Bukele visitó el Congreso y detalló su plan con el que exterminó a la inseguridad
Además, destacó el trabajo realizado en Rosario y mencionó que el apoyo de la sociedad en su conjunto fue crucial.
El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, durante su visita a Argentina, fue recibido ayer en el Congreso por la vicepresidente y presidente del Senado, Victoria Villarruel, junto a su homólogo en Diputados, Martín Menem.
En ese marco, el gran mandatario centroamericano compartió sus experiencias sobre la implacable lucha contra las pandillas y el narcotráfico, la viabilidad del Bitcoin en la economía local, y enfatizó que la única manera de alcanzar resultados es "con todos los sectores del país apoyando el plan".
A partir de las 14 horas, Villarruel recibió a Bukele en la explanada del Congreso, acompañada por el Regimiento de Granaderos a Caballo. En el Salón Azul del Senado lo esperaban autoridades de la Cámara Alta, además del presidente provisional del Senado, el libertario Bartolomé Abdala (San Luis); la radical Carolina Losada (Santa Fe), presidente de la Comisión de Seguridad; y el peronista disidente Carlos Espínola (Corrientes), líder del interbloque Provincias Unidas, entre otros.
Antes de dicho encuentro, la vicepresidente sostuvo una reunión privada con Bukele. En declaraciones posteriores, Villarruel expresó: "Hablamos del Bitcoin, que es un tema en el que El Salvador está siendo pionero, y cómo lo habían implementado y cómo lograron atraer remesas que tienen de ciudadanos en el exterior y que ingresan a El Salvador."
Y añadió: "Fue una conversación muy interesante, muy amena, muy llana y que espero que, a través de grupo parlamentario de amistad, se siga acrecentando".
En el Salón Azul, Villarruel abordó directamente el combate contra las maras. Bukele respondió diciendo: "Éramos el país más peligroso del mundo, más que Siria e Irak". Y añadió: "Teníamos 103 homicidios cada 100.000 habitantes. Haití tiene 50 hoy en día, era casi el doble".
Posteriormente, Bukele describió su plan en siete fases, de las cuales detalló cinco: control de las cárceles y despliegue del Ejército; oportunidades para los jóvenes; equipamiento tecnológico para las fuerzas de seguridad; duplicación del Ejército para contar con suficientes efectivos; e ingreso a los territorios recuperando el control de las zonas, enfrentando a 70.000 pandilleros dispuestos a desafiar al Estado y a la sociedad en general.
El presidente salvadoreño mencionó a Rosario como ejemplo y aclaró que "cada país es diferente debido a su legislación y otros factores como el narcotráfico o las condiciones sociales", pero subrayó que "si algo aprendimos es que no lo habríamos logrado sin la cooperación de todos los actores del país".
En este sentido, destacó el papel de los medios de comunicación, afirmando que "aunque muchos son hostiles, la mayoría de las televisoras se alinearon con nosotros".
En relación a la política de seguridad observada por otras naciones y organismos internacionales, Bukele aclaró que su enfoque fue "masivo, pero no brutal", y subrayó que "el apoyo de la sociedad fue crucial", señalando que sin ese respaldo "los esfuerzos entrarían por un oído y saldrían por el otro".
Losada intervino preguntando cómo enfrentar la conversión de jóvenes en soldados del narcotráfico. Bukele argumentó que las teorías intelectuales no siempre se aplican a la realidad, enfatizando que "el crimen es crimen, punto. Si se permite, ellos siempre ganarán en la guerra de incentivos".
Bukele también recordó las advertencias recibidas sobre la eliminación de un canal informal que representaba alrededor del 10% del Producto Interno Bruto (PIB), pero señaló que, pese a esos desafíos, el país logró un crecimiento del 3.5%.
"Soy creyente y Dios puede perdonar a todos, pero eso le compete a Dios. Aquí, en la tierra, no; tenemos que dejarlos en prisión y funcionó para sacar a criminales y quitar el incentivo a los jóvenes", añadió.
Al final, Espínola le consultó sobre cómo avanzar después de las primeras fases del plan, con énfasis en la inclusión social. Bukele resaltó que "se invirtió mucho en la juventud, pero será insuficiente. La única manera de cambiar a una generación es mejorar la economía", reflexionó.
En la Cámara de Diputados, Martín Menem expresó: "Nos honra la visita del Presidente de El Salvador, es un modelo a seguir para nosotros". Durante la reunión en el Salón de Honor, firmaron el Libro de Honor y se intercambiaron presentes conmemorativos. Entre los legisladores presentes estuvo Damián Arabia (PRO), entre otros.
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