En una reunión de ministros, el mandatario israelí presentó un informe donde se identifica todos los pagos de Soros al New Israel Fund, prinicipal fundación que está detrás del boicot al plan de deportaciones del gobierno.

El multimillonario George Soros, el mayor financista de las causas de izquierda en el mundo, fue señalado por el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, como quien está detrás del plan del gobierno para deportar inmigrantes ilegales que son atrapados dentro del territorio del Estado Judío.

Netanyahu lanzó un programa para deportar a inmigrantes ilegales sudaneses y eritreos a un tercer país en África, el cual por ahora está siendo negociado con Ruanda, desde donde serán llevados a sus países de orígen.

Netanyahu hizo los comentarios en la reunión semanal de los ministros del Likud con presencia de periodista, donde también criticó al ex presidente estadounidense Barack Obama, “recibió plata de Soros y deportó a dos millones de inmigrantes y nadie dijo nada”.

Según un reporte del ministro de Ciencia, Ofir Akunis, varias ONGs que reciben dinero de Soros están detrás de la campaña para evitar la campaña de deportaciones, entre ellas Breaking the Silence, B’Tselem, Yesh Din y al-Haq.

Pero el más importante esfuerzo detrás de boicotear la iniciativa del gobierno de derecha proviene del New Israel Fund, una cámara de compensación de extrema izquierda para grupos de derechos civiles israelíes, que a su vez financia organizaciones que se oponen a las deportaciones.

El New Israel Fund se financia casi completamente de la billetera de Soros. Recibió US$ 837.500 de dólares entre 2002 a 2015 de parte de la Open Societies Foundations, según correos electrónicos filtrados en línea a través del sitio DCLeaks en 2016. Esta financiación continúa al día de hoy, pero no se conocen los importes por el momento.

Muchos medios, generalmente financiados por Soros, están intentando instalar que criticar al magnate millonario tiene connotaciones anti-semitas, porque Soros es étnicamente judío. Esto se cayó completamente con la crítica de Netanyahu, ¿o ahora van a decir que el líder del Estado judío es anti-semita?

La realidad es que Soros jamás practicó el judaismo, es ateo, financia a grupos pro-Palestina, e incluso colaboró con los nazis durante la Segunda Guerra Mundial, como él mismo admitió en una entrevista para el medio 60 Minutes y en el libro Soros: The Life and Times of a Messianic Billionaire.

En su relato, confirmó la historia que se rumoreaba de su pasado en Hungría. Sus padres, aunque judíos, falsificaron sus documentos para hacerse pasar por cristianos, y colaboraron con el régimen Nazi tras la invasión en 1944.

Cuando tenía tan solo 14 años, Soros llevaba listas que su padre, un famoso abogado de Budapest, le daba a los oficiales nazis delatando a los demás abogados que eran judíos o escondían personas de esta religión en sus casas.

Sus padres finalmente se escaparon de Hungría y lo dejaron a Soros bajo la tutela de un oficial nazi del Ministerio de Agricultura, quien sabía que el joven era judío y decidió esconderlo haciéndose pasar por su padrina.

Durante el último año de la Guerra, y como él mismo relató luego, Soros se la pasó acompañando a este oficial en tareas de allanamiento, donde lideraba a grupos de la SS para confiscar las pertenencias de familias judías viviendo en el campo.

Si bien Soros justificó estas acciones como “tareas de supervivencia“, asegurando que “lo haría de nuevo para sobrevivir“, resulta bastante absurdo pensar que criticar a una persona que literalmente colaboró con los Nazis tiene alguna connotación anti-semita.

Israel y la Jihad Islámica han acordado una tregua que pone fin a los enfrentamientos en Gaza que entrará en vigor a las 22:00 horas, hora local.

Una tregua entre Israel y la Jihad Islámica, grupo considerado como terrorista por Israel, Estados Unidos y la Unión Europea, entró oficialmente en vigor el sábado por la noche gracias a un acuerdo de alto el fuego mediado por Egipto que busca poner fin al peor episodio de violencia entre ambos bandos desde la guerra de diez días en 2021.

“A la luz del acuerdo de la parte palestina e israelí, Egipto anuncia que se ha alcanzado un alto el fuego entre las partes palestina e israelí“, se lee en el texto del acuerdo, citado por Reuters, que también agregó que la tregua comenzaría a las 22 horas, hora local.

