Un hombre de Alemania podría ir a la carcel por insultar a un político en las redes
Las personas que cometan este "delito" pueden enfrentarse a una multa o a una pena de hasta tres años de prisión.
Un alemán de 64 años originario de Baviera está siendo investigado por supuestamente insultar al vicecanciller Robert Habeck en una publicación en sus redes sociales.
La fiscalía de Bamberg, ubicada en el norte de Baviera, confirmó que se registró el domicilio del sospechoso y se confiscó un dispositivo digital.
El hombre está acusado de haber compartido una imagen de Habeck en la red social X (ex Twitter) a principios de este año. La foto fue acompañada de un subtítulo que podría traducirse de diversas maneras al inglés, siendo una de las opciones más fuertes "idiota profesional".
Habeck dio su consentimiento para que los fiscales presentaran cargos penales por los insultos en su contra mediante lo que en alemán se denomina "Strafantrag".
Esto es distinto de una denuncia penal directa presentada ante las autoridades, conocida como "Strafanzeige", y podría indicar que las autoridades policiales invitaron o sugirieron que Habeck presentara los cargos. Los fiscales no especificaron quién se puso en contacto con quién primero.
El residente de Baviera también enfrenta acusaciones de haber compartido imágenes y comentarios de la "época nazi" a principios de 2024. Según los fiscales, estas publicaciones podrían haber infringido las leyes alemanas contra la "incitación al odio étnico o religioso". El hombre fue arrestado durante una serie de operativos policiales a nivel nacional contra "discursos de odio antisemita" en línea.
Insultar a políticos en Alemania es ilegal
En principio, cualquier funcionario público en Alemania, desde el canciller hasta los empleados a nivel municipal, tiene la posibilidad de presentar cargos penales por insultos públicos si considera que su "reputación ha sido dañada" o que su capacidad para desempeñar su función ha sido afectada.
En caso de ser declarados culpables, los responsables pueden enfrentarse a una multa o a una pena de hasta tres años de prisión.
Una ley similar, que protege a los jefes de estado y diplomáticos extranjeros de los insultos, fue objeto de polémica hace algunos años cuando el presidente turco Recep Tayyip Erdogan intentó utilizarla para procesar a varias personas en Alemania, incluido el reconocido comediante Jan Böhmermann, por críticas hacia él.
El escándalo generado por este caso provocó la abolición de esa ley, pero la ley principal que protege a los políticos alemanes se mantuvo en vigor. Además, en 2021 se introdujeron modificaciones para aclarar que las redes sociales también podían ser objeto de esta legislación.
Más noticias: