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Colombia

Petro levanta una Cortina de Hierro en Colombia: Sube drásticamente los aranceles y suspende el libre comercio con Estados Unidos

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El Gobierno de la extrema izquierda colombiana desplegó una agenda marcadamente proteccionista que pretende revertir el proceso de apertura comercial comenzando en las últimas dos décadas.

Las intenciones del Gobierno del presidente Gustavo Petro son claras: se apunta a cerrar la economía todo lo que sea posible. El diagnóstico oficialista considera que el flujo comercial con el mercado internacional es “perjudicial para campesinos y productores locales”, una lógica por la cual se viene pregonando desde la campaña electoral del socialismo.

Petro anunció formalmente que Colombia realizará los pasos necesarios para encauzar una revisión del Tratado de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos, aunque por el momento se evitará una renegociación integral. A través de la Oficina del Representante de Comercio estadounidense, Colombia presentó un pedido de revisión sobre cuatro grandes áreas: acceso a los mercados (aranceles y restricciones), reglas de origen, cláusulas de inversión extranjera directa y propiedad intelectual.

La revisión presentada por Petro tratará de valerse de la flexibilidad del tratado para aumentar las barreras a las importantes tanto como sea posible. El Gobierno desistió de una renegociación integral debido a las mayores dificultades para llevar a cabo cambios profundos, en vista a que el Gobierno de López Obrador intentó lo mismo pero no consiguió mayores modificaciones.

El TLC con Estados Unidos dinamizó las exportaciones colombianas y la afluencia de divisas, posibilitando así un despegue explosivo de los sectores con ventajas comparativas naturales, principalmente café y derivados, flores frescas, y más recientemente una gran variedad de servicios. Al mismo tiempo desalentó la inversión en los sectores menos competitivos, y por los cuales la sociedad colombiana se veía obligada a pagar precios más altos por productos de menor calidad.

El foco del oficialismo se centra en aumentar la protección arancelaria sobre el sector de la industria textil y los productos agropecuarios, encareciendo así el costo de vida de todos los colombianos a costa del enriquecimiento de un pequeño grupo de empresarios protegidos.

La vocación proteccionista del Gobierno de Petro no se limita al TLC con Estados Unidos, sino que pretende establecer aranceles para la totalidad del comercio bilateral. El Gobierno propuso un gravámen de hasta el 40% para los bienes textiles, una tasa incluso más elevada que el 35% máximo que se aplica en la zona del Mercosur (una región que ya es proteccionista de acuerdo a estándares internacionales).

No conforme con la propuesta de aranceles arbitrarios, el Gobierno hizo una petición incluso más escandalosa: pretende aumentar los aranceles a la importación para “combatir el aumento de las tasas de interés”, un diagnóstico completamente disparatado y pseudocienfítico que no tiene sustento por ninguna teoría convencional.

En respuesta a que el Banco de la República aumentó su tasa de política monetaria hasta el 13,25% nominal anual, Petro confía en que los aranceles “dinamizan la actividad económica” y conllevan a un efecto expansivo que contrastaría con el efecto recesivo de la suba de tasas. Pero no hay evidencia de que los aranceles puedan dinamizar la actividad, más bien todo lo contrario.

El exministro de Agricultura Andrés Valencia se pronunció al respecto de las propuestas oficialistas y advirtió por un brutal encarecimiento de la canasta básica alimentaria para los sectores más pobres, especialmente en un contexto inflacionario extremadamente delicado (la inflación general de Colombia es del 12,8% pero en alimentos asciende a más del 18%).

Colombia

Una historia de dictadores y terroristas: Gustavo Petro se reunió en Caracas con Nicolás Maduro y defendió las elecciones fraudulentas

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El ex terrorista devenido en presidente de Colombia viajó a Caracas para reunirse en persona con su jefe político, el dictador chavista de Venezuela, Nicolás Maduro.

El Palacio de Miraflores fue escenario este martes de un encuentro que no pasó desapercibido. El presidente de Colombia, Gustavo Petro, y el dictador de Venezuela, Nicolás Maduro, protagonizaron una reunión en Caracas, capital del régimen castrochavista.

Se trata de la quinta reunión que mantienen en dos años, pero esta quizás fue la de mayor envergadura. El exterrorista de M-19 viajó a Venezuela en un momento clave, donde Maduro se está disputando la continuidad de su régimen en unas elecciones que está fraudulentando para legítima su poder.

