Axel Kicillof apoyó a los municipios que subieron los impuestos sin justificación
Por la reducción del impuesto País, distritos kirchneristas aumentaron las tasas para que no bajen los precios.
El gobierno kirchnerista de la Provincia de Buenos Aires apoyó el aumento de las tasas municipales a pesar de las críticas expresadas por la Asociación de Supermercados Unidos y la Cámara Argentina de Distribuidores y Autoservicios Mayoristas, que cuestionaron la medida debido al incremento impositivo registrado en el municipio de Lanús. El sector advirtió que esta decisión se traducirá en un aumento de precios en las góndolas.
La queja de los supermercadistas
"La Asociación de Supermercados Unidos (ASU) observa con preocupación y alarma el incremento de los tributos provinciales y municipales en los últimos meses", manifestaron los supermercadistas recientemente, poniendo especial énfasis en el caso de Lanús, donde la tasa de Seguridad e Higiene aumentó de un 2,76% a un 6%, calculada sobre la facturación de los comercios.
En este contexto, el ministro de Gobierno del ultra-kirchnerista Axel Kicillof, Carlos Bianco, justificó el aumento de impuestos diciendo que los municipios tienen la "potestad" y "autonomía" para tomar decisiones de este tipo con la aprobación de sus respectivos concejos deliberantes.
Aunque en la conferencia de prensa que encabeza cada lunes el ministro provincial expresó que no tenía comentarios específicos al respecto, también añadió: "Si un municipio decidió incrementar esa tasa, nos parece adecuado, siempre que haya sido dentro del marco institucional, que creemos fue respetado en todos los casos".
La situación en Lanús generó un conflicto con los supermercadistas y distribuidores mayoristas. "No solemos emitir opiniones de manera sistemática, pero lo que motivó esta reacción fue el aumento de la tasa de Seguridad e Higiene en Lanús, que pasó de representar un 2,76% de la facturación de los hipermercados presentes en Lanús a un 6%", explicó este lunes el presidente de la ASU, Juan Vasco Martínez, en declaraciones a Radio Con Vos, para defender el comunicado difundido días atrás.
"Es difícil entender cómo se justifica un aumento del 2,76 al 6 por ciento. Esto supera la alícuota de Ingresos Brutos, que es del 5 por ciento. La incidencia total de Ingresos Brutos y la tasa de Seguridad e Higiene en el precio final es del 11 por ciento. Esto inevitablemente impacta en los precios, ya que es un aumento difícil de absorber", añadió.
El representante de los supermercadistas también destacó la variabilidad entre los distintos municipios en lo que respecta al pago de la tasa de Seguridad e Higiene y otros impuestos locales. "Es difícil entender por qué en Berazategui la tasa de Seguridad e Higiene es del 0.54% o en Tres de Febrero es del 0.88%, mientras que en Lanús es del 6%", señaló Vasco Martínez.
Desde Lanús, donde gobierna Julián Álvarez, se justificaron el robo impositivo diciendo que "en un contexto de crisis nacional, el Gobierno de Lanús entiende que los grandes contribuyentes deben hacer un esfuerzo, por lo que se decidió aumentar la Tasa de Seguridad e Higiene para las grandes cadenas de supermercados".
Para los supermercadistas, la caída en las ventas combinada con el aumento de las tasas locales conforma "un cóctel explosivo" para el sector. En medio de la controversia, la ASU encontró respaldo en el intendente de Tres de Febrero, Diego Valenzuela, quien comentó que "un supermercado tiene una rentabilidad del 3-4% sobre ventas. Aumentar la tasa municipal del 1% al 6% hace que el negocio sea inviable” y que "este delirio lo termina pagando la gente".
"Los supermercados deberían informar mediante cartelería sobre las tasas que se pagan en cada municipio. Es necesario debatir y visibilizar este tema, porque las tasas excesivas finalmente se trasladan a los precios que pagan los consumidores", añadió.
La respuesta del Gobierno
Hace un tiempo, el vocero presidencial Manuel Adorni había solicitado a los municipios que retrotraigan y eliminen las cargas impositivas a nivel local, enfocándose en la llamada Tasa Vial que algunos municipios cobran sobre la carga de combustible, lo que impacta en el precio final al consumidor.
"Los argentinos pagan la nafta más cara, no es solo una cuestión de inmoralidad sino también ilegal. Cuando los municipios coparticiparon el impuesto a los combustibles líquidos creado por ley es específico que la instalación de una tasa sobre un bien ya grabado genera una doble imposición que va en contra de la Constitución, y por lo tanto es, lisa y llanamente, un robo", explicó perfectamente Adorni.
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