Arabia Saudita
El gran ganador de la guerra: Saudi Aramco reporta ganancias récord de más de US$ 161.000 millones de dólares en 2022
Saudi Aramco, el gigante petrolero saudí, anunció que había registrado una ganancia neta de 161,1 mil millones de dólares en 2022, lo que supone un aumento del 46% con respecto al año anterior.

El gigante petrolero de Arabia Saudita, Saudi Aramco, reportó el domingo una ganancia neta anual récord de US$ 161,1 mil millones de dólares para 2022, un 46% más que el año anterior, cuando recaudó US$ 110 mil millones, gracias al aumento de los precios de la energía y de los volúmenes de venta, y a márgenes más favorables para la venta de productos refinados.
Se trata de la mayor ganancia anual jamás lograda por una compañía de petróleo y gas, además de que es casi el doble de los 88,2 mil millones que la firma saudí obtuvo en 2019. “Este es probablemente el ingreso neto más alto jamás registrado en el mundo corporativo“, afirmó el CEO de Saudi Aramco, Amin Nasser.
Las ganancias de Saudi Aramco son alrededor del triple que las de Exxon, la otra gran compañía que subió sus ventas durante la guerra en Ucrania, que alcanzó una ganancia neta de US$ 56.000 millones; también son mayores que las de Google, Amazon, Tesla y Microsoft combinadas para el mismo período de tiempo.
El anuncio de la firma del reino saudí se produce después de informes similares de pares internacionales como BP, Shell y Chevron, que en su mayoría han registrado ganancias récord para el año pasado, pero que ni se acercan .
“Aramco manejó la ola de altos precios de la energía en 2022. Es lo que la compañía está orientada a hacer“, dijo Robert Mogielnicki, del Instituto de Estados Árabes del Golfo en Washington. “Habría sido difícil para Aramco no tener un buen desempeño en 2022“.
Las ganancias impulsaron el crecimiento económico general en Arabia Saudita, el mayor exportador de crudo del mundo, estimado en 8.7% para el año 2022 según funcionarios del reino, la tasa más alta entre los países del G20.

Aramco dijo que la producción promedio de hidrocarburos el año pasado fue de 13,6 millones de barriles de petróleo equivalente por día, incluidos 11,5 millones de barriles por día de líquidos totales. Recientemente, la Agencia Internacional de Energía dio a conocer los números respectivos a enero, donde se produjeron 10,39 millones de barriles por día de petróleo crudo.
El gasto de capital de Saudi Aramco aumentó un 18% a 37,6 mil millones de dólares en 2022 y la compañía dijo que espera que el gasto de este año sea de entre 45 y 55 mil millones, incluidas las inversiones externas.
Adicionalmente, la junta declaró un dividendo de 19,5 mil millones de dólares para el cuarto trimestre, un aumento del 4% con respecto al trimestre anterior, y recomendó emitir acciones de bonificación, con accionistas elegibles que reciben una acción por cada 10 acciones poseídas.
“Nuestro objetivo es mantener [el dividendo] en este nivel“, dijo el director financiero de Aramco, Ziad Al-Murshed. “Tenemos la fortaleza financiera para pasar por los altibajos del ciclo”, señaló.
También, en 2022, el flujo de efectivo libre de Aramco alcanzó un nuevo máximo de 148,5 mil millones de dólares, un aumento significativo con respecto a los 107,5 mil millones del año anterior.
Los precios subieron en marzo del año pasado cuando la invasión rusa de Ucrania puso patas arriba los flujos mundiales de crudo, con el precio de referencia del Brent alcanzando los 139,13 dólares por barril, el más alto desde 2008. Sin embargo, los precios se enfriaron rápidamente en la segunda mitad de 2022 a medida que los bancos centrales subieron las tasas de interés y avivaron las preocupaciones de recesión, además de la reducción de la demanda del principal importador de petróleo, China.

