
Historias del Capitolio: La disputa entre Donald Trump y un congresista republicano
El Congresista Thomas Massie desafía a Trump en el Congreso y ahora enfrenta su posible venganza política
Siempre han existido fricciones entre actores del poder legislativo y el poder ejecutivo. En Washington hoy se está desatando quizás el final de una larga e intensa disputa (que lleva años) entre el presidente Donald Trump y el Congresista Republicano, Thomas Massie.
Massie representa desde el año 2013 al distrito 4 del estado de Kentucky. Su larga carrera legislativa le brindó la posibilidad de moverse con un alto nivel de autonomía en la Cámara de Representantes de EE.UU., ejerciendo influencia en sus pares y alcanzando un nivel de reconocimiento que lo ayudó, entre otras cosas, a conseguir un lugar en la poderosa comisión de Reglas de la Cámara de Representantes.
Para entender la escalada de tensión entre el presidente Trump y un simple congresista de su partido hay que ver la dificultad en la que se encuentra hoy el Partido Republicano para promulgar leyes. Si bien el Partido Republicano controla ambas cámaras del Congreso, la supremacía que tiene en la Cámara de Representantes es delgada.
De los 435 congresistas, el partido republicano tiene 218. Teniendo en cuenta que el Speaker Mike Johnson (republicano) no vota, los objetivos legislativos del partido de Trump pueden temblar con solamente tres fugas. En otras palabras, Trump no puede permitirse perder votos propios.
La batalla entre Massie y Trump es de larga data. En febrero de 2019, durante la primera presidencia de Trump, Massie anunciaba por ''X'' que votaría una resolución de la Cámara de Representantes impidiendo que el presidente utilizase una declaración de emergencia nacional para reasignar fondos y destinarlos a la construcción del muro.
Massie se justificaba por entonces en Twitter diciendo que “Si violamos la Constitución para construir un muro, entonces el muro no protege nada”.

En 2023, durante el anteúltimo año de la administración del demócrata Joe Biden, la rivalidad aumentó.
Massie se transformó en el segundo congresista del Partido Republicano en apoyar públicamente la candidatura presidencial de Ron DeSantis, gobernador de Florida y por entonces el rival más fuerte del presidente Trump para alzarse con la candidatura republicana en 2024.

Iniciada la segunda presidencia de Donald Trump, uno de los primeros desafíos del partido era juntar los votos para reelegir a Johnson como presidente de la Cámara. Las fricciones dentro del GOP habían tornado dificultoso este objetivo ya en 2023, tras la remoción de Kevin McCarthy.
Sin ir más lejos, el pasado enero Johnson obtuvo nuevamente los votos necesarios para validarse como presidente del cuerpo legislativo, pero con una única deserción de la tropa propia: Thomas Massie.
Tras el voto negativo de Massie a la candidatura de Johnson al puesto que hoy posee, este último resolvió retirar a Massie de la comisión más importante de la Cámara: El Comité de Reglas, que se encarga de decidir que llega o no al recinto, para su votación posterior. Tras este suceso, Massie continuó dando señales de rebeldía y esta semana terminó de verse.
Johnson ordenó al Partido Republicano la votación de una resolución que extendía el financiamiento del gobierno hasta septiembre de 2025, evitando así un “Government Shutdown”. El congresista Thomas Massie fue el único republicano que votó en contra del proyecto para evitar el cierre del gobierno. La resolución finalmente se votó y hoy espera del Senado para completar su sanción.
Trump eligió la red Truth Social para felicitar al Speaker Johnson por esta votación y arremetió contra Massie, catalogando como un “No en todo”, y adelantándole que debería enfrentar una primaria el año próximo cuando Massie deba revalidar su cargo. Por si era poco, Trump dio aviso que liderará el embate frente a Massie.

Resta verificar si la advertencia pública de Trump a la bancada de Massie se concretará o será una manera de enderezar nuevamente a un congresista que históricamente se ha movido de manera autónoma.
El apellido Massie podría sumarse a una lista de congresistas que supieron ser influyentes, como Liz Cheney o Bob Good, pero que tras la ruptura con el presidente, su ocaso político les ha llegado.
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