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Lula debió salir a aclarar que “es cristiano” y que “nunca habló ni pactó con el diablo”

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El ex presidente socialista, que criticó el cristianismo toda su carrera, ahora lanza una agenda religiosa para intentar ganarle la segunda vuelta a Jair Bolsonaro.

A pesar de haber ganado holgadamente la elección presidencial de primera vuelta el pasado domingo, el ex presidente Lula lanzó una campaña desesperada para “mostrar su lado más religioso”, algo que nunca hizo en su larga carrera política, más bien marcada por sus críticas a la la religión, y especialmente al cristianismo.

Los ataques de Bolsonaro y el Padre Kelmon sobre cuestiones religiosas y morales parecen haber entrado fuerte, y su equipo de campaña ha decidido que su agenda en el mes electoral antes de la segunda vuelta se enfocará en mostrarlo más cercano a líderes religiosos.

Tan es así que este martes, en sus redes sociales, publicó una insólita imagen con un punteo de cuatro consignas sobre su persona: “1) Lula cree en Dios y es cristiano; 2) Lula no tiene un pacto ni nunca conversó con el diablo; 3) Lula cree que un presidente debe cuidar a quien tiene hambre; 4) Con Lula en la presidencia, Brasil vivió un momento de prosperidad”.

Resulta realmente insólito que un candidato a presidente deba salir a aclarar que “nunca pactó ni conversó con el diablo“, y que toda la evidencia presentada, en un caso que parece tan serio para el candidato izquierdista, sea su propia palabra.

Rápidamente, usuarios en redes sociales se burlaron de la publicación, cuestionando, con ironía, que decir que no pactó con el diablo es algo que alguien que pactó con el diablo diría. Por su parte, simpatizantes de Lula le recriminaron el cambio de discurso para ganar el apoyo de los evangélicos.

Hasta la fecha, Lula había hablado extensivamente a favor de la libertad religiosa y de ir en contra del cristianismo como la religión más importante del país. Incluso había promovido religiones africanas como el candomblé, la cábula, o la umbanda. Ahora, parece que dejó esta agenda en el pasado.

Esta publicación de Lula es parte de una coordinación mayor. Este mismo martes, militantes del PT revivieron un video de Jair Bolsonaro cuando era diputado hablando en una logia masónica, acusándolo de ser parte de esta sociedad.

Es una noticia vieja que Bolsonaro ya despejó en el pasado, pero ahora es parte de una campaña de difamación más profunda. El presidente ya había explicado que fue invitado a hablar, y que él, como cristiano, sintió la necesidad de hacerlo en cualquier ámbito al que sea invitado.

Esto se puede escuchar en el propio discurso que da, donde habla extensamente de la religión y de los valores del cristianismo, increpando a los masones que deberían adoptarlos “para ser más felices”.

El pastor Silas Malafaia, uno de los líderes evangelistas más importantes de Brasil, salió en defensa de Bolsonaro, asegurando que su labor religiosa y política lo lleva a todos lados: “Él tiene la responsabilidad de hablar en todos lados, en la Iglesia Evangélica, en la Iglesia Católica, en la Masonería, que no es una religión, es una sociedad“.

Resulta extraño que Lula esté intentando ganar votos de Bolsonaro creando una noticia falsa de que es masón, cuando su propio candidato a vicepresidente, Geraldo Alckmin, es líder dentro de la Masonería de Brasil, y ha hablado públicamente del tema en más de una ocasión.

Alckmin, el segundo desde la derecha, con una banda masónica junto al Gran Maestro de la Masonería de Sao Paulo.

Prácticamente todos los años, Alckmin graba un video por el Día de la Masonería, agradeciéndole a todos sus leales, y hablando en favor de la organización que se define como una “sociedad discreta“.

Quiero destacar la importancia de la masonería en el mundo, que siempre estuvo presente en la defensa de la democracia, en la defensa de la libertad, de la igualidad, de la fraternidad, presente en la izquierda del absolutismo inglés, en la revolución francesa, presente aquí en Brasil por la abolición de la esclavitud“, resume el ahora candidato a vicepresidente de Lula.

Brasil

Masiva protesta en Brasil en contra de la censura de Lula: Bolsonaro habló ante millones y pidió un aplauso para Elon Musk

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En la protesta se vieron manifestantes vestidos de Bolsonaro, de Elon Musk y hasta del presidente argentino Javier Milei, en favor de la libertad de expresión y el fin del régimen autoritario de Lula.

