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Otro miembro de la casta política uruguaya aterrado por el fenómeno Milei: "Ni borracho puede decir esas cosas"

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Luego de las críticas de Mujica, el otro ex presidente de izquierda que tuvo Uruguay en las últimas décadas apuntó con ferocidad contra el candidato de La Libertad Avanza. "Es un loco, me da miedo su imprevisibilidad".

Julio Maria Sanguinetti, uno de los presidentes más estatizadores de la historia de Uruguay y quien corrió fuertemente al Partido Colorado a la izquierda durante su mandato, famoso por oponerse fervientemente al plan privatizador en los 90s, criticó con dureza a Javier Milei y dio su respaldo a Patricia Bullrich en las venideras elecciones generales de Argentina.

En este momento la Argentina está de nuevo en una cruz de caminos, está de nuevo en un momento muy difícil”, dijo Sanguinetti a Subrayado (Canal 10) de cara a las elecciones de octubre. “De un lado tiene el fracaso del proyecto kirchnerista, del otro lado la aventura de Milei, que es muy imprevisible”, mencionó.

Sobre Milei, dijo que “mas allá de las ideas que propone”, que las tiene “buenas, regulares y malas”, es “muy imprevisible por el modo cómo las dice y las circunstancias cómo las dice”. Y “en el medio de eso están el PRO y los radicales, que han sido la oposición democrática hasta ahora”, y que lleva la candidatura de Bullrich. “Creo que más allá de las figuras personales, es la opción para un cambio posible”, afirmó Sanguinetti.

Pero rápidamente derrapó en su discurso, y disparó con fuertes ataques contra el candidato de La Libertad Avanza, atemorizado de que el fenómeno Milei ocurra en su país y alguien finalmente combata la casta política uruguaya.

“Creo que Milei es imprevisible. Alguien que llegue a decir que va a romper relaciones diplomáticas con China y Brasil, aunque estuviera embriagado… Porque, la verdad, ni borracho alguien puede decir tamañas cosas. Esas son las cosas que desconciertan de Milei y que generan desconfianza”, ahondó el expresidente socialista.

Desde el equipo de Patricia Bullrich difundieron con orgullo el apoyo del ex presidente colorado, pero tener el endorsement de un personaje macabro de la política Uruguaya como es Sanguinetti, ciertamente no debería ser motivo de orgullo para nadie.

Sanguinetti, después de ser presidente entre 1985 y 1990, dio un giro histórico del Partido Colorado a la izquierda, uniéndose con sindicatos comunistas y todo el Frente Amplio para boicotear la agenda de su sucesor Luis Alberto Lacalle Herrera, padre del actual presidente Luis Lacalle Pou.

En particular, logró la derogación de la ley de privatización de empresas públicas de Lacalle padre, aprobada apenas meses después de su asunción en septiembre de 1990. Esta legislación suprimía varios monopolios estatales (como los seguros y la fabricación de alcoholes) y autorizaba a varios organismos (como Antel, Pluna y la Administración Nacional de Puertos) a asociarse con privados.

Era una ley modelo a nivel mundial que liberaba la economía y desarmaba ineficientes monopolios estatales. Sin embargo, Sanguinetti decidió boicotearlo y envalentonó a la izquierda para derogar la ley en un plebiscito nacional, donde el Frente Amplio y el Partido Colorado se unieron para ganarle en las urnas al Partido Nacional.

Esta unión de los colorados con la izquierda le permitió a Sanguinetti a volver al poder entre 1995 y el año 2000, cuando dejó un país al borde de la crisis total, a tal punto que su sucesor, el también colorado Jorge Battle, debió impulsar una agenda diametralmente opuesta a la de su predecesor.

Históricamente repudiada la alianza indecente que lanzó Sanguinetti, el apoyo a Bullrich es un aviso desde Uruguay que en Juntos por el Cambio, especialmente los radicales, están dispuestos a unirse a los kirchneristas para derrotar a Javier Milei.

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Preocupación en Uruguay por los resultados de las elecciones primarias: Todos los candidatos son de izquierda

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En unas elecciones con la participación más baja en la historia Uruguaya, solo acudió a votar apenas el 36% de la población habilitada.

Suenan las alarmas en el electorado uruguayo luego de que las elecciones primarias del pasado domingo arrojaran datos desoladores: participó apenas el 36% de la población habilitada para votar, el registro más bajo desde que se reformó la Constitución para permitir elecciones internas en 1997; y todos los candidatos que ganaron sus primarias son de izquierda.