Debido a la drástica caída del precio del barril, la OPEP +, liderada por Arabia Saudita, acordó el año pasado reducir la producción en 2 millones de barriles por día desde noviembre hasta fines de 2023 para apoyar al mercado.
La decisión generó fuertes críticas de Estados Unidos y otros países occidentales, pero la dinámica del mercado desde entonces ha demostrado que los recortes son prudentes con los precios del petróleo rondando los 80 dólares por barril.
Por otro lado, bajo el mando del Príncipe heredero y Primer Ministro, Mohammed bin Salman, Arabia Saudita ha buscado abrir y diversificar su economía dependiente del petróleo, gastando mucho en proyectos muy publicitados como una megaciudad futurista conocida como NEOM.
Por ello, los funcionarios han promocionado el crecimiento de las actividades no petroleras, que aumentaron un 6,2% en el cuarto trimestre de 2022 con respecto al mismo período de 2021. Sin embargo, el gasto público “es un motor importante para este crecimiento” y eso “siempre estará en cierta medida vinculado a los ingresos petroleros“, lo que subraya el papel central de Aramco en la economía, dijo Justin Alexander, director de la consultora Khalij Economics.
A pesar de un 2022 muy oscilante, “somos cautelosamente optimistas“, aseguró Nasser. “Si se considera la apertura de China, el repunte de los combustibles para aviones y la capacidad ociosa muy limitada, somos cautelosamente optimistas a corto y mediano plazo [de que] los mercados permanecerán estrechamente equilibrados“.

No obstante, Nasser también repitió su advertencia sobre la “persistente falta de inversión” en el sector de hidrocarburos. “Dado que anticipamos que el petróleo y el gas seguirán siendo esenciales en el futuro previsible, los riesgos de la falta de inversión en nuestra industria son reales, incluida la contribución a los precios más altos de la energía”, dijo Nasser el domingo, haciéndose eco de los comentarios hechos durante una entrevista reciente con CNBC.
“No vemos suficiente inversión entrando en los mercados en este momento“, reiteró en la llamada del domingo. “Alentamos a la industria, a los responsables políticos, a los inversores… a aprovechar la inversión adicional para aumentar realmente la cantidad en el sector, de modo que podamos satisfacer la demanda futura”.
Para abordar esos desafíos, la compañía está invirtiendo en nuevas tecnologías bajas en carbono con potencial para lograr reducciones adicionales de emisiones, dijo Nasser.
Aramco se está enfocando en soluciones energéticas bajas en carbono con el lanzamiento de un Fondo de Sostenibilidad de 1,5 mil millones de dólares. “Nuestro enfoque no es solo expandir la producción de petróleo, gas y productos químicos, sino también invertir en nuevas tecnologías bajas en carbono con potencial para lograr reducciones adicionales de emisiones en nuestras propias operaciones y para los usuarios finales de nuestros productos”, señaló Nasser.
Arabia Saudita
Arabia Saudita podría invertir en Irán “muy rápidamente” tras el histórico acuerdo de restablecimiento de las relaciones
Arabia Saudita pronto podría invertir en su enemigo regional de larga data, Irán, luego del acuerdo alcanzado entre los dos países para restablecer las relaciones diplomáticas gracias a la mediación de China.

El ministro de Finanzas de Arabia Saudita, Mohammed Al-Jadaan, dijo el miércoles que las inversiones saudíes en Irán podrían ocurrir “muy rápidamente” luego del anuncio del histórico acuerdo para restablecer las relaciones diplomáticas entre ambos Estados.
“Creo que eso podría suceder muy rápidamente. Nuestro objetivo, y creo que esto ha sido muy claro anteriormente por nuestros líderes, es tener una región que sea estable, que sea capaz de proveer a su gente y prosperar. Y no hay razón para que eso no suceda”, dijo Mohammed Al-Jadaan, a CNBC en Riad.
“Hay muchas oportunidades para las inversiones saudíes en Irán. No vemos impedimentos siempre y cuando se respeten los términos de cualquier acuerdo“, dijo Al-Jadaan durante la Conferencia del Sector Financiero en Riad.
“Irán es nuestro vecino, y lo ha sido y seguirá siéndolo durante cientos de años“, señaló Al-Jadaan. “Así que no veo ningún problema que impida la normalización de la relación, las inversiones cruzadas, etc., siempre y cuando nos apeguemos a los acuerdos, ya sabes, respetando los derechos soberanos, no interfiriendo en los asuntos de los demás, respetando las convenciones de las Naciones Unidas y otros“, continuó.
“La estabilidad en la región es muy importante, para el mundo y para los países de la región, y siempre hemos dicho que Irán es nuestro vecino y no tenemos interés en tener un conflicto con nuestros vecinos, si están dispuestos a cooperar“, dijo Al-Jadaan más tarde a Reuters en una entrevista.

“No tenemos ninguna razón para no invertir en Irán, y no tenemos ninguna razón para no permitirles invertir en Arabia Saudita. Es de nuestro interés asegurarnos de que ambas naciones se beneficien de los recursos y la ventaja competitiva de la otra”, continuó durante su entrevista con Reuters.
“Si ellos (Irán) están dispuestos a pasar por este proceso, entonces estamos más que dispuestos a pasar por este proceso y mostrarles que son bienvenidos y estaríamos más que felices de participar en su desarrollo”, agregó.
Los dos principales productores de petróleo enfrentan realidades económicas muy diferentes: Arabia Saudita, invirtiendo internacionalmente y lanzando megaproyectos por valor de miles de millones de dólares como parte del plan Saudi Visión 2030 del reino para alejarse del petróleo; e Irán, cuya economía ha caído progresivamente y cuya moneda ha perdido enormemente su valor tras años de sanciones occidentales, corrupción gubernamental y mala gestión económica.
La inversión de Arabia Saudita probablemente sería una gran bendición para la maltrecha economía de Irán, aunque no está claro si las sanciones existentes de Estados Unidos contra la república islámica se aplicarían a la actividad financiera entre los dos países vecinos.
“Claramente que para que puedas concentrarte en tu desarrollo económico y enfocarte en proveer a la gente de tu país, necesitas estabilidad, ellos necesitan estabilidad“, dijo Al-Jadaan en este sentido. “Les brindaremos muchas oportunidades, siempre y cuando continúe la buena voluntad“, remarcó.

La hostilidad entre las dos potencias del Medio Oriente ha puesto en peligro la estabilidad y la seguridad del Medio Oriente durante décadas, alimentando conflictos regionales en Yemen, Siria y Líbano.
Superando estas diferencias, Riad y Teherán acordaron reanudar las relaciones diplomáticas y reabrir sus embajadas y consulados tras negociaciones lideradas por China en Beijing que culminaron el 10 de marzo.
Además, los países han acordado que se reactivarán los acuerdos de cooperación anteriormente firmados; a saber, un “Acuerdo de Cooperación en materia de Seguridad” de 2001 y un “Acuerdo General de Cooperación” de 1998 que abarca las esferas del comercio, la economía, los deportes, la tecnología, la ciencia, la cultura, los deportes y la juventud.
“Los tres países expresaron su entusiasmo por ejercer todos los esfuerzos para mejorar la paz y la seguridad regionales e internacionales“, dijo la declaración saudí que anunciaba el acuerdo, refiriéndose a sí mismo, Irán y China.
El acuerdo, negociado por China, fue anunciado después de cuatro días de conversaciones previamente no reveladas en Beijing entre altos funcionarios de seguridad de Arabia Saudita e Irán en las cuales no se utilizó el idioma inglés en ningún momento.

“China es el primer socio comercial de ambos países, por lo que el apalancamiento es muy importante en ese sentido. Y dado que estamos construyendo confianza, ese compromiso debe hacerse con la presencia de funcionarios chinos”, dijo u alto funcionario saudí en condición de anonimato.
La guerra “fría” entre ambos países se ha mantenido durante décadas, pero Arabia Saudita rompió lazos con Teherán de manera definitiva en 2016 después de que un grupo de manifestantes iraníes invadieron y atacaran la embajada saudí en Teherán y el consulado saudí en Mashhad.
Esto ocurrió luego de que Arabia Saudita ejecutara al clérigo Nimr al-Nimr, un prominente erudito musulmán chiíta, por “desobediencia civil” luego de que este propusiera la sedición y rebelión contra el gobierno de Riad.
Arabia Saudita
China logra un acuerdo histórico entre Irán y Arabia Saudita: Las naciones en guerra fría acuerdan reanudar relaciones diplomáticas.
Irán y Arabia Saudita, históricos rivales regionales, han acordado reanudar sus relaciones diplomáticas y reabrir las embajadas dentro de dos meses gracias a la mediación de Beijing.

