
Fracasó la marcha de la CGT: poca convocatoria y un exitoso operativo de seguridad
Apenas unas horas después de iniciada la movilización, la cúpula de la CGT ya se había retirado del lugar.
Este 9 de abril de 2025, la Confederación General del Trabajo (CGT) convocó a una marcha frente al Congreso de la Nación, con el supuesto objetivo de apoyar a los jubilados en sus reclamos por mejoras en sus haberes y protestar contra las exitosas políticas económicas del Gobierno de Javier Milei.
Sin embargo, lo que se esperaba como una demostración masiva de fuerza sindical quedó lejos de serlo. La movilización, que dio inicio al mediodía, no logró reunir a las multitudes que la central obrera suele mencionar en sus discursos. Las imágenes del evento muestran una concurrencia más bien modesta, con amplios espacios vacíos que contrastan con las expectativas infladas por los organizadores.
La presencia de la CGT en la marcha, en compañía de la izquierda, también dejó mucho que desear. Los principales dirigentes sindicales hicieron una aparición breve, casi protocolar, que pareció más destinada a cumplir con la foto que a liderar una protesta contundente.

Apenas unas horas después de iniciada la movilización, la cúpula de la CGT se retiró del lugar, dejando a los pocos manifestantes restantes sin el respaldo visible de sus líderes. Esta actitud tibia refuerza la idea de que la marcha fue simplemente un gesto simbólico, en un contexto donde la CGT enfrenta una dura crisis interna.
Lo que sí destacó en la jornada fue el exitoso operativo de seguridad desplegado por el Gobierno de Javier Milei. Las fuerzas de seguridad, coordinadas con precisión, garantizaron que la protesta transcurriera sin incidentes ni disturbios, algo que no siempre ha sido la norma en movilizaciones de este tipo en Argentina.
Calles cortadas estratégicamente, presencia policial discreta pero efectiva y una planificación que priorizó el orden público permitieron que la marcha se desarrollara en un marco de calma, a pesar de los intentos de escalar las tensiones por parte de los manifestantes.

Además, en este contexto y de manera sorpresiva, Héctor Daer comunicó que no continuará en un nuevo período al frente de la CGT. La noticia generó un fuerte impacto en el ámbito gremial desde que se conoció, ya que abre el camino a una etapa de recambio en la conducción de la central obrera, que se definirá en el congreso de elección de autoridades previsto para noviembre.
Hasta ahora, en cambio, varios referentes sindicales creían que Daer estaba trabajando en la construcción de un acuerdo interno para asumir como único secretario general de la CGT, en lugar del actual modelo de conducción compartida.
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