Trump ordenó un nuevo censo donde se excluya a los inmigrantes ilegales del conteo
Dejando de contar a los inmigrantes ilegales, Trump pone fin a una metodología utilizada por los demócratas que les permitía acceder a un mayor número de escaños en el Congreso.
El presidente Donald Trump confirmó este jueves por la mañana que los inmigrantes ilegales no serán incluidos en el próximo censo, por lo que ha instruido al Departamento de Comercio que comience a trabajar en un nuevo censo basado en los resultados presidenciales de 2024.
La Oficina del Censo de los Estados Unidos, que forma parte del Departamento de Comercio, hará la primera prueba de campo bajo la nueva metodología en 2026 y luego en 2028, mientras que el próximo censo oficial en el país está programado para el 2030.
"He instruido a nuestro Departamento de Comercio que comience de inmediato a trabajar en un nuevo y muy preciso censo basado en hechos y cifras actuales y, lo que es importante, utilizando los resultados y la información obtenida de las elecciones presidenciales de 2024. Las personas que están en nuestro país ilegalmente NO SERÁN CONTADAS EN EL CENSO," confirmó Trump en redes.
Trump llega a la Oficina Oval para firmar una orden ejecutiva. | La Derecha Diario
Los demócratas se beneficiaban de este sistema.
Hasta ahora, por política de gobiernos demócratas, la oficina del censo se refería a los inmigrantes que se encuentran viviendo en el país de forma indocumentada como "migrantes no autorizados", incluyéndose a estos en los censos y encuestas y sumándolos al "total de la población nacida en el extranjero".
"Se utiliza el término ‘nacido en el extranjero’ para referirse a cualquier persona que no sea ciudadana estadounidense al nacer. Esto incluye a ciudadanos naturalizados, no naturalizados, residentes permanentes legales (inmigrantes), migrantes temporales (como estudiantes extranjeros), migrantes humanitarios (como refugiados y asilados) y migrantes no autorizados," dice la Oficina del Censo.
La nueva directiva de Trump, aunque seguramente repleta de desafíos legales, pone punto final a una práctica que los demócratas vienen utilizando desde hace décadas para agrandar el número de habitantes que viven en sus bastiones electorales, lo que les permite tener una mayor representación en el Congreso.
El edificio de la Oficina del Censo. | La Derecha Diario
El problema del censo 2020.
Dicho problema de representación surge como motivo del censo de 2020, en el cual varios estados republicanos densamente poblados, como Florida y Texas, vieron cómo su crecimiento poblacional no fue reflejado correctamente, lo que llevó a que no recibieran los escaños que deberían haber recibido en el Congreso.
Gracias a este problema heredado del censo de 2020, que la oficina reconoció recién dos años después, los estados gobernados por demócratas fueron beneficiados en las elecciones de medio término de 2022 y 2024.
Si la promesa de Trump es llevada a la práctica, -esto es, de dejar de contar a los inmigrantes ilegales en el censo-, un puñado de estados -principalmente los controlados a nivel político por los demócratas- podrían ver disminuidas sus cifras de población con miras al próximo censo de 2030.
Inmigrantes ilegales se concentran en California. | La Derecha Diario