El pacto entre Maduro y Petro se centró en el supuesto apoyo mutuo a la "paz y estabilidad política, social y económica" en ambos países. Sin embargo, detrás de este gesto de cordialidad se esconden una serie de críticas y especulaciones sobre la postura de la figura presidencial colombiana frente al régimen chavista.

Durante el encuentro, Petro no dudó en criticar el bloqueo que ha sufrido la oposición venezolana para inscribir sus candidaturas en las próximas elecciones presidenciales, calificándolo como un "golpe antidemocrático".

Maduro no lució sorprendido por los dichos de Petro, indicando que le había anticipado que debía repudiar las inhibiciones para no quedar mal frente al plano internacional. Sin embargo, estas críticas no se tradujeron en acciones concretas por parte del mandatario colombiano, quien expresó su compromiso con la "paz política" en Venezuela a pedido de Maduro.


Además, las declaraciones posteriores al encuentro generaron suspicacias entre quienes ven en Petro una figura demasiado complaciente con un régimen autoritario como el de Maduro.

Se han despertado una serie de interrogantes sobre la postura del mandatario colombiano frente al gobierno venezolano. Mientras algunos interpretan este gesto como una muestra de buena voluntad y disposición al diálogo, otros lo ven como una clara señal de debilidad y falta de firmeza en la defensa de los valores democráticos y los derechos humanos.

Adherido a esto, se tocaron temáticas como el conflicto palestino-israelí, en la que por supuesto reinó el antisemitismo, y tanto Maduro como Petro condenaron al Estado de Israel por defenderse de los ataques de Hamás.

Por último, se abordó el tópico Haití, y para sorpresa de nadie, primaron las tácticas resolutivas por su ausencia, y simplemente se relegaron a "valorar positivamente el accionar del CELAC (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños)".

A pesar de las "declaraciones conciliatorias y los gestos de colaboración", la realidad sobre el terreno muestra una situación muy diferente. En Venezuela, la situación política y económica continúa deteriorándose bajo el régimen autoritario de Maduro, con una creciente represión contra la oposición y una profunda crisis humanitaria que afecta a millones de venezolanos. La falta de libertades civiles y la violación sistemática de los derechos humanos son problemas que persisten sin solución a la vista.

En cuanto a Colombia, el país enfrenta desafíos internos significativos, incluyendo la persistencia de grupos armados ilegales, el narcotráfico y la corrupción. Petro ha dedicado sus primeros dos años a hacer turismo internacional y no ha hecho nada para promover la paz como había prometido en campaña.

El encuentro entre estas dos figuras en Caracas marca un antes y un después en la región, ya que Maduro se anota una victora en el plano internacional poniendo a Colombia, con todo lo que eso significa, de su lado.

Mientras tanto, los observadores en la región continúan vigilando de cerca los desarrollos en ambos países pero están lejos de hacer una oposición real a la dictadura en Venezuela y de frenar que ocurra lo mismo en Colombia.


De Agustin Ulises Ferrin, para La Derecha Diario.


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Argentina

Enloqueció Petro: Tras un cruce con Milei retiró a su embajador de Argentina y expulsó a los diplomáticos argentinos de Colombia

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Colombia ordenó la expulsión de diplomáticos de la embajada de Argentina ante la respuesta de Javier Milei a los dichos de bajo nivel del presidente colombiano.

En un ataque de locura sin precedentes, el presidente de Colombia, Gustavo Petro, retiró este miércoles al embajador colombiano en Buenos Aires, Camilo Romero, y, además, expulsó a su homólogo argentino de Bogotpa, Gustavo Dzugala.

El líder comunista ex guerrillero se sintió "ofendido" por la fuerte respuesta que dio el presidente argentino, Javier Milei, cuando en una entrevista con el periodista Andrés Oppenheimer, que saldrá este domingo por la CNN pero de la que ya salió un adelanto, se le preguntó acerca de las críticas que recibió del mandatario colombiano.

Mucho no se puede esperar de alguien que era un asesino terrorista”, dijo Milei cuando Oppenheimer le preguntó sobre qué opinaba de las injurias que recibió del ex miembro de las FARC cuando ganó la presidencia en noviembre del año pasado.

La Cancillería, en nombre del gobierno de Colombia, repudia declaraciones hechas por el señor Javier Milei, presidente de Argentina, en una entrevista al canal CNN en las que se expresa de forma denigrante en contra del primer Mandatario de los colombianos, el respetado señor Gustavo Petro”, reza un comunicado publicado por el Ministerio de Relaciones Exteriores de Colombia.