El socialista Yamandú Orsi, candidato del Frente Amplio de 57 años y exintendente del departamento de Canelones; así como el centrista Álvaro Delgado, candidato del Partido Nacional de 55 años y exsecretario de Presidencia durante el mandato de Lacalle Pou, ganaron sus respectivas elecciones internas este domingo en Uruguay.

Orsi fue ungido por Pepe Mujica, y será candidato del partido de izquierda que gobernó Uruguay desde 2005 hasta 2020 y que busca recuperar el poder actualmente en manos del Partido Nacional, liderado por Lacalle Pou, considerado de "centro derecha".

Sin embargo, Álvaro Delgado, quien busca ser el sucesor de Lacalle, lejos está de su línea, considerándose más de centro que de derecha, lo cual dejó plasmado cuando eligió a Valeria Ripoll, una sindicalista comunista conocida por sus críticas contundentes al gobierno de Lacalle Pou, como su compañera de fórmula.

Por su parte, en el Partido Colorado, se impuso el abogado penalista Andrés Ojeda, aliado incondicional del oficialismo del Partido Nacional y con un discurso de centro. Pero así como Delgado, Ojeda se rodeó de figuras de izquierda, y será acompañado en la fórmula por Robert Silva, un batllista de centroizquierda que ocupó cargos en Educación durante el gobierno de Lacalle y quedó segundo en las internas recientes.

Se espera así que las elecciones generales vean la participación más baja de la historia. No solo hay un desinterés generalizado por la política en Uruguay, sino que todo un segmento del electorado no tiene opciones electorales por las que militar ni ir a sufragar.

La mayor caída de participación se espera en las filas blancas, que rechazan de cuajo votar por alguien como Valeria Ripoll, reconocida por su participación como panelista crítica en televisión, y quien se ha opuesto vehementemente a las reformas del gobierno de Lacalle como la Ley de Urgente Consideración.

Además de su actividad sindical en el sindicato de empleados municipales de Montevideo, Ripoll es afiliada al Partido Comunista de Uruguay, una facción dentro del Frente Amplio, que apoya en su mayoría a Orsi.

En Uruguay, hasta ahora ningún partido político ha mostrado intención alguna de implementar reformas con enfoques liberales ni de derecha. A pesar de no haber enfrentado grandes crisis macroeconómicas recientes, el país atraviesa un estancamiento brutal y una ola de inseguridad sin precedentes.

Económicamente, Uruguay mantiene una situación fiscal complicada con una deuda pública en constante crecimiento que se hace cada vez más insostenible y que puede terminar en un estallido infacionario; a lo que se suma un elevado costo de vida comparable al de los países más caros de Europa.

El gobierno de Lacalle Pou ha sido criticado por no abordar estos problemas de manera efectiva, optando por una gestión que algunos describen como "en piloto automático", sin tomar medidas necesarias para revitalizar la economía uruguaya.

Además, la crisis de seguridad, que ha alcanzado niveles récord y es alarmante, parece no recibir atención por parte del presidente, a pesar de que hizo toda la campaña sobre eso en 2019.

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Elecciones primarias en Uruguay: Se definen los candidatos a presidente en los comicios más inciertos de la historia

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Sin posibilidad de reelegir, la administración de Lacalle Pou enfrenta sus últimos días de Gobierno. En esta nota te explicamos todo lo que necesitas saber de cada partido que disputa las internas este domingo.

Este domingo 30 de junio se llevan a cabo las elecciones internas de cada partido político en Uruguay, marcando el inicio del ciclo electoral de la nación oriental. Prima la tensión política y hay fuertes disputas que se trasladan a una elección primaria que promete cambiar completamente el rumbo de los comicios generales dependiendo el resultado.

Si bien las elecciones presidenciales tienen lugar el próximo 27 de octubre, este domingo se disputan las primarias en todo el país. Cabe aclarar que el actual presidente Luis Lacalle Pou no compite, ya que en Uruguay no existe la reelección presidencial y los mandatos, de 5 años, nunca pueden ser consecutivos.

En las internas de este domingo 30, se elegirán los candidatos a presidente y vicepresidente de cada partido, así como varios candidatos a diputados y senadores dentro de los distintos partidos. Este sistema es muy similar al de las PASO en Argentina.