El ex presidente Jair Bolsonaro convocó a millones de manifestantes en las playas de Copacabana, este domingo en Río de Janeiro, para protestar contra la persecución política del régimen de Lula da Silva y pedir por el fin de la censura en redes sociales contra la oposición.

Millones de manifestantes comenzaron a llegar poco después de las 8 de la mañana. Bolsonaro salió del hotel cercano alrededor de las 10:00 horas, se subió a uno de los camiones y pronunció un discurso que duró unos 35 minutos, con un micrófono y parlantes para que escuche toda la ciudad.

En su discurso, Bolsonaro criticó con dureza a Lula y al juez del Supremo Tribunal Federal (STF), Alexandre de Moraes, por sus medidas contrarias a la libertad de expresión. El juez Moraes ha metido presos a empresarios, políticos, periodistas y activistas bolsonaristas en los últimos 2 años.

El líder de la oposición pidió una amnistía para los presos del 8 de enero, día en el cual manifestantes de derecha ingresaron al edificio del Congreso y de la Corte Suprema en protesta contra el fraude electoral impulsado por el Tribunal Supremo Electoral, que preside el propio Moraes.

Como ocurrió con el Asalto al Capitolo en Estados Unidos dos años antes, no solo el puñado de violentos fue arrestado, sino que el gobierno de Lula mantiene apresados a miles de brasileros que se estaban manifestando pacíficamente y no ingresaron a los edificios públicos ese día.

En otra parte del discurso, Bolsonaro pidió un aplauso para Elon Musk, a quien apodó como una “leyenda” y aseguró que es un “hombre que quiere preservar la libertad“. Tras comprar Twitter, Musk desafió a Moraes y levantó todos los bloqueos que había impuesto la Suprema Corte.

El expresidente volvió a hablar de las elecciones de 2022, que fueron robadas por el Tribunal Electoral, y recordó que hubo fraude en las urnas: “Lo que más queremos es que Brasil vuelva a la normalidad, que podamos participar en las elecciones sin sospecha alguna“.

“Al fin y al cabo, el alma de la democracia son unas elecciones limpias en las que nadie puede siquiera pensar en dudar de ello“, aseguró.

La protesta fue convocada por Bolsonaro en medio de un intento del juez Moraes por apresarlo al expresidente, por una presunta participación en un intento de golpe de Estado para permanecer en el poder, del cual no hay pruebas.

Sin embargo, Moraes ya apresó a varios ex ministros, a múltiples empresarios que le donaban dinero y a todos los periodistas que apoyaron su gobierno. El próximo objetivo de la dictadura, y el gran trofeo que busca Lula, es arrestarlo a Bolsonaro.

A pesar de que Bolsonaro era un simple diputado y que estaba a un año de anunciar su campaña presidencial cuando la Justicia arrestó a Lula en julio de 2017, por lo que no estuvo relacionado en lo más mínimo con su detención, el dictador de izquierda nunca le va a perdonar que puso de Ministro de Justicia a Sergio Moro, el juez que le dictó prisión efectiva.

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Brasil

La Corte Suprema de Brasil analiza bloquear Telegram, WhatsApp y Twitter en todo el país para censurar a la oposición

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Alexandre de Moraes, principal juez responsable de censurar a la oposición en Brasil, dijo que el bloqueo masivo no es una medida que adoptaría “en estos momentos”, pero el resto del STF tiene tiempo de votar hasta el 26 de abril.

El Supremo Tribunal Federal (STF) de Brasil, controlado por el presidente Lula da Silva, inició este viernes un proceso para analizar la posibilidad de bloquear aplicaciones de mensajería, como WhatsApp y Telegram, en Brasil.

El análisis se desarrollará mediante videoconferencias hasta el 26 de abril, fecha en la que los jueces tomarán la determinación sobre si el máximo tribunal puede suspender temporalmente el funcionamiento de las aplicaciones de mensajería que se nieguen a entregar información de los usuarios investigados por delitos sin sentencia firme.

Esta votación se da en medio de fuertes denuncias de persecución política contra el gobierno de Lula, que está utilizando a los jueces de la Suprema Corte para censurar a la oposición en redes sociales, solicitando eliminar cuentas y borrar publicaciones. Incluso La Derecha Diario ha sido víctima de esto.

El principal juez señalado por ser el brazo armado del Gobierno socialista es Alexandre de Moraes, responsable de ordenar el bloqueo de miles de usuarios opositores a Lula en Twitter. Sin embargo, Moraes anticipó su voto en contra de la medida, probablemente para evitar un mayor escándalo en medio de un conflicto judicial abierto contra Elon Musk y la oposición.