A pesar de la dura amenaza y que Colombia considera las relaciones rotas, Petro ya había hecho un berrinche similar en enero. El 26 de enero, Milei llamó a Petro “comunista asesino que está hundiendo a Colombia”, en diálogo con la comunicadora Ángela Patricia Janiot, y el presidente colombiano llamó a consultas a Romero, pero rápidamente volvió a su misión diplomática en Buenos Aires.

Esta vez, la decisión parece más definitiva, pero restará por ver si Petro vuelve a achicarse y decide reenviar a su embajador de cabecera, exgobernador de Nariño y exsenador colombiano, a la Argentina.

Cabe aclarar que quien ha comenzado el conflicto entre ambos fue el propio Petro, quien atacó estúpidamente a Milei cuando ganó las elecciones el 19 de noviembre del 2023: “Ha ganado la extrema derecha en Argentina; es la decisión de su sociedad. Triste para América Latina y ya veremos…el neoliberalismo ya no tiene propuesta para la sociedad, no puede responder a los problemas actuales de la humanidad”.

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Colombia

Por decreto y para no perder la discusión con Milei, el socialista Petro anunció la "gratuidad" de las universidades en Colombia

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La medida que prohíbe a las universidades públicas a cobrar un arancel, requerirá de un aumento del gasto público para el 2024 de US$ 1.100 millones de dólares como punto de partida.

Con el único objetivo de confrontar contra el flamante presidente argentino Javier Milei, el mandatario socialista de Colombia, Gustavo Petro, firmó un decreto que obliga a todas las universidades públicas de Colombia a ofrecer sus servicios de manera gratuita.

El decreto, que lleva el nombre de "Universidad en tu Territorio", fue anunciado este sábado a un día del Fin del Año, y tendrá efecto para el ciclo lectivo del año 2024. Hasta ahora, como en la gran mayoría de los países del mundo, a pesar de tener decenas de universidades públicas, todas las instituciones de educación superior son aranceladas.

"He firmado el decreto de gratuidad en la educación pública superior en Colombia. Fue promesa de campaña y hoy es una realidad", confirmó este sábado Petro en su cuenta de la red social Twitter/X.

La medida supone un aumento del gasto público de $4,3 billones de pesos colombianos por año, aproximadamente unos US$ 1.100 millones de dólares, que permitirá cubrir todas las inscripciones y matrículas del año 2024 y una serie de obras de infraestructura en las universidades públicas.

"Buscaré que la educación superior sea un derecho para toda persona que habite en Colombia. En ese camino destinaré para el año entrante 2,8 billones del presupuesto nacional y se destinará 1,5 billones para incrementar la infraestructura universitaria", aseguró el mandatario.

Analistas creen que el número, aunque incomprensiblemente alto para un país que cerrará este año con un déficit de 4 puntos del PBI, se queda cortó, ya que no estima el efecto por el cual cuando un bien o servicio baja de precio, aumenta su demanda. Gracias a la medida habrá más personas que se anotarán en universidades públicas, y el costo de inscripción e infraestructura terminará siendo aún mayor.

El origen de la medida

Irónicamente, Petro tardó más de un año en lanzar la medida que había sido su caballo de batalla durante las elecciones del 2022, y parecería que lo hizo solamente para no perder una discusión que él mismo empezó contra Javier Milei.

Luego de que el presidente libertario argentino enviara una ley con una propuesta de que se permita arancelar las universidades públicas a los extranjeros no-residentes, Petro lo acusó de xenófobo y dijo que quiere "expulsar a los extranjeros de su país".

El mandatario colombiano cuestionó a su par argentino y aseguró que el Estado recibirá a más de 20.000 estudiantes residentes en Argentina: "Recibiremos 20.000 estudiantes colombianos que se educaban gratuitamente en Argentina. Literalmente son expulsados de ese país, para ellos no hubo la llamada ‘libertad’".

Lo que no recordó Petro es que en Colombia, ningún estudiante, ni oriundo ni extranjero, podía acceder a la universidad de manera gratuita, una de las tantas razones por las que había 20.000 colombianos estudiando en Argentina sin tener la residencia permanente.

Esto fue señalado por el diputado de La Libertad Avanza, Agustin Romo, quien le recordó al mandatario socialista que en Colombia, por ejemplo la Universidad Nacional de Colombia, cobra un arancel a todos los estudiantes y no es solventada con los impuestos de los contribuyentes como en Argentina.

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