El ultra socialista Antonio Costa es el nuevo presidente del Consejo Europeo

António Costa asumió el cargo de Presidente del Consejo Europeo el 1 de diciembre, marcando el inicio de un nuevo ciclo institucional en la Unión Europea. En una ceremonia breve, el presidente saliente del Consejo, Charles Michel, entregó el testigo a Costa, quien fue ex primer ministro de Portugal.

Costa destacó la importancia de la unidad política en tiempos de adversidad y expresó que la soberanía solo puede ser garantizada mediante la construcción de una Europa común. Resaltó que "solo juntos podemos defender la seguridad, la estabilidad y la paz en nuestro continente".

El mandato de Costa como presidente será de dos años y medio, con la posibilidad de una única prórroga. El cargo carece de poderes ejecutivos y se centra principalmente en la representación y la coordinación de los asuntos del bloque. Costa será responsable de preparar y moderar las cumbres de la UE, donde los líderes fijan la agenda política del futuro del bloque.

Aunque Costa se presenta como un constructor de puentes, su enfoque estará en respetar las diferencias de opinión entre los Estados miembros y no tratarlas como un "problema". En este sentido, el presidente entrante tiene la intención de trabajar estrechamente con Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, con el objetivo de "reforzar mutuamente su acción" y cerrar el capítulo de tensiones previas entre ella y Michel.

Costa, al asumir el cargo, se convertirá en la figura más destacada de la peligrosa familia socialista en Bruselas, junto con Teresa Ribera, la primera vicepresidente ejecutiva de la Comisión. Para los socialistas, estos nombramientos son cruciales para mantener su peligrosa influencia en el bloque, especialmente mientras la UE continúa su giro hacia la derecha, mientras que para la población europea representa

En cuanto a la agenda de Costa, varias cuestiones clave ocuparán su atención. Entre ellas, se destacan el apoyo a Ucrania, la política de Defensa, la competitividad, la gestión de la migración y la reforma del presupuesto de la Unión Europea. Estos temas también están en la lista de prioridades de Von der Leyen para su segundo mandato.

Otro tema central será la ampliación de la UE, un área sensible en la que la unanimidad entre los líderes es esencial para avanzar. Actualmente, varios países de los Balcanes Occidentales, Ucrania y otros países están en proceso de adhesión al bloque, pero las negociaciones de adhesión deben avanzar sin "plazos artificiales, pero también sin obstáculos indebidos", según Costa.

Esto supone un cambio con respecto a la postura de Michel, quien había fijado el plazo de 2030 para la ampliación, una propuesta que la Comisión Europea no respaldó.

Una de las prioridades de Costa será reformar el proceso de cumbres de la UE. Propone reducir su duración a un solo día en lugar de dos y asegurar que la redacción de las conclusiones esté lista antes de que los líderes se sienten a la mesa, aunque esto podría resultar complicado para debates clave como el presupuesto.

Además, Costa quiere organizar "retiros informales" fuera de la sede institucional de Bruselas, donde los líderes puedan discutir temas cruciales de la agenda "sin la presión de tener que tomar decisiones".

El primero de estos retiros informales se llevará a cabo el 3 de febrero y estará centrado en la Defensa, con la participación del secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg.

Un aspecto destacado de la elección de Costa es su origen multicultural: su padre era mitad franco-mozambiqueño y mitad indio, lo que lo convierte en la primera persona de color en ocupar un alto cargo en la historia de la UE.

Costa tiene por delante una tarea desafiante como presidente del Consejo Europeo. Su enfoque será el de construir consensos, respetar las diferencias de los Estados miembros y priorizar cuestiones fundamentales como la seguridad, la política de defensa y la ampliación de la UE, todo mientras busca reducir las tensiones políticas y mejorar la eficiencia en el funcionamiento del bloque cuyo proceso de elección es absolutamente parcial.