“Las dos partes cumplirán con el alto el fuego, que incluirá el fin del ataque a civiles, la demolición de casas, el fin de atacar a individuos inmediatamente cuando el alto el fuego entre en vigencia”, se lee en el acuerdo.

El asesor de seguridad nacional de Israel agradeció al presidente egipcio, Abdel Fattah al-Sisi, por los esfuerzos de El Cairo, confirmó un comunicado del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu.

“La tranquilidad se encontrará con la tranquilidad, y si Israel es atacado o amenazado, continuará haciendo lo que debe para defenderse“, dijo el comunicado del Estado judío, dejando claro que solo detendrán los ataques contra la Franja de Gaza si reciben una respuesta recíproca por parte de la Jihad Islámica.

La Jihad Islámica también confirmó el acuerdo. “Declaramos nuestra aceptación del anuncio egipcio y lo cumpliremos mientras la ocupación (Israel) lo cumpla“, dijo el portavoz del grupo, Dawoud Shehab.

No obstante, poco antes de que la tregua entrara en vigor, Israel informó de una fuerte ráfaga de cohetes palestinos hacia el sur y el centro de Israel, mientras respondía con ataques contra objetivos estratégicos dentro de Gaza.

Incluso luego del horario de puesta en vigor de la tregua, el grupo palestino singuió lanzando cohetes, haciendo que las sirenas de ataque aéreo continúen sonando en los suburbios de Tel Aviv, a la vez que el ejército de Israel anunciando que había alcanzado objetivos de la Jihad Islámica en respuesta al lanzamiento de cohetes.

Aunque contentos con la noticia, algunos residentes de Gaza, cansados de los repetidos estallidos y ataques aéreos, temen que estalle otra ronda de combates en poco tiempo. “Queremos que la tregua se base en principios, no como en el pasado cuando después de una calma (tregua) la gente murió“, dijo un residente a Reuters.

La última ronda de ataques entre ambos estalló el martes cuando ataques aéreos israelíes mataron a tres altos comandantes de la Jihad Islámica, quienes eran acusados de haber planeado ataques en Israel. Israel afirmó que los ataques fueron en respuesta a una serie de cohetes lanzados desde Gaza, y que sus ataques se han centrado en objetivos de la Jihad Islámica.

En respuesta, el grupo respaldado por Irán disparó más de 1.000 cohetes, enviando a los israelíes a huir a refugios antiaéreos. Durante los cinco días de la campaña, Israel acabó con seis altos comandantes de la Yihad Islámica y destruyó varias instalaciones militares.

Además, mientras los ataques israelíes acabaron con la vida de 33 palestinos dentro de Gaza, los ataques de la Jihad Islámica mataron a una mujer israelí y un trabajador palestino.

La ofensiva israelí en el Franja de Gaza acabó con la muerte de, al menos, 29 palestinos, desde el martes, entre los que se incluyen varios altos líderes de la organización terrosita Yihad Islámica.

En una nueva escalada de tensiones entre Israel y los grupos terroristas palestinos, el Ejército israelí abatió este jueves a la madrugada a decenas de líderes de la Yihad Islámica con bombardeos precisos sobre la Franja de Gaza.

Los bombardeos contra puestos militares y guaridas lanzacohetes que la organización terrorista mantiene en Gaza se dio en el marco de la operación “Escudo y Espada“, una respuesta a un llamado de la Yihad Islámica a todos los países árabes de la región a atacar a Israel.

La agrupación terrorista que es un desprendimiento de la egipcia Hermandad Musulmana lanzó esta semana una ola de ataques contra Israel, lanzando cientos de cohetes desde la Franja de Gaza, en lo que constituye el peor repunte de violencia en meses.

Estos misiles con metralla a pesar de ser explotados por el Domo de Hierro, lanzan proyectiles que incluso atraviesan departamentos y golpean a las personas. Decenas resultaron heridas con este método en los ataques del martes y el miércoles, y un ciudadano israelí fue asesinado en Rejovot, cerca de Tel Aviv.

Concretamente, la Yihad Islámica ha lanzado más de 800 cohetes contra zonas densamente pobladas de Israel desde el martes, además de incitar a otras organizaciones terroristas árabes a sumarse a los ataques.

La respuesta del primer ministro Benjamin Netanyahu fue masiva: una oleada de misiles partieron desde territorio israelí a la Franja de Gaza, destruyendo los puestos militares donde inteligencia señalaba que había líderes de la Yihad. Además destruyeron múltiples puestos desde donde los palestinos lanzaban estos misiles con metralla.

