Descalificaron a la corrupta fiscal Fani Willis en el caso contra Trump

Un tribunal de apelaciones de Georgia descalificó a la corrupta fiscal del distrito de Fulton, Fani Willis, y a su equipo de fiscales, de continuar con la acusación contra el presidente electo Donald Trump en su caso por interferencia electoral.

Aunque el tribunal no desestimó completamente la acusación contra Trump, determinó que Willis y los fiscales asistentes de su oficina ya no tienen autoridad para proceder con el caso.

El tribunal argumentó que, tras revisar las decisiones del tribunal de primera instancia, este había cometido un error al no descalificar a la fiscal y su equipo.

"La solución propuesta por el tribunal de primera instancia para evitar una apariencia continua de impropiedad no abordó adecuadamente la percepción de impropiedad existente en los momentos en que la fiscal Willis ejercía su discreción pre procesal sobre quiénes procesar y qué cargos presentar", señaló el fallo.

Aunque el tribunal reconoció que "una apariencia de impropiedad generalmente no es suficiente para justificar una descalificación", consideró que este caso era excepcional, donde la descalificación era "obligatoria" para restaurar la confianza pública en la integridad de los procedimientos.

Por lo tanto, el tribunal revocó la decisión del tribunal inferior que había rechazado la moción de descalificación presentada por los apelantes, subrayando que la fiscal elegida estaba completamente descalificada para seguir adelante con el caso.

En consecuencia, los fiscales asistentes, cuyo poder para procesar proviene exclusivamente de la autoridad constitucional de la fiscal que los designó, tampoco tienen autoridad para proceder.

Trump reaccionó a la decisión en una entrevista exclusiva con Fox News Digital, calificando el caso de "desgracia para la justicia". Aseguró que la acusación fue iniciada por el Departamento de Justicia de Biden como un ataque a su oponente político y que utilizó a personas de su entorno, incluyendo a Willis.

Trump también mencionó su relación con Nathan Wade, un exfiscal de su equipo, acusando a ambos de recibir fondos y viajar en cruceros, lo que describió como una corrupción en el manejo del caso.

El expresidente argumentó acertadamente que el caso "no debería continuar" y que, debido a la corrupción en su origen, el caso debe ser desestimado completamente. Trump también expresó que tanto él como las personas implicadas en el caso deberían recibir una disculpa por haber sido parte de lo que consideró una persecución injusta.

Esta decisión judicial marca un giro significativo en el caso, lo que aumenta las tensiones en torno al proceso judicial que involucra al presidente electo y a su entorno político.