Sin la participación del gobierno de Estados Unidos, país que está lidiando con un malestar interno por su involucramiento en la guerra en Ucrania, China logró un acuerdo histórico entre los dos rivales históricos de Medio Oriente, Irán y Arabia Saudita, dos naciones cuyas relaciones habían estado empeorado progresivamente desde la Revolución Islámica de 1979 en Irán.
El régimen chiíta con sede en Teherán y el reinado sunita con sede en Riad, dejaron de lado sus diferencias políticas, económicas y religiosas y acordaron este viernes restablecer relaciones diplomáticas plenas y reabrir sus embajadas en un período de dos meses.
Las embajadas habían sido retiradas siete años atrás cuando la hostilidad entre las naciones se volvió irreversible, lo cual generó un fuerte terremoto contra la estabilidad y la seguridad en el Golfo, y contribuyó en profundizar los conflictos en el Oriente Medio.
El acuerdo fue anunciado después de cuatro días de conversaciones previamente no reveladas en Beijing, sede de este tratado histórico que reunió altos funcionarios de seguridad de las dos potencias rivales, la árabe y la persa.
Teherán y Riad alcanzaron un acuerdo “que incluye reanudar las relaciones diplomáticas entre ambos y reabrir sus embajadas y misiones diplomáticas dentro de un periodo que no exceda los dos meses”, según se lee un comunicado conjunto emitido por Irán, Arabia Saudita y China.
“El acuerdo incluye su afirmación del respeto a la soberanía de los estados y la no injerencia en los asuntos internos“, incluyó el mismo. Un punto extremadamente importante ya que ambas naciones estaban en pleno conflicto intentado imponer su agenda sobre la otra en el resto de los países de la región.
Además, en el acuerdo, que fue firmado por el principal funcionario de seguridad de Irán, Ali Shamkhani, y el asesor de seguridad nacional de Arabia Saudita, Musaad bin Mohammed al-Aiban, se decidió reactivar un acuerdo de cooperación de seguridad que había sido firmado en 2001, así como otro pacto anterior sobre comercio, economía e inversión.
“También acordaron implementar el Acuerdo de Cooperación en Seguridad entre ellos, que se firmó el (…) 17/4/2001, y el Acuerdo General de Cooperación en los Campos de la Economía, el Comercio, la Inversión, la Tecnología, la Ciencia, la Cultura, el Deporte y la Juventud, que se firmó el (…) 27/5/1998“, agregó la declaración trilateral.
Riad, Teherán y Beijing “expresaron su entusiasmo por ejercer todos los esfuerzos para mejorar la paz y la seguridad regionales e internacionales”, continuó el comunicado conjunto.

Los medios estatales iraníes publicaron imágenes y videos de Ali Shamkhani, secretario del Consejo Supremo de Seguridad Nacional de Irán, con el asesor de seguridad nacional saudí, Musaad bin Mohammed al-Aiban, y Wang Yi, el canciller y diplomático de más alto rango de China.
“Después de implementar la decisión, los ministros de Relaciones Exteriores de ambas naciones se reunirán para prepararse para un intercambio de embajadores“, aseguró la televisión estatal iraní.
En las imágenes transmitidas por los medios iraníes, Wang ofreció “felicitaciones de todo corazón” por la “sabiduría” de los dos países. “Ambas partes han mostrado sinceridad“, señaló, agregando que “China apoya plenamente este acuerdo“.
Como mediador de “buena fe” y “confiable”, China ha cumplido fielmente sus deberes como anfitrión del diálogo, y ha logrado poner a las dos naciones de su lado al mismo tiempo, algo que Estados Unidos intentó por décadas pero desde 1979 no podía.
Adicionalmente, el máximo diplomático de China describió el acuerdo como una victoria para el diálogo y la paz, y agregó que Beijing continuará desempeñando un papel constructivo para abordar los difíciles problemas globales.
La agencia estatal de noticias iraní IRNA citó a Shamkhani calificando las conversaciones en Beijing como “claras, transparentes, integrales y constructivas”, y ya comenzó la fuerte propaganda en los medios persas para convencer a la población que su enemigo jurado, Arabia Saudita, ahora no es tan malo.
“Eliminar los malentendidos y los puntos de vista orientados al futuro en las relaciones entre Teherán y Riad definitivamente conducirá a mejorar la estabilidad y la seguridad regionales, así como a aumentar la cooperación entre las naciones del Golfo Pérsico y el mundo del Islam para manejar los desafíos actuales“, dijo Shamkhani.

