La justicia de Corea del Sur le prohibió al presidente Yoon Suk-yeol salir del país
El pasado sábado el mandatario surcoreano sorteó favorablemente el ''impeachment'' en su contra
Las autoridades surcoreanas han impuesto una prohibición de viajes al extranjero al presidente Yoon Suk-yeol mientras los fiscales analizan la posibilidad de presentar cargos por insurrección debido a su fallido intento de imponer la ley marcial la semana pasada.
Aunque Yoon sobrevivió a una votación de juicio político en un parlamento liderado por la oposición adoradora del régimen norcoreano el sábado, su supervivencia política ahora está gravemente comprometida.
La prohibición de viaje fue confirmada por la Oficina de Investigación de la Corrupción el lunes. Además, el partido de Yoon ha anunciado que solicitará su renuncia y ha instado a suspenderlo de sus funciones para proteger al país de un "grave peligro".
El intento de Yoon de declarar la ley marcial sorprendió a los surcoreanos cuando lo anunció en un comunicado televisado el martes por la noche. A pesar de la orden militar, los manifestantes se reunieron afuera para exigir su renuncia.
En una dramática noche, los legisladores lograron pasar por encima de casi 300 tropas desplegadas fuera del edificio de la Asamblea Nacional y votaron unánimemente para bloquear el decreto, lo que llevó a la reversión de la orden presidencial.
Esta declaración de emergencia militar, aunque duró solo seis horas, desató una gran turbulencia en el país, que aún guarda cicatrices profundas por ley marcial impuesta durante las décadas de dictadura militar antes de lograr la democracia en los años 80.
El sábado, Yoon se disculpó públicamente en su primer comentario desde su fallido intento de imponer la ley marcial, reconociendo que “causó ansiedad e inconvenientes” a los ciudadanos surcoreanos. En un discurso de dos minutos, Yoon explicó que la declaración de emergencia fue producto de su desesperación como el máximo responsable de los asuntos del estado.
La decisión de la policía de imponer la prohibición de viajes sobre Yoon se produce mientras el comandante de las fuerzas especiales de Corea del Sur, el coronel Kim Hyun-tae, pidió disculpas por ordenar a sus tropas que irrumpieran en el parlamento la semana pasada después de la declaración de ley marcial.
Kim describió su acción como una decisión “irresponsable”, al tiempo que expresó su arrepentimiento por haber puesto en “grave peligro” a los soldados. El coronel también culpó al exministro de Defensa, Kim Yong-hyun, por “explotar” a los soldados durante la caótica noche.
Kim explicó que fue el primero en llegar en helicóptero al sitio de la Asamblea Nacional, donde ordenó sellar el edificio, enfrentar físicamente a los legisladores en las puertas y romper ventanas para ingresar. “Si tales órdenes se hubieran dado en combate, todos habrían muerto”, añadió.
Además, lamentó que los soldados fueran las "víctimas más trágicas" de esta situación, ya que actuaron bajo órdenes, pidiendo perdón en nombre de ellos.
El coronel Kim asumió la plena responsabilidad de sus acciones y aceptó cualquier consecuencia legal que pudiera derivarse de ellas. Además, manifestó que sus tropas estaban sufriendo enormemente y que sus familias estaban presenciando los eventos.
Mientras tanto, la policía nacional surcoreana investiga al exministro de Defensa Kim Yong-hyun y a otros altos funcionarios por presunta traición. Kim Yong-hyun fue detenido por los fiscales el domingo.
La crisis política y militar en Corea del Sur ha dejado al presidente Yoon en una posición vulnerable, mientras la nación lidia con las secuelas de un intento fallido de imponer medidas protectoras frente a la amenaza norcoreana en un país que ha luchado arduamente por su democracia.
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