
La ultra comunista Jara critica el capitalismo pero defiende su derecho a tener iPhone
La candidata presidencial del Partido Comunista justificó su patrimonio y generó críticas por sus dichos.
En medio del proceso de definiciones políticas de cara a las elecciones presidenciales de 2026, la candidata del Partido Comunista, Jeannette Jara, volvió a marcar posición durante su participación en el seminario “Propuestas para Chile 2026-2030”, organizado por Clapes UC.
En un discurso que no estuvo exento de polémica, la exministra abordó críticas sobre su patrimonio personal y cuestionó lo que definió como prejuicios hacia quienes integran el comunismo.

“Contrario a lo que algunos piensan, a los comunistas no nos tiene por qué ir mal en la vida. También tenemos derecho a tener iPhone”, afirmó la candidata, en respuesta a rumores sobre supuestos bienes en el extranjero. “Tengo mi patrimonio, sí. Y estoy contenta por eso" añadió, defendiendo su situación económica.
Las declaraciones generaron un amplio eco en redes sociales y en el mundo político, ya que tocan un punto sensible: el contraste entre la retórica del PartidoComunista y el estilo de vida de sus dirigentes.
Desde diferentes sectores, se ha señalado que estas afirmaciones reflejan una contradicción entre el ridículo discurso igualitarista que promueve el PC y la realidad económica de sus principales figuras.
Durante su intervención, Jara también dedicó parte de su mensaje a cuestionar a la derecha, con especial énfasis en la candidata Evelyn Matthei, a quien criticó por sus declaraciones recientes sobre el golpe de Estado de 1973. “Me imagino que porque a lo mejor la discusión tributaria, constitucional y la convulsión que hemos vivido como país no les ha gustado (a los inversionistas nacionales), por las mismas razones que ahora le plantean a la derecha que si no hay lista única no hay platita”, señaló, apuntando contra el empresariado y la oposición.

Sin embargo, las palabras de Jara no dejan de llamar la atención por la evidente contradicción entre el discurso comunista que promueve una supuesta igualdad y austeridad, y su propia justificación para poseer bienes de lujo.
Defender la militancia comunista aludiendo a la propiedad de un iPhone parece reducir el debate político a un gesto superficial.
Jara no solo expone las inconsistencias del comunismo, sino que también deja abierta la pregunta sobre si su proyecto político busca transformar el país o simplemente adaptarse a las mismas comodidades que critica en los demás.
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