“Esta noche hemos atacado puestos militares y lanzacohetes que pertenecen a la organización terrorista Yihad Islámica”, dijo el portavoz del Ejército israelí, Daniel Hagari, quien agregó que “la calidad de la información de Inteligencia permite logros significativos”.

Tres altos líderes de la Yihad Islámica fueron abatidos el pasado martes, al inicio de la actual ofensiva. Además, según han confirmado las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), un ataque en la madrugada de este jueves en la ciudad de Jan Yunis, en el sur de la Franja, ha acabado con la vida de Ali Ghali, el jefe de las unidades lanzacohetes y presunto ideólogo de esta ola de ataques desde la Franja.

“Ali Ghali, comandante de la unidad de lanzamiento de cohetes, fue asesinado en el sur de la franja de Gaza junto a otros mártires”, han confirmado en un comunicado las Brigadas Al Quds, brazo armado de la Yihad Islámica. Junto a Ghali, han muerto dos hombres de la milicia que estaban en el mismo domicilio en el momento del ataque.

El ejército israelí, por su parte, ha informado que en un bombardeo sobre Bani Suheila también este jueves, otro de los principales líderes de la Yihad Islámica, al que se identificó como Ahmad Abu Daqqa, fue abatido. Se considera que Daqqa “tuvo un papel importante en los lanzamientos de cohetes hacia Israel”, según un comunicado oficial.

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, durante una visita al Batallón 66 del Ejército, hizo referencia al asesinato de los dos líderes de la Yihad Islámica. “Esta mañana hemos atacado al comandante de la unidad de cohetes de la Yihad Islámica en Gaza”, señaló el líder de la coalición gobernante.

Netanyahu advirtió luego que, “quien nos haga daño pagará el precio, al igual que la persona que lo sustituya. Estamos en plena campaña militar, tanto en ataque como en defensa”. El ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, ha dado órdenes de “preparar acciones adicionales y mantener la preparación ante la posibilidad de un aumento del fuego”.

En honor a ello, el Ejército israelí ha afirmado que, hasta este jueves, ha atacado 166 objetivos de la Yihad Islámica en Gaza, desde viviendas de sus miembros a cuevas lanzaderas de cohetes y fábricas de armamento.

Mientras sigue el conflicto, Israel asegura que otro de los líderes yihadistas abatidos, Tarek Az Aldin, estaba intentando orquestar el lanzamiento de cohetes desde Cisjordania hacia Israel, lo que implicaría una escalada del conflicto sin precedentes que podría ser el puntapié de un avance militar israelí sobre estos territorios.

Tras esta noticia, el gobierno de Egipto ha anunciado que empezará a mediar para poner fin a la escalada, y ha llamado a ambas partes a cesar con los ataques “inmediatamente”. Además, la ONU ha pedido a “todas las partes poner en marcha medidas que permitan reducir la violencia”.

Jeremy Laurence, portavoz de la oficina de Derechos Humanos de la organización, ha afirmado sentirse “alarmado” por el aumento de la violencia esta semana en Gaza. El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, ha expresado su “profunda preocupación” por la violencia y advierte a Israel que debe respetar el derecho internacional; y también “condena el lanzamiento indiscriminado de cohetes desde Gaza hacia Israel”.

El conflicto entre Israel y la Yihad Islámica esta vez comenzó la semana pasada con una jornada de enfrentamientos a raíz de la muerte de Jader Adnan, un preso palestino que pasó 86 días en huelga de hambre en protesta por su encarcelamiento.

Inicialmente, la milicia palestina lanzó 104 cohetes y proyectiles de mortero contra Israel desde Gaza, en lo que fue el puntapié de la escalada de protestas en la calle a intercambio de misiles. Todo ello terminó en una tregua informal con la mediación de Egipto y las Naciones Unidas, que fue violada esta semana al reanudarse los ataques mutuos.

Por su parte, Hamás, el movimiento islamista que controla Gaza desde 2007, ha asegurado que solo se llegará a un posible alto el fuego cuando Israel deje de cometer lo que definió como “atrocidades” en la Franja de Gaza, cuando son ellos los que controlan la región a través de una dictadura islámica.

“Quien comenzó esta agresión tiene que cargar con las consecuencias de sus crímenes. No se trata de qué deben hacer los palestinos. Es una cuestión de lo que tiene que hacer la comunidad internacional”, añadió Jaled Qadomi, uno de los portavoces de la organización terrorista.