mundial. Y no solo Meloni quiere tenerlo presente en G7, ya que estas invitaciones suelen realizarse en consenso con los demás integrantes.

La invitación formal fue entregada a través de una nota diplomática, transmitida por el embajador italiano en Argentina, Fabrizio Lucentini, y recibida con gratitud por la cnciller Diana Mondino. La confirmación de la participación de Milei en la cumbre del G7 representa un reconocimiento significativo de su papel como figura destacada en la política global y subraya la creciente relevancia de Argentina en el escenario internacional.

Fue así la cuenta oficial de Cancillería la que emitió un comunicado anunciando la invitación de Meloni a Milei para participar en la cumbre más importante del año. El mensaje enfatizó la importancia de fortalecer los lazos bilaterales entre Argentina e Italia y destacó el papel crucial que desempeñará Milei en el diálogo sobre cuestiones de interés mutuo durante la reunión.


De esta manera, Milei le agregará un poco de liberalismo a una cumbre que prometía ser un epicentro de la izquierda mundial, ya que este año coinciden el presidente de EE.UU., Joe Biden; el líder socialista de Alemania, Olaf Scholz; el progresista premier canadiense, Justin Trudeau; el socialdemócrata presidente de Francia, Emmanuel Macron; y el centrista premier inglés, Rishi Sunak.

Por la derecha, solo iban a estar el premier de Japón, Fumio Kishida, y la propia Georgia Meloni. Ahora ambos discutirán con el resto de los integrantes con Milei dando respaldo y su singular visión del mundo.

La participación de Javier Milei en la cumbre del G7 brindará una oportunidad única para que Argentina exprese su visión y perspectivas sobre una serie de temas globales clave, incluyendo la economía mundial, la seguridad internacional y el cambio climático, todos puntos donde la visión del mandatario argentino difiere del establishment del Grupo.

Además, permitirá a Milei establecer contactos con líderes de otros países con quienes todavía no ha tenido la oportunidad de reunirse, y fortalecer los lazos diplomáticos de Argentina en el escenario internacional.

Es importante destacar que la invitación de Meloni a Milei no solo refleja la afinidad ideológica entre ambos líderes, sino también la creciente cooperación entre Italia y Argentina en una variedad de áreas, incluyendo el comercio, la seguridad y la política internacional. Esta colaboración estratégica entre dos naciones democráticas y comprometidas con los valores occidentales conservadores resulta fundamental en el escenario tanto latinoamericano como europeo.

Seguir Leyendo

Economía

Meloni busca privatizar el Servicio Postal y los ferrocarriles en Italia, después de décadas de estar en quiebra

Publicado

en

La venta de activos estatales facilitaría la cancelación de compromisos de deuda y el necesario equilibrio de las finanzas públicas. Las autoridades preparan un drástico ajuste fiscal para 2024.

La Primer Ministra Georgia Meloni anunció recientemente la vocación del Gobierno por la privatización de una gran cantidad de activos estatales. Estas maniobras permitirían dos objetivos principales: se podrían obtener acreencias importantes para cancelar compromisos de deuda a corto plazo, y también se facilitaría el equilibrio de las finanzas públicas.

El Gobierno anunció que buscará lanzar a la venta el 13% del paquete accionario de Correo Italiano. Actualmente el Estado italiano retiene el total del paquete accionario: en un 65% de forma directa, y en un 35% a través del banco de desarrollo Cassa Depositi e Prestiti (del cual el Estado es dueño en un 82%).

Por otra parte, el Gobierno también evalúa la privatización parcial de Ferrocarriles Estatales Italianos (FS), la empresa insignia que tomó especial protagonismo durante los años del fascismo. Se trata de una de las privatizaciones más complejas dentro del prontuario que anunció el oficialismo, por lo que el proceso podría demorar años en consumarse.

“Creo que existe la posibilidad de que particulares participen en acciones minoritarias en empresas que hoy están totalmente bajo control público, y este es el caso de los ferrocarriles”, expresó la Primer Ministra.

Meloni demostró su determinación a favor de las privatizaciones por primera vez en noviembre del año pasado, cuando se concretó la venta del 25% del paquete accionario del histórico Banco Monte dei Paschi di Siena, nada menos que la institución bancaria más antigua del mundo (fundada en el año 1472). Esto dejó una acreencia neta por 920 millones de euros.

El Estado asumió su control mayoritario durante la crisis financiera internacional de 2008, y el Gobierno de Meloni se comprometió a devolverlo a manos privadas. Tras esta primera maniobra, se propone continuar con la venta de acciones hasta desaparecer por completo la participación estatal en el banco.

Se estudiarán nuevos y sucesivos programas de privatización total o parcial de empresas públicas para alcanzar un objetivo de recaudación de al menos 20.000 millones de euros entre 2024 y 2026. Este programa ayudaría a mantener bajo control el crecimiento explosivo del endeudamiento.

El Estado italiano mantiene un stock de deuda pública superior al 143% del PBI, y un margen de deuda neta que representa por lo menos el 132% del producto respectivamente. La delicada situación financiera del sector público limita extremadamente su capacidad para recapitalizar las empresas bajo su control, por lo que la participación del sector privado resulta fundamental para evitar el deterioro general de los servicios prestados.

La apertura de las puertas hacia la privatización también contribuiría a mejorar notablemente el atractivo inversor por parte de capitales extranjeros, algo que fue especialmente relevante para países como Grecia en los últimos años.

Seguir Leyendo

Tendencias