
Imágenes inéditas revelan la brutalidad del secuestro de un soldado el 7 de Octubre
Nimrod Cohen sigue estando en poder de los terroristas, que se niegan a brindar información de los rehenes
La familia de Nimrod Cohen, soldado israelí secuestrado por Hamás el 7 de octubre de 2023, difundió este lunes imágenes inéditas de su captura, recientemente halladas por las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI).
El material fue presentado durante una conferencia de prensa en el Foro de Familias de Rehenes en Tel Aviv y muestra cómo Cohen es arrastrado con violencia hacia la Franja de Gaza.
“Lo que ven es la peor pesadilla de toda madre en Israel. Mi hijo indefenso fue llevado al infierno, y yo solo podía escuchar sus gritos desgarradores”, declaró entre lágrimas su madre, Vicki Cohen. Dirigiéndose a las autoridades israelíes, añadió: “Llevo 689 noches sin respirar. No tienen derecho a impedir que mi hijo vuelva a casa. Deben asegurar un acuerdo integral”.

De acuerdo con testimonios de rehenes liberados, Cohen estuvo encerrado durante meses en una pequeña jaula para animales, sometido a torturas e interrogatorios por ser soldado de las FDI.
Los captores lo trasladaban de un lugar a otro para evadir la persecución israelí. Los mismos testigos reportaron que Cohen sufre una grave enfermedad cutánea y una infección en el oído, producto de las condiciones insalubres de los túneles de Gaza.
El soldado fue secuestrado cuando su tanque fue atacado e incendiado por los terroristas. Sus compañeros de tripulación —el comandante Omer Neutra, el cargador Oz Daniel y el conductor Shaked Dahan— fueron asesinados en aquel episodio, uno de los más recordados de la masacre del 7 de octubre.
Mientras la atención internacional se concentra en la situación humanitaria en Gaza, organizaciones israelíes y familiares denuncian que los rehenes, retenidos desde hace casi dos años, han desaparecido de la agenda mediática global.
El caso de Cohen ilustra con crudeza la realidad de los cautivos: secuestrados de manera violenta, mantenidos en condiciones que constituyen violaciones flagrantes del derecho internacional, y prácticamente ignorados en el debate público fuera de Israel.
Para los familiares, cada nuevo testimonio no solo es una prueba del sufrimiento en cautiverio, sino también un recordatorio de que, mientras Hamás continúe reteniéndolos, la guerra tiene un rostro humano que el mundo no debería olvidar.
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