Moraes, se unió al juez Edson Fachín diciendo que la medida no parecería necesaria en estos momentos, pero sorprendió su voto negativo ya que él mismo ha sido responsable en el pasado de bloquear temporalmente a Telegram, luego de que la empresa se negara a entregar información personal de sus usuarios. Hasta el momento, los otros nueve jueces aún no han votado.

La presentación de esta acción en los tribunales se inició en 2016, a través del partido Ciudadanía. El proyecto se basó en una decisión del Tribunal de Sergipe, que ordenó la suspensión de WhatsApp en todo el territorio nacional por un período de 72 horas.

WhatsApp se había negado a romper la confidencialidad de los mensajes de la aplicación cuando el tribunal pidió mensajes privados de las personas en un caso vinculado a la libertad de expresión.

En aquel entonces Facebook (ahora Meta) afirmó que los mensajes están cifrados de un extremo a otro, lo que significa que ellos no almacenan en los sistemas de la aplicación los mensajes ni pueden entregarlos, y que solo el usuario puede hacerlo.

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Brasil

Los inversores internacionales huyen de Brasil y ya sacaron casi 5.000 millones de dólares del país por las medidas de Lula

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Mientras se escapan los inversores de Brasil, el tipo de cambio del real con respecto al dólar ascendió a las 5,27 unidades y marcó una suba del 1,6% al cierre del día martes. Se trata del valor nominal más elevado de la gestión de Lula.

El dólar acumuló un alza del 8,7% de acuerdo a su paridad con el Real de Brasil desde el comienzo del año. Pero solamente al término de la rueda del día martes, el tipo de cambio se anotó una suba diaria superior al 1,6% y volvió a romper récords nominales.

La paridad del dólar llegó a los 5,27 reales al cierre del martes, el mayor valor registrado desde marzo del año 2023. La fuerte depreciación de la moneda brasileña destacó de entre otras divisas latinoamericanas que se vieron duramente afectadas por el accionar monetario conservador que recientemente adoptó la Reserva Federal de Jerome Powell.

La tasa de inflación de Estados Unidos para el mes de marzo superó las expectativas (subió ligeramente al 3,5%), con lo cual es más probable que la FED evite reducir su tasa de referencia en el corto plazo, o en su defecto que lo haga más lentamente. Esto repercutió en todas las divisas de la región, pero Brasil se vio afectado además por factores estrictamente internos.

La política fiscal del Gobierno socialista está fuera de control. El resultado primario del Gobierno federal (sin Estados locales ni municipalidades) marcó un rojo equivalente al 2,55% del PBI en febrero, el más alto desde el estallido de la pandemia. El Presidente Lula da Silva asumió su cargo habiendo heredado un superávit primario de 0,56 puntos del PBI en enero del año pasado.

Contabilizando la pesada carga de intereses que enfrenta el país vecino, el resultado financiero marcó un déficit récord de hasta el 7,7% del PBI en febrero, y no se veía algo semejante desde julio de 2021. Cabe señalar que cuando Lula asumió la presidencia del país, el déficit financiero representaba el 4,32% del producto bruto, casi se duplicó en 13 meses.

El Gobierno socialista cuestionó con dureza la independencia del Banco Central de Brasil, heredada de la administración de Jair Bolsonaro, pero al no poder revertir su autonomía se valió del endeudamiento como vía principal para solventar la brecha fiscal. La carga de intereses por la deuda pública se incrementó del 4,88% al 5,15% del PBI desde enero de 2023.

El descarrilamiento de la política fiscal hace mecha sobre la efectividad de la política monetaria, ya que pese a la autonomía legal, existen serias dudas sobre el sostenimiento del actual margen de déficit con persistente endeudamiento. En consecuencia, se reduce el efecto disciplinario de la tasa de referencia SELIC que aplica la autoridad monetaria, y con ello se proyecta un mayor impacto negativo sobre el nivel de actividad real.

Este contexto adverso provocó que Brasil pierda cada vez más atractivo para la inversión internacional. La firma Goldman Sachs recomendó abiertamente deshacer las posiciones en empresas públicas brasileñas debido a una mayor injerencia política del Gobierno, y como resultado de la falta de credibilidad en el desempeño futuro de Brasil, se registró una salida de por lo menos US$ 4.227 millones (21.000 millones de reales) por parte de inversores extranjeros en el país.

La repercusión de la depreciación del real será mayormente negativa sobre el saldo exportador de las empresas argentinas, más aún en un contexto de fuerte apreciación del peso frente al dólar.

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