Un hombre de cabello canoso y traje oscuro con corbata a rayas amarillas y negras en un entorno con fondo desenfocado de colores azules y rosados.
INTERNACIONALES

La UE ratificó la anulación de las elecciones en Rumanía con un polémico fallo

En una maniobra claramente autoritaria, el candidato de la derecha fue ampliamente perjudicado

La Corte Europea de Derechos Humanos (CEDH) rechazó la apelación del flamante candidato presidencial rumano Calin Georgescu, quien había impugnado correctamente la anulación de las elecciones presidenciales de 2024 en Rumanía.

La corte no ofreció una explicación clara ni asumió responsabilidad por su decisión, lo que ha sido interpretado por muchos como una validación tácita de las acciones de las élites políticas.

Georgescu, quien ganó con una gran ventaja la primera ronda de las elecciones en noviembre de 2024 tras un increíble impulso de apoyo popular en TikTok, descubrió que, días antes de la segunda vuelta electoral, la Corte Constitucional de Rumanía canceló el resultado de los comicios.

Un hombre de cabello canoso y chaqueta azul está sentado en una habitación con un reloj de pie y una ventana al fondo.
Georgescu obtuvo un gran resultado y se logró imponer en primera vuelta de las elecciones de 2024 | La Derecha Diario

El argumento oficial fue la supuesta "interferencia rusa", aunque sin presentar pruebas claras al respecto. Georgescu calificó la anulación de las elecciones como un "golpe de estado disfrazado", y llevó su caso ante la CEDH, con la esperanza de obtener justicia. Sin embargo, la corte desestimó todos sus argumentos.

Entre los derechos que Georgescu alegó haber sido violados se incluyen: el derecho a elecciones libres, el derecho a un juicio justo, la libertad de expresión, asociación y reunión, así como el derecho a un recurso legal efectivo.

La CEDH, no obstante, desestimó su apelación sin entrar en detalle, alegando que no había “daño irreparable” que justificara una intervención urgente, lo que indignó a millones de personas, quienes consideraron que el pueblo rumano había sido privado de su derecho al voto.

Edificio moderno con dos estructuras cilíndricas de metal y una entrada de vidrio bajo un cielo azul.
La CEDH desestimó las acusaciones de Georgescu sin argumentos | La Derecha Diario

El rechazo de la apelación ha alimentado la percepción de que este caso no se trataba de una interferencia extranjera, como alegaron las autoridades rumanas, sino de un intento del gobierno rumano, respaldado por las élites de Bruselas, de bloquear la candidatura de un ''outsider'' y evitar una elección impredecible.

Para muchos, la verdadera razón detrás de la anulación de las elecciones fue la voluntad del sistema de impedir que candidatos fuera del establishment político tuvieran la oportunidad de acceder al poder.

Aunque la CEDH tiene un mandato para proteger derechos democráticos en los 46 estados miembros del Consejo de Europa, como la libertad de expresión, los juicios justos y las elecciones libres, no tiene la capacidad para anular elecciones o forzar su repetición.

Esa autoridad recae en los tribunales nacionales y las comisiones electorales. La corte, en su decisión, argumentó que la presidencia rumana no se considera parte del "legislativo" bajo la convención europea, lo que significaría que las protecciones electorales no aplicaban.

Un guardia de seguridad abre una puerta de hierro forjado con un cartel de prohibido el paso, con un edificio grande al fondo.
El Tribunal Constitucional de Rumanía anuló la primera ronda de las elecciones | La Derecha Diario

Además, consideró que Rumanía no tenía un caso legal en cuanto a los derechos electorales, la libertad de expresión o el derecho a un juicio justo, y que no existía “daño irreparable” que requiriera intervención inmediata.

Este fallo de la CEDH ha generado preocupaciones sobre la falta de control político y judicial, pues su desestimación sin cuestionar la motivación política detrás de la anulación de las elecciones crea un precedente peligroso. 

Si bien la corte no anuló directamente las elecciones, su negativa a intervenir en el caso de Georgescu refuerza la idea de que los gobiernos pueden invalidar elecciones sin enfrentar consecuencias legales o políticas.

En este contexto, el resultado de una elección podría ser fácilmente borrado si no satisface a la élite política, lo que amenaza la integridad de los procesos democráticos en Europa.

La situación ha dejado claro que las elecciones libres y justas no son garantizadas si las cortes pueden anularlas a voluntad, lo que socava la confianza en la democracia y los derechos fundamentales de los ciudadanos.

Un hombre de cabello canoso con un abrigo oscuro está de perfil frente a varias banderas de colores rojo, amarillo y azul ondeando en el fondo.
Millones de ciudadanos rumanos han mostrado su descontento tras el fallo de la CEDH | La Derecha Diario
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