Frente Amplio (FA)

El izquierdista Frente Amplio es el partido que lidera por amplia diferencia todas las encuestas. Sin embargo, una unión de todo el centro a la derecha podría volver a vencerlos, como ocurrió en 2019, aunque esta vez el camino está menos claro.

Esta coalición, que ha llevado a la presidencia a Tabaré Vázquez (2005-2010; 2015-2020) y José Mujica (2010-2015), fue fundada en 1971 y está compuesta por partidos socialistas, socialdemócratas, sindicales, comunistas y hasta entidades ex guerrilleras. Este año, en sus internas compiten tres candidatos:

Yamandú Orsi

Encabezando las encuestas, se presenta como un centroizquierdista moderado y es el actual intendente de Canelones. Es miembro del Movimiento de Participación Popular (MPP), sector liderado por el expresidente Mujica.

Orsi ha sido criticado en sus propias filas por su moderación frente al gobierno de Lacalle Pou, en contraste con otros candidatos y dirigentes frenteamplistas, que han adoptado una postura más combativa contra el oficialismo.

Al pertenecer al MPP ha sido muy crítico del gobierno de Tabaré Vázquez y reivindica la línea de Mujica, una izquierda más conservadora y, en mayor o menor medida, ajena al progresismo actual, aunque los vínculos con lo peor del Foro de Sao Paulo no le faltan.

Carolina Cosse

La ex ministra de Industria de Vázquez y actual intendente de Montevideo se posiciona como la candidata más de izquierda. Es respaldada por el Partido Socialista de Uruguay (PS), el Partido Comunista de Uruguay (PCU), el marxista leninista Partido por la Victoria del Pueblo (PVP), y el troskista Partido Obrero Revolucionario (POR).

Entre sus propuestas está aumentar los planes sociales, incrementar la planta de empleo público, implementar la ideología de género, impulsar fuertes medidas contra el cambio climático, ataque frontal al campo, y otras políticas de extrema izquierda.

Andrés Lima

Intendente de Salto, una ciudad del interior, se encuentra rezagado en las encuestas y ha sido acusado de corrupción en el pasado, lo que disminuye sus posibilidades de lograr la nominación. Fue junto con Orsi y Cosse uno de los tres ganadores de intendencias importantes en las elecciones del 2020, donde el Frente Amplio fue muy castigado en las urnas.

Andrés Lima, Carolina Cosse y Yamandu Orsi

    Partido Nacional

    El centroderechista Partido Nacional es el partido del actual presidente de Uruguay, Lacalle Pou. Considerado el partido más importante y longevo del país, antes de la victoria en 2019 llevaba décadas afuera del poder.

    El último presidente "blanco", como se le dice a los miembros del PN, había sido Luis Alberto Lacalle (1990-1995), padre de Lacalle Pou, y el único otro mandatario electo por este partido desde el regreso a la democracia.

    Sin embargo, hoy se ha convertido en la nueva cara de la fuerza política que ha logrado romper con la hegemonía del Frente Amplio, y ha logrado moderar su agenda de derecha en una centroderecha capaz de generar una coalición con otros partidos uruguayos.

    Álvaro Delgado

    Delgado, ex secretario de la Presidencia de Lacalle Pou, un puesto equivalente al del Jefe de Gabinete en Argentina, renunció para enfrentar la campaña, y tiene prácticamente asegurada la nominación del partido.

    Es respaldado por la mayoría de los sectores del partido, incluida la corriente wilsonista (miembros del partido más izquierdistas) y herreristas (más derechistas), y se describe como un pragmático sin una ideología definida, posicionándose en el "extremo centro" de la política. Al igual que Lacalle Pou, busca atraer a un amplio espectro de votantes.

    Laura Raffo

    Ocupa el segundo lugar en las encuestas primarias del PN. Es economista y fue candidata a intendente de Montevideo en 2021, perdiendo contra Cosse. De no obtener la nominación del Partido, es quien más suena para candidata a vicepresidente de Delgado.

    En papeles, Raffo representa al herrerismo, un sector históricamente posicionado a la derecha del Partido Nacional, defendiendo privatizaciones y desregulaciones económicas, pero que ahora, bajo su liderazgo, ha adoptado posturas más progresistas y keynesianas en materia económica, por lo que muchos de sus filas apoyan a Delgado.