La noticia cayó como un baldazo de agua fría en la Casa Blanca, quienes están hace tiempo intentando mejorar las relaciones con ambos países por separado. Por un lado, Biden intentó mejorar las relaciones con Arabia Saudita para que el país líder del OPEP aumente su producción de petróleo y permita una reducción del precio del barril internacional. A pesar de reiterados intentos con un viaje personal del presidente demócrata a Riad, no tuvo éxito.
Luego, desde su vuelta al poder en 2021, el Partido Demócrata está intentando restaurar el pacto nuclear con Irán, pero las protestas que estallaron en el país islámico tras el asesinato de Mahsa Amini por no estar utilizando el hijab socavaron estos esfuerzos.
Externamente, el gobierno demócrata intentó mantener la compostura, y esta mañana tras el anuncio, el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca dijo que Estados Unidos está al tanto de los informes de que Irán y Arabia Saudita han reanudado las relaciones diplomáticas y dan la “bienvenida” a las nuevas relaciones bilaterales.
“En términos generales, damos la bienvenida a cualquier esfuerzo para ayudar a poner fin a la guerra en Yemen y reducir las tensiones en la región de Medio Oriente“, dijo el portavoz a la agencia de noticias Reuters. “La desescalada y la diplomacia junto con la disuasión son pilares clave de la política que el presidente Biden describió durante su visita a la región el año pasado“.
No obstante, el hecho de no participar en las negociaciones para alcanzar un acuerdo histórico de este tipo ha dejado muy preocupado al gobierno de Estados Unidos, cuyos lazos estratégicos de larga data con Arabia Saudita se han tensado bajo la administración de Biden, quien criticó fuertemente durante su campaña electoral al reino saudí por su participación en la muerte del periodista Jamal Khashoggi, la guerra en Yemen y, más recientemente, los lazos con Rusia y el recorte de la producción de petróleo de la OPEP+ en busca de aumentar los precios del crudo. En contraste, los crecientes lazos de Arabia Saudita con China se destacaron por la visita de alto perfil del presidente Xi Jinping hace tres meses.
El presidente iraní, Ebrahim Raisi, visitó Beijing el mes pasado, y el dictador chino, Xi Jinping, estuvo en Riad en diciembre para asistir a reuniones con naciones árabes del Golfo, las cuales resultaron cruciales para el suministro de energía de China. Cabe recordar que China es uno de los principales compradores de petróleo saudí.
Un alto funcionario de seguridad iraní dijo que el acuerdo del viernes había sido respaldado por el líder supremo, el ayatolá Ali Jamenei. “Es por eso que Shamkhani viajó a China como representante del líder supremo“, dijo el funcionario a Reuters. “El establishment quería demostrar que la máxima autoridad en Irán respaldó esta decisión“.
Por su parte, el Príncipe Heredero y Primer Ministro saudí, Mohammad bin Salman, le bajó el tono al enfrentamiento entre ambos países el año pasado al afirmar que, para Arabia Saudita, era favorable a convivir en paz.
El ministro de Relaciones Exteriores iraní, Hossein Amirabdollahian, aseguró que la normalización de las relaciones ofrece grandes perspectivas para ambos países y para Oriente Medio, insinuando nuevos pasos.
“La política de vecindad, como eje clave de la política exterior del gobierno iraní, se está moviendo fuertemente en la dirección correcta y el aparato diplomático está activamente detrás de la preparación de más pasos regionales“, tuiteó Amirabdollahian.

Por su parte, el ministro de Relaciones Exteriores de Arabia Saudita, el príncipe Faisal bin Farhan Al Saud, dijo en enero que se estaban haciendo progresos para poner fin al conflicto de Yemen.
En respuesta al anuncio del viernes, el ministro de Relaciones Exteriores de Omán, Badr Albusaidi, dijo en Twitter que la reanudación de las relaciones diplomáticas entre Arabia Saudita e Irán era un “ganar-ganar para todos y beneficiará la seguridad regional y global”.
Omán e Irak organizaron conversaciones entre Irán y Arabia Saudita en 2021 y 2022. En la declaración trilateral desarrollada después de las conversaciones entre Irán, Arabia Saudita y China, “las partes saudita e iraní expresaron su aprecio y gratitud a la República de Irak y al Sultanato de Omán por organizar rondas de diálogo que tuvieron lugar entre ambas partes durante los años 2021-2022“.
“Las dos partes también expresaron su aprecio y gratitud al liderazgo y al gobierno de la República Popular China por acoger y patrocinar las conversaciones, y los esfuerzos que realizó para su éxito“, agregó el comunicado.

La Guerra “Fría” entre Irán y Arabia Saudita
Queda por ver qué impacto tendrá este acuerdo en la Guerra en Yemen, los enfrentamientos en Irak y Siria, las elecciones en el Líbano, el acuerdo nuclear con Estados Unidos y la situación entre Palestina e Israel, todos puntos de conflicto entre Arabia Saudita e Irán que los habían visto en veredas opuestas durante las últimas dos décadas.
Un alto funcionario iraní dijo que abordar las tensiones con Arabia Saudita se había convertido en una prioridad para Teherán en los últimos meses y ayudaría a resolver las conversaciones de larga data sobre el programa nuclear de Irán. “Alentará a Occidente a llegar a un acuerdo nuclear con Irán“, dijo el funcionario a Reuters.
La guerra fría existe hace casi dos décadas, pero Arabia Saudita rompió lazos con Teherán de manera definitiva en 2016 después de que un grupo de manifestantes iraníes invadieron y atacaran la embajada saudí en Teherán y el consulado saudí en Mashhad. Esto ocurrió luego de que Arabia Saudita ejecutara al clérigo Nimr al-Nimr, un prominente erudito musulmán chiíta, por “desobediencia civil” luego de que este propusiera la sedición y rebelión contra el gobierno de Riad.
Además, Irán, de mayoría chiíta, y Arabia Saudita, de mayoría sunita, apoyan a bandos rivales en varias zonas de conflicto en todo Medio Oriente, entre ellos Yemen y Siria.

En los últimos años, se lanzaron acusaciones cruzadas entre ambos países de atacar infraestructura crítica dentro de sus respectivos territorios. Arabia Saudita ha culpado a Irán por los ataques con misiles y vehículos aéreos no tripulados contra las instalaciones petroleras del reino en 2019, así como por los ataques contra petroleros en aguas del Golfo.
El movimiento Houthi, aliado de Irán y que controla la capital de Yemen desde septiembre de 2014, también ha llevado a cabo ataques transfronterizos con misiles y drones contra Arabia Saudita, que lidera una coalición árabe que lucha contra los hutíes.
Adnan Tabatabai, CEO del Centro de Investigación Aplicada en Asociación con Oriente, un grupo de expertos con sede en Alemania, dijo a Al Jazeera que China tiene un gran interés en no ver la situación de seguridad regional “caer en el caos”, como ocurrió en 2019, “cuando las vías fluviales del Estrecho de Ormuz fueron los sitios de diferentes explosiones y ataques“, lo cual generó una importante caída en el comercio chino.
“Hay intereses inherentes para que los chinos intenten usar la influencia que tienen hacia Teherán y Riad para hacer algunos esfuerzos para equilibrar estas relaciones y finalizar lo que los iraquíes y los omaníes habían comenzado“, dijo Tabatabai.
Arabia Saudita
Gigantes tecnológicos invertirán más de 9 mil millones de dólares en Arabia Saudita
El ministro de Comunicación y Tecnología de la Información de Arabia Saudita ha anunciado que el reino árabe ha atraído más de 9.000 millones de dólares en inversiones en materia de tecnologías futuras, incluidas aquellas realizadas por gigantes estadounidenses como Microsoft y Oracle.