    Jorge Gandini

    Ocupando el tercer lugar, representa oficialmente al wilsonismo, un sector ideológicamente de izquierda con un discurso estatista y dirigista de la economía. Sin embargo, al igual que Raffo, la mayoría de los votantes wilsonistas irán por Delgado. Gandini heredó parte del sector político que quedó huérfano tras el fallecimiento del exministro de Seguridad, Jorge Larrañaga, en 2021.

    Carlos Iafigliola

    El candidato más de derecha que sigue la línea de Trump, Bolsonaro, Bukele o Milei, ha quedado completamente opacado dentro de la interna y actualmente sondea en el cuarto puesto, con bajo nivel de reconocimiento. Iafigliola carece de una estructura fuerte y no ha logrado recaudar fondos de grandes empresas para su campaña

    Es un político de derecha, defensor de políticas de mano dura y opositor a la ideología de género y el aborto. En el pasado, propuso imitar las reformas de seguridad de Nayib Bukele ante la terrible crisis de inseguridad que vive Uruguay, pero fue rechazado tajantemente por Lacalle Pou.

    Laura Raffo y Alvaro Delgado.

      Partido Colorado

      El centroizquierdista Partido Colorado es una de las fuerzas más importantes de Uruguay, pero que ha cambiado tantas veces su tendencia política que hoy es un partido que no representa ningún ideal muy claro y su base de votantes no está bien definida.

      Fue la fuerza política más importante del país tras el regreso a la democracia de la mano de Julio María Sanguinetti (1985-1990; 1995-2000), quien viró al partido hacia la izquierda, pero después tuvo un gobierno de Jorge Battle (2000-2005) quien impulsó una corriente más derechista.

      Desde entonces, distintas fuerzas han estado intentando convertir al partido en una cosa u otra, y esta disputa continúa hasta el día de hoy, con una interna que es incierta, donde cualquiera de estas tendencias puede imponerse, y en un panorama donde las encuestas no son concluyentes.

      Pero lo más importante que se define en la elección primaria del Partido Colorado es sí ganará un candidato que esté dispuesto a volver a formar coalición con su enemigo histórico, el Partido Nacional, para vencer al Frente Amplio, como ocurrió en 2019.

      Andrés Ojeda

      Encabezando las encuestas internas, el abogado penalista se muestra como el más pro-coalición de los colorados, aunque paradójicamente es el único candidato colorado que no ocupó cargos en el gobierno de Lacalle.

      Ojeda ha declarado en más de una ocasión que considera a Lacalle como su máximo referente político, en lugar de otras figuras históricas del Partido Colorado.

      Gabriel Gurméndez

      En segundo lugar, el ex presidente de ANTEL se presenta como un "liberal de centroderecha", y tiene algunas propuestas en esta línea. Ha propuesto prohibir simbología comunista en el país, desregular la importación de combustibles, reducir el gasto público y bajar impuestos. Se considera un liberal inspirado en Jorge Batlle, expresidente de Uruguay de ideología liberal.

      Robert Silva

      Ocupando el tercer lugar, el presidente del CODICEN, fue el máximo encargado de la educación durante la presidencia de Lacalle Pou. Silva se define como un socialdemócrata y fue candidato a vicepresidente en las elecciones de 2019 junto a Ernesto Talvi.

        Otros candidatos Colorados que están rezagados en las encuestas incluyen a Tabaré Viera, exministro de Turismo, y Carolina Ache, exvicecanciller.

        OJeda y Gurmendez.

        También hay candidaturas únicas de otros partidos, que solo necesitan recolectar un mínimo de 500 votos a nivel nacional para acceder a la primera vuelta de octubre. En esta instancia se votará por la totalidad de la Cámara de Diputados, Senadores, y los cargos de Presidente y Vicepresidente. Entre estas candidaturas se encuentran la del Dr. Gustavo Salle y la del General Guido Manini Ríos.

        Después de las internas de cada partido, se nombrarán a los compañeros de fórmula (candidatos a vicepresidente) de los ganadores de cada interna. Estos pueden ser los que salieron en segundo lugar u otras figuras. Se especula que, en caso de ganar Orsi, su candidata a vicepresidenta sería Cosse, y viceversa.

        En los partidos Blanco y Colorado, la situación es más incierta y no está claro quiénes serán los candidatos a vicepresidente. La primera vuelta electoral se realizará en octubre, y el balotaje en noviembre.