El Ministerio de Comunicación y Tecnología de la Información de Arabia Saudita ha anunciado que el Reino ha atraído más de 9 mil millones de dólares en inversiones en tecnologías futuras, incluso por parte de los gigantes estadounidenses Microsoft (MSFT. O) y Oracle Corp (ORCL. N), ambas focalizadas en la construcción de sistemas de nubes en el reino, según los dichos del ministro el lunes.
El ministro saudí de Comunicación y Tecnología de la Información, Abdullah Alswaha, dijo que Microsoft invertirá 2.100 millones de dólares en una nube global superescaladora, mientras que Oracle ha comprometido 1.500 millones de dólares para construir una nueva región de nube en Riad.
“Las inversiones… mejorarán la posición del reino de Arabia Saudita como el mercado digital más grande de Medio Oriente y África del Norte“, aseguró Alswaha en LEAP, un foro internacional de tecnología que tiene lugar en Riad.
Si bien Alswaha decidió no dar ningún detalle sobre el plazo en el que se realizarán dichas inversiones, desde Oracle Corp. comunicaron a Reuters que la inversión se realizará durante varios años.
Además, el ministro señaló que la empresa china Huawei (HWT. UL) también invertirá 400 millones de dólares en infraestructura en la nube para sus servicios en Arabia Saudita y otra región de nube en asociación con el gigante petrolero Aramco.

Finalmente, se invirtieron 4,5 mil millones de dólares adicionales en activos globales y locales en múltiples sectores en el foro, agregó el ministro Alswaha.
Los funcionarios saudíes han presionado a las empresas internacionales para que inviertan en el reino y trasladen su sede regional a Riad para beneficiarse de los contratos que ofrece el gobierno saudí.
El reino ha estado invirtiendo cientos de miles de millones de dólares en un plan económico, conocido como Visión 2030, dirigido por su Primer Ministro y gobernante de facto, el príncipe heredero Mohammed bin Salman.
En este sentido, el hijo del rey Salman ha luchado para atraer inversión extranjera directa (IED), uno de los pilares de Visión 2030, con la vista puesta en diversificar la economía lejos del mercado del petróleo, principal fuente de la riqueza de la Corona durante muchos años.
Tonomus, una subsidiaria del proyecto NEOM, lanzado y patrocinado por el principe heredero y que costará alrededor de 500 mil millones de dólares, aseguró a fines del año pasado que invirtió mil millones de dólares durante todo el año 2022 en Inteligencia Artificial, incluida una plataforma de metaverso.

En términos simples, NEOM será una nueva área económico-tecnológica que Arabia Saudita está promoviendo en el noroeste el país, frente a la Península del Sinaí, buscando trasladar el foco económico del Golfo Pérsico al Mar Rojo, aprovechando la vecindad con Egipto, Jordania e Israel, además de rivalizar las innovaciones urbanísticas de Dubái, Abu Dhabi y Doha.
NEOM será un nuevo complejo, compuesto por cuatro lujosas regiones, con un régimen económico y político especial. Tendrá sus propias leyes civiles y tributarias, con costumbres sociales occidentales, alejándose de los mandatos de la Sharía, o ley islámica.
Los objetivos principales son atraer la inversión extranjera de empresas multinacionales, diversificar la economía saudita dependiente del petróleo, crear un espacio de libre mercado y ser un hogar de millonarios, “una tierra para gente libre y sin estrés; una start-up del tamaño de un país: una hoja en blanco en la que escribir la nueva era del progreso humano”, dijo recientemente el innovador príncipe.
El mundo árabe ha puesto sus ojos en las energías renovables, el turismo de lujo, las infraestructuras modernas y la tecnología. En este sentido, Arabia Saudita busca ser el líder en la carrera tecnológica en la región.
Los 16 sectores del proyecto, que incluyen energía, movilidad, agua, biotecnología, comida, manufactura, comunicación, entretenimiento y moda, tecnología, turismo, deporte, servicios, salud y bienestar, educación, y habitabilidad, generarán un total de 100.000 millones de dólares al año, con cero dependencia de la venta de gas y petróleo.

Cabe resaltar que el aumento de la demanda de computación en la nube a nivel global ha empujado a empresas de tecnología como Oracle, Microsoft, Amazon (AMZN. O) y Google (GOOGL. O) establecer centros de datos en todo el mundo para acelerar la transferencia de datos.
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