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        Uruguay

        Se desploma el modelo de Lacalle Pou en Uruguay: A 4 meses de las elecciones, hay récord de déficit fiscal y una crisis de inseguridad

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        El presidente uruguayo, Luis Lacalle Pou, quien recientemente ha tenido declaraciones como que "se necesita un Estado fuerte", ahora está sufriendo las consecuencias de esas ideas.

        El Partido Nacional, bajo la dirección del actual presidente Luis Lacalle Pou, enfrenta una contienda electoral crítica con el Frente Amplio en octubre de este año, pero llega a las elecciones en medio de una crisis de inseguridad y un déficit fiscal récord, como no se veía desde el gobierno del comunista Pepe Mujica.

        Inseguridad

        La inseguridad es un tema cada vez más presente en la vida de los uruguayos, quienes enfrentan una escalada de violencia, principalmente asociada a delitos relacionados con el narcotráfico y el crimen organizado. Esta violencia también ha aumentado en los barrios periféricos de la capital, y los casos de ajustes de cuentas, homicidios y robos son noticias cotidianas.

        Las encuestas de percepción ciudadana sobre la inseguridad muestran cifras peores que las del último año del gobierno del Frente Amplio en 2019, cuando la "seguridad pública" era la principal preocupación para el 47% de los consultados.

        Otras preocupaciones como "empleo" y "educación" siguieron con el 17% y el 11%, respectivamente. En ese entonces, "economía" y "pobreza/desigualdad" llegaron al 6% y al 3%, respectivamente, mientras que "salud", "corrupción" y "valores sociales/morales" completaron el 1% cada uno.

        Casos impactantes, como el reciente asesinato de cuatro personas en el barrio Maracaná de Montevideo, que incluyó la muerte de un niño de 11 años, y el asesinato en 2023 de un adolescente de 15 años en la Cruz de Carrasco, han conmocionado a la población. Estos son solo ejemplos de la creciente delincuencia que Lacalle Pou no ha logrado controlar en casi 5 años de gobierno, ya sea por incapacidad política o falta de intención.

        Déficit fiscal

        Además de la inseguridad, el gobierno de Lacalle Pou enfrenta un grave problema de déficit fiscal. A diferencia de su par argentino, Javier Milei, que ajusta el Estado sin temor a las quejas de la casta política, Lacalle mantiene el modelo batllista del "Estado de Bienestar” desde el 1900s.

        En un intento por contentar a sus socios políticos y suavizar las críticas "sociales" del Frente Amplio, el Gobierno del Partido Nacional ha recurrido a tomar deuda, queriendo promover el "crecimiento económico" a través de obra pública y empleo estatal, una estrategia que no funciona y nunca va a funcionar.

        El déficit fiscal en Uruguay ha aumentado por segundo mes consecutivo este año, situándose en un 4% del PBI en los últimos 12 meses cerrados a marzo, según el Ministerio de Economía y Finanzas. Este deterioro mensual consecutivo en las cuentas públicas es alarmante, considerando que la reducción del déficit es una tarea pendiente para el actual gobierno, al que le queda menos de un año.

        El resultado del Sector Público Global (SPG) fue del -2,8% del PBI en marzo, pero ajustado por el ingreso de fondos al Fideicomiso de la Seguridad Social (FSS) y los adelantos realizados, se situó en el -4%. Para poner en perspectiva, Sergio Massa le entregó a Milei un desbalance fiscal de 6 puntos del PBI, y se trató del peor déficit de la historia argentina. En Uruguay, Lacalle Pou está a dos tercios del camino.

        Este deterioro se debe, en parte, a los pagos adelantados de pasividades, remuneraciones y transferencias del BPS, que se realizaron el año pasado en marzo, algo que no ocurrió este año. Depurando este efecto, el resultado del GC-BPS fue de -3,3% del PBI.

        La deuda uruguaya es un punto de alarma para el desarrollo económico nacional, señalado por organismos internacionales como el Fondo Monetario Internacional (FMI). A pesar de los recientes buenos resultados macroeconómicos que mejoraron la calificación crediticia del país por parte de Moody’s, la agencia Fitch Ratings advirtió sobre la necesidad de reducir el endeudamiento y trabajar con mayor intensidad en la consolidación fiscal.

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